Discípulos que hacen discípulos
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· 672 viewsSi somos Cristianos, debemos entender que somos discípulos de Cristo y ser discípulos de Cristo, implica, ser discipuladores.
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INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
Comenzaremos, con una pregunta tal vez, inquietante, en esta mañana:
¿ Solos o acompañados?
Pareciera, que la tendencia humana en los últimos tiempos, es esa a buscar estar solos.
Mire esta estadísticas de los Estados Unidos:
“En 1950, por ejemplo, solo 4 millones de estadounidenses vivían solos, y representaban menos del 10 por ciento de todos los hogares. Hoy, más de 32 millones de estadounidenses viven solos. Representan un 28 por ciento de todos los hogares a nivel nacional; más de un 40 por ciento en ciudades incluyendo San Francisco, Seattle, Atlanta, Denver, y Minneapolis; y cerca de un 50 por ciento en Washington, D. C. y Manhattan, las capitales gemelas de la nación solitaria.
¿A qué se debe este fenómeno?
Todo apunta a que los compromisos comunitarios deben ser removibles y temporales.
La gente está valorando cada vez los espacios y menos los espacios propios y cada vez mas la cercanía a las comodidades, todo lo que se está buscando, más es la conveniencia.
Eso lleva a que la gente esté viviendo sola, se relacione menos, con todos lo que le rodean.
Por otro lado, todo, es, iphones, ipads, imail, redes sociales, que en vez de tener más trato personal, se está llevando más al trato impersonal, hasta el punto que la gente se saluda más por las redes sociales, que cuando se encuentran cara a cara.
Todo se ha convertido en la “i-vida”
Ante esta situación, cómo la iglesia, puede en medio de los tiempos y las nuevas costumbres y las formas de vivir, p ara cumplir con la gran comisión.
¿Hay en medio de todo esto una forma para la nosotros- vida del cristianismo?
La repuesta está ligada siempre a nuestro compromiso para reflejar en nuestras vidas el carácter de Dios.
Como pueblo de Dios eso es posible a través de la obediencia a su palabra, manteniendo nuestra relación con él y los unos con los otros.
Dios envió a su hijo para llamar a un pueblo que le siguiera, y parte de seguir al hijo es llamar a otros para que le sigan.
Jesús por eso dio su último mandato antes de ascender al cielo:
Jesús dijo: “Id y haced discípulos” (Mt. 28:19)
De ahí que la vida de los discípulos de Jesús, debían estar dedicadas a ayudar a otros a seguir a Jesús.
Esta es la definición de discipular:
Discipular es; “Ayudar a otros a seguir a Jesús”
Discipulado, es el término que utilizamos para describir nuestro propio seguimiento de Cristo, Discipular es un subgrupo de eso, la cual significa ayudar a otros a alguien más a seguir a Cristo.
De ahí que la vida Cristiana es la vida discipulada y la vida discipuladora.
Entendemos entonces, que el cristianismo no es para gente solitaria o individualistas, es para personas que viajan juntas en el camino angosto que lleva a la vida.
Todos los cristianos, estaos llamados a ser seguidores de Cristo y a ser lideres, estamos llamados a sentirnos amados por Dios y debemos también amar.
Este amor por otros, lo demostramos ayudándolos a seguir a Jesús a través del camino de la vida.
Todos debemos estar claros que el cristianismo, y ser cristianos, ser seguidores de Cristo, implica cumplir con los mandatos esenciales que Dios nos enseña en su palabra.
Hay dos mandatos fundamentales que Jesús espera de aquellos que creen en él y deciden vivir cristianamente.
I. JESÚS QUIERE QUE SEAMOS SUS DISCÍPULOS.
I. JESÚS QUIERE QUE SEAMOS SUS DISCÍPULOS.
17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. 18 Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. 19 Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. 20 Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron.
Cada Creyente debe entender que es ser un discípulo, para poder serlo.
¿Qué es ser un discípulo?
“Significa ser un seguidor”.
En el pasaje leemos, que Jesús llamó a simón y Andrés, y ellos le siguieron, lo mismo con los otros hombres que él llamó, le siguieron. No se quedaron de largo, no dijeron, desde aquí en nuestro trabajo, te vamos a estar siguiendo.
Ser un discípulo de Jesús significa entonces, seguir sus pasos, hacer lo que él enseñó y vivió.
Eso fue lo que ocurrió con sus discípulos, aprendieron con él, vivieron con él y cuando él faltó, ellos continuaron con la encomienda, el mandato que les dio.
Ser un discípulo, significa entrar en una relación personal y salvadora con él.
Significa tener una unidad con él, a través del nuevo pacto en su sangre.
Ahora, ser un Discípulo de Jesús, no comienza con algo que nosotros hacemos, sino con algo que él hizo.
A sus primeros discípulos, él los llamó, ellos le siguieron, quizás si él no les hubiese llamado, ellos tal vez ni siquiera le hubieran conocido.
Ahora, a nosotros, Jesús nos llamó a Creer en él, como sigue llamando a los hombres.
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Nos llamó, nosotros creímos, en su sacrificio vicario o sustitutivo, nos arrepentimos de nuestros pecados y le recibimos como Señor y salvador.
¡Ahora somos sus discípulos hermanos!
Por tanto, el discipulado Cristiano, comienza ahí mismo, en la aceptación de su regalo: Gracia, misericordia, una relación con Dios y la promesa de la vida eterna.
Nuestro discipulado con Cristo comienza cuando escuchamos esta palabra y la obedecemos: “Sígueme”
Si usted, se considera Cristiano, implica que a escuchado a Jesús.
Implica que ha tomado su cruz, se ha negado a si mismo y le está siguiendo.
