El ejemplo de Lidia

Hechos 16:11-15 “Zarpando, pues, de Troas, vinimos con rumbo directo a Samotracia, y el día siguiente a Neápolis;y de allí a Filipos, que es la primera ciudad de la provincia de Macedonia, y una colonia; y estuvimos en aquella ciudad algunos días.Y un día de reposo salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido.Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.”

Introducción

En su segundo viaje misionero, El Espíritu Santo prohibió a Pablo predicar en Asia y le muestra que debe ir a predicar a Macedonia, una región aun más lejana que pertenece a lo que hoy es Grecia.

La Biblia mencione a Lidia y su trabajo como vendedora de púrpura, nos presenta el grupo social al que le predicó Pablo y las condiciones en las que vivían.

Pablo llega a predicar a una colonia de la ciudad de Macedonia donde vivían personas marginadas por tres razones, 1) eran extranjeros, 2) artesanos que hacían trabajo sucio, 3) personas que profesaban religiones ajenas a la de la cultura griega.

I. Una mujer trabajadora

Lidia era una mujer gentil que posiblemente estaba sola, las mujeres solas no romanas era marginadas y con muy pocas oportunidades para sobrevivir.

Pero Lidia fue emprendedora, era vendedora de púrpura (14), hacía trabajo sucio porque el tinte purpura lo obtenían de moluscos que producían un fuerte olor, siendo su casa el lugar donde trabajaba.

1. Sabía valerse por sí misma. “Proverbios 31:13 Busca lana y lino, Y con voluntad trabaja con sus manos.”

2. Trabajaba para el sostenimiento de su familia. “Proverbios 31:15 Se levanta aun de noche Y da comida a su familia Y ración a sus criadas.”

3. No se dejó vencer y desarrolló sus habilidades y capacidades. “Proverbios 31:24-25 Hace telas, y vende, Y da cintas al mercader. Fuerza y honor son su vestidura; Y se ríe de lo por venir.”

4. La cultura y el machismo de sus días no la pudieron «limitar», era mujer respetada. “Proverbios 31:28 Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba:”

II. Una mujer que sacaba tiempo para Dios

«que adoraba a Dios» Hechos 16:14 “Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.”

1. El trabajar no era excusa para no adorar a Dios. Antes que Pablo llegara Lidia sin ser judía se congregaba en la sinagoga con los judíos y adoraba a Dios.

2. La mujer que adora a Dios es bendecida. “Mateo 6:33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”

3. Junto a un grupo de mujeres se separaba a orar. “Hechos 16:13 Y un día de reposo salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido.”

III. Una mujer que escuchó al siervo de Dios

«estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviera atenta a lo que Pablo decía» (verso 14):

1. Ella tuvo interés en oír a Palabra de Dios. “El que atiende a la palabra, prospera. ¡Dichoso el que confía en el Señor! Proverbios 16:20 (NVI)”

2. El Señor la ayudó a estar atenta. Cuando nos interesamos en atender la Palabra, Dios nos da sabiduría e inteligencia para entenderla.

IV. Una mujer interesada por su familia

«fue bautizada, y su familia» "Hechos 16:15 “Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.”

1. Compartió su experiencia con los «suyos». Procuró que su familia conociera del Señor, no solo su oficio.

2. El acto de bautizarse simbolizaba y testificaba que todos en su familia aceptaban la centralidad y el señorío de Cristo.

V. Una mujer hospitalaria

«entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos» (verso 15):

1. Fue agradecida.

2. Fue servicial. Tomó la iniciativa de liderazgo en su comunidad para que la Palabra de Dios fuera predicada.

3. Fue sensitiva.

Conclusión

Lidia es un ejemplo para las mujeres de que pueden trabajar, atender su familia y servir al Señor. “Proverbios 13:4 “El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el alma de los diligentes será prosperada.”

Lidia no la tenía fácil, pero fue optimista y decidió confiar en el Señor, emprendió su trabajo y le fue bien porque prestó atención a la Palabra de Dios. (Salmo 1)

Que este mensaje sea de bendición a cada hija tuya, oh Dios.

Renueva tu concepto de lo que son las mujeres de Dios.

Que puedan «bucear» en el mar profundo de Tu revelación divina. Amén.