ESTUDIO SOBRE EL MATRIMONIO. Parte 2

El matrimonio y hogar cristiano.  •  Sermon  •  Submitted
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Los cristianos, debemos estar dispuestos a conocer los principios naturales del matrimonio, y también dispuesto a obedecerlos y aplicarlos en nuestras vidas matrimoniales.

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INTRODUCCIÓN:

Hasta ahora, hemos estudiado los propósitos creativos y preventivos de Dios, así como el matrimonio visto como un pacto.
También hemos hablado que las bases escriturales del matrimonio se encuentran en Génesis 1 y 2.
Génesis 1:27 - 28
Génesis 1:27–28 RVR60
27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Estos pasajes recalcan que Dios, por su papel de creador, inició el primer hogar en el mundo, formando la primera pareja en una unión fructífera y responsable.
Para entenderlo mejor, fíjese en las palabras que Dios utiliza:
“fructificad”, “multiplicaos”, “señoread” y “sojuzgad”
Debemos recordar que la naturaleza del matrimonio comienza con el hecho de la creación de Dios.
De este hecho muy relevante en el estudio de la creación, pero específicamente en la creación del hombre y luego la creación de la mujer, y los mandatos que Dios les da, se basa cada elemento que vamos a considerar acerca de la naturaleza del matrimonio.

I. Primer elemento de la naturaleza del matrimonio es: ser una institución divinamente ordenada.

El punto de vista bíblico mira el matrimonio, como la unión de dos personas creadas por Dios como distintas y a la vez hechas la una para la otra.
Esta naturaleza divina que Dios formó y bendijo como la unión conyugal es una realidad para todos.
.....Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread.....( 1:28)
......Por esto dejará el hombre a su padre y a su madres y se unirá.....(2:24)
De ahí que también el hogar por ser un resultado directo de esta unión, es junto al matrimonio la primera institución de la creación, por lo que tanto el matrimonio como el hogar no se pueden, ni se deben interpretar en términos fríos y estáticos como por medio de estadísticas, sino verlos desde el punto de vista de la relación humana que la vivifica.
Es importante, que podamos también estar alerta ante las aberraciones que el mundo y sus preceptos, y filosofías promueven, que no están de acuerdo al plan y voluntad de Dios para el matrimonio.
Debemos recordar que Dios no aprueba conceptos como:
Homosexualismo.
Lesbianismo.
Bisexual.
Transexual, o travestí.
Transgénero.
Binario.
Pansexual.
Otros.....
Todo ello es resultado de la desviación y perversión del ser humano. Romanos 1.

II. El segundo elemento de la naturaleza del matrimonio es que este es una unión natural.

Dios hizo a todo hombre y a toda mujer dándoles ciertos impulsos naturales, y uno de los más fuertes es el sexual.
El matrimonio brinda la forma más natural para dar expresión adecuada y sensata a este impulso.
De ahí que encontramos en Génesis 2:24 que los dos se unirán y “serán una sola carne”
Aunque como ya vimos, esta unión en una sóla carne, implica, muchas cosas, debemos entender en este contexto que
“El matrimonio es la expresión natural que Dios ha provisto para que una pareja se una en una relación física y placentera”
Ahora, desde el punto de vista hebreo “una sola carne”se entiende en términos de toda la personalidad y no solamente lo físico.
Esta es una descripción de la relación matrimonial entre dos personas, aun con sus personalidades diferentes. Es por medio de esta relación conyugal que el hombre y la mujer pueden cumplir algo de su naturaleza.
Es importante que estemos claros que sin el trato sexual, algo queda incompleto en la personalidad de ambos. Por lo tanto, se requiere un don especial, de “continencia”, para poder tener una vida fructífera, sin el goce de la unión conyugal.
Pablo enseñó esto a los Corintios.
1 Corintios 7:7–9 RVR60
7 Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro. 8 Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; 9 pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando.

