APRENDIENDO A SER TESTIGOS
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BOSQUEJO HOMILETICO
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
SE UN TESTIGO FIEL
SE UN TESTIGO FIEL
Si vamos a aprender a ser testigos partiendo de la vida de Esteban, lo primero que debemos saber es que Esteban fue un testigo fiel. De la vida de Esteban antes de este pasaje no sabemos mucho, no tenemos muchos detalles, pero si se nos dicen algunos detalles que sin lugar a duda nos pueden ayudar grandemente para nuestro aprendizaje en nuestra tarea de ser testigos de Cristo.
Debemos ser fieles en toda nuestra vida y esta fidelidad debe ser claramente visible en nuestra iglesia local. La iglesia de Jerusalén estaba necesitando 7 hombres para que sirvieran y colaboraran en una situación de desacuerdo que se estaba dando entre los creyentes de origen Hebreo y los creyentes de origen griego.
La iglesia estaba creciendo rápidamente y se necesitaban de hombres para que sirvieran en el grupo de creyentes. Al momento de seleccionar estos hombres los apóstoles establecieron unos requisitos: estos eran según señala el vs. 3 “varones de buen testimonio, llenos del Espíritu y de sabiduría.
Estas exigencias son muy parecidas a las que más adelante se demanda para los que servirían como diáconos en las iglesias, según aprendemos en los Escritos del apóstol Pablo.
Los cierto es mis amados hermanos, que los requisitos para el servicio de testigos en la iglesia local son altos y debe ser así pues es servir en la iglesia del Dios viviente columna y baluarte de la verdad.
No se estaba buscando un pastor, ni alguien que dirigiera la iglesia, el texto dice que estaban buscando a alguien que sirviera a las mesas, pero las exigencias son muy altas, debía ser un testigo de buen testimonio lleno del Espíritu Santo y de sabiduría.
Estas eran las exigencias para estos hombres que iban a servir en la iglesia. Se necesitaban hombres fieles. Dentro de ese grupo estaba a quien estudiamos en esta mañana, Esteban.
Quiero que nos enfoquemos en que Esteban era un siervo fiel, antes de ser llamado a servir en la iglesia. El fue escogido para servir por que estaba siendo un testigo fiel.
Mis amados hermanos, no podemos esperar a que nos llamen a servir en alguna posición en la iglesia para que seamos testigos fieles. Lo cierto es que se nos llamará en la iglesia, tendremos la oportunidad de servir en algún ministerio en la iglesia local, cuando estemos siendo testigos fieles.
El Señor para su iglesia necesita creyentes comprometidos y llenos del Espíritu, puesto que su servicio no es por nuestros medios, sino por los medios del Señor a quien servimos, es por su fuerza, es por su poder.
Cómo testigos en nosotros no puede funcionar que nos pongan en algún ministerio o servicio para que empecemos a ser testigos fieles, la manera de Dios es que seamos testigos fieles y el nos colocará en su servicio y podremos ayudar al crecimiento de la iglesia de Cristo.
El vs 5 nos dice que escogieron a estos 7 hombres. Lo propuesto tuvo la aprobación de toda la congregación, y escogieron a Esteban, un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás, un prosélito de Antioquía;
6 los cuales presentaron ante los apóstoles, y después de orar, pusieron sus manos sobre ellos.
Cómo iglesia Bautista de Hato Mayor, hay muchos ministerios, muchas oportunidades de servicio que pueden ser establecidas y puestas en funcionamiento para ayudar y bendecir a otros, pero necesitamos que seamos testigos fieles.
En la iglesia de Jerusalén surgió una problema que podía crear una división. Algunos estaban murmurando, pero al final el problema no pudieron resolverlo los apóstoles puesto que su enfoque principal era la oración y la predicación de la Palabra.
Dios mismo no lo iba a resolver de manera milagrosa, puesto que el utiliza a los hombres como su método para obrar. Y así fue resuelto el problema no con la murmuración, no quedándose en sus casas por los problemas de la iglesia, fue resuelto con el trabajo de testigos fieles que servían al Señor fielmente y que fueron puestos a ministrar en la iglesia y a ayudar a solucionar esos problemas.
La manera como ayudaremos a la iglesia es siendo nosotros testigos fieles, viviendo vidas de buen testimonio, de sabiduría y llenura del Espíritu. Ese fue el caso de Esteban. El versículo 8, nos dice que hacía grandes prodigios y señales en el pueblo.
