¿CÓMO FUNCIONA EL CORAZÓN?

Introducción:

¿Qué es el corazón?

Y no les hablo de aquel órgano de tu anatomía que esta en la parte izquierda de tu pecho.

¿Qué es el corazón? Según la Biblia

Bíblicamente, aquel lugar donde habitan nuestros deseos más profundos es lo que llamamos corazón.

Hay preguntas que quiero presentarle y estás se responderán solas al paso que conocemos nuestro corazón.

¿Por qué una persona actúa como actúa? ¿Por qué una mujer decide utilizar un vestido provocativo para ir a su trabajo, sin tener intención de engañar a su esposo? ¿Por qué un adolescente comienza a beber alcohol o fumar, cuando en realidad no disfruta hacerlo? ¿Por qué una persona puede cubrir la infidelidad que su amigo tuvo ante su esposa? ¿Por qué un creyente cubre la pecaminosidad de su amigo creyente?

La respuesta a todas estas preguntas es la misma. Nuestras acciones externas están determinadas por nuestros deseos internos. Nuestra conducta externa, mi forma de actuar está condicionada o es una consecuencia de mis deseos internos, de lo que atesora mi corazón.

Ese lugar donde habitan nuestros deseos más profundos es lo que llamamos corazón.

Para captar mejor esto, debemos entender que la Biblia divide al ser humano en dos partes. Yo sé que por muchos años se ha aprendido que el ser humano es tripartito, pero no es una enseñanza bíblica. El ser humano visto como tripartito es una tesis de Aristóteles (un filósofo griego), es una teoría aristotélica. Algún momento hablaremos de esto, de una forma más amplia.

La Biblia enseña que el ser humano consta de dos partes: Una parte exterior, nuestro cuerpo; y una parte interior, nuestro corazón. Y un texto que es claro en este aspecto:

Ef. 3:16

para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu

La Biblia describe al hombre interior de muchas formas: lo llama alma, espíritu, ser interior, mente, entrañas, etc

Entonces cuando hablamos de corazón, no debemos limitarnos a la idea de que, solo involucra las emociones del ser humano. La Biblia utiliza la palabra corazón de manera mucho más amplia.

El corazón experimenta emociones

Hch. 2:37

Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?

El corazón piensa

Mt. 9:4

Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?

El corazón es la parte de nuestro ser que tiene la habilidad de ver y apreciar las verdades espirituales

Mt. 13:15

Pues el corazón de este pueblo está endurecido,

y sus oídos no pueden oír,

y han cerrado los ojos,

así que sus ojos no pueden ver,

y sus oídos no pueden oír,

y su corazón no puede entender,

y no pueden volver a mí

para que yo los sane”

El corazón guarda dentro suyo “tesoros”, cosas que ama

Mt. 12:35

El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.

El corazón es el que da origen a todas nuestras palabras

Mt. 12:34

¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.

El corazón toma decisiones

Pr. 16:1

Del hombre son las disposiciones del corazón; mas de Jehová es la respuesta de la lengua.

NTV …podemos hacer nuestros propios planes…

Jesús dijo:

21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,

22 los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez.

Mr. 7:21 - 22

Así que, puedes ir entiendo que el corazón no solo es el lugar donde se encuentran las emociones. En el corazón, según la Biblia, también se encuentran los pensamientos y las decisiones.

Y cuando hablamos de emociones, intelecto y voluntad, en pocas palabras es el alma del ser humano, el espíritu del ser humano, el corazón del ser humano. Y el alma, espíritu, corazón, etc. Son términos que se le da en la Biblia para referirse al ser interior.

Mi hermano, el corazón es el lugar donde se fijan nuestras prioridades, es en el corazón donde decidimos nuestros objetivos en la vida.

Te lo pongo así, de una forma más práctica:

El corazón es el lugar donde se completa el: Quiero…

Quiero una buena reputación y por eso doy dinero, evangelizo, etc

Quiero sentirme amado(a) y por eso por eso puedo hasta buscar una pareja no cristiana.

Quiero éxito y por eso soy perfeccionista.

