Una fe que sorprendió al Señor...
Es por FE • Sermon • Submitted
0 ratings
· 15 viewsLa fe es algo que agrada al Señor y que es alagada por Él.
Notes
Transcript
INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
Estamos cerrando hoy esta serie que llamamos Es por Fe no por vista.
Los que predicamos hemos hecho nuestro mejor esfuerzo por transmitir con claridad los principios de la Palabra de Dios.
Recordemos que nosotros como hijos de Dios debemos hacer dos cosas:
Creer en Dios, esto tiene que ver con nuestra conviccion de su existencia.
Creerle a Dios, esto tiene que ver con nuestra conviccion de su veracidad.
6 De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo buscan con sinceridad.
Una FE que agrada a Dios, es una FE que cree que Dios existe y que recompensa a los que le buscan.
Es importante aclarar que nosotros no debemos buscar la recompensa SINO a nuestro amoroso PADRE.
DESARROLLO:
DESARROLLO:
Si queremos ser personas que son agradables a Dios, debemos ser personas que creen en él y le creen a él.
1. Al Señor no le sorprendió la riqueza ni los conocimientos de las personas, pero si le sorprendió la Fé de algunos.
1. Al Señor no le sorprendió la riqueza ni los conocimientos de las personas, pero si le sorprendió la Fé de algunos.
El siempre alago la fé de las personas...
La fe de la mujer que moría desangrada.
La fe de la mujer que moría desangrada.
19 Entonces Jesús y sus discípulos se levantaron y fueron con él. 20 Justo en ese momento, una mujer quien hacía doce años que sufría de una hemorragia continua se le acercó por detrás. Tocó el fleco de la túnica de Jesús 21 porque pensó: «Si tan sólo toco su túnica, quedaré sana».
22 Jesús se dio vuelta, y cuando la vio le dijo: «¡Ánimo, hija! Tu fe te ha sanado». Y la mujer quedó sana en ese instante.
La fe de esta mujer fue imitada por muchos.
La fe de esta mujer fue imitada por muchos.
35 Cuando la gente reconoció a Jesús, la noticia de su llegada corrió rápidamente por toda la región, y pronto la gente llevó a todos los enfermos para que fueran sanados. 36 Le suplicaban que permitiera a los enfermos tocar al menos el fleco de su túnica, y todos los que tocaban a Jesús eran sanados.
¿Porque eran sanados todos los que le tocaban?
¿Porque eran sanados todos los que le tocaban?
19 Todos trataban de tocarlo, porque de él salía poder sanador, y los sanó a todos.
La Fe del oficial romano
La Fe del oficial romano
10 Al oírlo, Jesús quedó asombrado. Se dirigió a los que lo seguían y dijo: «Les digo la verdad, ¡no he visto una fe como ésta en todo Israel!
La Fe de aquella mujer gentil que recibión un NO como primera respuesta.
La Fe de aquella mujer gentil que recibión un NO como primera respuesta.
28 —Apreciada mujer —le dijo Jesús—, tu fe es grande. Se te concede lo que pides. Y al instante la hija se sanó.
Y tambien le molesto la incredulidad de sus discipulos.
Y tambien le molesto la incredulidad de sus discipulos.
Pedro camina sobre el agua y se hunde.
Pedro camina sobre el agua y se hunde.
28 Entonces Pedro lo llamó: —Señor, si realmente eres tú, ordéname que vaya hacia ti caminando sobre el agua.
29 —Sí, ven —dijo Jesús. Entonces Pedro se bajó por el costado de la barca y caminó sobre el agua hacia Jesús,
30 pero cuando vio el fuerte viento y las olas, se aterrorizó y comenzó a hundirse. —¡Sálvame, Señor! —gritó.
31 De inmediato, Jesús extendió la mano y lo agarró. —Tienes tan poca fe —le dijo Jesús—. ¿Por qué dudaste de mí?
A los discipulos les dijo tienen tan poca FE cuando calmo la tormenta.
A los discipulos les dijo tienen tan poca FE cuando calmo la tormenta.
23 Luego Jesús entró en la barca y comenzó a cruzar el lago con sus discípulos.
24 De repente, se desató sobre el lago una fuerte tormenta, con olas que entraban en el barco; pero Jesús dormía.
25 Los discípulos fueron a despertarlo: —Señor, ¡sálvanos! ¡Nos vamos a ahogar! —gritaron.
26 —¿Por qué tienen miedo? —preguntó Jesús—. ¡Tienen tan poca fe! Entonces se levantó y reprendió al viento y a las olas y, de repente, hubo una gran calma.
27 Los discípulos quedaron asombrados y preguntaron: «¿Quién es este hombre? ¡Hasta el viento y las olas lo obedecen!».
14 Al pie del monte, les esperaba una gran multitud. Un hombre vino y se arrodilló delante de Jesús y le dijo:
15 «Señor, ten misericordia de mi hijo. Le dan ataques y sufre terriblemente. A menudo cae al fuego o al agua.
16 Así que lo llevé a tus discípulos, pero no pudieron sanarlo».
17 Jesús dijo: «¡Gente corrupta y sin fe! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme aquí al muchacho».
18 Entonces Jesús reprendió al demonio, y el demonio salió del joven. A partir de ese momento, el muchacho estuvo bien.
19 Más tarde, los discípulos le preguntaron a Jesús en privado: —¿Por qué nosotros no pudimos expulsar el demonio?
20 —Ustedes no tienen la fe suficiente —les dijo Jesús—. Les digo la verdad, si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Muévete de aquí hasta allá”, y la montaña se movería. Nada sería imposible.
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
Es una decisión personal.
Pero por favor si usted no CREE no mate con sus palabras la FE del que SI CREE.