Mujeres

La creación de la mujer

Génesis 2:20–24 NTV

Puso nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales salvajes; pero aún no había una ayuda ideal para él. Entonces el Señor Dios hizo que el hombre cayera en un profundo sueño. Mientras el hombre dormía, el Señor Dios le sacó una de sus costillas y cerró la abertura. Entonces el Señor Dios hizo de la costilla a una mujer, y la presentó al hombre. «¡Al fin! —exclamó el hombre—. ¡Esta es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Ella será llamada “mujer” porque fue tomada del hombre». Esto explica por qué el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo.

Ver también Gn 1:27; Gn 5:1–2; 1 Ti 2:13

Las mujeres y la caída

1 Timoteo 2:14 NTV

Ahora bien, no fue Adán el engañado por Satanás; la mujer fue la engañada y la consecuencia fue el pecado.

Ver también Gn 3:1–16; 2 Co 11:3

El ciudado de las mujeres en la comunidad de la iglesia primitiva

Hch 6:1; 1 Ti 5:1–10

Las mujeres como el sexo más débil

1 Pedro 3:7 NTV

De la misma manera, ustedes maridos, tienen que honrar a sus esposas. Cada uno viva con su esposa y trátela con entendimiento. Ella podrá ser más débil, pero participa por igual del regalo de la nueva vida que Dios les ha dado. Trátala como es debido, para que nada estorbe tus oraciones.

Ver también 1 Ti 2:13–14

Las mujeres y sus relaciones

Su relación con Dios a través de Jesucristo

Gálatas 3:26–29 NTV

Pues todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. Y todos los que fueron unidos a Cristo en el bautismo se han puesto a Cristo como si se pusieran ropa nueva. Ya no hay judío ni gentil, esclavo ni libre, hombre ni mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús. Y ahora que pertenecen a Cristo, son verdaderos hijos de Abraham. Son sus herederos, y la promesa de Dios a Abraham les pertenece a ustedes.

Su relación con sus esposos

Ver también

Ro 7:2–3; 1 Co 7:1–5; 1 Co 7:10–16; 1 Co 7:39–40; Ef 5:22–24; Ef 5:33; Col 3:18; Tit 2:4–5; 1 P 3:1–6

Su relación con los hombres

1 Co 11:3 Algunos interpretan esto como refiriéndose a un esposo, en lugar de a los hombres en general.

Ver también 1 Co 11:7–12; 1 Ti 2:11–12

El feminismo y las enseñanzas de la Biblia sobre las mujeres

La igualdad de los sexos y el rechazo de la subordinación femenina

1 Co 11:11–12; Gl 3:28

Ejemplos del abuso de las mujeres por parte de los hombres

Jue 11:30–40; Jue 19:22–30; 2 Sm 13:1–20; Hch 16:16–21

Las mujeres son modelos importantes

Jue 4:4 Débora; 2 Re 22:14–20 Hulda; Pr 31:10–31 la esposa de noble carácter; Cnt 3:1–5 el amado; Hch 16:13–15 Lidia

Ejemplos de mujeres piadosas

Rt 1:16–17 Rut; 1 Sm 1:9–28 Ana; 1 Sm 25:2–35 Abigail; Est 4:15–16 Ester; Lc 1:41–45 Elisabet; Hch 9:36–42 Tabita

Ejemplos de mujeres condenadas o juzgadas

2 Sm 6:16–23 Mical; 1 Re 21:1–25 Jezabel; Pr 5:1–6 la adúltera

Las mujeres de Jerusalén:

Is 3:16–4:1; Ez 13:17–23

Leyes del AT concerniente a mujeres

Éx 21:22–25; Lv 12:1–8; Lv 15:19–30; Dt 22:5

Mujeres con cargos en el AT

Como jueza o líder

Jueces 4:4–5 NTV

Débora, la esposa de Lapidot, era una profetisa que en ese tiempo juzgaba a Israel. Solía sentarse bajo la Palmera de Débora, entre Ramá y Betel, en la zona montañosa de Efraín, y los israelitas acudían a ella para que los juzgara.

Como profetiza

Éxodo 15:20–21 NTV

Entonces la profetisa Miriam, hermana de Aarón, tomó una pandereta, se puso al frente, y todas las mujeres la siguieron, danzando y tocando sus panderetas. Y Miriam entonaba este cántico: «Canten al Señor, porque ha triunfado gloriosamente; arrojó al mar al caballo y al jinete».

