El Peligro de la vanidad
Corriendo tras el viento • Sermon • Submitted
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Introducción
Introducción
Idea principal: el propósito de este sermón de estudiar a fondo el significado de la palabra “vanidad”. Una vez entendiendo su significado, podemos aplicara a nuestra vida la corrección que Dios intenta hacer por medio de la carta de Eclesiastés.
1 Me dije entonces: «Vamos, pues, haré la prueba con los placeres y me daré la gran vida.» ¡Pero aun esto resultó un absurdo!
Según Salomón, perseguir el placer y darse la gran vida es absurdo.
La semana pasada miramos que Salomón experimentó toda clase de placer, desde beber vino, tener fiestas, hacerse casas y viñedos, hasta construir ciudades, y tener mil mujeres.
Nada de esto le trajo satisfacción. ¿Por qué no? Porque él lo consideró vanidad.
Los términos «vanidad» y «vano» se hallan frecuentemente en la Biblia para dar la idea de aquello que es vacío, pasajero, sin valor. Dentro de ello caen la idolatría y la maldad, como cosas que no solamente son malas, sino además vanas y vacías. También denotan falsedad. El principal término heb. traducido «vanidad» es hebhel, lit. «un soplo de aire, o de la boca».
Hay tres significados especiales que Salomón le da a esta palabra.
1. La vanidad puede ser un ídolo.
1. La vanidad puede ser un ídolo.
La palabra Hebel era usada para referirse a un ídolo venerado en tiempos antiguos.
15 Rechazaron los decretos y las advertencias del Señor, y el pacto que él había hecho con sus antepasados. Se fueron tras ídolos inútiles, de modo que se volvieron inútiles ellos mismos; y aunque el Señor lo había prohibido, siguieron las costumbres de las naciones vecinas.
5 Así dice el Señor: «¿Qué injusticia vieron en mí sus antepasados, que se alejaron tanto de mí? Se fueron tras lo que nada vale, y en nada se convirtieron.
8 Todos son necios e insensatos, educados por inútiles ídolos de palo.
8 »Los que siguen a ídolos vanos abandonan el amor de Dios.
2. La vanidad puede ser un aliento
2. La vanidad puede ser un aliento
Por aliento me refiero a que la vida es corta y pasajera. No dura nada, como un aliento.
6 un suspiro que se pierde entre las sombras. Ilusorias son las riquezas que amontona, pues no sabe quién se quedará con ellas.
4 Todo mortal es como un suspiro; sus días son fugaces como una sombra.
3. La vanidad puede ser sinsentido
3. La vanidad puede ser sinsentido
El enfoque en la vanidad termina siendo un sinsentido, o como Salomón le llama: un absurdo. Por mucho que te afanes, el final de la vanidad es obtener nada.
15 Me dije entonces: «Si al fin voy a acabar igual que el necio, ¿de qué me sirve ser tan sabio?» Y concluí que también esto es absurdo,