Si Cristo está en la iglesia

Introducción: El problema de las divisiones y conflictos en la iglesia no era el problema en la iglesia de Corinto, el problema de la iglesia era el lugar que los hermanos corintios le daban a Cristo en sus corazones.

La base de nuestra vida de comunión con nuestros hermanos está en la clase relación que tenemos con Dios en Cristo y como esa relación esta moldeando nuestra vida.

Es por esta razón que el apóstol Pablo al abordar cada uno de los problemas que enfrentaba la iglesia les recordaba continuamente la persona de Jesucristo a los santos de Corinto.

1 Corintios 2:2 RVR60

2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.

He tomado tres versículos de esta carta para reafirmar esta verdad que Pablo insistió en recordar a los hermanos.

La Palabra de Dios nos recuerda tres cosas que no debemos olvidar cuando enfrentamos un conflicto en la Iglesia para no perder la unidad del cuerpo de Cristo.

Recuerden la gloria es para el Señor

1 Corintios 1:31 RVR60

31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.

Antes de avanzar, para ponernos en perspectiva ante la situación, recordar que el primer conflicto cósmico tuvo que ver con a quien le damos adoración, la tercera tentación del Diablo a Jesús tuvo que ver con a quien se le da la gloria.

Mateo 4:9 RVR60

9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.

Toda nuestra pecaminosidad tiene su origen en nuestra actitud hacia la adoración a Dios.

Romanos 1:21 RVR60

21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.

Hay problemas cuando...

Buscamos nuestra gloria pretendiendo que en nuestra sabiduría está la respuesta a los problemas.

Nuestro problema radica en creer que nosotros tenemos la razón basados en nuestra propia sabiduría y no la de Dios.

1 Corintios 1:20 RVR60

20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?

Buscamos la solución a los problemas sobre la base de nuestras habilidades y capacidades.

Esto es porque olvidamos cuales fueron las pautas de selección que Dios siguió para escogernos.

1 Corintios 1:26 RVR60

26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;

Así que Pablo llega a la conclusión de que no existe razón alguna por la cuál podamos jactarnos de algo que seamos o tengamos delante de Dios, al contrario en todo debemos darle la gloria a Dios quien ha hecho toda la obra de salvación en nosotros.

¿Estamos dando lugar en la iglesia a que una persona o cosa este recibiendo la gloria que solo le pertenece a Dios?

¿Estamos dando lugar en nuestra vida a que una persona o cosa este recibiendo la gloria que solo le pertenece a Dios?

Recuerde que ese puede haber sido el comienzo del conflicto que usted y sus hermanos estén experimentando.

Recuerden tener la mente de Cristo

1 Corintios 2:16 RVR60

16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.

¿Que cosas revelan que tenemos la mente de Cristo?

Una fe fundada no en sabiduría de hombre sino en el poder de Dios.

1 Corintios 2:5 RVR60

5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Sin dependencia absoluta de Dios no se pueden desarrollar relaciones de confianza.

Una madurez fundada en la sabiduría de Dios que es revelada por el evangelio.

1 Corintios 2:6 RVR60

6 Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen.

No puede haber entendimiento en una iglesia donde no hay crecimiento en la Palabra de Dios.

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Un discernimiento espiritual logrado a partir de una vida en El Espíritu.

1 Corintios 2:14 RVR60

14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

Tomemos en cuenta que solo Dios puede conocer a fondo la raíz de nuestros conflictos y solo Dios puede entonces tener la solución para ellos.

Por tanto mientras mas nos acercamos a vivir conforme a la verdad que nosotros tenemos la mente de Cristo mas nos acercamos a la salida de nuestras desavenencias.

Necesitamos cristianos cuya mente descansa confiada en el poder de Dios, tiene la madurez para actuar conforme al mandamiento del evangelio y discierne las las diferentes situaciones guiado por el Espíritu de Cristo

Recuerden somos de Cristo.

1 Corintios 3:23 RVR60

23 y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.

Estaba a la vista, Pablo y sus colaboradores notaron que sus hermanos en Corinto tenían un problema de apropiación ilícita de bienes a causa de su inmadurez, que expresaban en sus riñas y contiendas.

Incorrectamente creían que Pablo, Apolos o Pedro tenían algún derecho de propiedad sobre ellos y al contrario, ellos tenían derecho de propiedad sobre ellos.

Ellos eran como los que han sido contratados para trabajar una tierra y terminan considerando que son dueños de ella.

1 Corintios 3:9 RVR60

9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.

Todos por pura gracia hemos sido llamados a servir al mismo Señor.

Así que, debemos reconocer que nosotros somos propiedad de Dios.

1 Corintios 3:16 RVR60

16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?

Pero no solo nuestro cuerpo es el templo es de Cristo, los que se congregan en su iglesia, pertenecen a Cristo.

Así que, al entender que soy propiedad de Cristo esto determinará como mi carácter responde en los conflictos que enfrento y como estos influirán en mi ministerio y relaciones en la iglesia.

Así que, toda discusión acerca de mi iglesia estará centrada en como todo lo que soy, todo lo que tengo y todo lo que hago le pertenece a Cristo. Lo demás no tiene importancia.

En conclusión, hay que recordar estas tres cosas:

- Recuerden la gloria es para el Señor

- Recuerden tener la mente de Cristo

- Recuerden somos de Cristo.

Para que como iglesia podamos mantener la unidad de la iglesia.

Recuerden que Si Cristo está realmente en la iglesia los conflictos y divisiones no serán un problema.