LA PROMESA DEL PODER DE DIOS PARA LA IGLESIA

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BOSQUEJO HOMILETICO

I. INTRODUCCION

Históricamente el ser humano se ha visto atraído por poseer fuerza y poder. Grandes guerras y luchas han tenido lugar por ganar poder, Naciones queriendo dominar a otras naciones.
Dentro de los hombres más poderosos del mundo estan los que han forzajo grandes y majestuosos imperios, como el caso de Julio Cesar y el imperio romano, Alejandro Magno y el imperio Griego. Hoy día tenemos a otros muy poderosos e influyentes como Jeff Bezzos y Amazón, Bill Gates y Microsoft, entre otros. Si pensamos en la historia de nuestro pais nos llegan a la mente personajes como el dictador Rafael Trujillo Molina y el dr Joaquin Balaguer como personas que tuvieron en sus manos mucho poder estos ultimos en nuestro pais.
Pero lo cierto es que estas personas aún con todo el poder que pasó por sus manos, no pudieron cumplir todo lo que prometerieron. Y es que aun fueron personas y son los que estan vivios de los que mencioné, con un poder limitado y hay cosas que no pueden hacer. Solo Dios tiene poder ilimitado y lo increible es que nos dice que ese poder lo promete para cada uno de sus siervos, para su iglesia.
Quiero Esta mañana precisamente hablarles acerca de la promesa del poder de Dios para la iglesia y lo haremos viendo 4 puntos principales:
La promesa presentada
La promesa mal entendida
La promesa Explicada
La promesa aplicada
Leamos la Palabra de Dios en hechos 1:1-8

II. LA PROMESA PRESENTADA

El contexto de la promesa

El Señor Jesús luego de pasar 40 días enseñando a sus discípulos, luego de su resurrección procede a entregar una promesa a sus apóstoles. Es importante notar que esta promesa es al mismo grupo que el Señor había estado enseñando, la promesa es presentada a los Apóstoles que él había escogido.
El Señor mandó a sus apóstoles que no salieran de Jerusalén, que no se movieran de lugar y que esperaran lo prometido. Es importante notar como señala Hechos 1:3 a A quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios. Hch 1:3., que el Señor resucitado había estado presentando muchas pruebas convincentes es decir que respondían a toda duda sobre su obra y lo verdadero de esta. Este es el contexto en el que el Señor presenta esta maravillosa promesa a sus apóstoles.
En este anuncio el Señor les dice a sus apóstoles que ellos habían escuchado la promesa de parte de ÉL. Hechos 1:4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.
El Salvador había dicho Juan 14:26 “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”
Juan 15:26 “Pero cuando venga el Consolador", a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.”
Es importante notar que habían pasado en este momento aproximadamente 45 días luego de que el Señor había sido crucificado injustamente por las autoridades Romanas y Judías, y este hecho había tenido lugar en Jerusalén. El Señor ahora manda a sus discípulos a que esperen la promesa en el mismo lugar donde habían dado vil muerte a su maestro.
Esto nos debe enseñar que muchas veces las promesas del Señor nos son dadas en lugares y momentos que no esperamos, que no son contrarias a la lógica, pero debemos hacer lo que el Señor le dijo a sus apóstoles. Deben esperar la promesa del Padre. Esperar aquí es aguardar la manifestación de Dios, de que el haga lo que ha dicho que haría.
Esperar es entregarnos a la Palabra de Dios. Esta promesa de parte del Señor fue la semilla que formaría la iglesia del Nuevo Testamento. Dios prometió. El mismo que prometió un salvador, el mismo que prometió un cordero perfecto y sin mancha, el mismo que prometió a Emmanuel, el Dios con nosotros, da ahora a sus discípulos la promesa de que el subirá al cielo pero les enviará a otro ayudador.
Ellos únicamente debían esperar. Quisiera preguntar a esta iglesia, ¿cuáles son las promesas que nos ha hecho el Señor? ¿Cuáles cosas Él ha prometido como iglesia? ¿A ti de manera personal, cuáles cosas según las Escrituras el Señor te ha prometido? Recuerda el Señor dio a sus apóstoles una promesa con un mandato, una sola exigencia, esperar.

