Sermón sin título
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Introducción.
Vivamos revestidos de humildad en nuestro desempeño en la iglesia de Dios.
Para Pedro esto es de suma importancia, tanto para aquellos que ha sido puestos para cuidar el rebaño de Dios, como para el rebaño propiamente hablando.
Para los pastores (ancianos) cuidar bien el rebaño de Cristo. (vv.1-4)
Pedro comienza esta sección exhortando a los pastores de las iglesias a cuidar el rebaño de Dios. Lo hace identificándose con dos cuestiones fundamentales: Primero, como pastor también. Segundo, como alguien que comparte los sufrimientos de Cristo, y la gloria que vendrá después de ellos.
Las maneras en las que los pastores son exhortados a cuidar la iglesia son bien específicas.
a. No por obligación sino voluntariamente.
Algo muy terrible para un pastor (y la iglesia) es ejercer su liderazgo por obligación. Hacer algo porque tengo que hacerlo, pero no porque tenga el corazón en ello. Podemos entender mejor esto cuando notamos lo que dice Pedro que debemos hacer, cuidar la iglesia voluntariamente; o sea de buena gana. Los pastores/ancianos han sido llamados por Dios a cuidar la iglesia, y ellos han aceptado este llamado libremente. Se sobreentiende que lo hagan de buena gana. Me encanta como lo expresa Miguel Núñes: “…no solo motivados por el sentido de responsabilidad, sino con un sentido de entrega, motivados por la obra de Cristo en la cruz y su amor hacia nosotros”.
Voluntariamente significa, de acuerdo al modelo de Cristo. La expresión “según Dios” (omitido en RV60) se entiende mejor como acorde al ejemplo de Cristo. Pedro mismo ha exhortado a seguir los pasos de Cristo. El Señor mismo quiso servirnos voluntariamente en actitud de siervo.
b. No por avaricia del dinero sino con un deseo sincero.
El amor al dinero, trae consigo grandes dolores y males. Hay muchos que por causa de la avaricia han destruido sus vidas, ministerios y familia.
Pedro dice que cuidar la iglesia de Dios no debe ser motivado por la avaricia de tener dinero. Esto es algo que no debe formar parte de aquellos que cuidan y sirven al iglesia de Dios (ver. 1Tim.3:8; Tito 1:7). Los pastores no cuidan la iglesia del Señor con sus corazones en el dinero, de tal manera que lo único que les importe al servir sea este.
El deseo fervoroso por servir a aquellos que son de Dios, es lo que Pedro espera de los pastores en su cuidado con la iglesia de Dios. Tiene que ver con atender las necesidades de los demás, en lugar de obtener ganancias de ellos.
c. No con señorío sino siendo ejemplos.
Hermanos el autoritarismo en las iglesias es algo que está a la orden del día. Hay muchos por ahí que tratan a los hermanos, que ha sido comprados con la sangre de Cristo, con jefatura.
Pedro dice que los pastores que cuidan la grey de Dios lo hacen siendo ejemplos de los demás. Pedro esta, de una manera u otra, repitiendo aquella gran enseñanza que recibió del Su Señor en (Mt.20:25-27; Mr.10:42-45; y Lc. 22:25-27). Esto significa que los pastores mandan menos y muestran más con su vida. No hago, por imposición, con los demás me obedezcan. Vivimos con ellos como siervos de todos siendo ejemplos.
El cuidar la iglesia de Dios para Pedro lleva consigo también la eternidad futura, cuando Cristo regrese como príncipe de los pastores, el Pastor y Obispo de nuestras almas (2:15), recibirán la corona incorruptible de gloria. La idea es la de victoria, una victoria en su servicio a Dios con Su pueblo.
“Pastores, cuidemos la iglesia de Dios con movidos por la cruz y no por otra cosa”. Debemos, mientras estamos al frente de la grey, examinar nuestras motivaciones al pastorearles.
“Pastores, cuiden la congregación del Señor no por dinero sino con un deseo profundo de servir a tus ovejas” Por ej. Si hay dinero sírveles (el obrero es digno de salario), pero si no hay dinero sírvales también. No dejemos que el dinero sea lo que defina nuestro cuidado de las ovejas de Dios.
“Pastores, no seamos autoritativos con aquellos que Dios ha puesto a nuestro cuidad. Nosotros no somos como los líderes de las naciones. Seamos ejemplos de la grey”. No digas que se debe hacer lo que dices porque si, o no demandes algo que primero no hayas hecho.
