Desde adentro

Nehemías 1:1–4 NTV

1 Estas son las memorias de Nehemías, hijo de Hacalías. A finales del otoño, en el mes de quisleu, del año veinte del reinado del rey Artajerjes, me encontraba en la fortaleza de Susa. 2 Hananí, uno de mis hermanos, vino a visitarme con algunos hombres que acababan de llegar de Judá. Les pregunté por los judíos que habían regresado del cautiverio y sobre la situación en Jerusalén. 3 Me dijeron: «Las cosas no andan bien. Los que regresaron a la provincia de Judá tienen grandes dificultades y viven en desgracia. La muralla de Jerusalén fue derribada, y las puertas fueron consumidas por el fuego». 4 Cuando oí esto, me senté a llorar. De hecho, durante varios días estuve de duelo, ayuné y oré al Dios del cielo,

El domingo pasado Yamil habló de la temática “Porque nos ven”

“No hacemos para que nos vean, sino que el que otros nos vean es producto de lo que hacemos”

Es inevitable que cuando haces pases desapercibido.

Pero no es aparentar estar haciendo algo para que otros reconozcan tu labor, sino que tiene que venir de lo profundo.

Este año comenzamos desarrollando la importancia de ser visibles

Una iglesia que no se ve no está siendo efectiva en su labor.

Por eso nuestra intensión no es ser visibles, sino cumplir el propósito por el cual hemos sido diseñados, ese diseño inevitablemente será visible.

En muchas ocasiones Jesús trató de pasar desapercibido, pero su fama se lo impedía.

No era fama por que el buscaba fama, sino por que la gente hablaba de que el era un maestro y que hacía prodigios y milagros.

Necesitamos congregaciones que estén en la boca de la gente no por lo que dicen y no hacen, sino por que lo que dicen se hace palpable en todo lugar.

Una de las historias más conocida en la Biblia es la de Nehemías.

Nehemías era el copero del Rey, el copero era alguien de suma confianza del rey, era un lugar de privilegio pero también de riesgo. Probar copa en caso de que desearan envenenar al rey.

Un día Nehemías decide preguntar por el estado físico de su lugar de origen: Jerusalen

O se el lugar de sus antepasados, el barrio...

El informe fue devastador, recuerde no había facebook, Jerusalen había sido derribada y sus entradas quemadas

Dice la palabra que Nehemías hizo duelo, ayunó, oró y actuó.

Algo se movió en lo más profundo de Nehemías que lo llevó a la acción.

Nehemías fue movido por el dolor y por la necesidad urgente de que su pueblo necesitaba reconstruir su ciudad,

El no dijo nada, pero el Rey lo vio y le preguntó que le pasaba.

Esto fue lo que contestó Nehemías:

Nehemías 2:3 NTV

3 pero le contesté: —Viva el rey para siempre. ¿Cómo no voy a estar triste cuando la ciudad donde están enterrados mis antepasados está en ruinas, y sus puertas han sido consumidas por el fuego?

Lo que me llamó la atención es que las acciones de Nehemías fueron fundamentadas en el dolor y tristeza que le causo el estado en que se encontraba la ciudad.

O sea Nehemías no se movió por un programa establecido sino que se movió bajo el propósito de Dios.

Esto nos lleva a cuestionar

Si hoy en día nos estamos moviendo por la agenda que nos dio el pastor o lo hacemos por que algo se movió en nuestro interior.

Si no hay algo que se mueva desde lo profundo, solo vamos a ser personas que cumplimos con una agenda y un programa.

Seremos robóticos, programados y no naturales.

Filipenses 2:13 NVI

13 pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad.

Se supone que lo que hacemos es producto de que Dios lo puso ahí. Y todavía hay gente pensando si Dios los llamó o no. Eso es orgullo.

¿Cómo sé si Dios lo puso ahí? Sencillo. Va a provocar que su voluntad se cumpla.

Si produce fe, salvación, vida eterna, paz, unión… Es de Dios, hazlo!!!

Nehemías fue movido en su interior al ver la necesidad de reconstruir lo que un día ya estaba.

La acción no se produce por lo que sé, sino por medio del propósito eterno de Dios.

Tu puedes saber que debes adorar a Dios, pero hacerlo sin nada en el interior.

Tu puedes saber que en necesario evangelizar, pero hacerlo por que era lo que estaba programado esta semana.

Tu puedes saber que se debe alimentar al necesitado, pero solo llevar compras por que se siente cool.

Puedes saber que la Iglesia se sostiene con ofrendas y diezmos, pero dar solo por dar.

pero cuando en lo más profundo de tu corazón eres movido, comienzas ha operar en la voluntad de Dios.

Cuando se te mueven el interior el saber que hay gente que vive sin Cristo y sin fe....

cuando te estremeces al ver al necesitado y te duele y clamas!

Cuando ves a las familias destruyendose, a los jóvenes perdiendose… algo de ti te hace imparable, sales y haces lo que tienes que hacer!!!

No hay ni que darte una agenda por que lo que te mueve por dentro no se puede escribir en agendas por que ya Dios lo puso impreso en el corazón.

Cuando nuestros sentidos espirituales son despertados, inevitablemente vamos a actuar.

La pregunta sería, ¿Qué está moviendo la Iglesia a actuar? ¿Qué te esta moviendo a ti a actuar?

¿Cuantos realmente se han dado cuenta de la condición de sus muros y puertas de su vida y ciudad?

El verdaderamente sentir el dolor y la tristeza nos va a llevar siempre a hacer algo.

A veces deseamos reconstruir los muros de nuestro hogar, pero solo lo deseamos, no damos los pasos. Parece que no es suficiente el dolor y desespero para actuar.

Queremos regresar a Cristo, pero lo decimos y no lo hacemos.

Que bueno que ya Dios sabía que nuestras vidas serían derribadas y Cristo nos rescató y reconstruyó.