Hebreos 3.1-6 - Participantes del llamamiento celestial por Cristo - Serie Hebreos No. 15
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
¿En quién tenemos nuestra esperanza?
¿Quién es mayor en nuestras vidas? Muchas veces nosotros somos los mayores en nuestras vidas.
Pero no vamos a estar completos con nosotros mismos.
¿Realmente la preeminencia es de Cristo en nuestras vidas?
¿Cuáles son las aplicaciones de esto?
¿Sabes lo que ha costado que nosotros seamos participantes del llamamiento celestial?
EXÉGESIS He 3.1-6.
EXÉGESIS He 3.1-6.
Resumen.
Cristo es mayor a los ángeles, pero para algunos judíos, Moisés era mayor a los ángeles porque aunque los ángeles habían participado en la entrega de la Ley, Moisés era el portavoz directo de Dios.
El autor va a pasar a demostrar que Cristo está por encima aún de Moisés.
1 Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;
“Por tanto,..”
El autor ya demostró que Cristo es superior a los ángeles.
Ahora va más allá, pues Cristo no es solo superior a los ángeles, sino a todo y todos.
La fe en Cristo te va a llevar hasta el límite porque solo Él puede ocupar el lugar de máxima superioridad en la vida del creyente.
Esto necesitaban saberlo los hebreos, y necesitamos saberlo nosotros.
“..hermanos santos,..” -
Evidencia que la audicencia es congregación de creyentes.
¡Y aún así reciben advertencias respecto a CRISTO Y LA FE!
Santos - apartados para Dios.
No podemos descuidarnos de nuestra Cristología. Del entendimiento y vida que tengamos con Cristo.
“..participantes del llamamiento celestial,..”
No solo son hermanos, sino que en medio del llamado a la firmeza y advertencias sobre Cristo, son recordados de la DÁVIDA recibida.
Tenían acceso a todas las promesas eternas de vida, que hay en las Escrituras.
La posición en Cristo abre las puertas a recibirlo todo.
“..considerar al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;..”
“Considerar” - No dejar de ver.
Los hebreos o judíos que habían reconocido a Cristo no debían apartarse de poner sus ojos en Cristo.
He 12.2 “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”
Dos oficios de alto honor y de gran responsabilidad se mencionan.
Apóstol, que es “enviado”, en este contexto de Dios al hombre y representante de Quién lo envia.
Sumo Sacerdote, que es el intercesor entre el hombre y Dios.
Solo Cristo cumplía el circuito completo como perfecto mediador y al mismo tiempo enviado de Dios.
Entonces, el v.1 está llamando a poner los ojos en CRISTO.
2 el cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios.
Contexto:
Num 12
Un profeta que hablaba por parte de Dios era Moisés. Él era un enviado al faraón pero también al pueblo. Él se convertiría en el enviado de Dios. Recuerda que estamos hablando en el v.1 de Cristo como apóstol o enviado también.
“el cual es fiel al que le constituyó,..”
Moisés con todas sus limitaciones y debilidades fue un hombre obediente. Fue fiel en ese sentido al Señor.
Más Jesús fue fiel en una tarea más difícil que la de Moisés. Jesús tuvo una misión de entregar su vida y sufrir el pago de la muerte espiritual.
Fue a la cruz, tomó naturaleza humana, renunció voluntariamente a actuar en la totalidad de su poder.
¡Qué fiel es Jesús para hacer esa misión de salvarnos!
¿ Fue fiel Moisés? Sin duda, pero lo fue más Jesús.
El lector judío tenía en alto a Moisés. No había profeta como Moisés. Él había dado la ley. Pero ahora, mejor cosa que la Ley, la gracia, venía por Jesús.
Tratemos de entender este versículo.
Nm 12.7 dice que Moisés fue fiel en toda la casa de Jehová.
7 No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa.
Contexto:
Aarón y María hermanos de Moisés estaban protestando contra él. Y entonces sus corazones estaban llenos de orgullo. Su argumento, que ellos también habían sido utilizados por Dios.
Pero había una diferencia. Moisés era un hombre especial.
3 Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.
Moisés era manso. Sus hermanos prostaban contra él.
Podían hacer mal contra Moisés pero él seguía siendo fiel a Dios. Y era tan manso que hallaba gracia delante de Dios.
Cuando el autor a los hebreos cita este versículo, está trayendo a la memoria el pasaje de Números 12.
Moisés era fiel a Dios, aún en circunstancias difíciles, sus hermanos están contra él.
Pero Cristo es mayor a Moisés, porque recibió mal de muchos, la traición de sus amigos y discípulos, y era más manso que Moisés: Is 53.7 “7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.”
