UNA PROTECCIÓN PARA LA IGLESIA

INTRODUCCIÓN

En la década de los 70, un profesor e investigador del Nuevo Testamento en la Universidad de Oxfor, Ed Parish Sanders, publicó el resultado de su investigación llamada “Pablo y el Judaísmo de Palestina”. En esta investigación, Sanders concluyó que el debate que Pablo sostenía con los judíos no era relacionado a la salvación por obras o por fe, sino en cuál era el tipo de obras que salvaba.

Sanders afirma los debates que encontramos tanto en Romanos como en Gálatas, se refiere más a cuáles son las obras que deben obedecerse para ser salvo. Este autor concuerda en que las “obras de la ley” como la circuncisión, las leyes dietéticas o el guardar el sábado, no eran obras que permitían a la persona conservar su salvación, sino que Dios había establecido nuevas obras que incluían tanto a judíos como a gentiles para la salvación.

Unos años más tarde, otro investigador y comentarista del Nuevo Testamento llamado James Dunn, fue influenciado por las conclusiones a las que llegó Sanders, y continuó desarrollando el movimiento que hoy se conoce como “La Nueva Perspectiva sobre Pablo”.

Todos estos autores llegan a la misma conclusión, el debate de Pablo no era debido a la salvación por obras o por fe, ya que Pablo estaba convencido de que la salvación era el resultado de la gracia de Dios más las obras del ser humano, así que el debate que Pablo sostenía con los judaizantes era más un debate racial, y proponía obras que podían ser obedecidas por los gentiles sin necesidad de convertirse en judíos.

Ahora bien, permítame fijar posición en el asunto, esta nueva interpretación acerca de la teología paulina es completamente antibíblica y debe ser rechazada como una total herejía.

Quizás usted se sorprenda con todo esto que le estoy comentando, ya que esta “Nueva Perspectiva sobre Pablo” no es muy conocida en las iglesias evangélicas, a pesar de que ya no es tan nueva, pues hace más de 40 años que se publicó la obra de Ed Sanders. Sin embargo, es un claro ejemplo de cuán fácil y sutilmente las falsas doctrinas y enseñanzas se van introduciendo en la iglesia.

Evidentemente, como creyentes, a nivel individual y colectivo, siempre debemos estar revisando nuestro entendimiento de las Escrituras. Cada uno de nosotros hemos crecido escuchando frases o mensajes que parecen ser evangélicos o cristianos, pero que al ser evaluados detalladamente, en realidad no lo son. Hay algunos creyentes que incluso exhortan a otros a tener una mente abierta ante posibles futuras nuevas interpretaciones de la Biblia. La “Nueva Perspectiva sobre Pablo” es solo un ejemplo, pero hay muchos más, como la percepción de la homosexualidad como algo bueno, la perspectiva que niega la existencia del infierno, y otros que quizás son un poco más debatibles, como, el liderazgo femenino en la iglesia, entre muchos otros.

Esta idea de tener una mente abierta ante nuevas interpretaciones de la Biblia parece ser algo bueno y como un símbolo de humildad. Tener una mente abierta ante nuevas interpretaciones, ante nuevas ideas, nuevas perspectivas es algo que nuestra sociedad actual valora con demasiada estima. Creo que todos hemos escuchado esa característica tan popular de ser “open-minded”, es decir mente abierta. Casi parece un insulto cuando nos dicen que somos de mente cerrada, o cuando nos dicen que somos inflexibles en algunos puntos de vista.

Cuando te dicen que eres un mente cuadrada, o un mente cerrada, y que no estás abierto a otras posibles nuevas ideas, es casi como llamarte un criminal. Lamentablemente, eso ocurre tanto fuera como dentro de la iglesia. No solo el mundo quiere que los creyentes seamos más influenciables, sino que otros aparentes creyentes también desean lo mismo.

Pero, cuando leemos la Palabra de Dios, lo que encontramos es un claro llamado a que la iglesia se mantenga firme en la doctrina apostólica. Lejos de tener una mente abierta, la iglesia está llamada a no negociar la verdad bajo ningún concepto, y a protegerse a sí misma de aquellos falsos hermanos que pretendan introducir enseñanzas contrarias al evangelio.

Este mismo llamado, lo encontramos a lo largo de toda la Biblia, y con gran énfasis lo encontramos en el libro de Hebreos. El autor de la carta a los Hebreos exhorta y llama a sus lectores principales, en múltiples ocasiones, a mantenerse firmes en la verdad, en no apartarse ni apostatar de la esperanza que hemos recibido en el evangelio. Solo por mencionar algunos ejemplos, tenemos:

Hebreos 2:1 “Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.”

