La Piedad
La piedad es parte del crecimiento que se debe ver manifestado en nuestras vidas, aunque evoca religiosidad, cuando esta tiene sus fundamentos bien puestos en la fe, virtud, conocimiento, dominio propio y paciencia.
Creciendo a la Estatura de Jesucristo
En el Nuevo Testamento el término «piedad» es equivalente del griego eusebeı́a y otros relacionados, que significan «religiosidad», entendida esta como reverencia o temor ante lo divino y respeto por las ordenanzas religiosas.
25Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.
Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 12enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, 13aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo
7Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad; 8porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.
4Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan éstos primero a ser piadosos para con su propia familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios.
12Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución
Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir
3Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia