MIÉRCOLES 23
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ESTUDIO BÍBLICO
ESTUDIO BÍBLICO
LA IGLESIA DE JESUCRISTO
Lección 2
“Mas el fruto del Espíritu” En contraste a las obras de la carne está el fruto del Espíritu. Las obras de la carne son hechas con los esfuerzos propios de una persona, bien sea salva o no salva. El fruto del Espíritu, por otro lado, es producido por el propio Espíritu de Dios y solo en las vidas de aquellos que le pertenecen mediante la fe en Jesucristo.
“Mas el fruto del Espíritu es amor(“AGAPE: amor”, agape se refiere al amor por elección de la voluntad y no al afecto emocional)gozo(es un sentido profundo de bienestar que llena el corazón de una persona que sabe que todo está bien entre él y su Señor), paz(se refiere a la tranquilidad de la mente que viene como resultado de es relación de salvación. Así como el gozo, la paz no tiene relación alguna con las circunstancias. Los cristianos saben “que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamado” (Ro. 8:28). Puesto que Dios está en control de todos los aspectos de la vida de un creyente)paciencia(tiene que ver con tolerancia y paciencia frente a las ofensas y las heridas producidas por otros), benignidad(ser tierno con los demás, así como Cristo lo hace con nosotros), bondad(tiene que ver con una excelencia moral y espiritual que se reconoce por su dulzura y compasión activas), fe(fe y también fidelidad), mansedumbre(es la actitud himilde y amable que permite la sumisión paciente en medio de las ofensas, libre de cualquier deseo de venganza), templanza(se refiere a la capacidad de refrenar las pasiones y los apetitos); contra tales cosas no hay ley.”Gálatas 5:22 – 23
?Qué quiere decir “contra tales cosas no hay ley? El creyente que anda en el Espíritu y manifiesta su fruto no necesita un sistema de ley para producir las actitudes y las conductas correctas, ya que estas brotan de su mismo interior.
Aun bajo el pacto de la ley, un creyente producía buen fruto solo por el poder de Dios y no el suyo propio:
Oseas 14:8 “De mí será hallado tu fruto”, dijo el Señor al antiguo pueblo de Israel”
El fruto del Espíritu es el indicador externo de la salvación. La condición de un creyente como hijo de Dios y ciudadano de su reino:
Gálatas 5.21 “envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.”
El punto clave en la advertencia del apóstol es bastante serio: los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Debido a que la lista de pecados abarca tantas cosas y la advertencia es tan severa, este pasaje ha llevado a muchos creyentes a dudar de su salvación. Tales temores se intensifican por causa de algunas traducciones tradicionales del texto como la siguiente: “los que hacen estas cosas”. En ese caso, la gente se pregunta: “¿quién no ha hecho algunas de esas cosas? ¿Qué cristiano puede afirmar que no ha cometido uno solo de esos pecados desde que fue salvo? ¿Quién podría entrar al cielo si cometer uno solo de esos pecados le niega la entrada al reino de Dios?”
La palabra clave en esta advertencia de Pablo es practican, que traduce un participio activo presente de prassō, para indicar una acción persistente y continua. Es decir, los que practican de manera habitual e incesante tales cosas demuestran que no han sido regenerados y por esa razón no heredarán el reino de Dios. La Biblia siempre determina el carácter de una persona con base en sus acciones comunes y habituales, no las ocasionales. Las personas que se prestan de manera habitual a pecar demuestran que son enemigos de Dios, mientras que aquellos que tienen por hábito hacer el bien demuestran ser sus hijos. La persona no regenerada en ciertas ocasiones hace cosas buenas desde el punto de vista humano, y la persona regenerada cae en pecado de forma ocasional. Sin embargo, el carácter básico de los no regenerados es que practican las obras malas de la carne, y el de los regenerados por Dios es que llevan el fruto del Espíritu.
Introducción
Introducción
En la primera lección estudiamos el esqueleto de la iglesia. Hoy, iniciaremos estudiando los Sistemas Internos de la Iglesia. Un esqueleto sin órganos no es un ser vivo, así que vamos dándole forma a nuestro cuerpo.
