La Simiente Salvadora

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Recorrido de la Simiente Salvadora

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En el Comienzo

En la caída:
Al proporcionar consecuencia de su pecado, Dios hace ambas una declaración de guerra y una promesa, Gén. 3:15. Habrá guerra entre la simiente de la mujer y la simiente del diablo.
Genesis 3:15 RVR60
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
En la primera muerte:
Satanás tira el primer golpe cuando Caín mata a Abel, Gén. 4:8.
Genesis 4:8 RVR60
Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.
Cain es referido como un ejemplo de la simiente de la serpiente al asesinar a su hermano Abel, 1 Jn. 3:10-12.
1 John 3:10–12 RVR60
En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros. No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.
Pero Eva dio luz a otro hijo, Set, Gén. 4:25-26.
Genesis 4:25–26 RVR60
Y conoció de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set: Porque Dios (dijo ella) me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín. Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová.

En la Catástrofe:

En la primera genealogía:
Gen. 5:1.
Genesis 5:1 RVR60
Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo.
Dios conecta la simiente de la promesa a la familia de Noé, Gén. 5:29-30.
Genesis 5:29–30 RVR60
y llamó su nombre Noé, diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo. Y vivió Lamec, después que engendró a Noé, quinientos noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas.
En el diluvio:
Se desata maldad prevalente sobre la tierra, Gén. 6:5.
Genesis 6:5 RVR60
Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
Dios lo juzga con el diluvio, pero halla a Noé justo ante Él, y preserva su descendencia, Gén. 6:7-9.
Genesis 6:7–9 RVR60
Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová. Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé.
El arca llega a ser un tipo (una imágen simbólica) del rescate de Dios en el Salvador Jesucristo.
Uno de los hijos de Noé fue Sem, y su descendencia se describe después de la torre de Babel, dónde parece que la simiente fue esparcido y desparecido, Gén. 11:10.
Genesis 11:10 RVR60
Estas son las generaciones de Sem: Sem, de edad de cien años, engendró a Arfaxad, dos años después del diluvio.
Uno de su descendencia es el patriarcha del pueblo de Israel, Abrám, Gén. 11:27.
Genesis 11:27 RVR60
Estas son las generaciones de Taré: Taré engendró a Abram, a Nacor y a Harán; y Harán engendró a Lot.

En el Conflicto

En el pueblo de Dios:
Dios promete a Abram que lo bendeciría, y haría de él una nación grande, sin número, Gén. 12:1-3, y que a través de él, toda la tierra sería bendecida.
Genesis 12:1–3 RVR60
Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
Su descendencia no fue por fuerza y razonamiento humano, sino por la obra de Dios por medio de una mujer ya pasada de años, cuando la simiente era imposible por fuerza humana, Gén. 17:17-19, 21.
Genesis 17:17–19 RVR60
Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rió, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir? Y dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti. Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él.
Genesis 17:21 RVR60
Mas yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz por este tiempo el año que viene.
Por medio de su hijo Isaac es la simiente de la promesa, Gén. 22:18; Gál. 3:16.
Genesis 22:18 RVR60
En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.
Galatians 3:16 RVR60
Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.
En el conflicto entre dos hermanos:
Esau era el mayor pero la simiente vino por el menor, Gén. 25:23.
Genesis 25:23 RVR60
y le respondió Jehová: Dos naciones hay en tu seno, Y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas; El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, Y el mayor servirá al menor.
Dios extiende su pacto a Jacob como lo hizo con Abram e Isaac, Gén. 28:13-14, identificando otra vez la simiente prometida.
Genesis 28:13–14 RVR60
Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente.
En el conflicto entre las dos mujeres:
Jacob tomó mujer a Lea por el engaño de su suegro Laban, y no la amaba, sino que amaba a la otra, Raquel.
La simiente no vino de la amada Raquel, sino de la que no era amada, Lea, Gén. 29:35.
Genesis 29:35 RVR60
Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré a Jehová; por esto llamó su nombre Judá; y dejó de dar a luz.

En el Cautiverio

En la esclavitud de Egipto:
El faraón mandó matar a todo varón hebreo nacido, de seguro eliminando la posibilidad de la simiente prometida, pero Dios usó a las parteras para salvarlos y el pueblo de Israel se multiplicó, Ex. 1:15-22.
Exodus 1:15–22 RVR60
Y habló el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fúa, y les dijo: Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo, matadlo; y si es hija, entonces viva. Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños. Y el rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo: ¿Por qué habéis hecho esto, que habéis preservado la vida a los niños? Y las parteras respondieron a Faraón: Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias; pues son robustas, y dan a luz antes que la partera venga a ellas. Y Dios hizo bien a las parteras; y el pueblo se multiplicó y se fortaleció en gran manera. Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias. Entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echad al río a todo hijo que nazca, y a toda hija preservad la vida.
Satanás intentó esclavizar al pueblo de Israel, pero Dios los rescató, otra vez dando una imágen simbólica del rescate de la esclavitud del pecado.
Según genealogía dada en Núm. 1:26-27, salieron 74 mil de la tribu de Judá, que llevaba la simiente prometida.
Numbers 1:26–27 RVR60
De los hijos de Judá, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra; los contados de la tribu de Judá fueron setenta y cuatro mil seiscientos.
En la Conquista:
Dios siguió preservando la simiente prometida a través de los conflictos de Israel con las otras naciones. Los registros genealógicos de 1 y 2 Crónicas demuestran esto (1 Cr. 4:21-23; 9:3-9; 12:24; 2 Crón. 13:18).
1 Chronicles 4:21–23 RVR60
Los hijos de Sela hijo de Judá: Er padre de Leca, y Laada padre de Maresa, y las familias de los que trabajan lino en Bet-asbea; y Joacim, y los varones de Cozeba, Joás, y Saraf, los cuales dominaron en Moab y volvieron a Lehem, según registros antiguos. Estos eran alfareros, y moraban en medio de plantíos y cercados; moraban allá con el rey, ocupados en su servicio.
1 Chronicles 9:3–9 RVR60
Habitaron en Jerusalén, de los hijos de Judá, de los hijos de Benjamín, de los hijos de Efraín y Manasés: Utai hijo de Amiud, hijo de Omri, hijo de Imri, hijo de Bani, de los hijos de Fares hijo de Judá. Y de los silonitas, Asaías el primogénito, y sus hijos. De los hijos de Zera, Jeuel y sus hermanos, seiscientos noventa. Y de los hijos de Benjamín: Salú hijo de Mesulam, hijo de Hodavías, hijo de Asenúa, Ibneías hijo de Jeroham, Ela hijo de Uzi, hijo de Micri, y Mesulam hijo de Sefatías, hijo de Reuel, hijo de Ibnías. Y sus hermanos por sus linajes fueron novecientos cincuenta y seis. Todos estos hombres fueron jefes de familia en sus casas paternas.
1 Chronicles 12:24 RVR60
De los hijos de Judá que traían escudo y lanza, seis mil ochocientos, listos para la guerra.
2 Chronicles 13:18 RVR60
Así fueron humillados los hijos de Israel en aquel tiempo, y los hijos de Judá prevalecieron, porque se apoyaban en Jehová el Dios de sus padres.
A través del libro de Josué y Jueces se observa que naciones que buscaban aniquilar a Israel fueron aniquilados. Reyes que intentaron conquistar al pueblo de Dios fueron conquistados por Dios.
En el Cautiverio:
Siglos después de su esclavitud en Egipto, por la misma desobediencia de Israel, fueron llevados al cautiverio en babilonia.
Otra vez, la genealogía traza el movimiento de la simiente prometida a Babilonia, 1 Cron. 9:1.
1 Chronicles 9:1 RVR60
Contado todo Israel por sus genealogías, fueron escritos en el libro de los reyes de Israel. Y los de Judá fueron transportados a Babilonia por su rebelión.
Al parecer, la nación de Israel estaría desvanecido en su cautiverio. Al parecer Dios se había olvidado de Su promesa y los había abandonado.
Pero Dios los prosperó y preservó por medio de su obra en Daniel, Ester, y otros.
Al pasar 70 años de su cautiverio, el pueblo de Israel fue liberado a regresar a su tierra prometida.
En los libros de Esdras y Nehemías, se registran los nombres de aquellos quienes volvieron a la tierra prometida, mostrando otra vez la preservación de la simiente prometida, Esd. 3:9; Neh. 11:4.
Ezra 3:9 RVR60
Jesúa también, sus hijos y sus hermanos, Cadmiel y sus hijos, hijos de Judá, como un solo hombre asistían para activar a los que hacían la obra en la casa de Dios, junto con los hijos de Henadad, sus hijos y sus hermanos, levitas.
Nehemiah 11:4 RVR60
En Jerusalén, pues, habitaron algunos de los hijos de Judá y de los hijos de Benjamín. De los hijos de Judá: Ataías hijo de Uzías, hijo de Zacarías, hijo de Amarías, hijo de Sefatías, hijo de Mahalaleel, de los hijos de Fares,

En el Calvario

En el evangelio de Mateo:
La linea de descendencia trazada por medio de Judá, de ambos José y María, para satisfacer la ley, tuvo descendencia por José, y para satisfacer la linea humana, por María, Mat. 1:1-16; Luc. 3:23-38.
Matthew 1:1–16 RVR60
Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham. Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, y Jacob a Judá y a sus hermanos. Judá engendró de Tamar a Fares y a Zara, Fares a Esrom, y Esrom a Aram. Aram engendró a Aminadab, Aminadab a Naasón, y Naasón a Salmón. Salmón engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, y Obed a Isaí. Isaí engendró al rey David, y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías. Salomón engendró a Roboam, Roboam a Abías, y Abías a Asa. Asa engendró a Josafat, Josafat a Joram, y Joram a Uzías. Uzías engendró a Jotam, Jotam a Acaz, y Acaz a Ezequías. Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amón, y Amón a Josías. Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, en el tiempo de la deportación a Babilonia. Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, y Salatiel a Zorobabel. Zorobabel engendró a Abiud, Abiud a Eliaquim, y Eliaquim a Azor. Azor engendró a Sadoc, Sadoc a Aquim, y Aquim a Eliud. Eliud engendró a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob; y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.
Luke 3:23–38 RVR60
Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años, hijo, según se creía, de José, hijo de Elí, hijo de Matat, hijo de Leví, hijo de Melqui, hijo de Jana, hijo de José, hijo de Matatías, hijo de Amós, hijo de Nahum, hijo de Esli, hijo de Nagai, hijo de Maat, hijo de Matatías, hijo de Semei, hijo de José, hijo de Judá, hijo de Joana, hijo de Resa, hijo de Zorobabel, hijo de Salatiel, hijo de Neri, hijo de Melqui, hijo de Adi, hijo de Cosam, hijo de Elmodam, hijo de Er, hijo de Josué, hijo de Eliezer, hijo de Jorim, hijo de Matat, hijo de Leví, hijo de Simeón, hijo de Judá, hijo de José, hijo de Jonán, hijo de Eliaquim, hijo de Melea, hijo de Mainán, hijo de Matata, hijo de Natán, hijo de David, hijo de Isaí, hijo de Obed, hijo de Booz, hijo de Salmón, hijo de Naasón, hijo de Aminadab, hijo de Aram, hijo de Esrom, hijo de Fares, hijo de Judá, hijo de Jacob, hijo de Isaac, hijo de Abraham, hijo de Taré, hijo de Nacor, hijo de Serug, hijo de Ragau, hijo de Peleg, hijo de Heber, hijo de Sala, hijo de Cainán, hijo de Arfaxad, hijo de Sem, hijo de Noé, hijo de Lamec, hijo de Matusalén, hijo de Enoc, hijo de Jared, hijo de Mahalaleel, hijo de Cainán, hijo de Enós, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios.
Cómo con el faraón de Egipto, Satanás intentó eliminar la simiente prometida al mandar matar a los niños menores de dos años en Belén, Mat. 2:16-18, cumpliendo la profecía. Dios había advertido a José en un sueño previamente y le mandó que huyera a Egipto, Mat. 2:13.
Matthew 2:16–18 RVR60
Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos. Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Voz fue oída en Ramá, Grande lamentación, lloro y gemido; Raquel que llora a sus hijos, Y no quiso ser consolada, porque perecieron.
Matthew 2:13 RVR60
Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.
En el Calvario:
Ya acercando el final de su ministerios terrenal, el Hijo de Dios, Dios encarnado, Jn. 1:14, el Mesías prometido Jesucristo, fue rechazado y crucificado por el mismo pueblo judío.
John 1:14 RVR60
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Al parecer, el diablo ganó la guerra, sin embargo sólo fue la simiente de la serpiente heriendo su calcañar (Gén. 3:15).
Genesis 3:15 RVR60
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
Al tercer día, Cristo resucitó, dando la herida fatal a la cabeza de la serpiente, 1 Cor. 15:17, 20, 54-55, 57.
1 Corinthians 15:17 RVR60
y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados.
1 Corinthians 15:20 RVR60
Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
1 Corinthians 15:54–55 RVR60
Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?
1 Corinthians 15:57 RVR60
Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
La serpiente antigua, el diablo, será arrojado al lago de fuego, Ap. 20:2-3, 10.
Revelation 20:2–3 RVR60
Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.
Revelation 20:10 RVR60
Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
La fe en Su obra en la cruz y resurrección puede también darte la victoria sobre el pecado, 1 Jn. 4:4; 5:4-5.
1 John 4:4 RVR60
Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.
1 John 5:4–5 RVR60
Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
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