¿Qué espera el Señor de nosotros?
Notes
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El arrepentimiento en nuestra vida tiene como evidencia frutos y una continua transformación.
El arrepentimiento en nuestra vida tiene como evidencia frutos y una continua transformación.
6 Entonces les contó esta parábola: «Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo, pero cuando fue a buscar fruto en ella, no encontró nada. 7 Así que le dijo al viñador: “Mira, ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no he encontrado nada. ¡Córtala! ¿Para qué ha de ocupar terreno?” 8 “Señor—le contestó el viñador—, déjela todavía por un año más, para que yo pueda cavar a su alrededor y echarle abono. 9 Así tal vez en adelante dé fruto; si no, córtela.” »
El capitulo 13 del evangelio de Lucas nos presenta una de las enseñanzas más importantes
Traen a la atención de Jesús el recuento de una lamentable situación .
De cómo unos galileos habían sido muertos, masacrados mientras ofrecían sus sacrificios.
En aquel tiempo era costumbre pensar que cuando sucedían calamidades como estas, era por causa de un pecado particular o excepcional que merecía el castigo de Dios.
Jesús aprovecha la oportunidad para enseñarles que no así. No eran más pecadores que los demás Ni tampoco los dieciocho que murieron porque fueron aplastados por la torre de Siloé .
Todos eran igual de pecadores. Todos tienen la misma necesidad de arrepentimiento. Porque en cualquier momento la muerte puede sorprender al ser humano.
Arrepentimiento al que se hace referencia es aquel que nos lleva; es el
A un conocimiento de lo errados que estamos en todos los aspectos de nuestra vida.
A renunciar a tener control de nuestras vidas porque tenemos conocimiento que de la manera que hemos sido concebidos y enseñados estamos equivocados
La manera en que hemos conocido cómo vivir, cómo relacionarnos, el sexo, el éxito, todo fue afectado por el pecado y necesitamos darnos cuenta.
Jesucristo vino a este mundo a traernos el acceso a Dios, acceso a la vida eterna, a darnos acceso a una vida transformada, a una vida fructífera en él 'Esta solo esta disponible cuando experimentamos el verdadero arrepentimiento
El arrepentimiento genuino es aquél que es eficaz para salvar; es un cambio de mente que nos lleva a renunciar a todo lo que nos han enseñado estando consientes que está lejos de lo que Dios diseño para mí.
El arrepentimiento Nos lleva a una fe firme. No es lanzarnos al vacÍo. Sino a una Fé que está cimentada en la respuesta lógica en nuestro corazón.
Esta repuesta Nos dice que si Dios envío a su único Hijo para salvar al mundo Jn.3.16 y reconciliar con el todas las cosas (Col.1.20)
Solo Dios es digno de nuestra plena confianza.Entonces debemos dejarle el control de nuestras vidas.
Con el propósito de aclarar a los presentes este tema tan importe del arrepentimiento Jesús les cuenta una parábola.
Lc.13.6 “6 Entonces les contó esta parábola: «Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo, pero cuando fue a buscar fruto en ella, no encontró nada.”
Una higuera (ficus carica ) es un árbol de es un árbol de abundante follaje. Son alrededor de 1200 especies y producen frutos la mayor parte del año. Producen frutos con muy poco cuidado y mantenimiento.
Nace y produce en la mayoría de los terrenos.
son parte del sustento, ricos en fibra, vitaminas y minerales. No solo para los humanos también para la vida silvestre.
su fruto también posee características medicinales.
Lc.13.7 “7 Así que le dijo al viñador: “Mira, ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no he encontrado nada. ¡Córtala! ¿Para qué ha de ocupar terreno?”
Imagine la frustración y la decepción de aquel dueño
Tres años esperando los beneficios del árbol y No había obtenido nada
El dueño le dice al viñador , llevo tres años esperando frutos
está sembrado en mi viña un lugar apto para poder dar frutos pero aún así no da frutos
Córtala, ¿para que desperdiciamos el terreno?
Era de esperarse que si el dueño estaba supliendo lo necesario para que diera fruto, agua, cuidado, luz, abono, limpieza que diera fruto.
Tres años era un tiempo más que razonable para que diera fruto.
Como dueño del viñedo tenía el derecho a venir tomar frutos cuando él quisiera.
Lc.13.8-9 “8 “Señor—le contestó el viñador—, déjela todavía por un año más, para que yo pueda cavar a su alrededor y echarle abono. 9 Así tal vez en adelante dé fruto; si no, córtela.” »”
el viñador le dice a su Señor , vamos a darle un año más
Yo voy a seguir cuidándole, acondicionando el terreno y abonándola
Tal vez en esta ocasión dará fruto, si no da córtela.
La higuera representaba el pueblo de Israel; un un pueblo que había sido sembrado cultivado por Dios. Y él, como dueño del viñero tenia el derecho a procurar los frutos cuando el deseara.
De igual manera la Iglesia nosotros) somos la higuera que tenemos que dar frutos dignos de arrepentimiento todo el tiempo. Fuimos comprados por la sangre Cristo. El nuestro dueño quien nos redimió
¿Cuánto más tendrá que esperar el SEÑOR DE LA VIÑA para tener nuestros frutos que él quiere producir en nosotros?
El Espíritu Santo continuamente nos cultiva, nos abona pero tenemos que rendirnos a el en plena confianza. Para que los frutos dignos de arrepentimiento estén presentes en nuestra vida.
No, se trata de lo frondoso que podamos parecer sino de cuanta transformación de nuestra vida es evidenciada por los frutos.
El Señor nos ha concedido un año en su amor
El Señor nos concede un año nuevo de gracia,
El Señor No sigue manifestando su paciencia para con nosotros
El es digno de toda nuestra confianza.
Solo el se entrego por nosotros en una cruz y resucito al tercer día.
Ya es hora que nos demos cuenta que nuestros planes, métodos y estrategias no nos llevaran a llevar una vida fructífera.
Esto Solo es posible cuando hay un verdadero arrepentimiento en nuestro corazón Y COMPRENDEMOS QUE HEMOS SIDO ENGAÑADO POR UN MUNDO CAÍDO , POR NUESTRA NATURALEZA ROTA.
Y NOS DEPOSITAMOS EN SUS BRAZOS DE AMOR. EN PLENA CONFIANZA
Sal.37.3-4 “3 Confía en el Señor y haz el bien; establécete en la tierra y manténte fiel. 4 Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.”
Rom.8.5-6 “5 Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu. 6 La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz.”
Rom. 8.14 “14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.”