Edificando Fortalezas
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· 285 viewsLa batallla comienza en la mente, luego viene las decisiones, puede convertirse en un habito y cuando de convierta en un comportamiento arraigado que no se puede controlar, entonces tenemos una fortaleza.
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Que son las fortalezas?
Que son las fortalezas?
Una fortaleza espiritual es un patrón de pensamiento arraigado en nuestra mente.
La batalla comienza en la mente:
• Primero, un pensamiento (una mentira) del mundo, de la carne o de las influencias satánicas penetra en la mente.
• Se toma la decisión consciente (de la voluntad) de aceptar o rechazar tal pensamiento.
• Ese pensamiento se convierte en un hábito cuando decide de manera continua regir sus acciones por él.
• Se edifica una fortaleza cuando se vuelve un comportamiento arraigado que no puede controlar.
Ejemplo: El rey Saul, su deseo de matar a David, por su celos del el. 1 Samuel 9, 10, 18,
Habiendo sido elegido por Dios para ser rey, Saúl comenzó como un soberano humilde que salvó al pueblo de Israel de los amonitas. Cuando David se levantó como un guerrero valiente y enfrentó a los filisteos, Saúl lo ascendió a un puesto de alto rango. Sin embargo, la popularidad de David delante del pueblo molestó tanto a Saúl, que los celos lo asaeteaban (por sus malos pensamientos) y llegaban directamente a su corazón. Finalmente, esos celos trastornaron a tal grado a Saúl, que quiso matar a David (decisiones) en varias ocasiones. Cuando falló su plan, Saúl continuó tramando estrategias (en forma habitual) para lastimar a David, que consideraba su enemigo. El temor que lo controlaba y la desconfianza hicieron presa de él (fortaleza) por el resto de sus días. El enojo reprimido, el temor, la envidia, la falta de perdón, la rebeldía y el orgullo pueden abrir la puerta para que entre el demonio en su vida. El rey de Israel no fue la excepción. Poseído por espíritus de maldad, Saúl buscó el consejo de una hechicera, acto prohibido por las leyes civiles y espirituales. Finalmente, el rey cosechó la consecuencia más severa por sus actos, la muerte.
Como se forman las fortalezas.
Como se forman las fortalezas.
La palabra «fortalezas» alude alegóricamente a los complejos y traumas.
Satanás, realiza una tarea increible. Se instala en nuestra mente y desde allí comienza a erigir una muralla de pensamientos mentirosos contra la verdad de Dios. La idea es destruirnos desde adentro, contando con nuestra ignorancia en cuanto a su accionar (generalmente creemos que todos esos pensamientos se originan en nosotros y no caemos en cuenta de que provienen del diablo). Esto le permite continuar su obra devastadora en el ser interior.
Esas fortalezas, obviamente, son algo dañino que ha crecido dentro de nosotros y que es preciso derribar. Como no son materiales sino espirituales, necesitamos para ello armas espirituales.
Tenemos que destruir las fortalezas: «Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios». Si son argumentos, se trata de obstáculos en un nivel mental. Si en cambio es altivez, tiene que ver con problemas en un nivel emocional o de actitud interior. Cosas que se han levantado contra Dios, contra el conocimiento de Dios, contra la verdad de Dios. Precisan ser derribadas.
Pablo progresa aun más: «Llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo». Todo lo que pensamos, todo lo que sentimos debe ser llevado cautivo para que se someta a Cristo. Cada pensamiento, cada sentimiento tiene que quedar totalmente sujeto a él.
Podemos señalar las dos operaciones que tienen que efectuarse en nuestro interior de la siguiente manera:
1. Toda fortaleza interior, todo pensamiento, argumento o altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, debe ser destruido. Esto es derribar fortalezas, desechar las mentiras del diablo.
2. Todos nuestros pensamientos, sentimientos y actitudes necesitan ser llevados a la obediencia, a la sujeción a Cristo. Esto es edificar nuestro ser interior, creer la verdad de Dios.
Como se forman las fortalezas Interiores.
Como se forman las fortalezas Interiores.
Para ilustrarlo, tomemos un caso que suele ocurrir con bastante frecuencia.
- Una niña pequeña un día se porta mal.
La historia particular de cada uno puede diferir, pero toda fortaleza es provocada por la mentira de Satanás. A unos los engaña de una forma, a otros de otra. Pero la realidad es que están allí.
Hay quien se dice: «Yo no soy nadie. Ese otro sí, pero yo no soy nadie. No me saludan. Cuando falto ni siquiera lo notan; nadie se preocupa por mí. Esté o no esté da lo mismo. No soy nadie».
Otro piensa: «Yo no tengo suerte en la vida. Esa persona, sí. Y esa otra también; ¡mira qué bien le va! Pero a mí no. Yo no tengo suerte».
Otro ejemplo: «Yo no sirvo para nada: ¡Soy una inútil! ¡Qué bien cocina fulana! ¡Qué capaz para realizar las tareas de su casa es esa otra! Yo, en cambio, no sirvo para nada. No tengo habilidad para nada en especial».
Quizá, siendo niña, al lavar los platos un día se le cayó una fuente muy bonita y se le rompió. Entonces su madre le gritó: «¡Inútil!¡No sirves para nada!» Ya le colocó la mentira.
Hay muchas otras fortalezas que podemos mencionar.
ARGUMENTOS
Al hablar de la mentira de Satanás, no me refiero a los pensamientos negativos fugaces que en ocasiones podamos tener sobre nosotros mismos, que a todos alguna vez se nos cruzan. Me refiero a esa idea recurrente y pertinaz que al final se instala en la mente en forma definitiva, y se convierte en una fortaleza.
No se trata de pensamientos aislados sino de razones y pensamientos encadenados hasta formar una argumentación fuerte, sólida y muchas veces difícil de destruir o cambiar.
SENTIMIENTOS NEGATIVOS
Muchos creyentes sienten que Dios está enojado con ellos, que siempre están mal delante del Señor. Siempre en falta; siempre en pecado. Creen que Dios nunca los va a escuchar porque son malos, o porque no cumplen. Que no los va a perdonar porque ya los perdonó una vez y volvieron a lo mismo. Se sienten acusados y los pensamientos negativos los dominan.
«Si otro ora, es escuchado. Pero a mí Dios no me oye. Se apartó de mí. Se olvidó de mí».
“Mis pensamientos me derrotan constantemente. ¿Cómo puedo vencerlos?”
Primero, es necesario que reconozca que Satanás es el “padre de la mentira” y se deleita en derrotarlo. Lea el libro de Filipenses. Tome nota de cada pensamiento de derrota que lo asalte y escriba con qué buen pensamiento puede reemplazarlo. Entonces, cada vez que llegue a su mente cualquier idea que no está de acuerdo con lo que dice Filipenses 4:6–8, ¡cámbiela! Cuando identifique un mal pensamiento, diga: “Con el poder de Cristo, rechazo este pensamiento. La verdad es… (pronuncie lo verdadero)”.
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. (Filipenses 4:8)
Pasos para encontrar una solucion.
Pasos para encontrar una solucion.
En cuanto a la guerra espiritual, sabemos que la victoria ya ha sido ganada por Dios. Pero como soldados de Cristo, somos llamados al campo de batalla para luchar contra nuestro enemigo. También hemos sido equipados con una armadura completa. Nuestro deber es usarla. Efesios 6:10-11
“Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo”. (1 Juan 4:4)