LLamadoas a Ser portadores del amor de Dios

Ser portadores del amor de Dios  •  Sermon  •  Submitted
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INTRODUCCIÓN:

No podemos hablar de la 1 carta de Juan, sin recordar
¿Porqué Juan escribe esta carta?
Los gnósticos, estaban llevando falsas enseñanzas a la iglesia, y estaban enseñando de una doctrina que no era la doctrina que habían recibido en su inicio.
Muchas de esas enseñanzas erradas estaban siendo aceptadas por los creyentes, estas alentaban a la decadencia moral y también promoviendo ideas equivocadas de la persona y obra de Jesucristo.
Para contrarrestar, les enseña que la comunión con Dios trae un gozo pleno, libera del pecado, protege del error y trae certeza de vida eterna.
Aunque es un libro difícil de bosquejar, al menos podemos decir que en el capítulo 4 y parte de 5 Juan pone como punto esencial de la comunión del creyente en varios aspectos, entre ellos, el amor mutuo entre hermanos, con otros creyentes.
Como vemos en el versículo 7, Juan comienza la exhortación, dirigió a sus lectores como:
“amados” (agapētoi, “[divinamente] queridos”), término que usa en otros versículos, en esta carta( 2:7; 3:2, 21; 4:1, 11)
No sólo le dice amados, sino que también les instó: amémonos unos a otros.
Una vez más, a diferencia del amor emocional, físico o fraternal, agapē (amor) Juan enfoca el amor del servicio abnegado (Fil. 2:2–5; Col. 3:12–14; cp. Ro. 14:19; 1 Co. 10:23–24; 13:4–7), es decir el amor concedido a alguien que necesita ser amado (He. 6:10; 1 P. 2:17; cp. Ro. 12:15), no necesariamente a alguien que sea atractivo o digno de ser amado.
Estamos hablando del amor que es producto del Espíritu de Dios actuando en sus hijos.
Un amor que sólo podemos portar en nuestras vidas producto de una relación intima y personal con Dios.
Hay cuatro razones que Juan nos enseña por la que los hijos de Dios debemos ser portadores de su amor.

I. PORQUE EL AMOR ES DE DIOS.

1 Juan 4:7 RVR60
7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
Juan nos enseña que todos los creyentes debemos portar el amor de Dios, y no sólo portarlo o llevarlo mostrarlo, sino extenderlo unos a otros , siendo la razón primordial el hecho de que el amor es de Dios.
En la Biblia encontramos distintas facetas acerca de Dios, por ejemplo:
El salmista nos enseña que Dios es vida en Salmos 36:9
Salmo 36:9 RVR60
9 Porque contigo está el manantial de la vida; En tu luz veremos la luz.
Y como hemos leído en esta misma carta, Dios también es fuente de vida eterna, 1 Juan 1:1-2
1 Juan 1:1–2 RVR60
1 Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida 2 (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó);
Y es luz, según 1 Juan 3: 1-2
1 Juan 3:1–2 RVR60
1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. 2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.
Ahora el mismo Juan nos enseña que Dios es también amor. 1 Juan 4: 16
1 Juan 4:16 RVR60
16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
Por esta poderosa razón cada creyente, cada hijo de Dios, poseemos la vida en Dios, andamos en la luz de Dios(equivale a andar en su verdad y en su justicia), y debemos portar, manifestar el amor de Dios.
Juan dice en el versículo 7.
.....pues todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.(v.7b)
Juan se refiere a la manifestación en cada uno de nosotros los hijos de Dios de su naturaleza, el amor es Dios y Dios es amor, por lo que cada uno debemos reflejar ese amor a otros.
Cuando Juan dice, todo aquel que ama“es nacido de Dios”, se refiere a “Ser engendrado”, es decir la persona que Dios ha salvado da evidencia dela realidad del amor de Dios día a día, podemos ver que ha dado evidencia en el pasado y sigue dando evidencia en el presente, además posee la capacidad y experiencia de amar. Por el contrario el que no ama, no ha conocido a Dios.
Es tan duro hermano leer y escuchar esto, pero en simples palabras Juan nos enseña, aquellos cuyas vidas no se caracterizan por amar a otros no son cristianos, sin importar lo que afirmen.
Podemos ver en la Biblia que los religiosos judíos (escribas, fariseos y los demás dirigentes) de la época de Jesús, así como los falsos maestros en la iglesia del tiempo de Juan, sabían mucho acerca de Dios, pero en realidad no lo conocían Pablo exhorta a Timoteo diciendo( 2 Ti. 3:7).
2 Timoteo 3:7 RVR60
7 Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad.
Hermanos, a veces es muy triste ver la situación de estas personas que quizás estaban en la iglesia, pero la ausencia del amor de Dios en sus vidas revelaba de modo muy concluyente la condición no regenerada en que se hallaban.
Es por eso que se hace necesario ahora que cada uno de nosotros que somos hijos de Dios, que le hemos conocido, podamos portar su amor en nuestras vidas y mostrarlo, darlo a los demás hermanos, a las personas en nuestro entorno.
La segunda razón que debemos aprender para ser portadores del amor de Dios es:

II. PORQUE DIOS ES AMOR.

1 Juan 4:8 RVR60
8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
No olvidemos que por naturaleza, Dios es amor, y por tanto Él define al amor; el amor no lo define a Él.
No importa lo que humanamente pensemos acerca del amor, debemos redefinir o desaprender lo que hemos aprendido y practicado, para encarrilarlo a lo que realmente Dios define como amor, dar, y dar sacrificialmente.
La verdad de que Dios es amor explica la selección humana.
Dios decidió amarnos, decidió salvarnos, decidió dar a su hijo unigénito. Juan 3.16, Romanos 5.8
Juan 3:16 RVR60
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Romanos 5:8 RVR60
8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Fue su amor que nos llevó a ser sus hijos, y librarnos de la condenación eterna. Juan 1:12-13 , Efesios 2:5
Juan 1:12–13 RVR60
12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
Efesios 2:5 RVR60
5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),
Todo eso por amor, por su gran misericordia, ese mismo amor que en un tiempo mostró para con Israel, ese mismo amor se mostró en la persona de nuestro Señor Jesucristo.
Jeremías 31:3 RVR60
3 Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.
Ahora Si Dios siendo amor se da a nosotros, es de esperarse que nosotros también demos a los demás su amor, que les hagamos participes del amor de Dios que está en nosotros.
Si no podemos, sino decidimos hacerlo, sino queremos hacerlo, sólo muestra que en realidad no le hemos conocido.
Ahora habiéndole conocido, se hace fácil porque podemos además de experimentar y vivir su amor, podemos ser obedientes al llamado de Dios, un mandamiento doble para nosotros.
Marcos 12:29–31 RVR60
29 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. 30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. 31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
La tercera razón que tenemos para ser portadores de Dios es que:

III. LA REALIDAD DE SU AMOR EXPLICA SU PROVIDENCIA.

1 Juan 4: 9-10
1 Juan 4:9–10 RVR60
9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
Pare entender este punto, tenemos que entender la palabra providencia.
La palabra Providencia viene del Latín “providere”. Dicho vocablo latino no solo tiene el sentido de que Dios previamente conoce todas las cosas, sino que las provee, las prepara, las planea, y las arregla con conocimiento de antemano.
Podemos ver en Genesis 3.15 que por primera vez Dios da la promesa de un “Salvador” que vendría de la simiente de la mujer y que destruiría a la serpiente.
Génesis 3:15 RVR60
15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
Aquí es cuando Dios promete que vendría Jesús, con un nacimiento virginal de una mujer, donde el varón no intervendría, y que ese salvador del que después sabemos que se llama Jesucristo vencería a satanás en la cruz.
La serpiente arrastrándose es un símbolo de la derrota de Satanás.
A pesar del pecado del hombre, a pesar de nuestra condición de pecado, Dios que nos ama ya tenía un plan para mostrarnos su amor.
Juan dice que su amor, se muestra para con nosotros en el hecho de que envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
Su amor es la mejor evidencia de su providencia, no se trata de que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
Ahora esa providencia mostrada en su amor inagotable, se muestra en la vida de cada uno de sus hijos, las circunstancias los problemas y las vivencias diarias de la vida, siempre son para bien a aquellos que le amamos porque él nos amó primero. Pablo dice en Romanos 8:28
Romanos 8:28 RVR60
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Ahora si Dios nos ama así, sin nosotros merecerlo, sin nosotros tener méritos para que él nos ame, nosotros tan pecadores.
¿No es una buena razón, para que ahora que somos sus hijos mostremos su amor, seamos portadores de su amor?
La cuarta y última razón que encontramos en este pasaje para ser portadores del amor de Dios, es que:

IV. DIOS NOS HA DADO EJEMPLO DE AMOR.

1 Juan 4. 11-12
1 Juan 4:11–12 RVR60
11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.12 Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.
Hermanos, el hecho de que Dios enviara a su hijo , no sólo nos da el privilegio de ser salvos, a los que en él creemos y le recibimos, sino una obligación de sacrificio y amor.
Juan dice, que así como Dios nos ha amado, debemos nosotros también amar.
¿Cómo?, debemos amar sacrificialmente, dando testimonio de seguir su ejemplo.
La gente no puede ver a Dios amarle, porque Dios es invisible, no tiene presencia física en este mundo material, la única manera en que la gente puede ver el amor de Dios, es a través de nosotros la iglesia.
Nosotros somos el testimonio definitivo del amor de Dios.
Los versículos del 7 al 12, en los que Juan enfoca el amor de Dios, en nosotros, se puede resumir de esta manera:
El amor se origina en Dios(Él es amor), se manifiesta en su hijo(dio a su hijo unigénito) y queda demostrado en su pueblo(Testimonio)
Amados hermanos, permanecer en el amor de Dios, es una las evidencias más grande que tenemos para mostrar a las personas que nos rodean que somos hijos de Dios. Juan así lo define en el versículo 16. 1 Juan 4.16
1 Juan 4:16 RVR60
16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.

CONCLUSIÓN:

Alguna vez nos hemos preguntado,
¿Cuán portadores somos del amor de Dios?
No olvidemos que el amor en nosotros no es el del mundo, es producto del Espíritu de Dios actuando en sus hijos.
Es ese amor que sólo podemos portar en nuestras vidas producto de tener una relación intima y personal con Dios.
Por eso debemos examinarnos a la luz de la palabra de Dios, ¿cuánto damos testimonio de este amor en nuestras vidas y cuan permanente es en nosotros y nosotros en él?
Ahora si usted aún no ha creído en Jesucristo como su Señor y salvador, usted, no ha experimentado el amor de Dios, ni lo puede mostrar a otros, pero su amor está disponible para todos hoy, solo debemos dar el paso de arrepentimiento por nuestros pecados y creer en Jesús como Señor y salvador.
Vamos a orar.
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