Hebreos 3:6 “pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.”

Hebreos 3:14 “Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio,”

Hebreos 10:23 “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.”

Y nuestro texto de hoy, continua con este llamado práctico a guardar la sana doctrina con el fin de permanecer firmes en esta esperanza.

Quiero invitarlos a que lean conmigo Hebreos 13:9-16

Lectura: Hebreos 13:9-16

I. NO OS DEJÉIS LLEVA (ESTAD FIRMES) - Hebreos 13:9

Ahora bien, lo primero que debemos recordar acerca de esta sección de Hebreos, es que son exhortaciones y mandamientos prácticos para la iglesia. El autor previamente ha mandado a la congregación que recuerde a aquellos que predicaron la Palabra de Dios y por medio de quienes llegaron al conocimiento de la verdad.

Y después de afimrar la inmutabilidad de Cristo, quien es el mismo hoy, ayer y siempre. Y luego, procede a continuar esta serie de exhortaciones. Es así como llegamos al versículo 9.

Ahora bien, varios puntos interesantes que vamos a ver en este primer versículo.

En primer lugar, debemos comprender que hay doctrinas, enseñanzas y filisofías que constantemente intentarán llevarnos por el camino contrario al evangelio. Imagino que todos los que estamos aquí presentes en algún momento hemos ido a la playa. Cuando estamos dentro del agua en la playa, ¿qué es lo que experimentamos? Un movimiento constante de olas que van en dirección a la orilla.

Exactamente esto es lo que ocurre con nosotros día tras día, olas de este mundo que se manifiestan por medio de enseñanzas incorrectas, de doctrinas extrañas, de filosofías humanistas intentarán llevarte más y más a la orilla del error.

Amado hermano, lo primero que debemos entender en este pasaje, es que constantemente intentarán llevarte al error. Ahora bien, esto será de manera muy sutil, no será nada evidente, de la misma forma que las olas poco a poco y casi sin que lo notes te mueven del lugar en el que estabas, así también será con las filosofías de este mundo. Sutilmente intentarán entrar en tu mente, cambiar tus convicciones, e irán haciendo nido en ti hasta que tengas un pensamieto igual al del este mundo.

Déjame preguntarte algo, las áreas de tu vida fuera de la iglesia, por decirlo de algún modo, ¿las vives pensando en la Palabra de Dios? ¿Las vives pensando cómo el evangelio debe determinar la manera en cómo te relacionas con el resto? Debes saber que diariamente hay una lucha por tu mente y corazón, una lucha en la que muchas ideas humanistas querrán que tengas una perspectiva cada vez menos bíblica.

Hace unas semanas le escribí a una persona puso un mensaje por Oprah Winfrey acerca de las relaciones en pareja, y con mucha humildad y preocupación por cómo el pensamiento de esta persona está siendo influenciado por el mundo, tuve que escribirle por privado a su publicación y decir que Oprah Winfrey no es quien debe determinar nuestra perspectiva acerca del matrimonio, sino la Biblia.

A veces veo creyentes que citan más a filósofos, psicólogos, motivadores profesionales y hombres de negocios que las mismas escrituras. Otros creyentes que ponen en sus redes, el propósito en la vida es ser feliz y dejar los otros ser felices. Hermanos, el propósito en la vida es glorificar a Dios y gozarse en Él para siempre.

Déjame preguntarte algo, hermano:

Cuando tienes un dilema moral, ¿qué influye en tu decisión, que todo el mundo hace lo mismo o lo que la Biblia dice al respecto?

Cuando tienes un conflicto con alguien, ¿sufres el agravio y perdonas como dice 1 Corintios 6, o por el contrario, procuras “no dejar que abusen de ti porque tú tienes tu dignidad y no vas a permitir que nadie pase por encima de ti”?

Cuando tienes que tomar alguna decisión, ¿buscas consejo sabio en la Biblia y en hermanos, o por el contrario, es tu vida y vas a decidir lo que quieras porque el individualismo de este mundo ha dominado tu manera de ver las cosas?

Cuando tienes que decidir cómo usar tu dinero, ¿estás motivado por tus caprichos y necesidades particulares, o ves tus posesiones como algo que Dios te ha dado para administrar para su gloria?

¿Cómo ves tu trabajo, como un oportunidad para demostrar cuán bueno eres, y competir contra los demás, o como un medio que Dios te ha dado para proveer para tu familia y dar gloria al Creador?

Hermano, ¿cómo ves a los políticos de este país o de tu país de procedencia? ¿Oras para que Dios tenga misericordia de ellos y les permita arrepentirse y creer u oras para que Dios los saque del poder y los mate, y que ellos sufran todas las consecuencias de su pecado? ¿Demuestras a los dictadores la misma misericordia que Cristo te mostró a tí? O es que acaso te crees que no eres tan malo como los políticos que abusan del pueblo? ¿Eres un rebelde en contra de las autoridades o te sometes a las autoridades civiles tal como nos manda la Biblia?

¿Cómo crías a tus hijos? ¿Acaso buscas cómo criar a los hijos según los estándares de este mundo? ¿Cuál es tu objetivo en la crianza, que sea buen estudiante y que sea bien portado delante de la gente o que conozca el evangelio?

¿Tomas decisiones según tu conveniencia o por principios bíblicos?

Hermanos, hay múltiples maneras en las que las falsas doctrinas pueden llevarte a la orilla del error. Debes estar consciente de ello. Por eso Pablo dice en

Romanos 12:2 “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”

¿Por qué? Porque el mundo cada día va a intentar que te conformes a este siglo.

En segundo lugar, debemos entender que es nuestra responsabilidad no dejarnos llevar por estas doctrinas. Volviendo al ejemplor de la playa, es mi responsabilidad pararme firme y si es necesario enterrar un poco los pies en la arena para que las olas no me mumevan. Debo nadar y mover mis brazos para contrarrestar el efecto de las olas, debo constantemente mirar el punto en el que estaba para ver si las olas me han movido o no.

Hay una razón por la cual este mandamiento viene después del que encontramos en el v.7 “acordaos de vuestros pastores que os hablaron la Palabra de Dios”, porque la responsabilidad de los pastores es hablar la Palabra de Dios, el trabajo de los ancianos es enseñar la sana doctrina bíblica. Yo debo venir domingo tras domingo para hablar a sus mentes y corazones lo que Dios ha dicho en su Palabra, debo explicarles las profundidades de las doctrinas del cristianismo.

Pero, por otra parte, es responsabilidad del creyente el perseverar en esa doctrina. Amado hermano, mi responsabilidad es enseñarte, la tuya es perseverar en la enseñanza que se hace desde el púlpito. Nadie podrá decir delante de Dios, yo no sabía, mi pastor no me dijo. Dios te dirá: “Es tu responsabilidad conocer y discernir cuál es la doctrina sana de la extraña”.

Hay varios grupos, tanto de hombres como mujeres, y algún otro grupo pequeño que estoy enseñando en mi casa, y mi responsabilidad es ésa, enseñar, entrenar, responder dudas, aclarar cualquier tema, aconsejar en caso de que sea necesario, incluso corregir aquellas ideas que no sean conforme a las Escrituras, exhortar a los hermanos y animarlos a vivir conforme a la fe. Pero, es tarea de ustedes el entender, el recordar, el memorizar y el aplicar la enseñanza que se da.

El creyente es el que está llamado permanecer firme en la sana doctrina, a retener la esperanza, a no dejarse influenciar por el mundo.

II. RECONOCIENDO EL BILLETE VERDADERO - Hebreos 13:9

Ahora bien, usted se preguntará: “bueno, ya sé lo que tengo que hacer, pero ¿cómo lo hago?”. Y me alegra mucho que usted se esté preguntando eso en este momento, en vez de “¿cuánto más va a tardar este hombre hablando aquí?”. Así que, voy a responder la pregunta que sé que se están haciendo con una analogía que un pastor compartió conmigo hace muchos años.

Él me dijo, “Edy, las personas que trabajan en los bancos no tienen ni idea de cuántas manera hay para falsificar un billete, ellos solo tienen un trabajo y es asegurarse de saber reconocer un billete verdadero”.

Es totalmente cierto, quienes trabajan en un banco solo tienen que conocer bien a profundidad cuáles son las marcas de un billete verdader, cómo se ve, cuál es la textura, cuáles son algunos indicadores y luego, teniendo ese conocimiento, solo tienen que comparar todo billete que reciben con el modelo real. Todo billete que no se parezca al verdadero, ya es falso.

Lo mismo ocurre con la doctrina, es imposible para nosotros llevar un registro de cuántas doctrinas falsas hay o de cuán sutiles son, por eso nuestro trabajo debe ser conocer el billete verdadero. Debemos conocer profundamente la Biblia y su mensaje. Debemos conocer profundamente el evangelio, debemos estudiar acerca de la deidad de Cristo, de la Trinidad, de la obra expiatoria de Jesús, de la condición caída del ser humano, del medio de la salvación, debemos estudiar y conocer a profundidad la sana doctrina cristiana para que cuando venga una filosofía que tenga aunque sea la más mínima diferencia, podamos rechazarla.

