Nacimiento de Jesus y Riesgo Juvenil Lucas 2:1-7
Oración
Simbolismo General
Lugares importantes.
¿De que casa, y tribu es José?
Sucesos Morales
Sucesos esporadicos
Personajes Importantes
César Augusto
Cireneo
Jose
David
Maria
El Primogenito.
PRIMOGÉNITO. Los primogénitos de los hombres y de las bestias son declarados pertenecientes a Dios, que no sólo los ha dado (cfr. Gn. 4:4), sino que los ha rescatado en Egipto de la esclavitud y del juicio. Durante la décima y última plaga, los primogénitos de Egipto fueron muertos, en tanto que los primogénitos de los israelitas eran salvados gracias a la sangre puesta sobre el dintel y los postes de las puertas de sus casas (Éx. 12:12, 13, 23, 29; véase PASCUA). Los primogénitos, objetos de tal redención, pertenecían así por partida doble a Jehová. Todo varón primogénito de hombre o de animal era puesto aparte para el Señor (13:2; 34:19); el hombre no tenía derecho alguno sobre ellos. El primogénito de los animales estaba destinado al sacrificio, pero el primogénito de hombre era rescatado (Éx. 13:13, 15; 34:20, cfr. Lv. 27:6). Por esta razón era llevado al santuario y presentado a Jehová (Lc. 2:22; cfr. Nm. 18:15). Más tarde, los levitas tomaron el lugar de los primogénitos de los israelitas (Nm. 3:12, 41, 46; 8:13–19; cfr. Éx. 32:26–29) y fueron asignados al servicio del culto (véase LEVITAS). Entre los primogénitos de los animales igualmente consagrados al Señor se hacían distinciones. El primogénito de los animales puros era sacrificado. Los animales impuros, de los que se cita el asno como espécimen típico, podían ser desnucados, o ser redimidos con un cordero (Éx. 13:13, 15; 22:29, 30; 34:20). La grasa del animal debía ser consumida con fuego, y la carne entregada al sacerdote. El animal impuro era rescatado o vendido (Lv. 27:27; Nm. 18:15–18). Más tarde, debido a las nuevas circunstancias que se podían prever del establecimiento del pueblo en la tierra de Canaán, y debido a que el desplazamiento al único santuario central podía ser difícil y costoso, se dio la norma de retrasar la presentación del primogénito. Se permitió que transcurrieran más de los ocho días inicialmente prescritos al inicio, y esperar a una de las fiestas anuales. La carne, en lugar de ser entregada al sacerdote, quedaba para el peregrino que había llevado el animal al santuario. El israelita y su familia lo consumían allí (Dt. 15:19, 20). Los animales con tachas no eran llevados al santuario. Eran comidos en casa, sin ceremonia cultual alguna (vv. 21–23). Con respecto a los privilegios legales del primogénito, véase PRIMOGENITURA.
Imposibilidades
ENCARNACIÓN. Del lat. in, y caro, «carne»: el hecho de asumir un cuerpo de carne; el acto por el que el Hijo de Dios se revistió voluntariamente de un cuerpo humano y de la naturaleza humana.
La encarnación de Jesucristo es el punto culminante de las revelaciones y manifestaciones procedentes de Dios en el mundo sensible. Por su misma esencia de amor, Dios no quiso quedarse aislado. Quiso manifestarse y, finalmente, encarnarse. Es así que inicialmente creó a los ángeles y a las criaturas celestes, esto es, a los espíritus servidores (He. 1:14); con ellos, al universo sensible que exalta su gloria a los ojos de las criaturas celestes (Sal. 19:1). La materia no es enemiga de Dios, sino un instrumento del que Dios se sirve para manifestar su poder y gloria. Este testimonio del poder divino es de tal claridad, a pesar del desorden que Satanás ha introducido en el mundo físico, que son inexcusables aquellos que rehúsan considerarlo (Ro. 1:20; cp. Hch. 14:17).
Lo bajo que tenemos el nacimiento de Cristo.
La promesa Hecha por Dios
SEMILLA. La siembra comenzaba en la época de las lluvias de octubre (véase TIEMPO). La Ley exigía la pureza de las semillas (Lv. 11:37, 38).
La promesa hecha por Dios a Belen
Originalmente se llamaba Efrata (Gn. 35:16, 19; 48:7; Rut 4:11; Sal. 132:6). Es una vez llamada Belén Efrata, esto es, el fructífero, porque el Señor de Israel iba a proceder de allí (Mi. 5:2; Lc. 2:4, 15; Jn. 7:42). Esta profecía llevó a Herodes a masacrar a los pequeños de Belén y de sus contornos (Mt. 2:16, 18).
El Meson
Pesebre
Contexto cultural, social y religioso.
Fornicación
FORNICACIÓN (del griego porneia, primariamente fornicación, cualquier práctica sexual fuera del matrimonio, y también, figuradamente, idolatría, apostasía, etc.). En sus diversas formas aparece 447 veces en el Nuevo Testamento. Cuatro veces al menos su significado es obvio; así, en 1 Co. 7:2 y 1 Ts. 4:3, Pablo amonesta a los solteros para que se cuiden de la tentación de fornicar. En ambos pasajes Pablo se hace defensor del matrimonio como una prevención de la inmoralidad. En otros cuatro casos «fornicación» viene usada en una lista de pecados que contiene también el «adulterio» (Mt. 15:19; Mr. 7:21; 1 Co. 6:9; Gá. 5:19).