Siempre el servicio fiel a Dios trae oposición y así pasó en el caso de Esteban. El vs 9 nos señala que se levantaron algunos judios de una sinagoga que disputaban, discutían y debatían con Esteban.
Pero Esteban poseía una particularidad sumamente importante que se destaca en estas discusiones y es que Estaban era un conocedor de las Escrituras. Esto nos lleva a nuestro punto número 2. Se un testigo de la Palabra.
SE UN TESTIGO DE LA PALABRA
SE UN TESTIGO DE LA PALABRA
Primero vimos el llamado a ser testigos fieles, partiendo de la vida de Esteban que se describe al momento de escogerlo como servidor en la iglesia de Jerusalén. Habían unas diferencias y la iglesia busco 7 hombres que estuvieran viviendo fielmente al Señor.
Ahora Esteban luego de ser escogido y seguir glorificando el nombre del Señor realizando grandes maravillas, se encuentra en medio de una disputa con algunos judios.
Pero las Escrituras señalan en Hechos 6:10 que estos judios, que discutían con Esteban no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba. Recordemos que está había sido la promesa que recibieron los apóstoles.
Como no podían discutir ni enfrentar a Esteban crearon una acusación con testigos falsos que iban a poner a prueba el carácter y sobre todo el fundamento de Esteban en las Escrituras.
Vs 11-14
Es interesante el hecho de que señalan y acusaban a Esteban de que enseñaba la destrucción del templo, y que cambiaría las costumbres de Moisés.
Esteban entonces, luego de ser cuestionado, por el sumo sacerdote en Hechos 7:1, respondió utilizando no sus propios argumentos sino la Palabra de Dios, específicamente el Antiguo Testamento que eran las Escrituras en ese momento.
Es por eso por lo que el ejemplo de Esteban nos exige que seamos testigos de la Palabra. Se un testigo de la Palabra.
Y cuando señalo este puto me refiero a testificar, creer enseñar y defender las Escrituras, como también a vivir día a día sumergido en la Palabra de Dios. De hecho, es imposible que yo pueda llevar la bandera de la Palabra de Dios sino vivo sumergido en ella.
Esteban estaba defendiendo la causa del Cristianismo. Presentó a los Judíos su historia, según el Antiguo Testamento. Pero más que eso les mostró cómo toda la historia de los Judíos apuntaba en realidad al Señor, apuntaba a Cristo.
Es interesante que Esteban respondió lo que ellos necesitaban escuchar, no lo que tal vez querían sus oídos. Este es el discurso más largo registrado En libro de los Hechos. Ante su acusación Esteban no recurrió a filosofías del mundo, ni a pensamientos que en aquella época eran modernos.
El mismo siendo griego, no acudió al pensamiento de los filósofos de la época ni basó sus planteamientos en la lógica, Esteban se centró en las Escrituras.
Amado hermano, yo te animo a que seas un testigo de la Palabra, para que puedas ser también de bendición a otros y el Espíritu Santo utilice ese conocimiento de las Escrituras para bendecir a otros.
Muchos señalan que el Apóstol Pablo, que en ese momento era conocido como Saulo de Tarso estaba presente en este discurso de Esteban y que también fue parte de los que debatían con él.
Se tiene este pensamiento en virtud de que Saulo era de Cilicia, y se mencionan a judíos de esta zona dentro del grupo que discutía con Esteban, aparte de que más adelante se menciona a Saulo presente en lo que sucedería al final de este suceso.
Es muy probable que aquí haya iniciado la semilla del evangelio a trabajar en la vida de Saulo, quien más adelante sería conocido como el apóstol Pablo. Esteban no vio los resultados de su predicación, pero muchos otros Judíos creyeron al Señor y la iglesia misma fue bendecida.
Ahora bien, ¿qué sucedió cuando Esteban terminó de presentar su mensaje? ¿Se sintió atemorizado por el sanedrín y los cargos que se le habían imputado?
SE UN TESTIGO VALIENTE
SE UN TESTIGO VALIENTE
Esteban mostró una enorme valentía y confianza en la Palabra de Dios, en las promesas de Dios mismo. Es por eso que quiero exhortarles como punto número 3 a que seas un testigo valiente. Sé un testigo valiente.
