TODO LO QUE PIDES EN MI NOMBRE TE LO DARÉ

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Handout

INTRODUCCIÓN

Texto Expositivo Principal: Juan 14:12 al 14
Cuando uno es niño desea cumplir años para pedirle a los padres un regaldo que uno desea. En una ocasión, como de 8 años, a unos meses de mi cumpleaños, le pedí a mi papá , no una biscicleta, no una video juego, no una bola de fútbol, sino un pony. Cuando le pedí eso, me dijo que sí. Yo le creí. Pasaron los meses, y llegó el día pero por supuesto el pony no llegó. Yo me acordaba de la promesa de mi papá, pero no le dije nada, para no hacerlo sentir mal, pero me lo guarde. Pero, 20 años después, en una conversación le estaba pidiendo ayudan en un asunto y le dije: Cuidado me sale como con el pony. Entonces, me vuelve a ver y me dice: Usted se acuerda de eso? le dije: !Claro!… y se rie…me dijo: tranquilo, no le va a pasar como lo del pony. Los padres cuando prometen cosas, los hijos esperan que nunca le fallen. Sin embargo en ocasiones, anque lo desea hacer con todo el corazón, les es imposible cumplirlo.
En la última semana, jueves por la noche, a horas de la crucifición del Hijo de Dios, Jesús les da un mensaje a los discípulos, e indirectamente a nosotros, Sus hijos. Una promesa que ha sido mal interpretada por muchos años en el ambito evangélico:
Juan 14.12 al 14 “El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.”
Alguien podría decir: !Entonces no soy hijo de Dios porque he pedido muchas cosas al Padre en nombre de Jesús y no sucedieron!
En esta sección, hay un conjuntos de promesas. Qué quieren decir? Se aplican al día de hoy? Cómo puedo hacer, si es así, de que todo lo que pida, Dios lo va a hacer? Entonces, yo puedo hacer más que Jesús en los 3 años de ministerio?
ORAR

