¿QUIÉN CREES QUE ERES?

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El sermón de hoy es un preparativo para la serie que estaremos viendo de aquí a dos semanas (año nuevo, nueva serie).

Introducción:

Quisiera comenzar este tiempo haciendo una pregunta:
¿Quién eres …?
Si te quitamos el nombre ¿Quién eres?
Si hubieses estudiado … y no … ¿Quién eres?
Si no serías hijo de … ¿Quién eres?
Si no serías miembro de la IBB CR ¿Quién eres?
Y puse el título del mensaje: ¿Quién crees que eres?
Porque tu respuesta probablemente sea errónea. Eso es lo que tú crees, pero no necesariamente lo que tú crees es correcto.
Cuando les pregunte: ¿Quién eres? La pregunta principalmente tiene un fin y es saber, si tú sabes cuál es tu identidad.
Y el no saber tu identidad es un peligro. Porque si no sabes quién eres, mucho menos vas a saber porque existes, no vas a conocer tu propósito de vida.
Escuchen bien lo que les voy a decir: Lo que hoy veremos, solo será la puerta para la nueva serie que estaremos viendo el primer sábado del año 2022. Hoy es muy probable que no se alivien todas tus dudas sobre tu identidad.
Yo incluso tengo preguntas sobre este tema. A principios de este año me intereso saber quién soy realmente, y comencé a estudiar el tema sobre mi identidad y propósito de vida. Y si quisiera darles a conocer cuánto tiempo vengo en esto, son dos meses que lo vengo estudiando, en todo el año.
Y conocer un poco mejor mi identidad me ha ayudado a saber mi propósito de vida. Me ha ayudado a desenvolverme mucho mejor con las demás personas, me ha ayudado a desenvolverme mucho mejor en mi relación con Dios.

1. Tu cosmovisión te da identidad (y propósito):

Ya antes en lo virtual he compartido un poco de esto y es que tu cosmovisión juega un papel importante en poder conocer tu identidad y tu propósito de vida. Pero hoy nos limitaremos a ver todo lo concerniente a nuestra identidad.
¿Qué es cosmovisión?
Cosmos (Gr.) mundo
Visión (del latín visio) ver, mirar
Cosmovisión es la forma en la que miras el mundo.
Ya que cosmovisión es la forma en la que miramos el mundo, eso nos lleva a interpretar nuestra identidad y nuestro propósito de vida.
Nuestra cosmovisión está llena de nuestras creencias, filosofías y eso nos lleva a entender como percibimos nuestra identidad y propósito de vida.
La cosmovisión es aquello que nos responde a las preguntas: ¿De dónde vengo? ¿Quién soy? ¿Para qué estoy aquí? ¿Qué pasará cuando yo muera?
Ejemplo:
Cuando le preguntas a una persona ¿qué será de ti después de la muerte?
Uno te dirá: Reencarnaré (budismo).
Otro: Estaré por un tiempo en el limbo o en el purgatorio (catolicismo).
Otro más: Dios es amor y no va a mandar a nadie al infierno. Así que estaré en el cielo (universalismo).
Si te das cuenta, la manera en cómo responde la pregunta una persona determina su cosmovisión, el cómo mira el mundo. Y eso lo lleva a actuar de cierta manera.
Y déjame decirte que de la manera en cómo respondes estas preguntas va a afectar el curso de tu vida, la manera en cómo respondes a estas preguntas define como será tu futuro.
Hoy en día hay muchas corrientes filosóficas que definen nuestra forma de vivir: Deísmo, panteísmo, naturalismo, humanismo, nihilismo, existencialismo, la nueva era, etc.
Pero quiero hablarles de una filosofía que más esta prevaleciendo en nuestro mundo occidental (en el lado de la tierra en el cual vivimos) y es el posmodernismo.
Perú que es un país tercermundista esta en el proceso de llegar a adoptar completamente esta cosmovisión, pero ya países vecinos viven con esta forma de ver la vida.

a. La cosmovisión posmoderna:

Esta cosmovisión ya esta regada en nuestra sociedad. Si eres observador podrás verlo en la educación, en los medios de comunicación, la nueva literatura y el entretenimiento.
Esta cosmovisión afirma que no hay una verdad absoluta, no hay verdad objetiva, en otras palabras: no hay una verdad verdadera. Y cuando no hay una verdad objetiva (una verdad lógica, una verdad basada en hechos), eso hace que todo sea relativo, basado en tus propias creencias y emociones (eso es subjetivo). El relativismo afirma que el hombre no puede llegar a la verdad, niega la verdad absoluta.
¿Quién dijo ser La Verdad?
Jn. 14:6
Yo Soy, …, la verdad…
En pocas palabras, el relativismo niega que la verdad absoluta es Cristo. Niegan que la verdad absoluta es lo que Dios dice en este libro.
Tomando el ejemplo que ya les hice hace un rato, el posmodernismo es eso: Ya que la persona posmoderna dice que no existe una verdad absoluta, sino que afirma que todo es relativo.
Entonces, una vez más, cuando le preguntas a una persona ¿qué será de ti después de la muerte?
Uno te dirá: Reencarnaré (budismo).
Otro: Estaré por un tiempo en el limbo o en el purgatorio (catolicismo).
Otro más: Dios es amor y no va a mandar a nadie al infierno. Así que estaré en el cielo (universalismo).
Si te das cuenta, eso es relativismo, están respondiendo a la pregunta basándose en la cosmovisión que cada uno de ellos tiene. Tú tienes tu verdad, yo tengo mi verdad, pero no existe una verdad verdadera, una verdad absoluta.
Se supone que uno de ellos está en lo correcto y todos los demás equivocados. Porque no existen muchas verdades, solo existe una verdad.
La cosmovisión que tu adoptes, define como vives el día de hoy y te da a conocer tu identidad.
El posmodernismo dice que no existen personas malas, ni buenas, solo personas neutrales que deciden cometer de vez en cuando acciones malas y casi siempre acciones buenas.
Hay una canción que todos aquí conocen, estoy seguro que la escucharon y esta canción ilustra al posmodernismo, ilustra esta forma de pensar:
Let it go (adaptada al español como Libre soy)
Déjalo ir, déjalo ir
No puedo contenerlo
Déjalo ir, déjalo ir
¡Voltea y cierra la puerta!
No me importa lo que van a decir
Deja que la tormenta siga con furia
Es hora de ver lo que puedo hacer
Para probar los límites y romperlos.
No existe lo correcto, no existe lo incorrecto, no hay reglas para mí.
¡libre soy!
Eso lo cantan y lo escuchan nuestros niños. Hasta nosotros en algún momento.
Espero de todo corazón que no seas un posmodernista.
El día de hoy el posmodernista acepta todo este movimiento de la ideología de género, porque dice: Si tú verdad no atenta contra mi verdad, no hay ningún problema. Pero se supone que uno de los dos está equivocado.
Y es por eso que cuando el cristiano condena con la verdad absoluta la ideología de género (porque ni siquiera tienen base científica), se levanta una gran oposición contra el cristianismo y no solo del movimiento LGTBQ+ sino de todos sus simpatizantes, porque estamos atentando contra su “verdad”.
Este es el posmodernismo. Esta es la cosmovisión posmoderna y es demasiado denigrante para tu identidad. Una persona posmodernista nunca va a conocer su identidad, porque no tiene una verdad absoluta, todas sus verdades son relativas.
Entonces, si tu te haces la pregunta ¿Quién soy? También tu cosmovisión la va a responder. La forma en la que miras el mundo va a definir tu identidad y más adelante tu propósito de vida.

2. Solo en Cristo hallas tu verdadera identidad (y propósito):

Yo quiero llevarte a la verdad verdadera, a la verdad absoluta, a la verdad objetiva. Y esa verdad es Cristo. Cristo es la verdad, la verdad es Cristo y es la única persona que te llevará a conocer tu identidad absoluta, objetiva y verdadera.
Solo en Cristo hallas tu verdadera identidad (y propósito)
2 Co. 5:17 - 21
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;
¿cuál es ese ministerio?
19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
NBLA
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, ahora han sido hechas nuevas.
18 Y todo esto procede de Dios, quien nos reconcilió con Él mismo por medio de Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;
19 es decir, que Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo con Él mismo, no tomando en cuenta a los hombres sus transgresiones, y nos ha encomendado a nosotros la palabra de la reconciliación.
20 Por tanto, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros, en nombre de Cristo les rogamos: ¡Reconcíliense con Dios!
21 Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él.
En esto texto encontramos tres verdades sobre tu verdadera identidad y desde ya te las voy a decir: Primero es que tu eres una creación a imagen de Dios. Segundo, tú sin Cristo estás bajo condenación y tercero, tú en Cristo eres reconciliado con Dios.