Formas prácticas de hacer:

Lee tu Biblia. El conocimiento no se adquiere sin esfuerzo. Hebreos 5:13-14 “Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño;pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.”

Invierte en tu crecimiento. Muchos preferimos dar nuestro dinero a Netflix o a Amazon Prime que darlo a la librería cristiana a cambio de un buen libro que edificará mi alma.

Habla con otros hermanos acerca de la fe. Es triste ver como muchas veces estamos más entusiasmados para conversar sobre una película o ver un partido de fútbol, pero cuando hablamos de reunirnos para estudiar y animarnos en la carrera de la fe, parece que faltan ganas.

Presta atención a los sermones. Dios ha bendecido esta iglesia con buenos predicadores a excpeción de quien está hablando ahora mismo, pero tenemos hermanos que pueden compensar lo que este burro dice. Hombres fieles que están siendo entrenados y capacitados y que Dios está usando grandemente.

Escucha buenos predicadores fuera de la iglesia. No escuchen personas como Guillermo Maldonado, Cash Luna, Daniel Habiff, Marcos Witt, Danilo Montero, Jesús Adrián Romero, todos estos son hombres que no predican el evangelio, que no tienen una doctrina claramente bíblica sino que mezclan ecumenismo con evangelio de la prosperidad, humanismo con cultura actual, y no enseñan la verdad acerca de Dios ni el hombre.

En fin, hay muchas otras maneras. Cada uno de nosotros debe comprender la responsabilidad para no dejarse llevar por doctrinas extrañas. Y esta responsabilidad no se limita únicamente a la vida personal, no solo tengo que ser responsable por mi propia vida, sino también por la iglesia en general.

A medida que tú estés cada vez más firme, podrás proteger a la iglesia de hermanos falsos. A medida que en tu propia vida puedas desarrollar discernimiento, también podrás aplicarlo a la vida de la iglesia. Por eso este sermón lleva por título: “Una protección para la iglesia”, porque todos nosotros somos responsable de que la iglesia no sea arrastradas por las olas de la falsa doctrina hasta las orillas del error teológico y doctrinal.

Las orillas de la herejía son fatales para el ser humano.

Muchos de ustedes no lo saben, pero todos los domingos a las 22:00 intentamos hacer una evaluación del culto y sobretodo de la predicación. La intención es que entre todos los que participan podamos animar al predicador, pero también ayudarle o corregirle en caso de que haya dicho cosas que no sean bíblicas. Tenemos que velar por nuestra propia mente, pero también por la doctrina de la iglesia. Hermanos, ustedes deben proteger la iglesia también, no solo Peter y yo.

III. AFIRMANDO EL CORAZÓN (LA ESPERANZA DE LA CIUDAD FUTURA) - Hebreos 13:9-14

Seguidamente, el autor nos da una razón para esto, nos dice que es mejor afirmar el corazón con la gracia, evidentemente se refiere a la gracia de Dios en el Nuevo Pacto, no en vano se denomina Pacto de Gracia. La gracia de Dios es la que verdaderamente sustenta nuestras vidas, no las viandas. La comparación que hace es bastante interesante, porque habla de corazón y no de estómago, y de gracia en contraste con la comida.

La palabra viandas se refiere a cualquier tipo de comida o bebida, y se refiere a las leyes dietéticas del judaísmo. De hecho, el autor habla de un grupo de personas que se ocuparon de viandas en otro tiempo, evidentemente está pensando en el oficio sacerdotal. Habían algunos sacrificios que los sacerdotes del Antiguo Testamento, luego de lllevar a cabo la ceremonia, podían comer la carne, a esos sacrificios se refiere cuando dice que no han aprovechado nada a los que se ocuparon del oficio sacerdotal, el comer la carne o no comerla en nada les aprovechó, lo mismo que los sacrificios del Antiguo Testamento, todo aquello era solo la sombra de las cosas celestiales y apuntaban a un sacrificio mayor.

Esto es importante, porque lo que sostiene el corazón, y lo que puede verdaderamente alimentar nuestra alma no son ritos, no hay beneficios en los rituales religiosos, solo en la supremacía de la gracia a Dios. Nada de lo que nosotros hagamos podrá traer verdadera consolación a nuestro corazón, no importa si te salen bien las cosas o si te salen mal, si eres religioso o no, a menos que recibas y experimentes la gracia de Dios, tu corazón seguirá hambriento buscando alimento.

Conexión con los no creyentes Amado amigo que nos visitas, probablemente tú has conocido iglesia evangélicas que practican cosas extrañas, seguro conoces personas evangélicas que tienen comportamientos extraños que a veces raya en lo ridículo, yo también conozco alguno. Pero el verdadero mensaje de la Biblia resalta la gracia de Dios para con pecadores que no merecemos más que su castigo eterno.