DESARROLLO

EL PODER DE CRISTO HACE CUALQUIER COSA
Juan 14.12 “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.”
EXAMPLE: Un caso de vida real, el 24 de agosto 2021, un pastor quiso que lo sepultaran vivo para “resucitar” como Jesús, pero murió,
La víctima era un religioso de una congregación cristiana de Zambia; a los tres días, los feligreses fueron a desenterrarlo y lo hallaron sin vida. James Sakara (22) era pastor de la iglesia Sion. Para poner a prueba su fe quiso intentar la hazaña de Jesús, quien según la Biblia resucitó al tercer día de haber sido sepultado.De acuerdo con la autopsia, Sakara murió a raíz de la asfixia provocada por la tierra.
Juan 14:12 “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.”
Qué quiere decir que cosas mayores haremos?
La promesa sorprendente para quien cree en Cristo es que las obras que Él hace, quien cree las hará también; y aun mayores hará. Las obras mayores a las cuales se refería Jesús no eran mayores en poder que las realizadas por Él, sino mayores en alcance. En efecto, los discípulos realizarían obras milagrosas, como Jesús:
Hechos 5.12-16 “Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo...Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres;tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos.Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados.”
Cuando el Señor habló a sus seguidores de realizar obras mayores se refería al alcance del milagro espiritual de la salvación. Jesús nunca predicó fuera de Palestina, pero sus seguidores esparcirían el evangelio por el mundo. Jesús sólo tuvo un alcance limitado con los gentiles. Por ejemplo con la mujer samarita en Juan 4 y la mujer griega en:
Marcos 7.26 “La mujer era griega, y sirofenicia de nación; y le rogaba que echase fuera de su hija al demonio.”
El alcance por parte de los discípulos sería mayor, particularmente Pedro y Pablo. Los cuales alcanzarían al mundo gentil con el evangelio. El número de creyentes en Cristo también crecería mucho más por encima de los cientos veinte:
Hechos 1.5 “Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.”
o de los 500:
1 Corintios 15:6 “Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen.”
...que se contaron durante su ministerio terrenal.
Ese promesa de poder realizar obras mayores estaba disponible solamente:
Juan 14.12 “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.”
(no leer versículo) porque Jesús iba al Padre. Solo entonces y solo así, por eso les decía “les conviene que yo me vaya”. Siendo así, enviaría el Espíritu Santo:
Juan 7.39 “Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.”
El Espíritu Santo vendría a habitar en los creyentes:
1 Corintios 6.19¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo
Y darles poder para el ministerio:
Efesios 3:20 “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,”
El libro de Hechos constituye el inicio del registro histórico de todo lo que lograrían los discípulos llenos del Espíritu en el mundo. Mira el impacto que hacían:
Hechos 17.6 “Pero no hallándolos, trajeron a Jasón y a algunos hermanos ante las autoridades de la ciudad, gritando: Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá;”
Este es el resultado de aquellos que con valentía anuncian el mensaje correcto y ganan convertidos enfrentarán conflicto.
La muchedumbre en Tesalónica, buscaba a Pablo, Silas y Timoteo, pero no estaban allí. La muchedumbre debión contentarse con arrastrar al judío Jasón(lo digo por su nombre) a los tribunales. Lo acusaban de albergar delincuentes.
El cargo de que les acusan ante las autoridades es muy curioso:
Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá” Es cierto que, cuando llega el Evangelio a las almas, las trastorna. Esta palabra, su raíz en el verbo griego significa: “sacar a uno del lugar donde se hallaba fijo”. Es decir, esto se convierte en una bendición cuando dicho lugar es el poder del Maligno:
1 Juan 5.19 “Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.”
“yace” (ésa es la traducción correcta del verbo griego) “el mundo entero”, es decir, el sistema mundial que se opone a Dios y a Cristo. El que sale de ahí, es sacado de muerte a vida. No es el imperio de la verdad y del orden el que es trastornado con la predicación del Evangelio, sino el imperio del diablo de la mentira y de la maldad.
Juan 14.12 “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.”
Jesús no se refería a obras mayores en cuanto a poder, sino a su alcance
2. Dios a sus discípulos les suplirá todo lo necesario desde el cIelo
Juan 14.13 “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.”
Como vimos en el punto UNO, como si la promesa del Señor de enviar el Espíritu Santo para darles poder no fuera suficiente, dio otra promesa increíble a los discípulos. Durante su tiempo con Él, habían dependido de Jesús para suplir todas sus necesidades . Les había provisto comida que hasta las redes se rompían y panes sobraban y se guardaban. Y hasta en una ocasión llegó a pagar los impuestos de Pedro:
Mateo 17.27 “Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti.”
Ahora estaba a punto de dejarlos, y ellos, habiendo dejado todo para seguirlo durante 3 años:
Mateo 19:27 “Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos?”
Pedro pone de manifiesto que ellos ya habían hecho lo que Cristo había demandado del joven rico:
Mateo 19.21 “Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.”
Ellos se habían embarcado en una vida de fe con Cristo. Note que Jesús no reprendió a Pedro por esperar recibir una recompensa:
Apocalipsis 22:12 “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.”
Anticipando su preocupación, Jesús les prometió que aun después de que se fuera continuaría supliendo las necesidades de los discípulos desde el cielo. Al repetirlo dos veces para darle énfasis, el Señor les dio tranquilidad:
Juan 14:13 “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.”
Juan 14.14 “Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.”
La oración tendería un puente entre las necesidades de ellos y los recursos abundantes, ilimitados e inagotables del Señor:
Filipenses 4.19 “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.”
El propósito final de la provisión misericordiosa de Cristo, como sucede con todo lo que Dios hace, es que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Juan 14.13 “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.”
Juan 14.14 “Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.”
Pedir en el nombre de Jesús no quiere decir que se use simplemente las palabras “en el nombre de Jesús” al final de cada oración. No es una fórmula mágica que obliga a Dios a conceder toda solicitud egoísta que las personas hagan. Orar en el nombre de Jesús tiene un significado mucho más profundo y serio.
Primero, significa hacer peticiones acordes con la voluntad de Dios y los propósitos de su reino. Jesús enseñó a sus seguidores a orar en su modelo de oración:
Mateo 6:10 “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”
Segundo, es reconocer la pobreza espiritual(nada llen a mi alma religiosa, solo Jesús), es reconocer la falta de autosuficiencia(Teniendo trabajo, sustento digo: “es Dios quien me lo da”) es reconocer la falta de merecimiento total para recibir algo de Dios con base en los méritos propios:
Mateo 5:3 “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.”
Es acercarse a Dios por los méritos de Jesucristo:
Juan 16.26-27 “En aquel día pediréis en mi nombre; y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros,pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios.”
Es reconocer una dependencia completa en Él para suplir todas las necesidades:
Mateo 6.31-33 “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”
Finalmente, es expresar un sincero deseo de que Dios reciba la gloria con su respuesta. Es alinear las peticiones personales con el objetivo supremo del Padre de glorificar al Hijo. Cuando los creyentes oran de este modo, oran de acuerdo al nombre de Jesús; su persona, sus propósitos y su preeminencia.
Por eso, al preparar a los discípulos para su partida, el Señor hizo hincapié en su cuidado total por ellos, en que se preocuparía por consolarlos aún frente a su propio sufrimiento inminente. Les dio razones tangibles y confiables para confiar basadas en su amor profundo por ellos y por todos los que los siguieran en la fe.
El mensaje de consuelo y esperanza ofrecido por Cristo es tan aplicable hoy como lo fue en el aposento alto hace dos milenios. Este mundo está lleno de falsas esperanzas. Pero todas las fuentes de consuelo y esperanza no son más que:
Jeremías 2:13 “cisternas rotas que no retienen agua”
Sin la tranquilidad que da el Espíritu sobre la continua presencia de Cristo, la confianza en que Él está preparando un lugar en el cielo, la convicción en que Él es el único camino a Dios, la comprensión de que Él es el Dios encarnado, el reconocimiento de su poder sustentador y la expectativa cierta de que cumplirá sus promesas perfectamente con regularidad y en suministro continuo. Ellos al final decepcionarían, mientras que Jesús nunca falla.
ALGO MUY IMPORTANTE:
Juan 14.14 “Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.”
La invitación a orar por “algo” en este contexto no debe entenderse como “cualquier cosa” en sentido absoluto, porque el principio rector de la oración del creyente debe ser el mismo principio que siguió Jesús a lo largo de su vida. Ese principio era la glorificación del Padre en y a través de todo lo que hacía el Hijo:
Juan 14.13 “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.”
Leer esta promesa de Jesús sobre el pedir de cualquier otra manera sería un completo malentendido de la promesa.
Jesús vivió en la voluntad del Padre, y el cristiano tiene el deber de vivir en la voluntad de Jesús. Por lo tanto, la oración/petición adecuada debe seguir el mismo modelo que ejemplificó Jesús.
Además no podemos terminar sin notar la palabra en el texto: Un “nombre” en el contexto semítico(los antepasados que vivieron antes de Cristo) conlleva un sentido especial de la naturaleza del portador del nombre. Así, desde Adán y Eva, pasando por Abrán/Abrahán, hasta Jacob/Israel y Josué/Jesús, los nombres son designaciones intencionadas de realidades importantes. Así, orar en el nombre de Jesús implica que en la oración se reconoce la naturaleza del nombre que el que ora está utilizando.

CONCLUSIÓN

Juan 14.12-14 “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.”
Jesús no dice que sus discípulos harían milagros más asombrosos. Más bien significaba que los discípulos, obrando mediante el poder del Espíritu Santo, llevarían el evangelio del Reino de Dios desde Palestina hasta todo el mundo.
Conocer el nombre de Dios significa conocer su naturaleza, lo que es él, y lo que desea hacer. Dios contesta la oración para honrar su nombre; así que, la oración debe estar de acuerdo con su voluntad.
La primera petición en el Padre Nuestro es:
Mateo 6:9 “santificado sea tu nombre”
Cualquier petición que no glorifica el nombre de Dios no se debe pedir en su nombre.
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