¿CRISTO PUDO HABER PECADO?
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RESPUESTA
RESPUESTA
A los cristianos se les le enseña que Jesús murió en la cruz por todos los pecados de los que llegaría a creer en Él (Jn. 3:16). El Señor tomó el lugar de los pecadores como castigo, como lo señala el apóstol Pedro: “el justo por el injusto” (1 P. 3:18) Para que este sacrificio fuera posible y aceptable al Señor.
Jesús siendo Dios, tenía que nacer en este mundo, nacer a través de una mujer, crecer y madurar como cualquier ser humano (Lc. 2: 52) y en el tiempo establecido por Dios, morir en una cruz por los pecadores ( Hch. 2: 23).
Sin embargo, cuando el Hijo de hombre tomó para sí naturaleza humana, entró en el tiempo y espacio del mundo caído, donde abunda el pecado. Ciertamente, la Biblia dice que Jesús “fue tentado en todo según nuestra naturaleza, pero sin pecado” (He. 4:15). Este versículo ha hecho imaginar a muchos que Jesús mientras caminaba por la tierra fue probado en todas las areas en las que el ser humano peca, solo que Jesús salió victorioso en todas las tentaciones y que por eso fue el perfecto sacrificio. Es verdad que Jesús nunca calumneó, nunca robó, nunca calumneó, nunca mintió y nunca devolvió una ofensa. Es decir, se sometió a todos los mandamientos de la ley de Dios. Jesús no pecó (Hb. 4:15), pero también el Señor no pudo pecar, lo sabemos por Hebreos 7:26 “Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;”
Es cierto, que fue Jesús fue tentado por Satanás desde el mismo bautismo de Juan el Bautista (Mt. 3.13-17), pero debo aclarar que Jesús era 100% Dios y 100% hombre. Y en este caso específico, fue la humanidad de Jesús la que fue tentada. Además estas tentaciones fueron programadas como el parte del plan redentor de Dios, pues fue el Espíritu Santo el que llevó a Jesús al desierto ( Mt. 4:1-11). En contraste, la naturaleza divina no puede ser tentada, pues la Escritura dice que Dios “no puedo ser tentado por el mal” (Stg. 1:13), ni tampoco tiene a nadie, eso lo hacen los demonios, al diablo y sus representantes humanos (2 Co. 12:7-10; Lc. 22:31-32) Es claro que la humanidad de Jesús fue tentado “en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”.
Ahora, aunque Jesús en su naturaleza humana fue tentado, tampoco tenía la posibilidad de pecar.