Recibiendo el favor de Dios
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Recibiendo el favor de Dios
exodo 15.26
26 y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.
Después de cruzar el mar, se enfrentaban al primer problema: la falta de agua.
El pueblo llevaba tres días viajando por el desierto sin agua.
Las condiciones a las que está expuesta una persona que viaja en el desierto son críticas, comenzando por la deshidratación.
El pueblo estaba cansado, débil por la falta de alimento apropiado y, por supuesto, por la falta del agua.
Al fin llegaron a un lugar donde podrían abastecerse de agua; este lugar se llama Mara. Pero al tratar de saciar su sed, se dieron cuenta de que el agua que tenían frente a sí era amarga.
22 E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua.
23 Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.
En vez de confiar en Dios, comenzaron a murmurar y a quejarse contra Moisés (15:24).
24 Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber?
Por medio de Moisés, Dios indicó una solución. Ordenó a Moisés que tomara cierto tipo de madera y lo lanzara en el agua amarga. Cuando Moisés obedeció, el agua se endulzó.
24 Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber?
25 Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó;
Dios usó este incidente como una lección objetiva para enseñarle a Israel que si ellos le obedecían, El les sanaría de todas sus enfermedades (15:26).
26 Les dijo: «Si ustedes escuchan atentamente la voz del Señor su Dios y hacen lo que es correcto ante sus ojos, obedeciendo sus mandatos y cumpliendo todos sus decretos, entonces no les enviaré ninguna de las enfermedades que envié a los egipcios; porque yo soy el Señor, quien los sana».
Este primer problema concluyó cuando Dios les concedió descanso y abastecimiento en Elim con doce fuentes capaces de proveer agua en abundancia.
27 Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí junto a las aguas.
1.ESCUCHAR ATENTAMENTE LA VOZ DE DIOS
1.ESCUCHAR ATENTAMENTE LA VOZ DE DIOS
EXO 15:26
y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios,
19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
Esto implica disposición para obedecer.
También implica reconocer a Jehovah como único Dios.
Jesús dijo que sus ovejas reconocerían su voz y lo seguirían.
27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
2.Hacer lo recto ante los ojos de Dios.
2.Hacer lo recto ante los ojos de Dios.
EXO 15:26
e hicieres lo recto delante de sus ojos,
Dios quiere que sus hijos hagan lo bueno, hagan lo mejor, lo mas favorable que pueda proveer bienestar común.
Una persona es buena cuando su obrar resulta apropiado al género humano,
La palabra de Dios se refiere a los que actúan con justicia y bondad de la siguiente manera:
6 Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.
Implica mantener una vida santa.
Una razón básica para tal mandato es que Dios es santo.
El cristiano también es instado a vivir en santidad.
7 Porque Jehová es justo, y ama la justicia; El hombre recto mirará su rostro.
3. Atender y guardar los mandatos de Dios.
3. Atender y guardar los mandatos de Dios.
EX 15.26
y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos
Reconocer que su Palabra es verdad.
Los que guardan sus mandamientos califican para recibir el favor y las bendiciones de Dios.
La ley de Dios nos ayuda a darnos cuenta que somos pecadores y que merecemos la muerte, por lo tanto, demuestra nuestra necesidad de salvación de nuestros pecados.
Esto es porque nuestras vidas obedecen al pecado como una ley grabada en nuestros cuerpos y la fe en Cristo nos da la posibilidad de ser salvados por él y recibir libertad de esa ley de muerte con el propósito de que no muramos y para que en esta vida hagamos las obras que Dios hace.
21 Me doy cuenta entonces de que, aunque quiero hacer lo bueno, sólo puedo hacer lo malo.
22 En lo más profundo de mi corazón amo la ley de Dios.
23 Pero también me sucede otra cosa: hay algo dentro de mí, que lucha contra lo que creo que es bueno. Trato de obedecer la ley de Dios, pero me siento como en una cárcel, donde lo único que puedo hacer es pecar. Sinceramente, deseo obedecer la ley de Dios, pero no puedo dejar de pecar porque mi cuerpo es débil para obedecerla. ¡Pobre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo, que me hace pecar y me separa de Dios? ¡Le doy gracias a Dios, porque sé que Jesucristo me ha librado!
Vivir de acuerdo con su voluntad.
En Cristo, el hombre obtiene el poder para vivir de acuerdo con la voluntad de Dios.
ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.
1.ESCUCHAR ATENTAMENTE LA VOZ DE DIOS
1.ESCUCHAR ATENTAMENTE LA VOZ DE DIOS
2.Hacer lo recto ante los ojos de Dios.
2.Hacer lo recto ante los ojos de Dios.
3. Atender y guardar los mandatos de Dios.
3. Atender y guardar los mandatos de Dios.