III. LA PROMESA MALENTENDIDA

Si bien es cierto que los apóstoles únicamente debían esperar “pocos días” para que recibieran esta promesa. Tan bien es cierto que al leer los versículos 6-7 de este capitulo del libro de los Hechos nos encontramos con que los apóstoles no comprendieron del todo lo que les decía el Señor.
Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad Hechos 1:6-7 “Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;”
Este es el punto número II. La promesa mal entendida.
Los apóstoles comenzaron a preocuparse por cual sería exactamente la promesa que le había hecho el Señor. Y pusieron sus ojos a mirar las cosas de la tierra, al pensar que esta promesa sería relacionada con el reino de la casa de Israel. Los apóstoles estaban pensando en un reino político. Recuerden que en un momento el Señor Jesús tuvo que retirarse de entre la multitud puesto que estaban pensando hacerlo rey. Esto justo después de que Él alimentara a una multitud. Juan 6:15 “Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo.”
Pero esta no era la promesa que les había hecho el Señor, ellos malinterpretaron la promesa. El Padre les dijo esas cosas están bajo mi cuidado, bajo mi control, eso no le corresponde a ustedes. Ustedes preocúpense por lo que yo les he dicho y dejen esas cosas en mi cuidado. En otras palabras el Señor les dijo enfóquense en lo que deben estar enfocados. El les dice:
No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;
No se preocupen por lo que no les ha sido revelado, preocúpense por lo que Dios si le ha dado. Y eso nos debe hacer pensar en lo que Dios nos enseña a través de Moisés en Deuteronomio 29:29 Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre…
Mis amados hermanos, los apóstoles que estuvieron con el Señor no entendieron correctamente esta promesa maravillosa. El Señor con el amor que le caracteriza los corrige y muestra la realidad de su enseñanza.
Nosotros como creyentes, como la iglesia de Cristo y como iglesia local también en muchas ocasiones hemos fallado al entender las promesas de nuestro Dios. Es muy común que nos concentremos en las cosas que son del futuro, aquellas que no nos han sido reveladas y que pertenecen exclusivamente a Dios. El Señor nos dice claramente que no nos toca a nosotros saber los tiempos y los acontecimientos futuros, ese no debe ser nuestro enfoque hoy día, y esto simplemente por que el Señor ha dicho que eso no esta en nuestra potestad sino en la del Padre. No permitamos que como iglesia perdamos el enfoque tal como paso con los discípulos mientras esperaban una promesa que tardaría solo 10 días.
Para ilustrar lo vano que es enfocarnos en los tiempos y acontecimientos que solo Dios conoce me gustaría contarles acerca de EDWARD LORENZ era un físico que en la década de los 60 trabajaba con ordenadores, en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, elaborando programas meteorológicos. Ideó un programa con el que, una vez introducidas ciertas observaciones meteorológicas, se podía calcular, al menos en teoría, qué tiempo haría. Un día cometió un error. Queriendo introducir en el ordenador un dato numérico con 6 decimales, 0.506127, accidentalmente sólo introdujo los tres primeros, 0.506.
Era un investigador minucioso y decidió reiniciar el programa con el dato correcto en su sitio, aunque intuía que un pequeño error de esa índole, tan sólo una diezmilésima parte, posiblemente no haría variar los resultados de una manera significativa. Para su sorpresa, sin embargo, cuando el ordenador elaboró el nuevo patrón meteorológico, resultó ser completamente distinto del anterior. Lorenz no podía creer lo que veía. Como él mismo explicaría después, era como si una diminuta variación en Pekin, no mayor de lo que sería el resultado del movimiento del ala de una mariposa, originara aproximadamente una semana después un huracán de fuerza doce en Nueva York. De ahí el nombre de su descubrimiento: «El Efecto Mariposa». Ha levantado un gran interés científico en los últimos años. Entre otras cosas, explica por qué nuestros meteorólogos se equivocan tan a menudo. No es culpa suya; se debe a las mariposas de Pekin que no han sido detectadas por el satélite. Tal es la complejidad de la atmósfera terrestre, que incluso pequeñas alteraciones difíciles de observar pueden generar consecuencias meteorológicas momentáneas que vuelvan no difícil, sino teóricamente imposible, el predecir de una manera precisa el tiempo que hará a largo plazo.
Igual lo es para nosotros como creyentes. No nos toca a nosotros como iglesia conocer el futuro, ni dedicar nuestros esfuerzos a tratar de conocer más allá de lo que el Señor ha dispuesto en su sola potestad, solamente para ÉL. Solamente nos toca descansar en las promesas del Señor, que son como hemos visto en nuestras vidas, fieles y verdaderas.
Iglesia del Señor Jesús no te preocupes por lo que no conoces, no te preocupes por lo que traerá este 2022, preocuparte por aferrarte a la promesa del Señor y esperar en ÉL. No hay efecto mariposa en Dios, todo esta seguro en Él, nada absolutamente nada escapa de su mano.
Ahora bien mis hermanos, ¿cuál es esa promesa? ¿De que se trata?