“Vivamos guiados, y motivamos por nuestro gran príncipe de los pastores, Cristo Jesús”
“Hermanos, examinen a sus pastores y observen si realmente ellos les cuidan”. Pregúntese ¿Viven ellos movidos y centrados en la cruz? ¿Son sus vidas un ejemplo de Cristo en su cuidado de nosotros? ¿Son ellos siervos o jefes entre nosotros?
2. Para los miembros de la iglesia (jóvenes) estar sujetos a los pastores. (v.5a)
A la luz de todo lo que Pedro acaba de pedir a los pastores respecto al cuidado de la iglesia de Dios, ahora los miembros de las iglesias deben sujetarse a ellos. Esto lo podemos ver por la frase: “igualmente jóvenes, sométanse a los pastores”. Hay gran debate con respecto a quienes se refiere el apóstol con el término traducido como jóvenes. Algunos dicen que se refiere a los más jóvenes de la iglesia en relación a los ancianos de edad; pero otros lo ven como el resto de la congregación en comparación con los ancianos/pastores. Creo que es muy acertado lo que dice Juan Sanchez al respecto: “…quien sea que estos “jóvenes” sean, ellos deben sujetarse a los pastores de la iglesia. Y todos nosotros necesitamos escuchar el mandato de Pedro aquí”.
¿Qué significa estar sujetos a los pastores? Realmente, no significa:
Obediencia a ciegas.
No discrepar con ellos.
No examinar sus vidas a la luz de la Palabra.
No le demandemos algunas cuestiones vitales que ha pasado por alto.
Significa:
Imitar la fe en Cristo que profesan.
Obedecerles.
Dejarse pastorear.
Pedro desea que, la iglesia, viva sometidas a los pastores que velan por ellos. Aquellos que alimentan, dan dirección, acompañan y cuidan al rebaño cuyo dueño es el Gran Pastor.
El sentido del autor de Hebreos en capítulo 13 nos deja ver esto. “Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe” (v.7). “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso” (v.17).
“Sujetémonos a los pastores que cuidan nuestras vidas a través de la Palabra de Dios” Una de las maneras de hacerlo es escucharlos para obedecer. Otra manera sería pedirles consejo para la vida diaria para Dios. Ir a ellos para aclarar algunas dudas respecto a las Escrituras.
“Sintámonos seguros al poner nuestras vidas al cuidado de aquel que nos cuida por medio de pastores que son fieles a Su Palabra”.
“Tengamos en mente que Dios cuida nuestras vidas por medio de personas que han sido llamadas por Él para velar por Su rebaño”. Eso significa que debemos mirar a nuestros pastores como amigos que velan por nuestras almas y no como enemigos que buscan nuestra destrucción.
3. Para todos, vivir humildemente. (vv.5b-7)
El orgullo es el enemigo de la humildad. La tendencia pecaminosa del hombre es al orgullo. Este se manifiesta de muchas maneras y tiene muchas caras. Desde las más visibles y agresivas, hasta las más encubiertas y supuestamente piadosas. Es por esto que vivir humildemente para pecadores es imposible sin tener a Cristo en su vidas.
Pedro llama a todos en la iglesia, a pastores y miembros, a revestirse de humildad en su trato mutuo. Encierra la acción, metafórica, de ponerse una ropa. Tiene que ver con una actitud que se deja ver en las relaciones dentro de la iglesia. Tiene que ver con poner las necesidades de los demás por encima de las de uno. Filipenses 2:3-4 refleja esto muy bien: “ Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.”
La razón que se da para este trato entre los hermanos es: Dios se opone a los orgullosos pero da gracia a los humildes. Pedro está yendo al Proverbios 3:34 donde, después de una serie de advertencias contra el trato malvado con el prójimo y el tomar el camino de los perversos en la vida, se deja ver que el favor de Dios es con los humildes. En Pedro, los soberbios son aquellos que viven asilados y sin pensar en los demás. Aquellos que no son capaces de caminar con otros poniéndoles como primero que ellos.
Finalmente, el apóstol termina exhortando a todos en la iglesia a humillarse bajo la poderosa mano de Dios. El fin de esto es esperar que sea el Señor quien exalte nuestras vidas. Pero, ¿Cómo nos humillamos ante Dios? ¿Cómo somos humildes delante de Dios?Pedro da la respuesta en el v.7 “echando toda vuestra ansiedad sobre él....” Esto no es otra cosa que vivir sometiéndonos y dependiendo absolutamente del Señor.