Cuando la Biblia Habita en Nosotros
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Introducción
Introducción
Muchas personas ven la Biblia como:
Un libro imperfecto escrito por hombres imperfectos
Un libro antiguo que no tiene ninguna relevancia para una sociedad moderna
Un libro de leyendas que solo creen la gente que no ha sido iluminada por la ciencia y modernidad
Para muchos, la Biblia es un libro más en el librero de todos los libros que han sido escritos.
Una de las cosas que distinguen al Cristiano es su concepto acerca de la Biblia. El BFM 2000 dice acerca de la Biblia:
La Santa Biblia fue escrita por hombres divinamente inspirados y es la revelación que Dios hace de sí mismo al hombre. Es un tesoro perfecto de instrucción divina.
Reconocemos que su origen es divino - es la Palabra de Dios. Es cierto, que fue escrita por hombres. Pero, nosotros creemos que escribieron de acuerdo a la voluntad divina. Todo lo que escribieron es exactamente lo que Dios quiso que escribieran.
Reconocemos que la Biblia es la manera en que Dios se ha revelado (dado a conocer) a la humanidad. Si no fuera por la Biblia no conoceríamos las buenas noticias acerca de Jesús.
Reconocemos que la Biblia es un tesoro porque su valor es incalculable. No hay ningún escrito humano que se pueda comparar a los 66 libros de la Biblia.
Ahora, continuamos nuestro estudio de la carta a los Colosenses donde hemos visto el cambio que opera Dios en la vida del hombre.
Dios cambia la vida del hombre cuando cree en él.
Dios nos da una nueva identidad, una nueva naturaleza, una nueva manera de vivir.
Dios nos da poder sobre el pecado y las tentaciones que nos quieren llevar a ofender a Dios.
Pero, ahora Pablo se enfoca en la Palabra de Dios y nos explica lo que sucede cuando la Palabra de Dios habita en nuestro ser. Hoy consideraremos:
La palabra de Dios debe habitar en nosotros.
Las consecuencias:
Nos lleva a enseñarnos / amonestarnos mutuamente
Nos lleva a alabar a Dios
Impacta nuestra vida entera
I. La palabra de Dios debe habitar en nosotros.
I. La palabra de Dios debe habitar en nosotros.
Veamos las palabras de Pablo:
Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones.
Notemos que Pablo se refiere a la “palabra de Cristo”.
Normalmente decimos “la palabra de Dios”.
Es curioso ver que aquí se refiere a “la palabra de Cristo”.
Notemos:
Pablo equivale a Cristo con Dios. Es decir, la palabra de Dios incluye las palabras de Cristo porque Cristo es Dios. O también podemos decir que toda la palabra de Dios es también la palabra de Cristo, porque Cristo es Dios.
En otras palabras, no solo lo que dijo Jesús en los evangelios son la palabra de Cristo sino toda la Biblia es la palabra de Cristo porque es la palabra de Dios.
Sabemos que cuando Pablo escribió esta carta aun estaba siendo escrito el Nuevo Testamento.
Pero, podemos estar seguros que Pablo aquí se refiere a toda la Biblia - de Génesis a Apocalipsis - por cuanto en cada uno de los 66 libros de la Biblia tenemos la palabra de Dios/Cristo.
Pablo exhorta a que la palabra de Cristo “habite en abundancia” en cada uno de sus oyentes.
Habitar tiene la idea de morar, de vivir, de sentirse en casa.
Vemos que Pablo nos da la medida/magnitud en que debe habitar la palabra de Cristo en nosotros - en abundancia.
No se refiere a un conocimiento superficial, infantil, ligero, liviano, leve - no!
Dios desea que la palabra de Cristo abunde en cada uno de nosotros.
Cada creyente debe ser como si fuese una presa llena de agua hasta que esté a punto de desbordarse.
No se nos llama a una relación lejana con la palabra de Cristo sino a una relación intima, cercana, profunda, estrecha.
