Profecías acerca de Jesucristo

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El AT señalaba la persona y el ministerio de Jesucristo. El cumplimiento de las profecías de AT por Cristo es a menudo observado por los escritores del NT como una demostración de la fidelidad de Dios a sus promesas de salvación y como un confirmación de la autoridad divina de Jesucristo.

Notes
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Jesucristo cumple con las profecías del AT

Cumple con el AT como un todo

Lucas 24:27 RVR60
Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.
Ver también Mt 5:17; Lc 24:44; 2 Co 1:20

Cumple las promesas de Dios a Abraham

Gálatas 3:14 NTV
Mediante Cristo Jesús, Dios bendijo a los gentiles con la misma bendición que le prometió a Abraham, a fin de que los creyentes pudiéramos recibir por medio de la fe al Espíritu Santo prometido.
Ver también Lc 1:54–55; Lc 1:72–74; Gl 3:16

Cumple las promesas de Dios a través de los profetas

Hechos de los Apóstoles 10:43 NTV
De él dan testimonio todos los profetas cuando dicen que a todo el que cree en él se le perdonarán los pecados por medio de su nombre.
Ver también Mt 26:56; Hch 3:18; Hch 3:24; Hch 13:27; Ro 1:2; 1 P 1:10

Las profecías acerca del nacimiento de Jesucristo

Mateo 1:23 NTV
«¡Miren! ¡La virgen concebirá un niño! Dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel, que significa “Dios está con nosotros”».
Ver también Is 7:14; Mt 1:21; Lc 1:31–32; Is 9:6; Mt 2:6–7; Mi 5:2; Mt 2:15; Os 11:1

Las profecías acerca del ministerio de Jesucristo

Trae buenas noticias

Lucas 4:17–19 NTV
Le dieron el rollo del profeta Isaías. Jesús lo desenrolló y encontró el lugar donde está escrito lo siguiente: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Noticia a los pobres. Me ha enviado a proclamar que los cautivos serán liberados, que los ciegos verán, que los oprimidos serán puestos en libertad, y que ha llegado el tiempo del favor del Señor».
Ver también Is 61:1–2; Mt 4:13–16; Is 9:1–2

Divide a la gente y es rechazado

Lucas 2:34–35 NTV
Entonces Simeón les dio su bendición y le dijo a María, la madre del bebé: «Este niño está destinado a provocar la caída de muchos en Israel, pero también será la alegría de muchos otros. Fue enviado como una señal de Dios, pero muchos se le opondrán. Como resultado, saldrán a la luz los pensamientos más profundos de muchos corazones, y una espada atravesará tu propia alma».
Ver también Mt 3:11–12; Mt 21:42; Sal 118:22–23; Jn 13:18; Sal 41:9

Enseña a través del uso de parábolas

Mateo 13:35 NTV
Así se cumplió lo que había dicho Dios por medio del profeta: «Les hablaré en parábolas. Les explicaré cosas escondidas desde la creación del mundo».
Ver también Sal 78:2; Mt 13:13–15; Is 6:9–10

Las profecías acerca de la muerte de Jesucristo

La cena del Señor

Mateo 26:28 NTV
porque esto es mi sangre, la cual confirma el pacto entre Dios y su pueblo. Es derramada como sacrificio para perdonar los pecados de muchos.
Ver también Is 53:12; Jr 31:34

La traición

Mateo 27:9–10 NTV
Así se cumplió la profecía de Jeremías que dice: «Tomaron las treinta piezas de plata —el precio que el pueblo de Israel le puso a él— y compraron el campo del alfarero, como indicó el Señor».

Mateo junta dos pasajes proféticos cumplidos en este incidente:

Jr 19:1–13; Zac 11:12–13
Jn 18:9; Jn 6:39

La cruz

Mateo 27:46 NTV
A eso de las tres de la tarde, Jesús clamó en voz fuerte: «Eli, Eli, ¿lama sabactani?», que significa: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?».
Ver también Sal 22:1; Mt 27:35; Sal 22:18; Lc 23:46; Sal 31:5

Las profecías acerca de la resurrección y ascensión de Jesucristo

Mateo 12:39–40 NTV
Jesús les respondió: —Sólo una generación maligna y adúltera exigiría una señal milagrosa; pero la única que les daré será la señal del profeta Jonás. Así como Jonás estuvo en el vientre del gran pez durante tres días y tres noches, el Hijo del Hombre estará en el corazón de la tierra durante tres días y tres noches.
Ver también Jon 1:17; Hch 2:25–28; Sal 16:8–11; Hch 2:31; Hch 13:35; Hch 2:34; Sal 110:1; Ef 4:8; Sal 68:18

Las profecías acerca de los títulos de Jesucristo

Jesucristo como el Hijo de Dios

Hechos de los Apóstoles 13:32–33 NTV
»Y ahora nosotros estamos aquí para traerles la Buena Noticia. La promesa fue dirigida a nuestros antepasados. Y ahora Dios nos la cumplió a nosotros, los descendientes, al resucitar a Jesús. Esto es lo que el segundo salmo dice sobre Jesús: “Tú eres mi Hijo. El día de hoy he llegado a ser tu Padre”.
Ver también Sal 2:7; He 1:5; He 5:5; Mt 22:44; Sal 110:1; He 1:8–9; Sal 45:6–7

Jesucristo como el Hijo de Hombre

Mateo 26:64 NTV
Jesús respondió: —Tú lo has dicho; y en el futuro verán al Hijo del Hombre sentado en el lugar de poder, a la derecha de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.
Ver también Dn 7:13–14; Mr 8:31

Jesucristo como Hijo de David

Apocalipsis 22:16 NTV
«Yo, Jesús, he enviado a mi ángel con el fin de darte este mensaje para las iglesias. Yo soy tanto la fuente de David como el heredero de su trono. Yo soy la estrella brillante de la mañana».
Ver también 2 Sm 7:12–16; Lc 1:32–33; Is 9:7; Hch 13:34; Is 55:3; Ro 15:12; Is 11:1

Jesucristo como el rey mesiánico prometido

Mt 26:31; Zac 13:7; Mt 21:4–5; Zac 9:9

Jesucristo como el siervo sufriente

Hechos de los Apóstoles 8:32–35 NTV
El pasaje de la Escritura que leía era el siguiente: «Como oveja fue llevado al matadero. Y, como cordero en silencio ante sus trasquiladores, no abrió su boca. Fue humillado y no le hicieron justicia. ¿Quién puede hablar de sus descendientes? Pues su vida fue quitada de la tierra». El eunuco le preguntó a Felipe: «Dime, ¿hablaba el profeta acerca de sí mismo o de alguien más?». Entonces, comenzando con esa misma porción de la Escritura, Felipe le habló de la Buena Noticia acerca de Jesús.
Ver también Is 53:7–8; Mt 12:17–21; Is 42:1–4

Jesucristo como el profeta que ha de venir

Hechos de los Apóstoles 3:22 NTV
Moisés dijo: “El Señor, Dios de ustedes, les levantará un Profeta como yo de entre su propio pueblo. Escuchen con atención todo lo que él les diga”.
Ver también Dt 18:18; Lc 4:18–19; Is 61:1–2; Jn 6:14

Jesucristo como sacerdote

Hebreos 7:21 NTV
pero había un juramento con relación a Jesús. Pues Dios le dijo: «El Señor ha jurado y no romperá su juramento: “Tú eres sacerdote para siempre”».
Ver también Sal 110:4; He 5:5–6; He 7:17
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