Introducción a Santiago (1)
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Una Fe Que Obra (puesta en acción)
Una Fe Que Obra (puesta en acción)
Epístola De Santiago
Una fe puesta en acción. Que obra.
En esta epístola podemos ver que el autor insiste a sus lectores con firmeza en la práctica cristiana consecuente con la fe, nos muestra un agudo desprecio hacia toda vana (falsa) profesión de fe y e comparte una aguda enseñanza a la mundanalidad de los lectores.
Autor
El N.T. menciona al menos a cuatro hombres que se llamaron Santiago (Jacobo):
El hijo de Zebedeo y hermano de Juan, (Marcos 1:19
El hijo de Alfeo, Marcos 3:18
El hermano de Judas (no Iscariote; Lc. 6:16
El medio hermano del Señor (Gá. 1:19
¿Quién de ellos escribió esta epístola?
De los nombres ya mencionados en el Nuevo Testamento, solo dos fueron tan eminentes como para haber escrito una carta tan autorizada: Jacobo el hijo de Zebedeo y hermano de Juan y Jacobo el medio hermano del Señor. Pero la muerte de Jacobo el hijo de Zebedeo, (Hch. 12:2 “Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan”. lo elimina como candidato, dejando a Jacobo el medio hermano del Señor como el autor.
Jacobo, junto con los demás hermanos de Jesús, al principio lo rechazó (Juan 7:5). Sin embargo, después llegó a creer en Jesucristo como el Mesías de Israel. Tal fue su piedad y celo que pronto se convirtió en el reconocido pastor de la iglesia de Jerusalén (Hechos 12:17; Gálatas 2:9 “y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión”. Jacobo mantuvo ese puesto hasta su martirio alrededor de 62 d.C. (Para información biográfica adicional acerca de Jacobo, vea el cap. 1 de este libro.)
En la Biblia se hacen referencias continuas a los medio hermanos y hermanas del Señor y cuatro de sus hermanos se nombran específicamente: Jacobo, José, Simón y Judas (Mt. 13:55).
Una habilidad literaria del escritor se nota de una forma impresionante empleada por Santiago es la de unir cláusulas (requisitos) y oraciones por medio de la repetición de una palabra clave, o una que es afín a ella. Por ejemplo, “paciencia” (Santiago 1:3 “sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.” y “paciencia” (Santiago 1:4 “Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.”; “sin que os falte cosa alguna” (Santiago 1:4 “Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.” y “si alguno de vosotros tiene falta de” (Santiago 1:5 “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” ; “pídala” (Santiago 1:5) y “pida” (Santiago 1:6); “no dudando nada” (Santiago 1:6) y “el que duda” (Santiago 1:6) Walvoord. J. F. Pag. 60
FECHA Y LUGAR DE REDACCIÓN
El que no haya ninguna referencia al concilio de Jerusalén mencionado en Hechos 15 (alrededor de 49 d.C.) indica una fecha de la redacción de Santiago antes de que se reuniera el concilio. Es improbable que, en una carta dirigida a los creyentes judíos de la diáspora, Santiago (Jacobo) dejara de mencionar el Concilio de Jerusalén si ya hubiera tenido lugar. Esta fecha temprana es apoyada por la falta de cualquier referencia a los gentiles, a las iglesias gentiles o a los temas relacionados con los gentiles (p. ej. la circuncisión o el comer carne sacrificada a los ídolos).
La fecha que más probable que se escribió Santiago es del 44 al 49 d.C., convirtiéndolo en el primero de los libros a escribirse del Nuevo Testamento.
La Epístola de Santiago se escribió sin duda en Jerusalén, la ciudad donde su autor vivía y predicaba. Como podemos ver. “Comentario de MaCarthur Pág. 11”.
Propósito
El propósito es exhortar a los primeros creyentes a procurar madurez cristiana y vivir la santidad.
Walvoord. J. F. dice: Esta epístola trata más de la práctica de la fe cristiana que de sus mandatos. Santiago dice a los creyentes cómo pueden lograr la madurez espiritual manteniendo una posición confiada, sirviendo compasivamente, hablando cuidadosamente, siendo sumiso y compartiendo sinceramente con otros.
Trata con todas las áreas de la vida del cristiano: lo que es, lo que hace, lo que dice, lo que siente y lo que tiene.
Con su enseñanza algo severa sobre la santidad práctica, Santiago mostró cómo se deben expresar la fe y el amor cristianos en una variedad de situaciones reales. Santiago escribió su epístola para exhortar a sus lectores a que examinaran su fe para ver si era una fe salvadora genuina. Por consiguiente, el bosquejo está estructurado alrededor de esa serie de pruebas. Walvoord. J. F.
Muerte de Santiago
A Jacobo se le llama el hermano del Señor en Gálatas 1:1. También se le considera ser una de las tres columnas de la iglesia después de la muerte de Jacobo el hijo de Zebedeo Gálatas 2:9.
Fue nombrado por los apóstoles a ser el primer obispo de la iglesia de Jerusalén. Esto sucedió corto tiempo después de la muerte de Cristo. Los deberes de este puesto el los ejecuto fielmente por treinta años, llegando a convertir a muchos a la verdadera fe. Esto lo hizo no solamente por medio de la doctrina pura de Cristo, sino también por medio de una vida santa. Fue por eso que se le llamaba el justo.
Fue muy firme y santo, un verdadero nazareo, tanto en atavío como en el comer y beber; oraba a diario por la iglesia de Dios y por el bien común. Santiago 1:1-2.
Pero, aunque a los que creían en el nombre de Cristo con muchas y con muy excelentes razones, los judíos inconversos no podían sufrir su doctrina.
Entonces Ananías un joven audaz y cruel entre ellos, siendo sumo sacerdote, ordeno que se le presentara delante de los jueces para obligarlo a negar que Jesús es el Cristo y lo forzaron a renunciar al Hijo de Dios y al poder de su resurrección.
Con tales propósitos los escribas y los fariseos lo plantaron sobre el pináculo del templo durante el tiempo de la pascua para que negara su fe delante del pueblo, mas cuando estaba delante del pueblo, confesó con mayor confianza el nombre de Cristo. Entonces los enemigos clamaron y lo arrojaron del templo. Mas no muerto por la caída y el apedreamiento, sino que solamente las piernas se le habían roto. El hincado de rodillas, oro por aquellos que lo habían apedreado, diciendo: “Perdónalos, pues no saben lo que hacen”.
Uno de los sacerdotes quiso salvarle diciendo ¿Qué hacen? el justo por nosotros ora. ¡Dejen de apedrearlo! Pero otro teniendo en la mano un palo de lavador, lo golpeo en la cabeza hasta hacerlo morir. Jacobo, hermano del Señor, arrojado del templo, y azotado a muerte con un garrote, 63 d.C., fue en el nonagésimo sexto año de su edad, en el año séptimo del reinado de Nerón, durante un interinidad entre las gobernaciones de Festo y el arribo de Alvino.
(Mas precioso que la vida. Pág. 75-76).