¿Cómo oramos? Parte 10: Oración de gratitud de Ana.

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Nuestra Gratitud a Dios, porque un día envió a su hijo a este mundo, debe mostrarse siempre en nuestras oraciones y acciones.

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INTRODUCCIÓN.

Vimos en nuestra última enseñanza, la oración de gratitud de Simeón, un hombre, que el evangelio de Lucas, lo describe con tres características muy importantes:
Lucas 2.25
Lucas 2:25 RVR60
25 Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.
Características que deberían estar en todo creyente, que ahora no espera la salvación sino que vive siendo salvo.
También pudimos observar que Simeón. hizo una oración corta a Dios, una oración de alabanza, que nos ayuda a entender cómo nosotros debemos orar a Dios:
1. Simeón Bendijo a Dios. (V. 28-29)
2. Mostró gratitud por su Salvación.(V. 29-30).
Ahora vamos a enfocarnos en otra persona , que al igual que Simeón Elevó una oración corta de gratitud a Dios por la llegada del Mesías.
Hablamos de Ana la profetiza. Lucas 2:36-38
Lucas 2:36–38 RVR60
36 Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, 37 y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones. 38 Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.
Hermanos, en el tiempo providencial de Dios, en la misma hora en que Simeón pronunciaba su oración de gratitud, su cántico de alabanza, Ana se presentó al pequeño grupo.
Lucas, no nos ofrece detalles de la reunión o de lo que transcurrió entre el momento en que la mujer llegó y cuando comenzó a dar gracias.
Es muy seguro que Simeón, a quien ella probablemente conocía, junto con José y María, debieron haberle dicho quién era el Niño.
Ahora hay detalles que debemos considerar antes de ver la oración de gratitud de Ana, son detalles acerca de Ana, que Lucas nos ofrece.

I. ¿QUIÉN ES ANA?

Era profetiza,
La mejor manera de entender el termino Profetiza para Ana, no es que era alguien que recibía revelaciones especiales, sino que era una mujer que proclamaba la palabra de Dios. Era una maestra del Antiguo Testamento.
Considerando que en el antiguo testamento sólo se mencionan a tres mujeres que profetizaron:
María la hermana de Moisés (Éxodo 15:20)
Débora (Jueces 4.4)
Hulda(2 Reyes 22.14, 2 Crónicas 34.22).
Nehemías menciona a Noadías, pero la cuenta entre los falsos profetas. Isaías, se refiere a su esposa como profeta(Isaías 8:3), pero no hay evidencia de que ejerciera el ministerio, es probable que sea llamada así porque dio a lus un hijo con nombre profético.
Es importante esos detalles para aclarar cuál era el papel de Ana, en este relato.
Lo segundo que se dice de Ana es que...
2. Ana es hija de Fanuel, de la Tribu de Aser.
Aser era una de las diez tribus que formaban el reino del norte ,siguió siendo llamado Reino de Israel y que fueron llevadas cautivas a Asiria en el 722 a.C
Esta tribu, pertenecía a las tribus que se les llamó tribus se perdieron, sino que antes de la caída del reino del norte, se humillaron y vinieron a Jerusalen, de tal manera que sus descendientes estaban entre los que fueron llevados cautivos a Babilonia y regresaron luego a Israel después del exilio.
3. Era una viuda de edad avanzada.
el texto afirma explícitamente que Ana era de edad muy avanzada. Lucas explica que la mujer había vivido con su marido siete años desde su virginidad, y [que] era viuda hacía ochenta y cuatro años.
Era una mujer posiblemente de más de cien años.
4. No se apartaba del Templo y servía día y noche.
La frase, no se apartaba del Templo, sugiere que vivía en el complejo del templo, quizás en uno de los apartamentos en el patio exterior ocupados normalmente por los sacerdotes que realizaban su servicio anual de dos semanas.
Además no estaba ociosa, sino que pasaba su tiempo en el templo sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones.
Interesante , el punto que casi siempre en la Biblia, la oración se asocia a menudo con el ayuno.
El ayuno es la negación personal acompañada por oración apasionada.
Ana estaba singular y totalmente dedicada al servicio y a la adoración a Dios; una mujer tan devota y piadosa era un testigo adecuado para Jesús.
Ahora, ya vimos quien es Ana y lo que hacía, veamos ahora la oración de gratitud que ella eleva a Dios, al Conocer a Jesús.

II. Oración de gratitud.

Lucas 2:38 RVR60
38 Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.
El texto dice que presentándose en la misma hora, y eso implicaría que en el mismo momento, en la misma hora en que Simeón pronunciaba su himno profético de alabanza, Ana se presentó y cuando llegó, comenzó a dar gracias.
Daba gracias a Dios por el niño Jesús.
Ahora una buena pregunta sería, ¿Porqué mostraba tanta gratitud?.
Recuerde, ella enseñaba el Antiguo Testamento en el Templo, quizás, algo que hacía entre mujeres o niños, por el contexto en el que desatolló su ministerio Jesús.
Pero también recuerde que ella servia ahí noche y día con ayuno y oración, es posible que todos los largos años de petición apasionada a Dios dieron paso a un estallido de gozosa alabanza.
Recuerde otra cosa, Israel, estaba viviendo bajo la opresión Romana, y ella descendía de los cautivos, en el pasado, es muy seguro, que ella esperaba el libertador, oraba y ayunaba esperando la liberación de Israel, otra causa, de su gozo y agradecimiento.
Este es el último cántico de alabanza que se registra en el evangelio de Lucas por el nacimiento de Jesús.
El canto de Alabanza de Ana, culmina los otros momentos, de alabanza junto con los de Elisabet (1:41–45), María (1:46–55), Zacarías (1:67–79), los ángeles (2:13–14) y Simeón.
Finalmente Lucas nos muestra que Ana, no sólo dio gracias a Dios por el nacimiento de Jesús a quien esperaba, y por quien oraba, y a quien estaba conociendo, sino que:

III. ANA HABLABA A TODOS LOS QUE ESPERABAN LA REDENCIÓN ACERCA DEL NIÑO.

Hermanos, este es un dato importante, Ana desde el lugar interior del templo ella hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.
Es decir, Hablaba, a todos los que anticipaban que el Señor visitaría a su pueblo con salvación, quienes creían que las promesas dadas a través de los profetas se cumplirían, y que esperaban las bendiciones del pacto panorámico, del davídico y del nuevo pacto.
Interesante, no, me recuerda también a la mujer Samaritana, que una vez que conoció a Jesús, salió a llamar a todos para que les conocieran.
Juan 4:28–29 RVR60
28 Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: 29 Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?
Juan 4:39 RVR60
39 Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho.
Increíble, no, esa debe ser la actitud de todos los que hemos recibido la salvación en Cristo.
Enseñar, y decir a los demás.
Ana, esperaba la venida del Señor, nosotros hoy esperamos la venida del Señor por su iglesia, y luego su venida corporal a la tierra a establecer su reino milenial, y después su reino eterno.
¿Estamos nosotros diciéndole a la gente, que Cristo viene pronto?

Conclusión: ¿Cómo oramos?

¿Estamos orando con gratitud a Dios, por haber enviado a Jesús a esta tierra?
¿Nuestra gratitud nos mueve a decirle a la gente que Cristo viene pronto por su iglesia ?
Vamos a orar.
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