Una exhortación a mantener nuestra cordura en humildad y señalar en todo lo que hagamos en nuestro ministerio al Señor Jesucristo el único digno de recibir toda la gloria y honra en nuestras vidas y en la iglesia. Siguiendo el ejemplo de Juan el Bautista quién durante su ministerio señaló constantemente al que venía después de él, quién es más poderoso, Jesucristo.
Marcos 1:4-8