Ver también Jue 4:4; 2 Re 22:14–20; Is 8:3

Como reina

2º Reyes 11:1–3 NTV

Cuando Atalía, la madre del rey Ocozías de Judá, supo que su hijo había muerto, comenzó a aniquilar al resto de la familia real; pero Josaba, hermana de Ocozías e hija del rey Yoram, tomó a Joás, el hijo más pequeño de Ocozías, y lo rescató de entre los demás hijos del rey que estaban a punto de ser ejecutados. Para esconderlo de Atalía, Josaba puso a Joás con su nodriza en un dormitorio; por eso no asesinaron al niño. Joás permaneció escondido en el templo del Señor durante seis años, mientras Atalía gobernaba el país.

Ver también 1 Re 10:1–13; Est 1:9–21; Est 2:17

Mujeres como esposas y madres en el AT

Proverbios 12:4 NTV

Una esposa digna es una corona para su marido, pero la desvergonzada es como cáncer a sus huesos.

Ver también Gn 2:24; Gn 21:11–12; Pr 18:22; Pr 31:10–31

Mujeres en la vida de Jesucristo

En las narrativas del nacimiento

Lc 1:26–56; Lc 2:16–19; Lc 2:36–38

En el ministerio de Jesucristo

Lc 8:1–3 Jesucristo respetaba a las mujeres y hablaba con ellas como individuos con entendimiento espiritual. Esto era una diferencia considerable respecto a las convenciones culturales de ese tiempo.

Ver también Mt 9:20–22; Mt 15:21–28; Mr 12:41–44; Lc 10:38–42; Jn 4:7–30; Jn 11:17–44

En las narrativas de la pasión

Mateo 27:55–56 NTV

Muchas mujeres que habían llegado desde Galilea con Jesús para cuidar de él, miraban de lejos. Entre ellas estaban María Magdalena, María (la madre de Santiago y José), y la madre de Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo.

Ver también Mt 26:6–13; Mt 27:61; Mt 28:1–10

El ministerio de las mujeres en la iglesia primitiva

Como profetizas

Hechos de los Apóstoles 21:8–9 NTV

Al día siguiente, continuamos hasta Cesarea y nos quedamos en la casa de Felipe el evangelista, uno de los siete hombres que habían sido elegidos para distribuir los alimentos. Tenía cuatro hijas solteras, que habían recibido el don de profecía.

Ver también Hch 2:17–18; Jl 2:28–29; 1 Co 11:5

Como maestras

Tito 2:3–5 NTV

De manera similar, enseña a las mujeres mayores a vivir de una manera que honre a Dios. No deben calumniar a nadie ni emborracharse. En cambio, deberían enseñarles a otros lo que es bueno. Esas mujeres mayores tienen que instruir a las más jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos, a vivir sabiamente y a ser puras, a trabajar en su hogar, a hacer el bien y a someterse a sus esposos. Entonces no deshonrarán la palabra de Dios.

Ver también Hch 18:24–26

Como diaconisas

Romanos 16:1–2 NTV

Les encomiendo a nuestra hermana Febe, quien es diaconisa de la iglesia en Cencrea. Recíbanla en el Señor como digna de honra en el pueblo de Dios. Ayúdenla en todo lo que necesite, porque ella ha sido de ayuda para muchos, especialmente para mí.

Ver también 1 Ti 3:11

Como hospedadoras

Colosenses 4:15 NTV

Les ruego que saluden de mi parte a nuestros hermanos en Laodicea, y también a Ninfas y a la iglesia que se reúne en su casa.

Ver también Hch 16:15; 1 Co 16:19

Como obreras en la iglesia

Romanos 16:12 NTV

Den mis saludos a Trifena y Trifosa, obreras del Señor, y a la amada Pérsida, quien ha trabajado tanto para el Señor.

Ver también Ro 16:6; Flp 4:2–3

Como apóstol

Ro 16:7 Los intérpretes no están de acuerdo sobre si Junias era un hombre o una mujer, ni tampoco en cuanto a que si Pablo se refería a que los mencionados eran notables en el rango de los apóstoles o si eran bien conocidos para los apóstoles.

Instrucciones a mujeres en la comunidad de la iglesia primitiva

Su rol en las reuniones de la iglesia

Ver también

1 Co 11:5–16; 1 Co 14:33–35; 1 Ti 2:11–12

Su comportamiento como cristianas

1 Ti 2:9–10; 1 Ti 5:11–16; Tit 2:3–5; 1 P 3:1–6