El peligro de los afanes

Lucas 2:7–20 (RVR60)

7Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

8Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. 9Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. 10Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 11que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. 12Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. 13Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:

14 ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!

15Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. 16Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. 17Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. 18Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. 19Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. 20Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.

Introducción

En los días que Jesús nació, el gobierno romano había decretado que todos debían empadronarse,(registro civil con el propósito de imponer impuestos)

José y María vivían en Nazaret de Galilea pero debían retornar a Belén de Judea, su lugar de nacimiento para hacerlo.

Recorrieron aproximadamente 140 kilómetros en unos 6 días de camino.

Cuando llegaron a Belén había mucho movimiento, muchas personas habían llegado y las casas estaban llenas de familiares que visitaban, había mucho bullicio y afan.

Estaba a punto de suceder un evento trascendental en la historia anunciado por los profetas: “Miqueas 5:2 Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.”

pero la gente no pudo darse cuenta por estar distraída.

Aun Dios había puesto una estrella brillante en el cielo que anunciaba la venida de Cristo El Salvador.

Los mesoneros

María comenzó su labor de parto cuando llegaron a Belén, pero debido a la actividad del censo, no había lugar en los mesones.

Aunque Dios lo permitió así porque en los mesones no había privacidad y había contaminación de suciedad como también moral.

Y aunque había en José y María una unción especial, pues llevaba en su vientre al Mesías salvador, debido al afán de la gente de Belén, no podían percibirlo, como Juan el bautista estando a punto de nacer: “Lucas 1:41 Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo.”

Emocionados por los placeres terrenales, no se daban cuenta que podían ser testigos del acontecimiento más importante de toda historia de la humanidad.

En estas fechas el mundo esta inmerso en afanes, preocupados por la comida, las luces, el árbol, atender a la familia y se olvidan de darle gloria a Dios por enviar a su amado Hijo al mundo.

Cuando estamos inmersos en nuestros afanes, nos perderemos grandes y ricas bendiciones que Dios tiene para nosotros.

Mateo 13:22 El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.

Aun el dolor y la tristeza nos ciegan los ojos para ver y recibir las grandes bendiciones que Dios quere darnos.

Los pastores

Los pastores eran personas poco valoradas, En 1 Samuel 16, cuando el profeta invita a Isaía a juntar a sus hijos, despreció al pequeño David por ser pastor de ovejas.

Estos pastores estaban alejados de todo el bullicio y el afán, cuidando sus ovejas a la luz de la estrella brillante. Quizá como David, adoraban a Dios con sus instrumentos.

Había un ambiente de paz y esperanza en el aire, que ellos podían percibir porque estaba en quietud, receptivos al acontecimiento espiritual.

Esta sencillez de corazón, les dió el privilegio de ser testigos de una manifestación sobrenatural, el anuncio de los angeles del nacimiento de Cristo: "10 No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.”

Esta revelación no fue dada a los sacerdotes, a los doctores de la ley, tampoco a la gente importante,

sino a humildes pastores, pero sensibles a la presencia de Dios, a personas que esperaban la gracia y el favor de Dios.

Es necesario mantener esa sensibilidad espiritual en medio del afán y las preocupaciones.

No deje de tener tiempo de calidad con Dios, esa sensibilidad espiritual le permitirá percibir y ser testigo de cosas sobrenaturales que suceden a su alrededor, y que el Padre tiene preparadas para usted.

Pregoneros

Los pastores creyeron al mensaje de los ángeles, consideraron más importante ser testigos del acontecimiento más importante de la historia, aunque tenían la responsabildad de cuidar el rebaño, lo dejaron solo para ir conocer al Mesías Salvador. “Lucas 2:17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño.”

Los pastores no cayaron, anunciaron a todos los que veian lo que les fue revelado, quizá algunos les creyeron y los acompañaron a ver al niño, pero otros prefirieron seguir dándole más importancia a sus afanes.

Luego de darle la gloria Cristo, volvieron a ocuparse de su rebaño, pero no regresaron igual.

Lucas 2:20 Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.

Conclusión

La gente de Belén estaban distraidos cuando fue la primera venida de Jesús, ¿Lo estaremos nosotros en su segunda venida?

Marcos 13:32–33 Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre. Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo.

No sabemos como permanecer velando, necesitamos la ayuda de Dios, la instrucción de su Palabra.

Si estas dispuesto a dejar por un momento los afanes para buscar a Dios, podrás ser testigo de su gloria.

Qué ejemplo tomaremos, de los afanados habitantes de Belén, o el de los humildes pastores atentos y sensibles a la voz del Señor?

Vivimos los últimos tiempos, y El Señor está manifestando su gloria y poder, pero no lo percibiremos, si no somos sensibles a Él.

Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. 41Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada. 42Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Mateo 24:40–42 (RVR60)