a. Eres una creación a imagen de Dios:

Portas la imagen de Dios en tu ser.
v. 17 De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es…
Somos nuevas criaturas en Cristo. Pero esta afirmación implica por lógica que, antes de ser nuevas criaturas en Cristo, fuimos originalmente creados por Dios.
Gn. 1:26 - 27
26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; …
27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Si nosotros fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, esa es nuestra identidad.
Mi identidad fundamental es que siendo yo diseñado por Dios a Su imagen, es para que yo pueda exhibir y visualizar la identidad de Dios.
Yo he sido creado por Dios a Su imagen para lucir la naturaleza de Dios.
Ilustración:
Si colocas una imagen del presidente y nuestro paisano Manuel A. Odría en la plaza de armas. ¿Con que fin lo harías? Pondrías la imagen de Manuel A. Odría en la plaza, porque lo que deseas lograr, es llamar la atención a que toda persona que pase por ahí mira la imagen de Manuel A. Odría ¿O no es así?
Entonces preguntémonos ¿Por qué Dios crearía ocho mil millones de imágenes de Él en el planeta?
La respuesta es simple. Eso sería para captar y llamar la atención hacía Él mismo.
Tú y yo fuimos creados a imagen de Dios para reflejar a nuestro Creador. Eso es lo que somos. Esa es nuestra identidad. Y eso nadie te lo quita. Aunque tú te dejes de llamar como te llames, sigues siendo una creación a imagen de Dios.
Y siendo creados a imagen de Dios, no quiere decir que todos seamos iguales. Todos somos únicos. Dios ha puesto su imagen en cada uno de nosotros y al mismo tiempo ha dotado a cada persona con características, talentos y habilidades únicas.
Si las personas entendiéramos que somos creados a imagen de Dios y que somos únicos individualmente, entonces nadie trataría a otra persona como un inferior.
Si las personas entendiéramos que somos creados a imagen de Dios y que somos únicos individualmente, entonces no necesitamos ni siquiera hablar de autoestima o que nos afecten pensamientos de dudas del valor que poseemos.
Si las personas entendiéramos que somos creados a imagen de Dios y que somos únicos individualmente, no nos vamos a deprimir con sentimientos de inferioridad o tener ansiedad por la aprobación de los demás.
Dios te hizo único a ti y a mí, puso su imagen en nosotros para que fijemos nuestra vista en Él, la imagen perfecta.
Sé agradecido con Dios por eso. Dios te hizo único, singular. Así que, pídele que te muestre como puedes usar esa singularidad para poder darle gloria.

b. Sin Cristo estás bajo condenación:

v. 17 …las cosas viejas pasaron…
Cuando Dios creo al hombre, el hombre no demoró en dañar la imagen de Dios en su ser. El hombre peco y cayó en una condición de pecado.
Tú y yo sabemos que la paga del pecado es la muerte. Ro. 6:23
Tú y yo sabemos que por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios. Ro. 3:23
Dios tuvo que hacer algo para salvarnos de esa condición de pecado. Y eso es lo que explica Pablo en los vv. 18 -21.
18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;
19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Aquí hay algo lógico que tenemos que ver:
Si Dios buscó reconciliar al hombre con Él, eso es porque el hombre por su pecado se separó de Él; el pecado del hombre creo una enemistad entre Dios y el hombre.
Pero Dios llevó a cabo un plan para perdonar nuestros pecados, para que ya no tome en cuenta nuestros pecados. Eso quiere decir que nosotros éramos culpables y responsables de nuestro pecado, de nuestras rebeliones y que nosotros no podíamos hacer nada para poder salir de esa condenación. Nosotros no podemos hacer nada para ganar por nosotros mismos el perdón de Dios.
Entonces para que nosotros podamos entender nuestra identidad es vital, necesario y urgente que comprendamos y reconozcamos que somos pecadores, que hemos traicionado a Dios, hemos violentado sus mandatos y que somos merecedores del castigo de Dios, la muerte eterna.
La humanidad entera ha hecho lo malo ante Dios. Todos y cada uno de nosotros.
Nuestra cultura considera a las personas básicamente buenas, pero no es así.
He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre.
Sal. 51:5
Nacimos en pecado, fuimos concebidos en pecado, vivimos en un mundo caído, lleno de pecado.
¿Quién le enseña a un niño a mentir? ¿Quién le enseña a un niño a ser egoísta? ¿Quién le enseña a un niño a abusar de otros niños? ¡Nadie! Esas cosas las hace, porque es su naturaleza.
Hitler no fue una anomalía de la creación, Hitler es lo que cada uno de nosotros potencialmente puede llegar a ser.
Tu identidad y la mía es que somos pecadores, necesitamos reconocer ello. Solo así nos daremos cuenta que sin Cristo estamos bajo condenación.
Y eso nos lleva a lo tercero de nuestra identidad.