La valentía debe ser una cualidad de nosotros los creyentes. Así como El Señor animo a Josúe, Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente, no temas ni desmayes, por que yo estaré contigo donde quiera que vayas.
Esteban de seguro tenía esto en mente, ya que si era cierto para Josúe, lo sería aún más para Esteban, que no solo tenía esta promesa sino que también tenía el Espíritu Santo de Dios viviendo dentro de ÉL.
Lleno del Espíritu que lo movía y le daba el poder y la valentía para enfrentar a sus acusadores y decirles lo que necesitaban escuchar, no lo que ellos querían.
Noten lo que señala esteban en Hechos 7:51-53 “¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.”
¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que anunciaron de antemano la venida del Justo, de quien vosotros ahora habéis sido entregadores y matadores; 53 vosotros que recibisteis la ley por disposición de ángeles, y no la guardasteis.
Imagínese la valentía que tenía Esteban para hablar de esta manera al Concilio, que si recuerdan es también llamado el Sanedrín. El apóstol Pedro y Juan habían declarado palabras parecidas al concilio, Pero Esteban fue aún más puntual y directo al declarar con tremenda valentía la gran verdad de que los profetas y toda la Biblia se refieren a Cristo.
Esteban dijo al concilio que ellos entregaron y mataron al Mesías, de quien aún Abraham y Moisés eran una sombra o representación. Esto enfureció en gran manera al concilio y dice que crujían los dientes contra Esteban.
Este fue un mensaje y participación realmente muy valiente de parte de Esteban. Presentar el mensaje del evangelio, las Escrituras interpretadas a la luz de Cristo, sin importar el impacto que esto pudiera tener en su vida.
Esteban sabía que el concilio, el sanedrín, esa multitud que estaba en ese lugar podía terminar con su vida. Pero eso no lo detuvo, no por él sino por el Espíritu Santo que moraba en su vida.
El Sanedrin no podía tomar la decisión de pena de muerte sino que debía ser sometido al representante de Roma en esa localidad. Precisamente en ese tiempo el representante Romano estaba en la ciudad de Roma, resolviendo una acusación de mal manejo de fondos. Por lo que entonces toda la autoridad recaía sobre el concilio al que Esteban le hablaba.
Se un testigo valiente, amado hermano, necesitamos aprender de esta situación. Muchas veces podemos desarrollar un carácter piadoso, podemos tener vidas que sirven al Señor, y podemos estar adentrados a la Palabra de Dios, pero puede que nos falte esa valentía que nos mostró Esteban.
Puede ser que tengamos miedo sobre lo que podrán decir los demás sobre nosotros. Puede que el Señor nos haya permitido vivir un trasfondo una vida pasada en la que aprendiéramos algo que el Señor quiere utilizar para el bien y el avance de su iglesia.
A que le tenemos, prefiero planteárselo de la siguiente manera. Que amamos por encima a que obedecer al Señor, servir para el avance de la iglesia y el amor a los perdidos, nos estamos amando más a nosotros mismos y por eso no estamos sosteniendo el poder de Dios a través de su Espíritu, para anunciar el mensaje sin importar lo que pueda pasar. Seamos testigos valientes.
Me hace recordar la historia de un predicador que vivía en un pueblo pequeño en el que las personas se conocían y aún se visitaban y hacían reuniones en las casas. El predicador había pertenecido a una religión en la que pasó varios años y aprendió muchas cosas del funcionamiento de esta.
Una semana mientras el predicador escuchaba una reunión que había en una casa cerca a la suya, escucho que era una reunión de la religión a la que antes pertenecía, mientras el predicador escuchaba se dio cuenta que leyeron en las Escrituras el mensaje que justamente había predicado el domingo anterior a esa semana.
El predicador sintió la necesidad de ir a predicar y hablar a esas personas, pero aunque sentía el fuego y la necesidad de ir y hablar, no lo hizo.
La historia cuenta que era un testigo fiel, un testigo de la Palabra, pero preguntémonos. ¿Qué bendición provocó en la vida de esas personas reunidas adorando a un Dios falso la vida de ese predicador?
¿Debió el predicador ir a presentar el mensaje a esas personas? ¿Acaso no es lo que vemos en todo el libro de los Hechos? ¿Por qué le falto entonces la valentía?
Amó más lo que pudieran decir esas personas de él o aún hacerle a su persona. Quizá un desprecio, pero ¿no es más importante la salvación de esas personas que la reputación del predicador?
