La adoración

Introducción: ¿para qué se reúnen las personas en un lugar como este? ¿no ven a nadie? ¿cantan, aplauden, guardan silencio, escuchan con atención, hacen cosas por la ciudad y los que no vienen aquí? se preguntaba alguien sentado en una las sillas del templo. ¿Tú crees que adoramos a alguien sorprendente? ¿a alguien que debemos respetar y poner atención?

Oremos - reverentemente.

Miraremos en los siguientes domingos algunos aspectos que no pueden faltar en nuestra comunidad Hechos 2.42-47

Hechos de los Apóstoles 2:42–47 NTV

Todos los creyentes se dedicaban a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión fraternal, a participar juntos en las comidas (entre ellas la Cena del Señor), y a la oración. Un profundo temor reverente vino sobre todos ellos, y los apóstoles realizaban muchas señales milagrosas y maravillas. Todos los creyentes se reunían en un mismo lugar y compartían todo lo que tenían. Vendían sus propiedades y posesiones y compartían el dinero con aquellos en necesidad. Adoraban juntos en el templo cada día, se reunían en casas para la Cena del Señor y compartían sus comidas con gran gozo y generosidad, todo el tiempo alabando a Dios y disfrutando de la buena voluntad de toda la gente. Y cada día el Señor agregaba a esa comunidad cristiana los que iban siendo salvos.

Observemos el pasaje que estaremos repasando durante los siguientes domingos, algo que no puede olvidarse es la unidad creada por el Espíritu, no era el judaísmo, eran los inicios de la iglesia.

El verso. 46 en la NTV. nos señala que adoraban juntos cada día en el templo.

Y esta es la preocupación. Existe la necesidad de reexaminar lo que venimos a hacer aquí, se ha presentado últimamente en las congregaciones la adoración al éxito, la adoración al populismo, la adoración a la conformidad, la adoración a la brillantez, etc. El Señor es Santo (no tiene relación con la maldad) y digno de ser reconocido, por todo y en todo, pero no hay gente que adore al Señor en espíritu y en verdad.

1 El Señor busca adoradores. Juan 4.20-24

Juan 4:20–24 RVR60

Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar. Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

Esta es una conversación con una mujer Samarita, desechada por los judíos de su época, pero que tuvo un encuentro con el Salvador y con el Reconciliador

Nos habla de que habrá verdaderos adoradores

Los adoradores adorarán al Padre.

Porque también el Padre los busca para que le adoren en cualquier lugar.

¿qué es la adoración? Es la actitud, reverencia y el reconocimiento que le damos a Dios por quien Él es y lo que ha hecho.

En este momento Dios está siendo adorado por los ángeles, por la creación y por nosotros al obedecer, al reconocer su Santidad y amor.

La creación adora al Señor con el fin o la naturaleza que diseñada.

Los seres humanos fuimos creados para adorar al Señor, tenemos un privilegio sublime que puede estar siendo menospreciado.

Estamos llamados a Reconocer a Dios, honrar Su Nombre, es reverencia. Salmo 95.6-7 “Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz,” Salmos 117.1-2 “Alabad a Jehová, naciones todas; Pueblos todos, alabadle. Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia, Y la fidelidad de Jehová es para siempre. Aleluya.” Salmos 138.2 “Me postraré hacia tu santo templo, Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas.”

El Señor Jesús nos habló de la descripción de los adoradores que busca el Padre, adoradores en Espíritu y Verdad.

El Señor busca adoradores, no quiere decir que anda con un letrero pidiendo haber quien quiere adorar, sino más bien porque hay personas que están adorando falsamente, con otras intenciones, con actitudes equivocadas e incluso sin querer adorar.

2 El Señor rechaza la falsa adoración. Lev. 10.1-2

Levítico 10:1–2 RVR60

Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó. Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de Jehová.

Normalmente vamos al A. T. y vemos a un Señor duro, muy poco paciente en ocasiones, pero la verdad es que nosotros desconocemos lo que significa realmente la Santidad de Dios.

El Evangelio nos habla de la Santidad de Dios, y de nuestra incapacidad y maldad para adorar o acercarnos al Señor.

La reverencia a Dios, el reconocimiento, la gloria que damos a Dios es algo que no puede tomarse a la ligera Éx. 30.7-9 “Y Aarón quemará incienso aromático sobre él; cada mañana cuando aliste las lámparas lo quemará. Y cuando Aarón encienda las lámparas al anochecer, quemará el incienso; rito perpetuo delante de Jehová por vuestras generaciones. No ofreceréis sobre él incienso extraño, ni holocausto, ni ofrenda; ni tampoco derramaréis sobre él libación.” (Esto solo sucedió una vez)

Los Sacerdotes de la Biblia, a diferencia de lo que hoy se conoce de un sacerdote, porque la Biblia marca que tenían hijos, fueron elegidos por Dios para hacer actividades ceremoniales y de intercesión por el pueblo.

¿Quién es hijo de Aaron?¿quién no ha tratado de desafiar a Dios?¿quién no ha desobedecido al Señor? ¿quién en su lugar de trabajo, estudios, hogar, o vecindario ha hecho lo correcto, honesto y agradable para Dios?

