Nº3 - Envidia: La carcoma de los huesos

Introducción

Dwight L. Moody una vez relató en cuento de un águila, que tenía envidia de otra que podía volar mucho mejor que ella. Un día el águila vio a un cazador con arco y flecha y le dijo, "Deseo que mates a esa águila volando en el aire". El cazador dijo que podía hacerlo, solo que necesitaba unas plumas para su flecha. Así que el águila enviadosa sacó una de sus plumas de una ala. El cazador lanzó la flecha pero no pudo alcanzar la otra águila porque andaba volando demasiado alto. El águila sacó otra pluma, y luego otra…hasta que había perdido tantas plumas que ella misma ya no pudo volar. El arquero tomó ventaja de la situación, dio la media vuelta y mató al águila enviadosa. Aplicando la ilustración Moody dijo, "Si tú tienes envidia de otros, el que será más dañado por tus acciones serás tu mismo".

Cita Bíblica: Salmos 37:1-7 “No te impacientes a causa de los malignos, Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Porque como hierba serán pronto cortados, Y como la hierba verde se secarán. Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará. Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía. Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, Por el hombre que hace maldades.”

I. Ejemplos de personas envidiosas

En la Biblia encontramos muchos personajes que tuvieron envidia de otros en distintas áreas. La envidia no sólo es en posesiones materiales, sino también puede serlo en posiciones laborales o sociales. Veamos cinco ejemplos de personas que demostraron envidia y tuvieron malos resultados.

Los Filisteos a Isaac (Gn. 26:13-15)

Isaac llegó a morar a tierra filistea, él había reunido demasiada riqueza y prosperidad. Dios lo había bendecido, pero los filisteos sintieron envidia de la prosperidad de Isaac, comenzaron a sentir celos porque Isaac se estaba haciendo cada vez más rico. Esta envidia produjo en ellos un dolor del bien ajeno que suele resultar en ira y enfado. Esta clase de envidia es hacia el progresar de otro. La envidia es tan despreciable que lleva a dañar los bienes de otros v. 14

Saúl a David (1 S. 18:6-9)

Este también es uno de los casos muy conocidos. Habían vuelto de vencer al filisteo Goliat y todo el pueblo salió a recibirlos con cánticos, danzas y panderos. La sorpresa para Saúl fue que él entendió que David buscaba destronarlo. Lamentablemente la envidia llevó a Saúl a actuar de manera contraria a lo que debía hacer. Una amistad (1 S. 18:2) fue rota debido al celo de perder el trono. La envidia puede ser capaz de romper buenas relaciones de amistad.

Raquel a Lea (Gn. 30:)

El caso de Raquel y Lea es sorprendente la amada tiene envidia. Raquel no podía darle hijos a Jacob y eso la llevó a tomar muchas malas decisiones. Una de ellas fue hacer que su marido se acueste con su sierva. La envidia hizo que la rivalidad y desprecio fue creada entre las hermanas. La envidia es un sentimiento que puede romper vínculos familiares.

Caín a Abel (Gn. 4:2-7)

El caso de la envidia de Caín hacia Abel es muy sorprendente pues en un momento de agrado hacia Dios Abel fue visto acepto junto con su ofrenda, mientras que Caín no. Caín se enojó bastante y la envidia sentida lo lleva a tomar la vida de alguien. La envidia es capaz de llevarlo a uno incluso a quitar la vida a alguien.

II. Solución al pecado de la envidia

Dice el Proverbios 14:30 “El corazón apacible es vida de la carne; Mas la envidia es carcoma de los huesos.” todo este versículo pudiera traducirse “mente sana cuerpo sano” y “una mente envidiosa, un cuerpo muy enfermo ”. La palabra para carcoma significa “podredumbre”. Si la envidia está tomando el control de ti, busca ayuda porque debes dejar de vivir de esa forma. La solución que la Palabra de Dios nos trae para tratar este problema lo encontramos en el Salmos 37:1-7

No te impacientes v1a

El primer consejo es no dejes que lo que otro obtiene te haga entrar en furor a causa de que logra lo que tú no. Ese es el principio.

No tengas envidia v1b

Desecha la envidia, el celo de tu vida. Aprende a dejar que los demás triunfen y que Dios siga bendiciendo sus vidas (Sal. 73:3).

Confía en Jehová v3

Es decir, depende de él. Que tu vida no siga el rumbo por lo que otro hace, sino que eres tú y el Señor. Mientras depende de él, haz el bien, esto traerá a tu vida seguridad y paz. La fidelidad del Señor estará contigo.

Deléitate en Jehová v4

Disfruta y goza de estar en Jehová, con Jehová. Que él sea alguien deseable para ti. Cuando esto ocurra entonces él permitirá que ocurran y se den los anhelos que has pedido al Señor desde lo más profundo de ti.

Encomienda a Jehová v5

Este es un aspecto muy importante a tomar en cuenta, el término “Encomienda” tiene la idea de “rodar” con el concepto de actuar de una manera determinada y entusiasmada, complementando con lo que continúa del texto, se entiende de la segunda forma: Si vas a confiar en el Señor anda de manera determinada y entusiasmada sabiendo que depende de él.

Guarda silencio ante Jehová v6

Deja de murmurar pues la envidia es lo que provoca con el objetivo de desprestigiar a alguien. “Guarda silencio” significa “Confía callado” (LBLA).

Conclusión

No siembres tus deseos en el jardín ajeno, sino cultiva el tuyo propio. No desees ser lo que no eres, sino desea ser muy bueno en lo que eres. Ocupa tus pensamientos en perfeccionarte en esto, y en cargar las cruces con que te encuentres, sean grandes o pequeñas. - FRANCISCO DE SALES

Seamos agradecidos no sólo por las propias bendiciones, sino también por las que reciben los demás. De esta manera seremos capaces tanto de eliminar nuestra envidia como también de reafirmar y hacer más genuina nuestra caridad, ya que no va a ser posible que continúes envidiando a aquellos por los que das gracias al Señor. JUAN CRISÓSTOMO