IV. LA PROMESA EXPLICADA

Hechos 1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Luego de ver la promesa presentada y como la promesa fue mal entendida veamos ahora como el Señor mismo explica su promesa a los apóstoles.
El Señor enseña muy claramente que su promesa es el poder que los apóstoles necesitarían, y que ese poder no era uno que ellos iban o obtener y que lo iban a conseguir, sino que sería un poder que ellos iban a recibir. Y lo recibirían a través del Espíritu Santo de Dios, el otro consolador, quien sería su ayudador.
Los apóstoles habían pensado en un poder político y militar pero el Señor les habla de un poder que los dominaría y sería Dios, dentro de ellos. El mundo iba a pasar ahora de tener a Enmanuel, A Dios con nosotros a tener al Espíritu Santo, Dios en nosotros.
Para poder vencer el imperio del pecado y de la muerte se necesito a Hijo enviado por el Padre y guiado por el Espíritu en la tierra. Para que la iglesia pueda vencer día a día y cumplir su misión en la tierra debe andar con el poder de Dios gobernando la vida de cada uno de sus miembros, debe andar dominada por el Espíritu Santo. Dios en nosotros.
Mis amados hermanos, iglesia bautista en Hato Mayor, el apóstol Pablo nos dice que hay algo que el Señor nos ha encomendado que es poder de Dios y que lo hemos comprendido por su Espíritu Santo Romanos 1:16 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.”
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
Mis amados hermanos el Señor nos ha dado su Espíritu Que nos permite no solo tener a Dios en nosotros sino comprender su evangelio que es Poder para salvar a otros y no solo a judíos, no solo a Israel sino a toda la humanidad, incluyéndote a ti incluyéndome a mi.
Gloria a Dios por su promesa maravillosa que ha permitido que estemos aquí, y que exista su iglesia en todo el mundo y esta iglesia local, que haya sido levantada hace casi ya setenta años y es ese mismo poder de Dios que la ha sostenido.
Para comprender mejor como funciona el poder que Dios nos ha dado, sería bueno que nos imaginemos al presidente de la república. El presidente en términos humanos tiene poder para tomar decisiones y acciones en el país. Ahora bien, este poder no está en él mismo sino en la constitución que es lo que dice lo que el puede o no puede hacer. En el caso de nosotros los creyentes tenemos el poder de Dios morando en nosotros, la fuerza, la sabiduría está en el Espíritu que mora en nosotros y ese Espíritu Santo de Dios utiliza su Palabra para hablar a nuestras vidas.
Los presidentes y funcionarios tienen consejeros y especialistas que les enseñan como aplicar y utilizar el poder que tienen. Nosotros tenemos el Espíritu Santo de Dios, que no solo nos aconseja y enseña sobre como utilizar y aplicar su Palabra sino que fue el mismo quien la escribió a través de los hombres.
Los consejeros de los reyes y presidentes se pueden equivocar en sus consejos, pero el Espíritu Santo de Dios nunca falla y su poder es perfecto. Sus consejos enseñanzas siempre nos llevaran por el camino que agrada al padre que le hará bien al prójimo y a nosotros mismos.
Y lo mejor de todo es que el poder de los reyes, presidentes y funcionarios es por un tiempo, pero ¡!oh bondad de nuestro Dios su poder en nosotros su Espíritu Santo, el evangelio de nuestro Dios es para siempre!! ¡Tenemos en el Espíritu Santo de Dios, el poder, el mensaje y el consejero! Iglesia Bautista Dominicana tenemos todo en Cristo, a través de su Espíritu Santo. Oh maravillosa promesa.
Ahora nos queda hacernos una pregunta, ¿qué debemos hacer con este poder? ¿Para qué nos ha dado Dios este poder?

