¿CÓMO ORAMOS?, PARTE 9: ORACIÓN DE GRATITUD POR LA SALVACIÓN.

INTRODUCCIÓN:

¿Qué tan agradecidos somos por la salvación que Dios nos ha dado?, ¿Qué tanta gratitud mostramos a Dios por lo que él ha hecho con nosotros?, ¿Qué tan agradecidos somos por lo que Dios ha prometido hacer con nosotros?

Hoy encontramos este relato de la palabra de Dios, y a un hombre que agradece a Dios por la salvación.

En el relato de Lucas 2, encontramos que el escritor, desde el versículo 21, nos enseña que luego de circuncidar al niño y ponerle por nombre Jesús, según el ángel, lo había mandado. que es el nombre equivalente al nombre hebreo Josué, que significa, Jehová es Salvación, María y José por requerimiento de la ley presentarlo a Dios a los 33 días y traer ofrenda para la purificación de María después del parto.

Lucas 2:22–24 RVR60

22 Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor 23 (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor), 24 y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos.

Luego encontramos a un personaje, “un hombre llamado Simeón”, descrito ampliamente en el versículo 25.

Lucas 2.25

Lucas 2:25 RVR60

25 Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.

La Biblia lo describe como hombre justo, piadoso y esperaba la consolación de Israel, era un hombre que tenía la unción del Espíritu Santo sobre él.

Mire que tremendas características tenía este hombre, justo , piadoso y controlado por el Espíritu Santo. La observación de que el Espíritu Santo estaba sobre Simeón hace recordar a los profetas del A.T. sobre quienes vino el Espíritu Santo.

Algunos creen que como Ana, de quien se habla más adelante en el versículo 36, era profetiza, tal vez, Simeón también se encontraba dentro de la piadosa tradición profética de Israel. Sin embargo no es algo comprobable.

Ahora ya nosotros tenemos al Espíritu Santo morando en nuestras vidas, si somos hijos de Dios, pero, ¿Somos piadosos, somos justos?

Este hombre si lo era, y dice el texto que no sólo tenía estas cualidades, sino que esperaba la consolación de Israel.es decir, al Mesías, quien traería consuelo a la nación ( “la redención de Jerusalén”, v. 38)

Ahora Lucas en los versículos 26-27,nos enseña que a Simeón le había sido dicho por el Espíritu Santo, que no vería la muerte hasta que viera al Mesías. Lucas 2:26-27

Lucas 2:26–27 RVR60

26 Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. 27 Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley,

Podemos ver que esta es una revelación especial del Espíritu Santo tocante a que vería al Mesías fue extraordinaria, y tal vez vino por causa del intenso deseo de Simeón de ver al Prometido.,

Entonces, él vino al templo movido por el Espíritu Santo cuando María y José lo traían a presentarlo.

En este contexto, encontramos una grandiosa oración de Gratitud de Simeón hacia Dios.

Lucas 2:28–32 RVR60

28 él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo: 29 Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, Conforme a tu palabra; 30 Porque han visto mis ojos tu salvación, 31 La cual has preparado en presencia de todos los pueblos; 32 Luz para revelación a los gentiles, Y gloria de tu pueblo Israel.

Qué aprendemos de esta oración de Simeón:

I. Simeón Bendijo a Dios. (V. 28-29)

.....él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo: 29 Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, Conforme a tu palabra…Hermanos, Simeón

Hermanos, Simeón al ver al niño y tomarlo en sus brazos, bendijo a Dios, la misma reacción que tuvo la gente piadosa hacia el Mesías a lo largo de todo el evangelio de Lucas.

Luego entonó un salmo de alabanza exaltando a Dios por cumplir su promesa de traer salvación.

Hermanos, el hecho de que el hombre bendiga a Dios es una “expresión de Gratitud en alabanza” , cuando el Antiguo Testamento habla de bendecir a Dios no “designa un proceso que busca el aumento de la fuerza de Dios”

Bendecir a Dios es una “exclamación de gratitud y admiración”

Miremos bien esto, Si Dios es el “bendecidor” primario e inagotable, entonces debe estar sobre todos los demás en un estado de “bendecido” -la plenitud y fuente de toda “bendición.”

Si es así, entonces la explosión de alabanza más natural sería “¡Eres bendito!”

El que este reconocimiento y la gozosa exclamación del estado de bendición de Dios se describa como “bendecir a Dios” no es inusual.

Otras analogías, aunque no exactas, serían expresiones como:

“Magnifico al Señor” o “exaltemos su nombre.”

Ambas expresiones reconocen apropiadamente y dan una expresión gozosa a la magnificencia de Dios y su estado exaltado.

No quieren significar que hagamos a Dios más grande o más alto.

Así pues bendecir a Dios significa reconocer su gran riqueza, fuerza y graciosa recompensa y expresar nuestra gratitud y deleite en verla y experimentarla.

Eso era lo que Simeón estaba haciendo, él estaba exaltando a Dios, porque Dios había cumplido su palabra de que no vería muerte sin antes conocer al Mesías.

En seguida, él da otra razón poderosa de su gratitud a Dios.

II. Por su Salvación.

Lucas 2:29–30 RVR60

29 Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, Conforme a tu palabra; 30 Porque han visto mis ojos tu salvación,

No sólo bendecía, exaltaba el nombre de Dios por su palabra, sino, por su salvación.

Ya puedo Morir, tranquilo, ya ha venido la salvación.

Ahora , Simeón hizo la observación de que el Mesías habría de serlo tanto para los gentiles como para Israel. La idea de la salvación para los gentiles aparece muchas veces en este evangelio.

Lucas 2:31–32 RVR60

31 La cual has preparado en presencia de todos los pueblos; 32 Luz para revelación a los gentiles, Y gloria de tu pueblo Israel.

Él dice, que con Jesús, no sólo llegaba la salvación para Israel como tal, ya que ellos esperaban al Mesías, que los liberara, del yugo y esclavitud romana, esperaban un guerrero.

Sino que va más allá, es para los Gentiles. ahí entramos nosotros que hemos recibido la salvación.

III. ¿Qué aprendemos nosotros de la oración de Simeón?

Hay muchas cosas que podemos aprender de esta oración, Podemos revisar, si estamos orando como él.

Una oración que bendice y da gracias a Dios, por su palabra, , Dios cumplió la palabra que le había dado.

Simeón adoró y exaltó a Dios por su salvación.

Cuando oramos, ¿Estamos haciendo lo mismo?

Es usted agradecido con Dios por que él ha cumplido su palabra para con nosotros, ¿Alabamos a Dios por su Salvación?

Ahora, recuerde, que Simeón, era un hombre justo, piadoso y que tenía el Espíritu Santo sobre él.

¿Estas Características están en nosotros?

Justos, piadosos y y llenos del Espíritu Santo.

Conclusión:

¿Cómo Oramos?

¿Es nuestra ración, una oración de gratitud y alabanzas a Dios por su gratitud?

Una vez más se hace necesaria una revisión de nuestra forma de orar, de nuestra relación con Dios.

Vamos a Orar.