Implica que usted ahora es un discípulo de él. No existe cristianos que no se discípulo de Jesús, si no eres discípulo, deberías revisar si eres realmente un Cristiano.
No somos nuestros, somos de él. Pablo lo dijo a los corintios:
19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
15 y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
La vida Cristiana es la vida discipulada y comienza en convertirse uno en un discípulo.
El segundo mandato que encontramos del Señor es:
II. SER DISCÍPULOS QUE DISCIPULAN.
II. SER DISCÍPULOS QUE DISCIPULAN.
Dijimos ya que la vida Cristiana, es también una vida de discipulado.
Todo el que es discípulo debe discipular. El mandato de Jesús a sus discípulos, fue, “Id y haced discípulos”
Notemos que cuando Jesús, da la gran comisión, no envía a predicar el evangelio, únicamente, que sería evangelizar, él dice, vayan y hagan discípulos.
Entendemos entonces, que todo discípulo del Señor, debe Discipular, ¿Porqué?
Porque seguimos al único que llama las personas a seguirle llamando a otras personas a seguirle.
Es algo que estamos llamados a hacer por amor y por obediencia.
En Marcos 12: 30-31, un maestro de la ley le pregunta a Jesús cual es el mayor de los mandamientos, Jesús responde:
30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. 31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
Lo que Dios desea, es que todo nuestro ser le ame: “ todas nuestras ambiciones y motivaciones, nuestros deseos y esperanzas, nuestros deseo y razonamiento, , nuestras fuerzas y energías, todo esto, informado, purificado y disciplinado por su palabra.
Ahora nuestro amor a Dios lo mostramos hacia aquellos que han sido también hechos a imagen de Dios, a nuestro prójimo.
El motivo para discipular a otros comienza con el amor de Dios y nada menos. Dios nos ha amado en Cristo y por eso le amamos y mostramos nuestro amor por Dios en parte, amando a aquellos que él ha puesto en nuestro alrededor.
Entonces el amor de Dios por nosotros inicia una reacción en cadena. Él, nos ama, nosotros le amamos a él y luego amamos a los demás.
Si esto no está pasando en nosotros, entonces, debemos revisar nuestro cristianismo.
19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. 20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? 21 Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.
Discipular a otros, es hacerles un bien espiritual para ayudarles a seguir a Cristo, y es la mejor manera de demostrar nuestro amor por Dios y por los demás.
También dijimos ya que es un asunto de obediencia.
Nuestro amor, nunca va sólo, va acompañado de obediencia, es algo que Jesús enseñó Juan 14.15
15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.
Guardar su mandamientos, es obedecer lo que él ha mandado.
Ahora cuál es el mandato de Jesús para su discípulos:
19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Entendemos también que parte demuestra obediencia es llevar a otros a la obediencia.
El mandato del Señor, no fue, que sus discípulos, se vengaran de los que le habían crucificado, o a resistir en armas a Roma, Jesús miró a sus seguidores y les dijo que hicieran discípulos, no sólo que fueran discípulos.
Ahora este mandato es para nosotros también si somos su discípulos, y lo vemos en la promesa que él hace que estaría con sus discípulos todos los días hasta el fin del mundo.
Los discípulos, no iban a ser eternos en la tierra, él hace esta promesa a todos los cristianos, y comenzó en pentecostés, con la venida del Espíritu Santo, luego a lo largo del nuevo testamento, entendemos y vemos que este mandato fue cumplido por los creyentes y Jesús también cumplió su promesa.
De ahí que nosotros debemos entender que este mandato es a todos los creyentes de todos los tiempos.
Ahora, ¿cómo nosotros la iglesia de este tiempo podemos obedecer y cumplir este mandato de Jesús?
Estamos llamados a hacer discípulos a todas las naciones a través de nuestras iglesias.
A toda las naciones, implica la universalidad, de aquel que da el mandato, su mandato es universal, como también lo es su preocupación. Por eso, con toda la autoridad que él tiene, d´´a el mandato para que nosotros sus discípulos, lo entendamos y cumplamos.
A través de nuestras iglesias, implica a través de la enseñanza y el bautismo.
El evangelista y el misionero salen a llevar el mensaje, a predicar, pero es la iglesia quien se encarga de las ordenanzas y el ministerio de la enseñanza.
Las iglesias se encargan de cumplir la gran comisión y también del trabajo de discipular.
El primer lugar donde los cristianos deberían procurar ser discipulados y discipular de forma regular es a través del compañerismo de la iglesia local, tanto en reuniones, como en forma dispersa.
Davis Well escribe la siguiente observación al respecto:
“Es muy fácil edificar iglesias en las que se congregan aquellos que simplemente buscan algo, pero es muy difícil edificar iglesias en la que la fe bíblica está madurando hacia un discipulado Genuino”
Conclusión:
Conclusión:
¿Entendemos el discípulo biblicamente?
Si somos Cristianos, debemos entender que somos discípulos de Cristo y ser discípulos de Cristo, implica, ser discipuladores.
Ahora debemos preguntarnos:
¿Cuando asisto a la iglesia , sólo lo hago por lo que puedo obtener, o lo hago por lo que puedo dar?
Fuera de la iglesia, ¿cómo utilizas tus ratos libres y tus comidas, para pensar en estrategias de evangelización o en formas de edificar a otros cristianos?
Quizás algunos debemos pensar, si necesitamos ser discipulados, antes de discipular.
Recuerda: el cristianismo, no es para hombres solos,no es para individuos fuertes, que no necesitan de nadie, es para los discípulos,seguidores de Cristo, que llevan a otros a hacer lo mismo.
Tiempo de orar.