V. LA PROMESA APLICADA

La respuesta a esta pregunta la encontramos al final del versículo 8
Hechos 1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Los apóstoles recibieron el poder del Espíritu Santo, para que sean los testigos del Padre. A través del ellos el Espíritu Santo habría de llevar la salvación al mundo. Los apóstoles fueron aquellos a quienes el Señor Jesús escogió para enseñarlos y prepararlos, haciéndolos sus discípulos para que realizaran esta tarea tan importante de ser los canales a través de los cuales el mundo conocería la obra de Cristo.
Era una tarea tan importante que el Señor les mando a que no se movieran hasta tanto recibieran el poder del Espíritu Santo. Ellos cumplieron la tarea y llevaron el mensaje del Evangelio. Fueron verdaderos testigos. Cuando escuchamos la palabra testigo en nuestro idioma debemos estar conscientes de que la expresión es de donde viene también la palabra mártir.
Los apóstoles del Señor fueron testigos hasta el punto de que entregaron sus vidas por la causa del evangelio. Prácticamente todos fueron muertos por predicar el evangelio de Cristo, el poder de Dios que salva y transforma.
Los apóstoles que fueron testigos del ministerio de Cristo en la tierra formaron a otros discípulos que también pregonaron el mensaje del evangelio.
Si bien es cierto en el caso de nosotros no fuimos testigos presenciales del ministerio de Cristo en la tierra, también es cierto que hemos recibido el Espíritu de Dios que nos capacita para la predicación de su Palabra. No somos testigos igual que los apóstoles, pero si tenemos el mismo Espíritu que nos ha mostrado todas las cosas.
Iglesia de Cristo, debemos ser testigos de nuestro Señor. Y si bien es cierto debemos dar un buen testimonio con nuestra vida. Lo cierto es que no se puede ser un testigo sino hablamos de aquello que se nos ha encomendado.
Se le atribuye esta frase a Francisco de Asis: Predica el evangelio en todo momento y cuando sea necesario usa palabras. Lo cierto es que debemos predicar con palabras el evangelio y siempre que nuestros actos respalden esas palabras. Puesto que esto es una parte central de ser testigos de Cristo.
Como iglesia tenemos el poder de Dios, cada uno de los que hemos creído en Cristo tenemos el Espíritu Santo viviendo en nosotros. Debemos dejarnos dirigir el trabajo de la predicación del evangelio.
Así como los apóstoles no debieron iniciar los trabajos de predicación hasta tener el Espíritu Santo, aún habiendo estado con el mismo Señor en la tierra y beber de la copa de vino que este bebió los apóstoles debieron esperar la fuerza, el poder, la dirección la guía del espíritu para poder iniciar.
De igual manera iglesia del Señor, reunida en este lugar, les animo por la Palabra de Dios a que cada trabajo, cada acción lo hagamos no siguiendo los métodos y las fuerzas del mundo sino siguiendo el poder del Espíritu Santo que hemos recibido del Padre.
De manera individual, debemos en todo momento ser testigos del evangelio de Cristo, no solo cuando se presente la oportunidad, sino debemos buscar crear las oportunidades para la predicación del mensaje del evangelio.
Situación dificil para los apostoles
Debe animarnos
Conclusión
Una evidencia de que hemos entendido la promesa de nuestro Dios y estamos siendo guiados por el espiritu Santo, andando en su poder, es que estamos testificando acerca de Cristo, es que estamos anunciando sus buenas nuevas. Les animo a que sea esta una meta de cada uno de nosotros en este nuevo año, el Señor nos ayude.
El Señor nos ayude.
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