BABEL Y CRISTO
Este estudio Bíblico ejemplifica cómo el pecado en Babel sirve para demostrar la gloria de Cristo.
BABEL Y CRISTO
PRESENTACIÓN:
Aclarando Asuntos:
DESARROLLO:
DOS PECADOS EXPUESTOS:
RECALQUEMOS LA VOLUNTAD DE DIOS:
EL DESPRECIO SANTO:
LA RESPUESTA DE DIOS:
¿CÓMO ESTO ESTÁ DISEÑADO PARA LA GLORIA DE CRISTO?
Tenga en mente el principio en el cual nos hemos enfocado en este libro: cuando Dios permite algo, lo hace con un propósito; un propósito que hace parte de un plan. Dios no obra con terquedad o de manera caprichosa y sin objetivo. Por eso, cuando permite este pecado impresionante del orgullo, la presunción y la rebelión en las planicies de Sinar, Él sabe exactamente lo que está haciendo y cuál será Su respuesta a ese pecado, lo cual significa que los pueblos y las lenguas del mundo no son una ocurrencia de último momento. Son el juicio de Dios sobre el pecado y al mismo tiempo están diseñadas por Dios para la gloria universal de Jesucristo.
Entonces, en efecto es cierto que en los últimos días Dios liberará las restricciones que ha puesto a las naciones, las cuales se hincharán con el orgullo de Babilonia. Los cristianos sufrirán, y entonces, en un instante, Cristo descenderá de sus alturas infinitas y matará al hombre de pecado con el aliento de su boca (2 Tesalonicenses 2:8). Y Babilonia no será más. El orgullo del hombre será eliminado de la tierra. La historia de Génesis 11:1–9 es una prefiguración de esta realidad. La victoria en ese momento y en los últimos días es la victoria de Cristo.
Fue el impresionante pecado en las planicies de Sinar el que dio a luz la multiplicación de las lenguas que culminan en la más gloriosa alabanza a Cristo por parte de todas las naciones de la tierra. ¡Por ende, que cada lengua y cada pueblo alabe al Señor! ¡Que todo lo que respira alabe al Señor!