El evangelio que creemos (2)

Evangelio - Poder de Dios  •  Sermon  •  Submitted
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Introducción. Cuando nos sentimos amenazados algunos podemos recurrir al enojo para proteger nuestras apariencia, o también usamos nuestras virtudes como defensa, inclusive a veces usamos el insulto, el menosprecio o la venganza, y es que nuestro corazón tiene temor de perder la apariencia de nosotros. Cuando Pablo escribió que no se avergonzaba del Evangelio, es porque estaba seguro del Evangelio- porque segura es la Palabra de Dios, porque es verdad su gracia, porque en verdad Cristo vive; Pablo no tenía que aparentar, no tenía que reclamar o agredir sino proclamar lo que Dios hizo.
Oración. Señor en esta mañana pedimos ser llenos de tu Espíritu Santo, que tu controles cada aspecto de nuestra vida, que Cristo sea exaltado en nosotros por la fe en Él. Qué no busquemos vivir en la apariencia, sino que nos creamos lo que tu Amado Hijo a logrado, solo Él es Santo, Solo es perfecto, solo Él es justo y tú hoy nos ves por medio de Él, hacemos esta oración por sus méritos y porque tú te complaces en Él y hoy nosotros nos complacemos en Tu Hijo, en Cristo nuestro Salvador. Amén.
La semana hablamos que el Evangelio que creemos se trata del Hijo de Dios y que obra fe en nosotros los creyentes. Esto es algo maravilloso para la vida de cada Creyente, pero ¿qué pasa con la vida del creyente que aun ve en su andar una tendencia a buscar el mal, a querer aparentar y no necesitar en nada a Jesús? ¿será que la vida del cristiano solo se trata de trabajar y de no pecar? ¿o se trata de como Cristo nos rescata y guarda de nuestra debilidad es inmensa y nuestra carne aun habita en constante desvío?

3 Revela la justicia de Dios Romanos 1.16-17

Romanos 1:16–17 RVR60
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
Estos versos serán los primeros en memorizar estas dos semanas.
Los versos de hoy no solo nos hablan del poder de Dios para salvarnos, sino que ese poder nos revela la justicia de Dios, es la justicia de Dios clarificándose por medio del Evangelio EN FE Y PARA FE.
Meditar en estos versos es algo importante sobre nuestra fe.
Pablo se adelanta y advierte que no se inquieta por las burlas de los perversos. En este mundo cuando comienza nuestra vida de fe, es común vernos rodeados de burlas sobre lo que creemos.
Pablo ensalza la doctrina del Evangelio, pues no debe ser menospreciable para los Romanos, debe ser creído.
Pablo está en deuda. En como si me hubieses prestado dinero y alguien más ya me dio para pagarte, pero hasta que no te lo de entonces sigo en deuda. Así Pablo está en deuda con todos, pues ya se le dio el Evangelio y Él tiene que entregarlo a todos.
Este Evangelio por el cual Pablo está dispuesto a perderlo todo, hace evidente el poder de Dios para Salvar. V.16
Esto quiere decir que las BUENAS NUEVAS obran todo lo necesario sin faltar nada para que nosotros tengamos vida y vida eterna.
Pablo no se refiere al poder que Dios tiene conforme a su esencia como el Omnipotente. el poder que viene de Dios, sino al poder mediante Él confiere potencia y fortaleza; como leemos en Hch.4:33: "Con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección de Jesucristo"; y en Hch. 1:8: "Pero recibiréis poder cuando haya venido el Espíritu Santo sobre vosotros". Además, en el último capítulo de Lucas (24:49) leemos: "Hasta que seáis investidos de poder desde lo alto", y en Lc. 1:35: "Y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra"
No es poder de los hombres, sino es poder de Dios. Al darnos Dios su Evangelio significa que nos da su poder para ser Salvos, esta es la generosidad de Dios mostrada en Cristo.