III. Un tercer elemento de la naturaleza del matrimonio, es que es una unión exclusiva.

La frase “una sola carne” subraya la particularidad de la naturaleza humana.
No somos hechos para diferentes uniones a la vez (poligamia), sino para una sola unión (monogamia).
Aquellos que tratan de mantener más de una relación conyugal se frustran a sí mismos y frustran el propósito de Dios porque están dividiéndose en partes, dándose a otras personas que no son su cónyuge.
Es tan completa la tarea de poder satisfacer a un solo marido o a una sola esposa, que es imposible abarcar más y mantener la sanidad emocional.
La actuación de la infidelidad de uno de los cónyuges es también causa de una desintegración de su relación matrimonial y, por consiguiente, de debilitar la composición de la sociedad. 1 Corintios 6:16; 1 Timoteo 5:6.
1 Corintios 6:16 RVR60
16 ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne.
1 Timoteo 5:6 RVR60
6 Pero la que se entrega a los placeres, viviendo está muerta.
Otro ángulo de este exclusivismo es el de dejar a los padres para unirse como pareja.
Es imprescindible que la nueva pareja tenga su propio techo y lecho para disfrutar la libertad y la responsabilidad de la vida matrimonial.
Sabemos que la vida en los tiempos actuales, dificulta el cumplimiento de esto, por eso el matrimonio debe planificarse, con anterioridad y debe ser en el tiempo correcto.
Dejar a su padre y a su madre, es un mandato de Dios que lo. Génesis 2:24.
Y si se ven forzados a vivir en un mismo lugar deben procurar, cumplir este mandato, en la separación física y emocional de sus padres.

IV. El cuarto elemento de la naturaleza matrimonial está implícito en la idea de ser “una sola carne” en una unión permanente.

Si hay un punto de la debilidad moral en nuestros conceptos actuales sobre el matrimonio es en este asunto de la permanencia de los votos matrimoniales.
La razón de esta debilidad moral, proviene de los preceptos que están en el mundo hoy:
Las parejas van corriendo ciegamente al casamiento sin una consideración detallada, aun sin conocerse realmente el uno al otro como personas.
Algunas veces son sinceras, y creen que están profundamente enamoradas.
Otros dirán, y muy en serio: “realmente no sabemos cuán duradera pueda ser nuestra unión, pero casémonos de todos modos y veamos cómo resulta. Si no concordamos, siempre tenemos la oportunidad de divorciarnos.
Aún peor es la cantidad cada vez mayor de personas que no se casan formalmente, sino que se unen en una convivencia de concubinato para no correr ni el riesgo del compromiso ni con el gasto de una ceremonia.
Esto deja que la pareja se separe sin ninguna intervención de la ley civil, sufriendo de esta manera las heridas emocionales y morales.
¿Y qué de los niños, víctimas inocentes de ambos tipos de uniones inestables?
Tenemos que preguntarnos: ¿Es esto lo que Dios quería cuando instituyó el matrimonio?
Claro que no. Dios quiere que el matrimonio sea una decisión que se haga con cuidado y con una debida preparación que incluya la búsqueda de la voluntad de este mismo Dios al respecto.
Aquí es donde tenemos que poner más peso como cristianos, en ayudar a nuestros jóvenes a saber cómo seleccionar con cuidado a su compañero de vida y cómo entregarse el uno al otro para que la unión tenga mayor posibilidad de permanecer íntegra aun en medio de las tormentas morales de la actualidad.

V. En quinto elemento de la naturaleza matrimonial, en un sentido original e ideal es que es una unión espiritual.

El elemento básico de todo matrimonio bueno es el amor.
En principio, lo físico es absorbente, pero con el tiempo toma otra cara, no de menos importancia sino de una perspectiva más amplia. Llega a ser visto dentro de las múltiples facetas de la relación y no como una cosa aislada.
En realidad, si hay madurez en el trato de la pareja, hay consideración y respeto mutuo que hacen que la expresión sexual sea aún más tierna e íntima.
La verdad es que lo físico a veces no satisface por sí solo si no coincide con lo espiritual.
Dios, por medio de Cristo, ha destinado que en él todas las cosas subsistan.Colosenses 1:17.
Colosenses 1:17 RVR60
17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;
El amor, aun siendo tan fuerte como para consolidar el matrimonio, puede fallecer si no recibe constantemente una renovación por medio de él que nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros.
Efesios 5:25–29 RVR60
25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,
Lo espiritual en el matrimonio, debe tomar un punto de alta relevancia, que al combinarse le permita florecer.
Una vez más, si hay madurez en el trato de la pareja, hay consideración y respeto mutuo (que son elementos que muestran una relación espiritual)entonces esto hará la expresión sexual sea aún más tierna e íntima.

Conclusión:

La naturaleza de Dios, creador de todas las cosas, y creador del matrimonio, implica que los principios naturales del matrimonio provienen de Dios.
Cincos principios naturales del matrimonio que estudiamos son:
1. Es una institución divinamente ordenada.
2. Este es una unión natural.
3. Es una unión exclusiva.
4. Es una unión permanente.
5. Es una unión espiritual
Siempre es importante que escudriñemos a nuestros corazones como estamos, respecto a estos principios, los creemos, la aplicamos , los estamos viviendo.
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