Esto se vuelve un verdadero reto, sobre todo en el mundo moderno en que vivimos con todas sus distracciones y entretenimiento.
De pronto vemos que muchas congregaciones han eliminado la Escuela Dominical o el estudio bíblico por la poca asistencia.
La gente busca conocer como:
Criar a sus hijos
Mejorar la relación con su esposo/a
Administrar su dinero
Consejería, etc.
Y aunque todos estos temas/puntos son buenos - no se pueden comparar con el estudio cuidadoso de la Biblia.
Leerla
Estudiarla
Meditar en ella
Aplicarla a nuestras vidas
…llegar a tener una relación tan profunda con la Biblia que se vuelve parte de nuestro diario vivir - adoptamos su vocabulario, pensamos en ella en nuestros momentos de necesidad, meditamos en ella durante nuestro día a día.
Esto no se logra con un conocimiento superficial de la Biblia.
Esto solo se logra tras invertir tiempo en conocer la Biblia y permitir que ella habite en abundancia en nosotros.
Carlos Spurgeon dijo de de Juan Bunyan (autor del libro El Progreso del Peregrino):
Hazle una cortada/herida y notarás que su sangre es Biblina.
Juan Bunyan era un hombre que conocía tanto las Escrituras que la gente podía ver como la palabra de Dios habitaba en él.
II. Las consecuencias:
II. Las consecuencias:
Cuando la Biblia habita en abundancia en nosotros, manifestaremos ciertos efectos:
Nos lleva a enseñarnos / amonestarnos mutuamente
Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones.
Cuando al Biblia abunda en nosotros podremos enseñar a otros y amonestarlos.
Muchas veces pensamos que la responsabilidad principal de enseñar la palabra de Dios y acerca de la vida Cristiana es responsabilidad del pastor.
Es cierto que es su responsabilidad.
Sin embargo, vemos en varios lugares que Dios responsabiliza a cada miembro del cuerpo de Cristo a ser un instructor de la palabra de Dios.
En este caso, cuando la Biblia habita en abundancia en nosotros, nos capacita para enseñar y amonestar a otros.
Enseñar tiene la idea de instruir para transmitir información, datos, conocimiento.
Pero, también nos capacita para amonestarnos unos a otros.
Amonestar tiene la idea de corregir un mal o advertir acerca de un peligro.
Aqui la Biblia nos responsabiliza a amonestar al hermano que se ha desviado y necesita ser exhortado para corregir su camino o ser advertido del peligro espiritual en el que se encuentra.
Pero notemos una palabra clave - debemos hacerlo con sabiduría.
Cuando la Biblia habita en abundancia en nosotros - sabremos no solo como enseñar a otros, como exhortar a otros.
…lo haremos con sabiduría. Lo haremos con inteligencia, con cuidado, con prudencia.
Algunos hemos tenido la experiencia de un predicador que ofende, tira indirectas, falta el respeto, inventa anécdotas, etc...
…en lugar de enseñar y amonestar, lo único que logra es que la gente se enfade, cierre su mente y corazón, o simplemente lo dejen de escuchar.
¿Por qué? Porque no ha actuado con sabiduría.
Cree que está enseñando - pero su falta de sabiduría no lo permite.
Nos lleva a alabar a Dios
Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones.
Notemos ahora que otro efecto de que la Biblia habita en abundancia en nosotros es que esto produce en nosotros alabanza a Dios.
Cantar a Dios no es como quien se aprende el himno nacional de México, entre bien en los tiempos, se entona, no se desafina, etc.
Cantar a Dios es cantar con nuestra boca, nuestra mente, y nuestro corazón.
Cantar a Dios es expresar con palabras en una melodía nuestra gratitud, nuestro admiración, nuestro ruego, etc…a Dios.
Aquí Pablo utiliza tres palabras - salmos, himnos, y canciones espirituales.
Algunos creen que se refiere a los 150 salmos que se utilizaban en la adoración de Israel.