Nadie de nosotros podría acercarse al Señor sino fuese por LA PERSONA Y OBRA DE CRISTO. Puesto que él vivió sin pecar en este mundo y en obediencia honró al Padre con su sacrificio.

Ahora podemos estar seguros qué Jesús pagó el precio e hizo todo lo que se requería para que nosotros pudiéramos ser ese pueblo y ese sacerdocio.

1 Pedro 2:9–10 RVR60

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.

Gracias a Cristo hoy ya lo somos, está en tiempo presente.

Te das cuenta que venir a este lugar no es porque adoramos al aire, sino un Dios real y Santo.

Todo lo que se hace de manera regular cada domingo es con ese fin. Adorar a Dios.

La oración, los cantos, poner atención a la Palabra, escuchar que se sucede entre semana, ofrendar, enseñarle a los niños.

La iglesia tiene esta visión, Glorificar a Dios a través de la adoración genuina. Aquí estamos los que quieren adorar a Dios, los escogidos, los sacerdotes.

¿Cómo va a ser tu cantar ahora que sabes que fuiste diseñado para hacer esta labor? ¿cómo va a ser tu participación en oración, en tiempo o esfuerzo? ¿cómo ofrendarás? ¿cómo llegarás a este lugar?

Te puedes sentir rechazado por Dios, porque probablemente no le adoras, o le contemplas a medias, o le cantas con pesadez y sin entendimiento.

Hoy el Señor nos enseño, que Él es nuestro libertador de la culpa y la condena Así como le dijo a la Samaritana, Yo soy, el que habla contigo. Juan 4.26 “Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.”

Pero no solo eso, sino que por Su misericordia, hoy somos capacitados y entendidos para anunciar las Virtudes de Aquel que nos llamó de las tinieblas a su Luz Admirable.

3 El Señor nos guía a adorarle. 1 Sam. 15.22

1º Samuel 15:22 RVR60

Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.

En este momento se está adorando a Dios en los cielos, mientras son las- la biblia señala que se está adorando a Dios, mientras estamos aquí se está adorando a Dios.

Verdadera adoración no es la repetición mecánica de rituales, sino debería ser de todo corazón y reverente. Debería estar basada en vidas de obediencia y confianza; es más la obediencia es vista como un acto de adoración Diccionario de Temas Bíblicos

Romanos 12.1 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.”

La guía de Dios para que le adoremos es que hagamos su voluntad, que nos presentemos nuestros cuerpos, o nuestros ser para rendir culto, veneración a Dios, esa pleitecía. No de labios solamente sino, en Espíritu y Verdad. En nuestras acciones y actitudes.

Tenemos medios que nos establece la Escritura, por ejemplo: la alabanza, la comprensión, contemplación. Pero también en nuestra obediencia, el amor a otros y a Dios, la predicación de la Palabra, la honestidad con nuestros padres, escuela, trabajo, la responsabilidad que tenemos como ciudadanos, cómo trabajadores, estudiantes, siervos, respeto, gratitud, perseverancia, servicio en la iglesia.

¿cómo deben de hacerlo las personas?

si la adoración no debe centrarse en los adoradores, o sea en nosotros, entonces ¿cuál es la adoración que Dios espera? ¿habrá un ritmo específico, número de repeticiones de algún canto?

La Base teológoica está en Isaías 2.2-4; 56.6-8

Isaías 56:6–8 RVR60

Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo para no profanarlo, y abracen mi pacto, yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos. Dice Jehová el Señor, el que reúne a los dispersos de Israel: Aún juntaré sobre él a sus congregados.

Dios quiere que los no creyentes nos escuchen adorando. Pero la gente debe entender lo que estamos haciendo.

En Hechos 2. 42-47 La gente era añadida a la iglesia, a la asamblea, al grupo de creyentes no porque se sentían confortables con la adoración, sino que 1 Cor. 14.24-25 “Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado; lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros.”

Debemos recordar que es no creer, recordar como es el corazón de un no creyente.

“No veo como mi vida puede ser el resultado de un Dios amoroso”, “el cristianismo es una camisa de fuerza”(nadie nos obliga a hacerlo), “Nunca lo podría sostener” (somos capacitados y empoderados para lograrlo) “No me siento merecedor; soy demasiado malo” (Jesús murió por todos, y no lo merecíamos, no nos alcanzaría para lograrlo) “Simplemente no lo puedo creer” (puedes creer, esto se escribió así hace muchas años atrás y no ha cambiado)

Es interesante que la gente cuando viene a nuestros servicios ellos si se van a fijar en como tocamos, en las expresiones que usamos, en la forma en como presentamos nuestra adoración. Por eso Dios nos lleva a cantar con inteligencia.

Pero me gusta pensar en el tiempo final y cerrar con lo que dice Apocalipsis, la revelación de lo que sucede y sucederá al final.

Apocalipsis 5:8–14 RVR60

Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.

Crees que como iglesia estamos unidos para este resultado. Póstrate y adora a Dios, agradece, exprésale tu afecto, no tengas vergüenza o temor, hazlo por lo que Cristo hizo, ese cordero inmolado, dale alabanza, honra, gloria y poder.

Un día Filipenses 2.10-11 “para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” será una realidad, oramos por la ciudad, por nuestros trabajos, por los ancianos, enfermos, niños, jóvenes, matrimonios, cárcel y los discriminados.