No es un destello para que nos salvemos o una detonación de dinamita como lo vimos al comienzo pues la dinamita destruye no da vida a algo muerto. O sea que el Evangelio nos trae a vida porque para salvación y no perdición, ruina o perdición, porque como muertos somos incapaces de hacer algo o de contribuir para levantarnos de la muerte espiritual,
El Evangelio insulta nuestra apariencia de ser buenos o de ser especiales, puesto que nos hace ver que para que haya vida espiritual o algún fruto espiritual digno para la gloria de Dios, no puede provenir de nosotros.
pues Jesús el Hijo de Dios tuvo que venir, no un ángel, no un profeta o apóstol, el mismo Hijo de Dios, lo más grande y Maravilloso pues la deuda es enorme, la maldad de nosotros es real y profunda.
A todo aquel que cree. la predicación del Evangelio no opera eficazmente en todos, sino solamente cuando el Espíritu, dueño del hombre interior, ilumina los corazones; por eso el Apóstol añade: a todo aquel que cree, y en verdad el Evangelio es presentado a todos para salvación, mas su poder no aparece en todos, solo aquel cree.
Se que puede ser una locura el Evangelio por la dura realidad sobre nuestras almas, puesto que no hay nada
El que cree el evangelio tiene que llegar a ser débil y tonto ante los hombres para poder ser fuerte y sabio por medio del poder y de la sabiduría de Dios; porque así se nos dice en 1 Co. 1:25,27
1 Corintios 1:27 RVR60
sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;
La manifestación de la necedad y del poder de la carne, o de los hombres o el mundo es cuando rechazan esta buena noticia, aunque al final el veredicto será el lloro y crujir de dientes. Mateo 22.8
Mateo 22:8 RVR60
Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos.
así concluye porque muchos que ha sido invitados en el reino y termina con una sentencia Mateo 22. 13-14
Mateo 22:13–14 RVR60
Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.
Pues había ahí uno que insultaba la boda porque no estaba vestido para la boda, es decir estaba presente sin haberse preparado. Con las ropas especiales.
La única manera de presentarnos a esa boda es con las vestiduras limpias, es decir con la justicia que es en Cristo.
Romanos 1.16 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
La justicia de Dios se revela por fe y para fe. v.17
¿Qué tiene el Evangelio que lo hace tan poderoso, que le da esta cualidad de transformar vidas? R: “En el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, o sea qué en el Hijo se revela la justicia de Dios”
Revelar es en esencia algo que no se podía ver, o que no podría ser descubierto hasta que se nos enseñara, mostrara.
Justicia de Dios: Romanos 3:21 “Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas;” Romanos 5.19 “Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.” Romanos 10.3 “Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios;”
No podríamos ser consientes de la Santidad y Rectitud de Dios sino se nos revelerá al creer y al vivir en fe. Muchas veces bajamos los estándares de Dios para que se nos hagan alcanzables, por ejemplo pensamos que solo servir es en la en el templo, pero dejamos de lado que servir a Dios es inclusive en nuestra vocación ya sea estar al cuidado de la casa, o en la oficina o en nuestros estudios.
Bajar los estándares es rechazar a Jesús, menospreciar sus estándares, la Santidad de Dios que son tan altos que la única manera de Alcanzarlos es por medio de la fe en Jesucristo.
También si no se nos revela esa justicia no podríamos tener la conciencia creciente de nuestra maldad, los alcances de nuestra perversidad. APARIENCIA. Decimos no somos tan malos, Dios yo tengo más cosas buenas que malas, le grito a mi esposa o hijo pero si vengo saludo y apoyo a los hermanos, o aparentamos- yo menosprecio a mi esposo a pero amo a mis hijos. Si no se nos revela la justicia de Dios por medio del Evangelio.
Cuando somos dominados por la apariencia hay miedo de que nos descubran o rechacen, pero también es a su vez nos hace resaltar ante otros.