¿Se dan cuenta hermanos?

El deseo nace en el corazón, en el ser interior y la acción solo es el reflejo de mis más profundos deseos.

Quiero placer y por eso insisto a mi pareja para tener relaciones sexuales.

Quiero liberta y por eso no me comprometo.

Quiero una vida tranquila y por eso no me involucro en la iglesia.

De forma resumida: El corazón es el lugar donde se encuentra lo que realmente amo.

Sabiendo esto, la pregunta ahora es:

1. ¿Por qué el corazón es tan importante?

Ilustración:

Imagina a un varón creyente que tiene una pasión por el fútbol. Es peruano y supongamos que ya la copa mundial ha comenzado. Él se ha comprado un Televisor Samsung Smart Tv 95’ Pantalla curva Ultra Hd para disfrutar de sus partidos.

Ahora hay un percance, porque los partidos se van a jugar en el otro lado del mundo y en aquel continente cuando están de día, aquí estamos de noche. El partido de Perú contra Brasil se va a transmitir a la 12:00 a.m. hora peruana, un día domingo.

Los domingos, él nunca se ha acostado tarde ya que al día siguiente tiene trabajo, pero ese día del partido, él no piensa por nada del mundo perderse el juego.

¿Recuerdan la pregunta que vimos el día domingo? ¿Qué deberíamos de preguntarnos antes de hacer cualquier cosa?

¿Por qué hago lo que hago?

Preguntémonos ¿Por qué este hombre hace lo que hace? Porque disfruta el fútbol, le gusta ver a su equipo jugar, le causa placer hacerlo.

Pero continuemos con la historia de este varón, que es creyente.

El día domingo después del culto de la noche, el pastor de su iglesia decide organizar una vigilia de oración, esa misma noche, justo cuando Perú juega. Un hermano que esta a lado le codea y le dice: ¿Te quedas a la vigilia? Y él responde: No, no puedo, porque mañana tengo trabajo.

Hermanos, ¿qué nos revelas esta experiencia? Nos revela lo que este hermano no ama y lo que si ama.

No es que el hermano no pueda asistir al tiempo de vigilia, es que el hermano no quiere asistir. Ama el fútbol más que la oración.

Pero pensemos que el pastor de su iglesia, al final de culto se acerca a este hermano y le dice: Cuento contigo para esta noche ¡Eres mi mano derecha! Otros verán el partido, pero yo estoy convencido que tú me acompañaras.

Y cuando el hermano escucha estas palabras, él decide asistir a la iglesia.

Ahora ¿qué revela esta historia? ¿En realidad este hermano ama la oración?

Externamente parece que sí. Porque después de todo, va a sacrificar su sueño y el partido de fútbol para poder asistir. Es algo bueno.

Sin embargo ¿qué es lo que realmente ama este hermano?

Analicemos bien la vida de este hermano. Externamente parece que se esta sacrificando, pero en realidad no es así.

¿Por qué? Se ama a si mismo

¿Por qué? Se ama a si mismo

No asiste a la reunión (una mala acción)

Asiste a la reunión (una buena acción)

Este hombre se amaba a si mismo queriendo no asistir a la vigilia de oración (iba a ver el partido y luego dormir unas horas – tiene un deseo de satisfacer su placer). Y ahora que decide asistir a la reunión de oración él sigue amándose a sí mismo (porque quiere que su pastor piense bien de él – tiene un deseo de aceptación, de reconocimiento).

¿Se dan cuenta cuan engañoso y perverso es el corazón?

Sus acciones externas han cambiado, pero su corazón sigue siendo el mismo, su corazón sigue intacto.

Esto es lo que Jesús constantemente nos advierte:

Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí.

Mt. 15:8

Jesús también dijo:

Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

Mt. 6:21

Aquello que sea tu mayor placer, tu mayor tesoro va a determinar tus decisiones, tus pasiones, tus emociones, tu compromiso y tu entrega.

Aquello que es tu tesoro, tú le dices con tus acciones: yo te amo, te entrego todo mi corazón.