Cristo recibió el mal, fue manso y siguió siendo fiel a Dios
Los hebreos entenderían está relación del autor que hace de Cristo con Moisés.
¡Realmente Cristo es superior!
Y miren entonces de dónde viene el versículo de hebreos. Dios iba a decir algo de Moisés, el atacado.
6 Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él. 7 No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. 8 Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?
¡No sé si hay otro pasaje donde Dios honra tanto a un hombre en toda la Escritura! Y a la verdad, solo a Cristo se lo honra más, al sentarse a la diestra de Dios Padre.
Moisés era altamente honrado como profeta por los hebreos, pero Dios también hablaba bien de Moisés!
Más Cristo recibe aún mayor honra, por ser el Hijo, y se sienta a la diestra de Dios. Y fue declarado, confirmado, exaltado Hijo de Dios con poder, por la resurrección entre los muertos. Ro 1.4.
Así que el profeta máximo de Israel, fue fiel, pero Cristo lo fue más.
Este es el argumento del autor de los hebreos. Cristo es mayor a Moisés.
Pero volvamos nuevamente al texto de Números:
“..Cara a cara hablaré con él y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvistes temor de hablar contra mi siervo Moisés?”
Moisés era fiel y Dios le permitió únicamente a Él en toda la Escritura, tener una relación de cara a cara.
¡Ni Abraham, Isaac y Jacob tuvieron tal privilegio. Aunque Dios había aparecido varias veces a estas personas, Dios tenía relación cara a cara con Moisés.!
Y luego Moisés como andaba cara a cara con Dios, tenía que taparse la cara porque su piel resplandecía al estar con Dios. Y tenía que ponerse velo porque reflejaba en gran manera un poco de la Gloria de Dios. (Ex 34.34).
¿Acaso puede haber alguien más grande que Moisés para los hebreos?
La respuesta del autor a los hebreos es SI, SIN DUDA, ES CRISTO.
Cristo es aún mayor al más grande de los grandes, Moisés. Moisés reflejaba un poco de la gloria de Dios, pero Cristo no refleja, sino ÉL MISMO ES LA Gloria de Dios.
15 El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
Cuando Moisés bajaba de la montaña después de hablar con Dios, siendo su enviado reflejaba un poco acerca de con Quién él había estado.
Pero Cristo, mostraba la totalidad del Padre:
9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
Moisés era manso y grande para el pueblo, pero Cristo era mucho más manso y extraordinario y sustentador del Universo (Col 1.17).
Moisés era fiel y Cristo era fiel hasta la muerte y muerte de Cruz (Flp 2.8).
Y aunque Moisés reflejaba un poco de la Gloria de Dios, y tenía que taparse con un velo. Cristo, ÉL Mismo mostraba la totalidad de la Gloria de Dios. Esta es la extraordinaria diferencia.
14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Así que cuando volvemos a leer Hebreos 3.2, el significado para aquella audiencia hebrea, que conocía las Antiguas Escrituras y específicamente Número 12, era demasiado profundo:
Otra vez:
2 el cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios.
Así que el autor a los hebreos se atreve a comparar a Jesús con quién era la figura de profeta principal máximo en Israel que era Moisés. Pero Cristo era mayor.
Pero falta algo más en todo esto.
En el contexto de hebreos 3.2, que es Num 12.13, falta algo más.
Después que Moisés recibió el intento de agresión de parte de sus hermanos, fueron descubiertos por Dios y ÉL castigó a María con Lepra.
9 Entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos; y se fue. 10 Y la nube se apartó del tabernáculo, y he aquí que María estaba leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa.
¿Y sabes que hizo el manso y fiel Moisés?
13 Entonces Moisés clamó a Jehová, diciendo: Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora.
Moisés había perdonado a sus transgresores. Esto es lo que realmente significa ser manso y fiel a Dios.
Y en todo esto. ¡Cristo era mayor!
En la cruz, Cristo ora a Su Padre pidiendo que perdone a sus agresores, a quienes lo habían crucificado. Lc 23.34 “34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.”
Así que cuando el autor de Hebreos cita el versículo de Número 12, sabe bien lo que está diciendo y la audiencia sabe bien lo que debe entender en cuánto a la superioridad de Cristo.
El autor está haciendo la máxima de las comparaciones, y si Cristo es superior a los ángeles, también lo era a Moisés.
El argumento es que Moisés era fiel y Cristo era superior aún a Moisés: Más manso, más fiel, más misericordioso, y no más, sino que Él era la Gloria de Dios.
