UNA IDENTIDAD QUE HONRA A CRISTO

1. Introducción:

Alicia en el país de las maravillas (un mundo alternativo), escrito en 1865 por Lewis Carrol.

Alicia al encontrarse con la oruga azul es interrogada: ¿Quién eres?

2. Identidad:

Es la autopercepción que nunca cambia, a pesar de las circunstancias.

- Tu identidad te dice quien eres y cuando sepas quien eres, sabrás que hacer.

- Muchos confunden identidad con posición o etiquetas. A medida que cambia su identidad, cambian sus acciones, emociones y pensamientos.

Ejem:

Esposo(a)*

Profesional

Soltero(a)

Empresario, emprendedor

Hijo(a)

Rico, pobre

Estudiante, universitario

El comediante o el callado

O en otras palabras, muchas veces definimos nuestra identidad en lo que hallamos éxito.

- La salud en tus relaciones interpersonales.

- Logros laborales.

- Avances educativos.

- Equipos deportivos favoritos.

- Habilidades y pasatiempos.

- Posturas políticas.

- Estatus socio-económico.

Una identidad verdadera debería llevarte a formar tu carácter, a crecer en sabiduría, desarrollar tu integridad.

Cuando surjan las tentaciones, es necesario preguntarse ¿quién soy?

Ejem:

- Robar

- Mentir

Tu identidad define lo que haces.

Ejem:

Moisés no sabía su identidad (Ex. 3:11)

David perdió su identidad, cuando perdió su relación con Dios (2 Sam. 7:18)

3. Identidad Bíblica:

Es adquirir la percepción de como Dios te ha creado y para que (propósito).

4. ¿Cómo se llega a la identidad?

Ilustración:

Un monte que se llama COSMOVISIÓN y otro monte que se llama IDENTIDAD, donde para cruzar tengo que pasar por un puente que se llama CONFIANZA.

Confianza – fe.

Tu fe es algo que transforma tu identidad.

¿Lo opuesto de la confianza es? La duda.

La duda o el temor, nace por la falta de claridad.

Ejem:

- Si pones tu fe, confianza en el budismo, estoy seguro que nunca podrás tener una completa confianza, porque habrá dudas por la falta de claridad en su religión.

- Musulmán.

- Testigos de Jehová.

- Pero con el cristianismo no sucederá ello, no te dejará con medias verdades. Es necesario y es innegable que algún momento el creyente va a tener dudas de la fe que profesa y esta bien. Esa bien que dudes, por la falta de claridad que puedas ver en algunos aspectos, pero te aseguro que solo el cristianismo algún momento dado sabrá como aclarar todas tus dudas.

Así que, el cristianismo es digno de fe, de confianza para que me llevé a conocer mi verdadera identidad.

De forma

5. Una identidad que honra a Cristo:

a. Componente de familia:

Hijo de Dios (1 Jn. 3:1 – Jn. 1:12)

Dios asume un rol paternal en aquellos que redime (a quienes salva)

Ilustración:

Los mezas no hacemos eso.

Adopción (Dios te adopta y ahora busca que te asemejes a Él, porque es tu Padre)

Recordar quien eres, tiene un impacto poderoso en las decisiones que tomas y como interactúas con los demás.

b. Componente cultural:

En Cristo (Gal. 3:28 – Ro. 6:11)

En Cristo se refiere a la cultura que adquieres como creyente. La cultura incluye el lenguaje, las costumbres, los ideales, la herencia.

“En Cristo” lleva la idea asociada al origen nacional, étnico, racial o regional.

Y cuando uno no está dentro de su cultura, se siente extraño. Por eso buscamos estar con personas como tú, que son de donde tú eres.

Wayne Grudem:

Recordar que estamos en Cristo destruye nuestro orgullo, nos da un sentimiento constante de profunda depende de Cristo y nos da una gran confianza, no en uno mismo, sino en el trabajo de Cristo en nosotros.

c. Componente de la voluntad:

Esclavos de la justicia (Ro. 6:16 – 18)

Todos somos esclavos. Servirás a lo que más desee tu corazón.

Ilustración:

La imagen detrás de “esclavos de justicia”

Después de 6 años el esclavo se gana su libertad, pero si amaba a su amo y quería seguir trabajando para él, podía elegir convertirse en un esclavo.

Ahora que amas a tu amo, tu servicio se convierte en libertad.

Servir a alguien por amor, no es pesado, es privilegio (caso contrario con aquel que no sirve por amor)

d. Componente de adoración:

Templo de Dios (1 Co. 6:19 – 20)

Fuiste creado con la necesidad de respirar y por lo tanto respiras continuamente. De la misma manera, fuiste creado para adorar y por lo tanto adoras perpetuamente.

La motivación humana para hacer lo que se hace es la adoración.

Ilustración:

Antiguamente el templo era el lugar de adoración, donde estaba la presencia de Dios.

Ahora, en 1 Co. 6, Pablo muestra que su presencia esta en cada uno de nosotros.

Dios siendo el dueño del templo, va a remodelar a su gusto, para que sea un lugar adecuado donde Él pueda habitar.

e. Componente corporativo:

El cuerpo de Cristo (1 Co. 12:27)

Yo soy un nosotros (esto suena a mala gramática, pero es verdad bíblicamente).

Yo soy parte de un cuerpo colectivo que define quien soy yo de una forma más completa.

¿Qué es el oído sin el resto del cuerpo? ¿Qué es el oído sin el cerebro que registre lo que escucha el oído, o qué es el oído sin los ojos que identifiquen y ubiquen a aquel a quien habla?

Frente a nuestra identidad de componente corporativo, frente a mi identidad del cuerpo de Cristo, hoy ha nacido la filosofía del individualismo.

Considera cuantas frases están hoy en nuestra cultura moderna, donde ponen el yo por encima del nosotros:

- Sé todo lo que puedas ser.

- Haz lo que piensas que es mejor para ti y que no te importen otras personas.

- Sólo los fuertes sobreviven.

Gn. 2:18 “…no es bueno que el hombre este solo…”

Tu identidad no se entiende adecuadamente cuando no te relacionas con los demás.

Recuerda: tú formas parte de un Cuerpo, del cuerpo de Cristo. Así que, no se trata de ti, de tu reputación, tu valor o tu gloria. Tu vida debe de ser acerca de Cristo: Su reputación, Su valor, Su gloria, porque te ha hecho parte de su cuerpo.

6. Conclusión:

a. Busca conocer más sobre tu identidad en Cristo que, no es volátil.

Busca conocer más sobre tu identidad, para que así sepas como vivir.

Con un poco de observación es posible saber cómo piensa el otro de su identidad (auto percibe), por la manera en como vive (acciones).

b. Si aún no eres salvo, nunca podrás hallar tu verdadera identidad, una identidad en la cual confiar que, te genere paz y gozo.

Sin la presencia redentora de Cristo morando en ti, no podrás obtener tu verdadera identidad.

Un llamado a arrepentirse y poner fe en Cristo como Señor y Salvador.