Amado hermano, es momento de armarnos con la valentía del Espíritu y mostrar el verdadero amor a nuestro prójimo como hizo Esteban. Seamos testigos fieles, seamos testigos de la Palabra, seamos testigos valientes pero debemos ser testigos coherentes.
Seamos testigos coherentes
Seamos testigos coherentes
La coherencia es la conexión, la relación entre una cosa con otra. La coherencia para un testigo es el resultado de haber estado, haber visto y haber escuchado verdaderamente de lo que decimos somos testigos.
Veamos este asunto con la vida de Esteban. Esteban como testigo de Cristo, fue completamente Coherente. Fue parecido a su maestro hasta en el momento de su muerte. Mi cuarto llamado es a ser un testigo coherente. A ser parecidos a Cristo en todo.
Mientras Esteban estaba siendo apedreado oraba al Señor. Y decía “Señor Jesús, recibe mi Espíritu. Esteban fijó sus ojos al cielo y tal como hiciera su maestro en la cruz del calvario le pidió al Señor que no le tomará en cuenta su pecado a quienes lo apedreaban.
Este uno de los acontecimientos narrados en el Nuevo Testamento que más relacionan a un siervo del Señor con su maestro. Aquellos que injustamente y con artimañas diabólicas, con testigos falsos apresaron a esteban, ahora estaban siendo perdonados por él, y no solo perdonados sino presentes en sus últimas palabras para que el Padre les perdonara.
Ellos sabían que Esteban era inocente, anteriormente en el momento de la acusación ante el sanedrín, Según Hechos 6:15, todos fijaron sus ojos en Esteban y vieron su rostro como el de un Ángel. Recordando el momento en que Moisés descendió del monte Sinaí con las tablas de la ley.
Esteban no solamente fue un testigo fiel, un testigo de la Palabra y un testigo valiente, sino que el también vivió aún en su muerte lo que enseñaba y predicaba. El vivió como su maestro vivió en la tierra y aún su último aliento fue hablando con su Señor ahora en el cielo.
Esteban fue un testigo coherente por que el Señor le había señalado que debía amar a su prójimo y aún dar su vida por ellos. El lo predicaba, lo creía, pero ahora llegaba el momento de ponerlo en ejecución en su vida.
El mostró un gran amor, aún por sus enemigos. Y de ahí es que quiero señalarles que debemos ser testigos coherentes. Sé un testigo coherente.
Muchas veces tu y yo olvidamos las enseñanzas y el ejemplo de nuestro Señor. El Señor nos ha mandado a no ser vencidos de lo malo sino vencer con el bien el mal.
El Señor nos ha dicho que la venganza pertenece a él. Vamos a tener personas que nos harán mal, y desearan nuestro mal, por el simple hecho de que no les agradará que les anunciemos la luz de Cristo y que esta luz muestre sus tinieblas. Pero nunca nuestro deseo debe ser el mal para esas personas puesto que debemos estar conscientes que aunque ellos son responsables, lo cierto es que lo que debemos anhelar es la salvación de sus almas.
Iglesia bautista en Hato Mayor, Esteban fue coherente al perdonar, así como su Señor a los que le maltrataron y mataron pero y tú y yo, oramos por aquel que nos hace mal, aquel que nos molesta, aquel que perturba nuestra paz, aquel que nos insulta, aquel que me critica en el trabajo, aquel que me quiere hacer la vida más difícil, lo perdonamos y aún rogamos al Señor para que lo perdone.
O más aún con mi hermano en Cristo, muestro verdaderamente que vivo como Cristo, habrá diferencias, me van a ofender y me sentiré ofendido, pero ¿perdono a mis hermanos? ¿Ruego a Dios para que perdone a aquellos hermanos que me ofenden y que obran mal en contra mía?
La iglesia no podrá crecer, no podrá avanzar hasta tanto seamos coherentes con Cristo, seamos parecidos a Cristo, no solo en sus enseñanzas sino en su vida, no solo en su doctrina sino en su práctica.
No nos dejemos vencer por practicas que no son propias de testigos de Cristo. No seamos falsos testigos viviendo de una manera que no fue la de Cristo. No demos lugar al odio, al rencor, a la maldad en nuestros corazones y perdonemos a aquellos que pecan contra nosotros por que es la actitud que mostrará que verdaderamente El Espíritu Santo mora en nosotros.