c. En Cristo eres reconciliado con Dios:

Si hay alguien aquí que no es salvo o duda de su salvación, tienes que escuchar atentamente lo que Dios quiere que entiendas.
Todo lo que estamos viendo, desde que abrimos el texto, hasta este momento es la cosmovisión del Evangelio, la que es verdadera, la objetiva, la verdad verdadera.
El evangelio nos muestra que el problema que afecta a toda la humanidad es el pecado, no muestra que todos somos pecados. Pero también el Evangelio nos muestra que Dios en ves de condenarnos como lo merecemos, nos ofrece por pura gracia un Salvador. Alguien que nos rescata de la condenación y nos restaura dándonos una nueva identidad. Alguien que rescata en nosotros el propósito original de Dios para nuestras vidas.
18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, …
19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, …
Dios es quien decide a través de Cristo reconciliarse con nosotros, porque nosotros no podíamos ni queríamos hacerlo.
21 Al que no conoció pecado, (Dios a Cristo) por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Dios envió a este mundo a su Hijo para convertirlo en nuestro sustituto. Él llevó nuestra culpa. Dios trato a Cristo como si Él fuera el pecador. Derramo sobre Él toda su ira que nosotros merecíamos. Cristo nunca pecó, y al entregar Su vida en la Cruz, Cristo se convirtió en la justicia que justifica a todo aquel que en Él cree.

3. Conclusión:

Mi pregunta es:
¿Quién crees que eres? ¿Bajo qué cosmovisión vas a definir tu identidad? ¿Bajo que cosmovisión quieres vivir?
Todas las filosofías de este mundo nunca han podido responder de una manera clara y concisa ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Para que estoy aquí? ¿Qué será de mi cuando muero? Y en algún momento dado se han contra decido en sus afirmaciones.
Solo Cristo puede responderte esas preguntas, sin contradecirse, porque Él es la verdad absoluta. Solo Cristo puede decirte quien eres, solo Él conoce tu verdadera identidad.
Sino conoces tu identidad y tu propósito de vida, tu mundo siempre estará desordenado. Vas a sentir un vació existencial. Un día no vas a querer levantarte de cama porque no sabes quién eres, no sabes para que existes.
Ilustración:
El niño que quería jugar con su padre.
Encontrar nuestra identidad es muy similar a armar un rompecabezas con la figura del mundo. Probablemente ni sabemos por donde comenzar. No sabemos como encajan las piezas. Pero la solución no está lejos de nosotros.
Así como el niño de la historia logró formar correctamente la foto del mundo porque detrás había la imagen de una persona. Nosotros también podemos armar nuestro mundo, armar nuestra identidad, sabiendo que detrás de ella esta una persona que hace que todas las piezas encajen perfectamente. Una persona que provee el sentido y la identidad que nuestros corazones necesitan.
Les hablo de Cristo.
Cristo es quien hace que todas las piezas del rompecabezas de esta vida encajen perfectamente. Solo Él define con precisión quien eres en verdad. En Él esta tu identidad y propósito.
Búscalo. Conócelo. Amalo y Él te mostrará tu identidad.
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