Entonces: ¿Por qué el corazón es tan importante?

…porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.

1 Sam. 16:7

Hay un problema con el corazón…

2. ¿Cuál es el problema del corazón?

Y es que el corazón no solo tiene un deseo, tiene muchos deseos.

Y cuando estos deseos compiten, uno es el que gana, uno es el tesoro mayor del corazón.

Y de paso decirles, que el corazón del ser humano, no alberga un solo un ídolo, alberga muchos ídolos. Pero cuando estos ídolos compiten en el corazón, uno de ellos gana.

Lc. 18:18 - 25

18 Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?

19 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino solo Dios.

20 Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre.

21 Él dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud.

22 Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.

23 Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico.

24 Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!

25 Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.

Este joven estaba muy interesado y atraído por la persona de Cristo; tanto que Marcos 10:17 dice que “se arrodilló delante de él”

Al acercarse el joven rico a Jesús le pregunta: ¿qué haré para heredar la vida eterna? La respuesta que Jesús le da es desconcertante, confuso: tienes que obedecer los mandamientos.

La respuesta de Jesús parece contradecir todo lo que enseña la Biblia. Porque para heredar la vida eterna ¿qué se necesita?

Pero hay una intención de parte de Jesús.

Y cuando Jesús le dice que tiene que cumplir los mandamientos, la respuesta de este joven también es muy llamativa, según sus propias palabras, él ha obedecido todos los mandamientos de Dios, desde pequeño.

Cuando Jesús escucha la respuesta de este joven. Jesús nos revela la verdadera motivación del joven.

Jesús le dice:

v. 22 … Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.

La respuesta del joven, solo son gestos y un silencio. Se pone muy triste porque no puede hacerlo, entonces abandona a Jesús y sigue su camino.

¿Qué es lo que sucedido? ¿A dónde se fue todo ese deseo de seguir a Jesús?

Jesús le acaba de mostrar a este joven, lo que realmente ama su corazón. Jesús entra en el corazón del joven y ve que el no es su tesoro. Luego expone al joven el verdadero tesoro de su corazón. Y es su amor al dinero.

Aquí hay una gran enseñanza sobre el corazón del ser humano ¿Cuál es esa gran enseñanza que Jesús nos deja?

Jesús nos muestra que el corazón tiene suficiente espacio para amar muchas cosas a la vez, pero solo tiene espacio suficiente para amar una cosa como su mayor tesoro.

Si, este joven estaba interesado en Jesús. Este joven quería seguir a Jesús. Pero cuando Jesús compite con el dinero, en el corazón del joven, es ahí que queda en evidencia cuál es realmente su mayor amor, cual es realmente su mayor tesoro.

En otras palabras:

Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

Mt. 6:24

Al hermano que le gustaba el fútbol, le sucede algo muy similar al joven rico.

El corazón del hermano tiene mucho espacio, para amar muchas cosas a la vez, pero algo sucede que reemplaza su amor por el fútbol y confirma que no puede amar dos señores como su mayor tesoro.

Después de la conversación con su Pastor, este hermano pone en evidencia que ama más su reputación que el fútbol, él no puede amar a ambos a la vez y por eso elige aquello que es su mayor amor. Y su mayor amor, su mayor tesoro es su propio ego, su propio yo.

Y es que el corazón no solo tiene un deseo, tiene muchos deseos.

Y cuando estos deseos compiten, uno es el que gana, uno es el tesoro mayor del corazón.

Y de paso decirles, que el corazón del ser humano, no alberga un solo un ídolo, alberga muchos ídolos. Pero cuando estos ídolos compiten en el corazón, uno de ellos gana.

Conclusión:

El ser humano siempre tendrá deseos en el corazón que le lleven a hacer muchas cosas.

Mi hermano, el problema no son los deseos de nuestro corazón, porque Dios nos creo con deseos legítimos, deseos buenos.

El problema esta cuando esos deseos no son para la gloria de Dios.

El problema esta cuando esos deseos que nos llevan a actuar, no es para exaltar Su Nombre, sino el nuestro.