Entonces, los siguientes versículos ya nos serán más fáciles de entender:
3 Porque de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno éste, cuanto tiene mayor honra que la casa el que la hizo.
Cristo tiene mayor gloria que Moisés, porque Moisés está al nivel de creación, y Cristo al nivel de Creador.
Los ojos de los lectores de la epístola, no podían estar sobre Moisés, sino sobre Cristo. Habían crecido en Moisés, pero debían poder ver la revelación de Dios en Cristo. Él es el dueño de la casa, Moisés un sirviente de la misma.
¿Sabes que diría Juan sobre esta comparación?
17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
Y el autor a la epístola a los hebreos sigue:
4 Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios.
Contexto de los hebreos:
Eran hermanos creyentes, pero no debían quitar sus ojos de Cristo. Recibirían conflictos, oprobio, persecución por causa de Cristo y aún del judaísmo que rechazó al mesías, pero se iban a sustentar en quien era mayor a Moisés, y el que sustentaba todas las cosas desde la Creación.
Pero ahora, el autor de hebreos, va a hablar de propósitos:
5 Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir; 6 pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.
Moisés como siervo era fiel. Cristo como dueño de la casa, es todavía más cuidadoso y fiel.
Pero ¿cuál casa?
“..la cual casa somos nosotros,..”
Ahora podemos entender más de la fidelidad de Dios o Cristo.
Ya sabemos por qué él era fiel y más que Moisés. Era fiel aún padeciendo a causa de lo que estaba logrando.
¡Todo era por nosotros! Nosotros somos esa casa.
Por eso la Escritura puede decir sobre Cristo:
2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
El propósito fue su casa, fuimos nosotros.
El motivo de su sufrimiento y de aceptarlo, y de padecerlo, fuimos nosotros.
Sufre la cruz por nosotros.
Pero observa la necesaria advertencia en la parte final.
“..si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.”
De esto se trataba todo. De esto se trata la epístola a los hebreos. Este es el motivo de la epístola.
No se puede volver atrás. La congregación de creyentes en Cristo, con origen hebreo, que estaba en un mundo grecoromano, debía mantenerse firme en CRISTO. Debía confiar únicamente en el sustento que es Cristo, su persona, su deidad, su superioridad, su gloria.
Y Cristo era la única fuente de la esperanza.
¡Qué hermosa casa había hecho Cristo!
Ahora podríamos tratar de entender a la audicencia de esta epístola.
Moisés les dio la ley, pero no estaban completos con Moisés ni con la Ley, sino únicamente con Cristo.
Y es una promesa para nosotros también:
10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
¿Sabes lo que ha costado que nosotros seamos participantes del llamamiento celestial?
Ha costado la vida de Cristo.
Hay esperanza en Cristo, pero es necesario pararnos en Él.
¿Cómo se refleja la persona de Cristo en nuestras vidas?
Para los hebreos, Cristo debía ser mucho más, aún que el profeta más grande que habían tenido.
¿Qué lugar ocupa Cristo en tu vida? Probablemente no es Moisés más grande que Cristo por el contexto cultural y religioso donde nacemos. Pero ¿Es Cristo mayor aún a nosotros mismos? Eso es más terrible aún.
Y si ocupa un lugar de preeminencia, ¿se manifiesta en nuestras acciones?
¿Somos más comprometidos con el evangelio y evangelismo?
¿Acaso realmente estamos dispuestos a ser la iglesia de Cristo que evangeliza y discipula?
¿Somos más comprometidos con las misiones?
¿Sabes que hay gente que está muriendo sin Cristo?
¿Será que nuestros familiares que amamos están muriendo sin que Cristo sea superior en sus vidas?
¿Cuál es la respuesta de gratitud tuya y mía por Su mansedumbre, por Su fidelidad, por Su sacrificio y por el perdón de pecados?
Este pueblo necesitaba a Cristo y nosotros también.
Había esperanza y firmeza para todos los que se paren sobre Cristo, sobre ese fundamento seguro. También lo hay para nosotros si estamos en Cristo.
¿Cómo está nuestra responsabilidad de hermanos santos? Cuál es nuestra obra en su iglesia como participantes y beneficiarios del llamamiento celestial?
A todos los que no estamos trabajando con toda la fuerza, a los desanimados y a todos los que requieren pararse sobre Cristo.
28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
Él manso, el fiel, el obediente, el apóstol, el sumo sacerdote, el Santo, se entregó por su casa, por nosotros. No lo olvides.
Los hebreos no estaban completos con Moisés y ni aún con la Ley, sino con Cristo. Nosotros, sea lo que sea que tengas, sea quien sea que seas, no estarás completo sin Cristo.
Vamos a orar.