Himnos podría referirse a cantos acerca de Dios que no son parte de la Biblia.
Canciones espirituales es un poco más difícil identificar. Algunos creen que se refiere a cantos espóntaneos que se componían al momento y que entonaban los cristianos.
El punto no es identificar lo que representan cada una de estas clases de alabanzas - sino entender que cuando la Biblia abunda en nosotros la consecuencia es que vamos a alabar a Dios.
Es por esto que el canto/la música siempre ha formado parte de la vida del pueblo de Dios.
Desde tiempos Bíblicos podemos ver el lugar del canto en la vida de los creyentes:
Después de cantar un himno, salieron para el monte de los Olivos.
Como a medianoche, Pablo y Silas oraban y cantaban himnos a Dios, y los presos los escuchaban.
Fue un monge en el año 1,000 que inventó la notación musical (Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si, Do) para que sus alumnos pudieran recordar las melodías que se entonaban a Dios.
Fue Johann Sebastian Bach, uno de los compositores más ilustres de la historia que firmaba sus composiciones con SDG (solo a Dios la Gloria).
Fue el Evangelista Billy Graham quien siempre celebraba sus cruzadas con George Beverly Shea quien dirigía alabanzas como:
El hermano Shea encontró un poema en el piano de su madre.
Le puso música a la letra: Prefiero a Cristo.
El pueblo de Dios siempre ha cantado y seguirá cantando. De hecho, seguiremos cantando a Dios por el resto de la eternidad.
Es por eso que en esta congregación elegimos los cantos no por la melodía sea popular o muy rítmica/movida - sino que elegimos cantos ricos en contenido, que nos lleven a adorar a Dios con todo nuestro ser, y que podamos transmitir la verdad a las generaciones futuras.
Impacta nuestra vida entera
Finalmente, Pablo nos dice que cuando la Biblia habita ricamente en nosotros:
Y todo lo que hagan, de palabra o de hecho, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de Él a Dios el Padre.
Seremos impactados en todo lo que hacemos y todo lo que decimos.
Esto es parte del gran poder de la palabra de Dios en la vida del hombre.
Pablo dice que hacemos las cosas “en el nombre del Señor Jesús”.
Esto no quiere decir que cuando hacemos algo - hacemos como muchas que dicen “en el nombre sea de Dios”.
Muchos creen que al decir eso cuando salen a viajar, cuando empiezan su día de trabajo, etc…es como si de manera supersticiosa se encomiendan a Dios.
Esto no es lo que la Biblia nos dice.
La Biblia dice que cuando hacemos algo en el nombre de Jesús, estamos haciéndolo como si estuviéramos representando al Señor Jesús.
Por tanto, cuando yo trabajo, estoy trabajando para mi jefe en el nombre de Cristo, en representación de Cristo.
En todo lo que hago, estoy representando al Señor Jesucristo - por tanto, debo actuar conforme a esta identidad que he recibido de parte de Dios.
Por tanto, esta realidad debe controlar mi diario vivir - debo actuar en base mi identidad en Cristo y no hacer algo que podría traer reproche al nombre de Cristo - somos embajadores del rey de reyes.
Conclusión
Conclusión
…y todo esto comienza cuando la palabra de Dios abunda en nosotros.
Pero, somos sinceros que no alcanzamos la medida que debemos alcanzar.
Vemos nuestro comportamiento y sabemos que no alcanzamos la medida, no le alabamos como debemos, no actuamos en representación de Cristo.
…somos faltos - y es por eso que debemos empezar desde el principio.
Antes de pensar que es porque no leo la Biblia lo suficiente, no se suficientes versículos de memoria, no me se los libros de la Biblia en orden…debo pensar primero en el evangelio de Cristo, en que Cristo dio su vida por mi en la cruz - y este debe como punto principal habitar en abundancia en nuestro corazón.
Si esto sucede, entonces todo lo demás vendrá por añadidura.
