Servidumbre #2
13 Cuando Josué estaba cerca de la ciudad de Jericó, miró hacia arriba y vio a un hombre parado frente a él con una espada en la mano. Josué se le acercó y le preguntó:
—¿Eres amigo o enemigo?
14 —Ninguno de los dos —contestó—. Soy el comandante del ejército del SEÑOR.
1 Sigan amándose unos a otros como hermanos. 2 No se olviden de brindar hospitalidad a los desconocidos, porque algunos que lo han hecho, ¡han hospedado ángeles sin darse cuenta!
3 Has sufrido por mi nombre con paciencia sin darte por vencido.
4 »Pero tengo una queja en tu contra. ¡No me amas a mí ni se aman entre ustedes como al principio!
26 Si afirmas ser religioso pero no controlas tu lengua, te engañas a ti mismo y tu religión no vale nada. 27 La religión pura y verdadera a los ojos de Dios Padre consiste en ocuparse de los huérfanos y de las viudas en sus aflicciones, y no dejar que el mundo te corrompa.
1 »Entonces, el reino del cielo será como diez damas de honor que tomaron sus lámparas y salieron para encontrarse con el novio. 2 Cinco de ellas eran necias y cinco sabias. 3 Las cinco que eran necias no llevaron suficiente aceite de oliva para sus lámparas, 4 pero las otras cinco fueron tan sabias que llevaron aceite extra. 5 Como el novio se demoró, a todas les dio sueño y se durmieron.
6 »A la medianoche, se despertaron ante el grito de: “¡Miren, ya viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!”.
7 »Todas las damas de honor se levantaron y prepararon sus lámparas. 8 Entonces las cinco necias les pidieron a las otras: “Por favor, dennos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se están apagando”.
9 »Sin embargo, las sabias contestaron: “No tenemos suficiente para todas. Vayan a una tienda y compren un poco para ustedes”.
10 »Pero durante el lapso en que se fueron a comprar aceite, llegó el novio. Entonces las que estaban listas entraron con él a la fiesta de bodas y se cerró la puerta con llave. 11 Más tarde, cuando regresaron las otras cinco damas de honor, se quedaron afuera, y llamaron: “¡Señor, Señor! ¡Ábrenos la puerta!”.
12 »él les respondió: “Créanme, ¡no las conozco!”.
13 »¡Así que ustedes también deben estar alerta! Porque no saben el día ni la hora de mi regreso.