Pablo está hablando de que el Evangelio que creemos nos lleva a vivir en fe y por fe en la justicia de Dios. en mostrarnos nuestra condición y a su vez revelándonos quién es Dios. Es decir tener una conciencia creciente de la Santidad de Dios y una conciencia creciente de nuestra condición pecaminosa y que solo por medio de Jesucristo podemos estar en paz para con Dios.
La vida de todo cristiano se trata de vivir por fe, fe en alguien no en una cosa, obra o actitud. Hab. 2.4He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.”
El cristiano se aferra a Cristo, por lo que desecha la apariencia de que son sus esfuerzos lo que lo hacen ver como hijo de Dios, desecha toda idea de que para cumplir los estándares de Dios hay que rebajarlos menospreciando en sí la santidad de Dios.
Hay un problema evidente en nuestros tiempos que nos aferramos en tapar nuestras debilidades, el esconder nuestra incredulidad tras un apariencia de madurez, en vez de creer y vivir en el Evangelio.
¿qué tipo de iglesia es la que prevalece, la que aparenta mucho estudio bíblico por los datos curiosos que encuentra, la que aparenta servir más a la ciudad, la que aparenta tener más gente que otras? La iglesia local ha sido llamada a vivir y crecer en el Evangelio.
Veamos un ejemplo a lo que Pablo quiere llegar. Colosenses 1.3-10
Colosenses 1:3–10 RVR60
Siempre orando por vosotros, damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor que tenéis a todos los santos, a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio, que ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y lleva fruto y crece también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad, como lo habéis aprendido de Epafras, nuestro consiervo amado, que es un fiel ministro de Cristo para vosotros, quien también nos ha declarado vuestro amor en el Espíritu. Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;
Oh maravilloso Evangelio, que nos trajo al Hijo de Dios, lo más maravilloso del universo, en lo que se complace plenamente Dios Padre, Solo la sangre preciosa de Cristo nos pueda dar perdón y salvación por fe.
Se que hay una tentación de hablar sobre el verbo “phistis” en griego, que es fe, pero no es un verbo aislado, ni su significado tendría sentido si no observamos la frase.
La justicia de Dios es sola y exclusivamente una justicia por la fe, pero de tal suerte que, sobre la marcha, no "entra en apariencia" sino que produce una fe siempre más nítida, conforme a lo dicho en 2 Co. 3: 18: "Somos transformados de una gloria en otra etc.", y (Sal. 84:7): "Irán de poder en poder (. Así irán también "de fe en fe", creyendo con siempre mayor firmeza, de modo que "el que es justo, practique la justicia todavía" (Ap. 22: 11). En otras palabras: Nadie debe pretender haberlo ya alcanzado (Fil. 3: 13) y por tal motivo dejar de avanzar -o lo que es lo mismo, comenzar a retroceder.
Nuestra fe no solo se confiesa pues también obedece con los actos.
Los cristianos están en una batalla diaria con su pecado, tu y yo ahorita estamos en una batalla, y mañana si Dios no ha venido por nosotros o no nos ha llevado debemos reconocer que una batalla de fe se luchará. Pero podemos recurrir a nuestra apariencia de intelectual bíblico o nuestra apariencia de rebelde “que va al cielo” en vez de CREER EN EL EVANGELIO.
La apariencia intelectual: normalmente esta personas, hombre o mujer, dice estudiar la biblia, conocer varios personajes destacados de la historia de la iglesia, pero normalmente se siente orgulloso por saber más que los demás y tendrá miedo y enojo si le muestras que se ha desviado de una buena interpretación, se cruza de brazos y te mira altanera-mente. DESTRUYES SU APARIENCIA. Pero por eso hoy necesita escuchar que es débil y que necesita ser creer en Cristo más que en su aparente conocimiento de datos.
