1 Corintios - Semana 2
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LECCIÓN 4 - EL MEDIO PARA CORREGIR LA CARNALIDAD
LECCIÓN 4 - EL MEDIO PARA CORREGIR LA CARNALIDAD
La sabiduría es el medio de corregir la carnalidad.
I. EL MENSAJERO DE LA SABIDURÍA – 2:1-5.
I. EL MENSAJERO DE LA SABIDURÍA – 2:1-5.
A. Recursos disponibles – Confianza en la capacidad del hombre.
A. Recursos disponibles – Confianza en la capacidad del hombre.
1. Elocuencia – v. 1 – “Excelencia de palabras”
1. Elocuencia – v. 1 – “Excelencia de palabras”
2. Educación – v. 1 – “Sabiduría”
2. Educación – v. 1 – “Sabiduría”
3. Persuasión – v. 4 – “palabras persuasivas de humana sabiduría”
3. Persuasión – v. 4 – “palabras persuasivas de humana sabiduría”
B. Recursos aprobados – Confianza en la autoridad de Dios.
B. Recursos aprobados – Confianza en la autoridad de Dios.
1. Predicación – v. 1 – “para predicaros el testimonio de Dios”
1. Predicación – v. 1 – “para predicaros el testimonio de Dios”
2. Determinación – v. 2 – “Me propuse no saber… otra cosa sino a Jesucristo”
2. Determinación – v. 2 – “Me propuse no saber… otra cosa sino a Jesucristo”
3. Dependencia – v. 3 “Y estuve con vosotros en flaqueza, y mucho temor y temblor;
3. Dependencia – v. 3 “Y estuve con vosotros en flaqueza, y mucho temor y temblor;
La efectividad de Pablo se debió largamente al entendimiento de su propia responsabilidad.
4. Demostración – v. 4 – sino con demostración del Espíritu y de poder;
4. Demostración – v. 4 – sino con demostración del Espíritu y de poder;
C. Resultados adquiridos – v. 5 – para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
C. Resultados adquiridos – v. 5 – para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
La fe para que sea efectiva debe ser capaz de “fundarse.” Una fundación débil constituye una fe vacilante.
II. EL MENSAJE DE SABIDURÍA – 2:6-9.
II. EL MENSAJE DE SABIDURÍA – 2:6-9.
A. La definición de la sabiduría de Dios – vv. 6-8.
A. La definición de la sabiduría de Dios – vv. 6-8.
La sabiduría de Dios involucra un plan y diseño específico para la salvación del hombre.
B. El engaño del mundo – v. 8.
B. El engaño del mundo – v. 8.
C. Las profundidades de la sabiduría de Dios – v. 9.
C. Las profundidades de la sabiduría de Dios – v. 9.
El pensamiento carnal siempre ha limitado el entendimiento pleno de Dios en la mente del hombre.
D. La iluminación del Espíritu – v. 10
D. La iluminación del Espíritu – v. 10
E. La investigación del Espíritu – v. 10
E. La investigación del Espíritu – v. 10
F. La intimidad del Espíritu – v. 11
F. La intimidad del Espíritu – v. 11
G. La instrucción del Espíritu – v. 12-13
G. La instrucción del Espíritu – v. 12-13
LECCIÓN 5 - EL MÉTODO PARA CORREGIR LA CARNALIDAD
LECCIÓN 5 - EL MÉTODO PARA CORREGIR LA CARNALIDAD
I. ANÁLISIS – 2:14-3:4
I. ANÁLISIS – 2:14-3:4
A. El hombre perdido y condenado – El hombre natural – 2:14 =
A. El hombre perdido y condenado – El hombre natural – 2:14 =
El término natural se refiere a la “naturaleza sensual con su sujeción al apetito y a la pasión.”
El hombre natural no puede percibir la verdad.
B. El hombre salvo con semejanza a Cristo – El hombre espiritual – 2:15-16
B. El hombre salvo con semejanza a Cristo – El hombre espiritual – 2:15-16
El hombre espiritual vive “supernaturalmente.”
C. El hombre salvo y transigente – El hombre carnal – 3:1-4
C. El hombre salvo y transigente – El hombre carnal – 3:1-4
II. APLICACIÓN – 3:1-4
II. APLICACIÓN – 3:1-4
1 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.
2 Os di a beber leche, y no carne; porque aún no podíais digerirla, ni aún ahora podéis;
3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, y contiendas, y divisiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?
4 Porque cuando uno dice: Yo soy de Pablo; y otro: Yo de Apolos; ¿no sois carnales?
A. La carnalidad debe ser reprochada – 3:3
A. La carnalidad debe ser reprochada – 3:3
La verdad debe ser pronunciada de tal manera que no deje una puerta abierta para el debate.
B. La carnalidad debe ser reconocida – 3:3 – “¿no sois carnales…?”
B. La carnalidad debe ser reconocida – 3:3 – “¿no sois carnales…?”
III. RECONOCIMIENTO – 3.5-10
III. RECONOCIMIENTO – 3.5-10
A. La indignidad del hombre V5.
A. La indignidad del hombre V5.
B. El apoyo de Dios – v. 6-7
B. El apoyo de Dios – v. 6-7
C. La unidad de los siervos – v. 8
C. La unidad de los siervos – v. 8
La unidad es el poder de la iglesia espiritual y Dios requiere que los creyentes cooperen sin tener competencia.
Lección 6 - la motivación para corregir la carnalidad
Lección 6 - la motivación para corregir la carnalidad
I. LA COMUNIÓN DEL CREYENTE – 3:9-10.
I. LA COMUNIÓN DEL CREYENTE – 3:9-10.
A. La familia – v. 9
A. La familia – v. 9
Sunergós es mejor representada por una casa que trabaja eficientemente.
B. El campo – v. 9
B. El campo – v. 9
C. La estructura – v. 9
C. La estructura – v. 9
La palabra “edificio” viene de “oikodomé” que significa una “estructura.” Metafóricamente se refiere al crecimiento de un creyente en sabiduría, fe y piedad.
II. EL FUNDAMENTO DEL CREYENTE – 3:10-11.
II. EL FUNDAMENTO DEL CREYENTE – 3:10-11.
A. El superintendente – v. 10
A. El superintendente – v. 10
B. El siervo – v. 10
B. El siervo – v. 10
El punto de comienzo de cada hijo de Dios está bajo la guía de un superintendente ordenado.
C. La subestructura
C. La subestructura
III. LA PRODUCTIVIDAD DEL CREYENTE – 3:12-15.
III. LA PRODUCTIVIDAD DEL CREYENTE – 3:12-15.
A. Obras a ser reveladas – v. 13
A. Obras a ser reveladas – v. 13
B. Obras a ser refinadas – v. 13
B. Obras a ser refinadas – v. 13
El uso del fuego revela el propósito de este juicio. El fuego tiene una cualidad refinadora.
C. Obras a ser recompensadas – v. 14
C. Obras a ser recompensadas – v. 14
D. Obras a ser reprendidas – v. 15 –
D. Obras a ser reprendidas – v. 15 –
IV. LA MEDROSIDAD DEL CREYENTE – 3:16-23.
IV. LA MEDROSIDAD DEL CREYENTE – 3:16-23.
A. El peligro de contaminar el templo de Dios – vv. 16-17.
A. El peligro de contaminar el templo de Dios – vv. 16-17.
La contaminación lleva a la destrucción.
B. El peligro de engañarse uno mismo – v. 18-20.
B. El peligro de engañarse uno mismo – v. 18-20.