SANTIDAD DE DIOS (Is.6:1-8)

¿Qué es?

Santidad = heb. kadosh puro, puesto aparte, consagrado Ex.13:2 “Conságrame todo primogénito; el primer nacido de toda matriz entre los hijos de Israel, tanto de hombre como de animal, me pertenece.” cp. Lc.2:23 “(como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón que abra la matriz será llamado santo para el Señor),” esto es sin pecado apartado para Dios. Entonces podemos decir que la santidad de Dios es :

Una cualidad fundamental de Dios y de su Espíritu, es su absoluto y pureza o bondad, esto es que el mundo no le puede tocar ni manchar Stg.1:13 “Que nadie diga cuando es tentado: Soy tentado por Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal y Él mismo no tienta a nadie.”

Por otro lado la perfección de Dios es el estándar para nuestro carácter moral y la motivación para la practica religiosa , tiene que ser una virtud indispensable de todo verdadero creyente Lv. 11:44-45 “»Porque yo soy el Señor vuestro Dios. Por tanto, consagraos y sed santos, porque yo soy santo. No os contaminéis, pues, con ningún animal que se arrastra sobre la tierra. »Porque yo soy el Señor, que os he hecho subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios; seréis, pues, santos porque yo soy santo».” Lv.19:2 “Habla a toda la congregación de los hijos de Israel y diles: «Seréis santos porque yo, el Señor vuestro Dios, soy santo.” Mt.5:48 “Por tanto, sed vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.” Si medimos nuestra santidad con la Dios, esto debe suponer tácitamente un cambio moral y espiritual 1Ts 4:7 “Porque Dios no nos ha llamado a impureza, sino a santificación.”

Esta es la enseñanza que veremos a través del texto de Isaías, considerado como sino el más, uno de los más grandes profetas de Dios, es mencionado en el NT mas de 65 veces, mucho mas que cualquier otro profeta, ministró en Jerusalén y sus alrededores durante el período de cuatro reyes (Uzías, llamado Azarías en 2R, Jotam, Acaz, y Ezequías).

EL DEBER SER DEL CREYENTE

En el año 739 a. C año en que murió el rey Uzías de lepra (2Cr.26: 16-19), Judá había entrado en un descenso espiritual, había mucha corrupción y fue en el templo donde Isaías tuvo esta gran visión:

Isaías describe la Majestad de Adonai = Señor = Soberano.

Serafines heb. serap = arder, seres ardientes, esto aludiendo al celo por la gloria de Dios, la plenitud de toda la tierra es su gloria Sal.24:1 “Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella; el mundo y los que en él habitan.” Sal.72:19 “Bendito sea su glorioso nombre para siempre, sea llena de su gloria toda la tierra. Amén y amén.” seis alas, a pesar de estar en la presencia del Señor no pueden ver su gloria y se cubren su cara ( ver Ex.33:17-23), Moisés inocentemente pide ver la gloria de Dios, aunque un día le veremos como Él es 1Co.13:12 “Porque ahora vemos por un espejo, veladamente, pero entonces veremos cara a cara; ahora conozco en parte, pero entonces conoceré plenamente, como he sido conocido.” ; sus pies no los pueden descubrir en señal de pureza (ver Ex.3), solo sus alas para volar como parte del servicio asignado.

v.3 Un coro antifonal Santo, Santo, Santo, solo Dios es tres veces Santo, único atributo de Dios repetido tres veces, lo que implica su relevancia; el carácter ético de la Santidad de Dios trae como consecuencia que nadie que tenga imperfecciones o pecado puede relacionarse con Él, es necesario santificarse antes de Ex.19:10 “El Señor dijo también a Moisés: Ve al pueblo y conságralos hoy y mañana, y que laven sus vestidos;” Hg.2:12-13 ““Si alguno lleva carne consagrada en la falda de su vestidura, y toca con su falda pan, alimento cocido, vino, aceite o cualquier otro alimento, ¿quedará este consagrado?”». Y los sacerdotes respondieron, y dijeron: No. Y dijo Hageo: Si alguno, inmundo por el contacto con un cadáver, toca cualquiera de estas cosas, ¿quedará inmunda? Respondieron los sacerdotes, y dijeron: Quedará inmunda.” Si estás inmundo no puedes entrar en la presencia del Señor, (ver 1P.1:14-16).

v.4 El temblor simboliza la Santidad de Dios en relación con su ira y juicio Ap.15:8 “Y el templo se llenó con el humo de la gloria de Dios y de su poder; y nadie podía entrar al templo hasta que se terminaran las siete plagas de los siete ángeles.”

REALIDAD HUMANA

Esta experiencia desnudó al profeta su condición pecaminosa, su indignidad que merecía el juicio divino Job 42:5-6 “He sabido de ti solo de oídas, pero ahora mis ojos te ven. Por eso me retracto, y me arrepiento en polvo y ceniza.” Lc.5:8 “Al ver esto, Simón Pedro cayó a los pies de Jesús, diciendo: ¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador!”. Nada menos que esto debemos expresar en al presencia del Señor Ap.1:17 “Cuando lo vi, caí como muerto a sus pies. Y Él puso su mano derecha sobre mí, diciendo: No temas, yo soy el primero y el último,” Este es el hombre que se había recostado en el pecho del Jesús en el Aposento Alto, pero delante su gloria cayó rendido.

Pero inmediatamente vino la salida, su inmundicia fue limpiada por medio de un carbón encendido tomado del altar, lo que indica lo doloroso del pecado; esto mismo hizo nuestro Señor en la Cruz del Calvario He.10:10 “Por esta voluntad hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo una vez para siempre.”. Solo que esta vez el dolor no lo sufrimos nosotros sino nuestro Señor. Sin la santidad no podemos ver a Dios He.12:14 “Buscad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.” Ro.6:19 “Hablo en términos humanos, por causa de la debilidad de vuestra carne. Porque de la manera que presentasteis vuestros miembros como esclavos a la impureza y a la iniquidad, para iniquidad, así ahora presentad vuestros miembros como esclavos a la justicia, para santificación.”. Esta santificación será perfecta en la segunda venida cuando nuestros cuerpos sean glorificados, es la razón que cada día debemos procurar que sea constante en nuestras vidas, que demos gloria a Dios y la reflejemos e iluminemos a nuestro prójimo (santidad progresiva).

SOLO SANTIFICADOS PODEMOS SERVIR AL SEÑOR

Esta santificación fue dada como dije atrás fue por medio de la Cruz, pero ministrada por el ES, de quien recibimos el poder para ser testigos de nuestro Señor (Hch.1:8). Isaías nos da el ejemplo de la disposición de ser enviado a cualquier lugar, nunca pregunta a donde, como, simplemente “ heme aquí; envíame a mí”. aún a sabiendas que su ministerio sería de advertencia y de exhortación sin fruto (9-13). El propósito es expandir el evangelio no ser exitoso (1Co.3:7-10)

Amados nunca olvidemos que fuimos limpiados por la sangre del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, y cada vez que pecamos la estamos pisoteando.