Solo por gracia somos salvos, no hay nada que tu puedas hacer o dejar de hacer para que Dios te acepte, no importa si practicas rituales o ceremonias religiosas, incluso si vienes o no a la iglesia, lo único que puede salvarte del justo castigo que mereces es la gracia de Dios, no las ceremonias. Y esa gracia Dios la mostró al enviar a su Hijo Jesucristo a morir por nosotros en la cruz.

Amado hermano, lo mismo te digo a ti, todo lo que tu recibes de parte de Dios es por su infinita gracia. A veces pensamos que si hago esto o aquello Dios me va a bendecir, pero Dios no te da nada porque tú lo merezcas. Sé que hay personas que creen que Dios nos da algo porque diezmamos o porque estamos comprometidos, o porque oramos de cierta manera, pero Dios te da la cosas por su pura gracia. Y es su gracia la que te sustenta.

Cualquier doctrina que ponga un énfasis en otra cosa que no sea la gracia de Dios, entonces, es una doctrina extraña. Cualquier doctrina que enfatice más el esfuerzo humano, o el valor del ser humano por encima de la gracia inmerecida del Creador, entonces es un doctrina falsa. Cualquier filosofía que te lleve a tener consuelo fuera de la gracia de Dios, entonces es antibíblica.

¿Qué le dijo Dios a Pablo cuando estaba experimentando sufrimiento por el aguijón en su carne? Bástate en mi gracia.

La centralidad de la gracia de Dios mostrada en Cristo es el punto focal de toda doctrina bíblica. Y esa gracia es la que puede afirmar nuestros corazones.

Ahora bien, debo reconocer que los siguientes versículos son bastante difíciles de relacionar a primera vista con el resto del texto. Permítame resumirlo de la siguiente manera. El autor está hablando a una comunidad de creyentes que tener un trasfondo judío tenían muy presente el sistema sacerdotal y sacrifical del Antiguo Pacto. Conocían lo que era la vianda y quiénes eran los que se ocupaban en ellas, eran los sacerdotes que servían en el tabernáculo, por eso toda esta mención de comida, sacrificio, sacerdotes y altares. Tiene en mente el libro de Levítico.

Estos creyentes, al entrar al Nuevo Pacto, el Pacto de Gracia, habían renunciado a las cosas visibles de la religión judía. Los cristianos nunca hemos tenido un templo, todos las religiones del mundo tienen una edificación central que simboliza a toda su religión, los católicos tienen el Vaticano, los musulmanes tiene el Masjid al-Haram, que es la edificación en forma de cubo que está en La Meca, los mormones tienen el Templo de Salt Lake en Utah, los Testigos de Jehová tienen su central en New York, los indúes inicialmente tenían el Taj Mahal, en fin, un sinúmero de religiones tienen un sinúmero de templos y edificaciones. Para los judíos de la época, era el Templo que había sido reconstruido.

Estos cristianos que venían del judaísmo habían renunciado a toda marca visible de su religión, tanto la circuncisión, el guardar el sábado, las viandas, los sacrificios, y el tabernáculo o altar físico en el que se hacían los sacrificios. Los hebreos cristianos no tenían más necesidad de eso, pues Cristo es nuestro sumo sacerdote y nuestro cordero pascual, el sacrificio que verdaderamente quita los pecados del mundo.

Al no tener nada visible con qué mostrar su religión, eran objeto de burla y de críticas. Estos creyentes eran considerados como desposeídos de todo, como que no tenían absolutamente nada a que aferrarse. De ahí que el autor esté argumentando que nuestras posesiones, o las marcas de nuestra religión no se evidencian en edificaciones o sacrificios, sino que esperamos la patrica celestial no la terrenal.

IV. LOS SACRIFICIOS QUE AGRADAN A DIOS - Hebreos 13:15-16

De ahí que lleguemos al último punto, el autor sigue usando este lenguaje levítico para demostrar su punto, las doctrinas extrañas llevarán a las personas a practicar ceremonias extrañas que no son ordenadas por la Palabra de Dios, demandarán sacrificios que la Palabra de Dios no demanda. Exigirán cosas que la Palabra de Dios no exige de los hermanos.

No hay marcas visibles de la religión cristiana más que las vidas transformadas de las personas que han sido alcanzadas por la misericordia de Dios. Por eso resulta interesante que hable de sacrificios en los versículos 10-11, y del sacrificio de Cristo, y luego nos exhorte que los sacrificios que agraden a Dios sean los de una vida que hace el bien a otros.