La apariencia del rebelde “que va al cielo”: Normalmente este tipo de personas siente un orgullo de ser ignorantes de las Escrituras, su postura es de justificar su comportamiento en base a su poco conocimiento, dicen tener mejor práctica que los intelectuales aunque no sean tan estudiados, se justifican en tener un mal comportamiento por que ellos son reales. Cuándo les hables sobre sus fallas no sentirán remordimiento o arrepentimiento, ni se sentirán señalados. Su respuesta es la indiferencia, prefieren irse de la iglesia porque nos creemos superiores si les dices que tienen que creer en el Evangelio y arrepentirse.
AMBOS están negando a Cristo, ambos tienen la necesidad de Cristo, pero a veces nos creemos los soldados, o los jueces que tenemos que atacarlos y darles su lista de faltas, pero no estamos dispuestos a modelarles una vida en el Evangelio, que es en pocas palabras ser imitadores de Cristo no solo en su conducta y sufrimiento sino también en su mensaje.
Nuestro deber es hacer discípulos de Cristo, qué conozcan y aprendan de Cristo. En vez de nuestra lista de tantas virtudes, en vez de nuestras miles de citas aisladas y mal empleadas, en vez de nuestras cicatrices de tanto sacrificios.
Nuestra vida.
Debe ser claro para nosotros que el adicto, el religioso, el fiel o infiel, el capaz o el mediocre no necesitan un empujoncito para creer, “como algunos malamente a veces nos expresamos diciendo lo único que le falta es ser cristiano”, Hoy vemos que necesitamos más que un empujoncito, necesitamos vida pero cómo si estoy muerto, necesitamos que viniera CRISTO, gran noticia, ya vino, ya pagó, está a la diestra de Dios Padre, y envió al Espíritu y Volverá por nosotros.
el creer que Jesús es el Hijo de Dios quién es perfecto y que su sacrificio perfecto en la Cruz me recuerda que yo soy incapaz e indigno por mi maldad de relacionarme con Dios, y que Jesús es suficiente y su sangre derramada es la vida que Dios aceptó para que yo sea perdonado y ahora sea Su Hijo para siempre. Lo crees.
Puede haber en nosotros vergüenza en vez de entusiasmo por compartir ese Evangelio, pero nuestro matrimonio, nuestros jóvenes, nuestros niños, nosotros mismos lo necesitamos dejemos las apariencias y comencemos a vivir en fe y por fe.
Cuando los cristianos pecan, no es que a veces olviden las heridas o la cruz de Cristo, sino que creen que eso no es suficiente, por eso le queremos agregar algo más, o no queremos que nos salve porque estamos muy mal, pero en Cristo Dios quiere reconciliar lo débil, lo menospreciable y lo vil de este mundo. Su evangelio nos lleva a tener gozo porque Jesús lo logró todo y pagó todo y arrepentimiento genuino de vivir negándole para vivir adorándole, reconociendo que esto un día terminará.
A lo mejor te sientes amargado, peleado con todos, disgustado con todos, negándote a participar con la iglesia. Es porque hemos de dónde nos rescató Dios y para qué nos rescató el Señor ¿porque habríamos de negar gracia a los demás?
Cuándo nos volvemos esclavos del trabajo por temor al fracaso o vergüenza o nos deprimimos por nuestras fallas, es porque hemos olvidado que no podemos ganar nuestra propia justicia. Ante los ojos de Dios ya somos justos si creemos en Cristo.
HE DESISTIDO A LA IDEA DE QUE HAY CALIDAD ALGUNA EN MI CORAZÓN. YO SIMPLEMENTE ME AFERRO A CRISTO Y DIGO: ÉL ES MI JUSTICIA. Martín Lutero.
ORACIÓN. Ayúdanos a vivir por fe en Jesús, danos a Jesús, que nuestra vida refleje que creemos en el Salvador, sustentador, creador y primogénito de todo y a quien le pertenece todo, por haber dado su vida en la vergonzosa cruz y derramando su sangre perfecta, quien nos presentará delante de ti tal y como somos conocidos ahora, perfectos, santos e irreprensibles.
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