Descansa en Él

Mateo 11:28-30

Querida mujer de propósito:

Su ritmo de vida es probablemente como el mío: rápido, agitado, estresante a veces. Tiene que preparar a los niños para la escuela. No puede olvidarse de sus tareas y desayunos nutritivos. ¿Y que hay de esas resoluciones de año nuevo? Los ejercicios, las dietas y luego correr para no llegar tarde al trabajo nuevamente. Después hay que aprovechar el tiempo de receso y correr para hacer unos mandados. Corre para las lecciones de piano o ballet de la niña o práctica de juego de pelota. Llegando rápidamente a casa para así comenzar a hacer la cena, una de estas cenas que dice la receta que estará lista en diez minutos, para seguir y poner una lavadora; y entonces se sienta a pasar cinco minutos con Jesús y se da cuenta que esta tan cansada que se queda completamente dormida.

Estamos en una época donde la tecnología, equipos electrónicos, muchas alternativas convenientes, nos pueden ser útiles. Sin embargo, nos absorben y nuestras vidas están llenas de tensión y probablemente más que en alguna otra época.

Mateo 11:28-30 “Venid a mi todos los que están trabajados y cargados, y yo os hare descansar” Son tan apropiadas para esta época como en ningún otro siglo.

Nuestros negocios y agendas apretadas pueden convertirse en el enemigo de nuestras almas.

Imagínate agregar otro problema extra, como la rebeldía de un hijo, conflictos matrimoniales, dificultades financieras, o un diagnostico medico, y ahora si se obtiene una vida agotada, desgastada.

No le ha pasado que se pregunta: ¿Dónde esta esa vida abundante que Jesús prometió?

Primero tenemos que venir a Él. Entonces como dice el versículo 29, tenemos que llevar su yugo sobre nosotros. Cuando lee esto por primera vez podría pensar ¿yugo? ¡yugo! Un yugo es un pedazo de madera que une a dos bueyes para que puedan trabajar juntos. Por la muerte de Cristo en la cruz ahora podemos estar enyugados con Él para que nos ayude en nuestras labores y con la tensión que enfrentamos cada día. En nuestra vida ajetreada tenemos que recordar de llevar, echar nuestras preocupaciones sobre Él para que Él lleve el peso de la carga.

Me encanta que el yugo de Jesús no es un sistema religioso legalista, sino es una relación de unión con Él que nos ayuda a mantener nuestras prioridades diarias en la perspectiva correcta y nuestra vida dirigida con un propósito eterno.

Y el fruto de esa unión es descanso para nuestras almas.

La palabra griega que traduce descanso es anapauo. Ana significa arriba y “pau” significa “hacer cesar”

Descansar no es solo dormir suficiente, sino necesitamos “descansar” en nuestra alma de los huracanes de la vida, disturbios emocionales, y agravios mentales.

Cuando levantamos nuestras manos a nuestro amante Salvador y sentimos su abrazo, podemos esperar que termine nuestra tensión.

Recientemente recuerdo una expresión de enojo que salió de mi boca; y ¡me sorprendí! Estaba llevando una carga especifica por un largo tiempo sin ver un cambio en la situación. Descubrí que estaba llevando el yugo con mi propia fuerza y sabiduría. Estaba aplastada por la carga y había permitido que la frustración se desarrollara en ira. Recordé otra vez cuanto necesitaba a Jesús para que Él se encargara de mi carga y la llevara. Él tiene todo poder para llevar toda carga nuestra, toda cruz pesada, Él la puede llevar mejor que nosotros todos los días de nuestra vida.

~Bella Guerrero