Una de las tareas de los pastores dentro de la iglesia es crear en las personas actitudes espirituales correctas en los corazones de los creyentes. Un individuo puede llegar a hacer cosas en la iglesia que sea bueno externamente, pero con una mala actitud. Claro está, que las acciones externas deberían ser muestra de lo que llevamos por dentro. Sin embargo, existen aquellos quienes hacen cosas para aparentar que obedecen, pero en su corazón no tienen la actitud apropiada.
Vea muy bien el pasaje de inicio: Gálatas 5:22 – 23. Las personas guiadas o controladas por el Espíritu Santo van a hacer las cosas que el Espíritu les indica, porque se conformará al modelo de la iglesia. El ser guiados o llenos por el Espíritu Santo producirá en los creyentes obras espirituales. Cuando una persona dice estar llena del Espíritu Santo y pasa hablando del Espíritu Santo, esa persona NO ESTÁ LLENA DEL ESPÍRITU SANTO, porque la persona LLENA DEL ESPÍRITU SANTO pasa hablando de Cristo:
Colosenses 3.16 “La palabra de Cristo(Las Escrituras) more(“habitar” o “estar en casa”. Pablo exhorta a los creyentes a permitir que la Palabra de Dios halle en sus vidas su morada o habitación) en abundancia en vosotros(Las verdades de las Escrituras debería verse en cada area de la vida del creyente y controlar cada uno de sus pensamientos, palabras y actos), enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría(Significa advertir a las personas acerca de las consecuencias de su conducta. Ambos son el resultado de una vida en la cual fluye en abundancia la Palabra de Cristo.), cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.”( Cuando Pablo dice que los creyentes deben cantar en sus corazones, no quiere decir que no deban cantar con su voz. Más bien, recalca la importancia de que haya acuerdo entre lo que se dice con la boca y lo que hay en el corazón:Amós 5.23 “Quita de mí la multitud de tus cantares, pues no escucharé las salmodias de tus instrumentos.” )
Efesios 5.18 “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,”
Comentario: Siempre se dan muchas razones para la bebida y una de las más comunes es el deseo de estar feliz, o al menos de olvidar una tristeza o problema. El deseo de felicidad genuina es dado por Dios y cumplido a perfección por Dios.
Ahora bien, es importante entender que la Tercera Persona de la Trinidad es igual a Dios en esencia. Por lo tanto, no debemos cometer el pecado de decirle al Espíritu Santo qué hacer. Por el contrario, el hijo de Dios al ser lleno del Espíritu Santo se somete a Él porque es Dios mismo:
1 Corintios 12.18 “Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.”
Quiero quedarme por un momento en este pasaje.
Cuestionar nuestros dones espirituales es cuestionar a Dios, y no usar nuestros dones espirituales es desobedecer a Dios:
Romanos 9:20 y 21 “Oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?”
Un cristiano que no tiene un ministerio es una contradicción. Está siendo desobediente y niega a Dios el derecho de usarlo en la manera que Él piensa y para lo que lo capacitó. Cuando rehusamos seguir la voluntad y el plan de Dios negamos su autoridad y su señorío así como también su sabiduría y bondad.
Como miembros del cuerpo de Cristo no estamos para hacer nuestra voluntad, sino la del Señor. El brazo no tiene una voluntad, el pie otra y el ojo otra diferente. Cada uno de ellos es controlado por la cabeza: la mente, la voluntad y el espíritu. El cuerpo puede funcionar de esa forma tan extraordinariamente coordinado porque solo es dirigido por una voluntad. Una voluntad le dice a cada parte del cuerpo que haga aquello para lo que está mejor diseñado y equipado y, en consecuencia, trabajan juntos en una maravillosa armonía.
Como Creador y Señor ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. Dios nos ha creado, nos ha recreado, nos ha puesto a cada uno en su cuerpo exactamente donde Él quiere que estemos, y nos ha equipado para hacer exactamente lo que quiere que hagamos.
Debido a que estaban descontentos y desobedientes los creyentes de 1 de Corintios, eran también improductivos. No usaban los dones que tenían y, a la luz del repetido énfasis de Pablo de que todo cristiano tiene dones, parece cierto que algunos pensaban que ellos carecían de dones. En cualquier caso, no los estaban usando o los estaban usando mal.
El Espíritu Santo es:
· Eterno (Hebreos 9:14)
· Santo (Romanos 1:4)
· Omnipotente (Lc.1:35)
· Omnipresente (Sal.139:7)
· Omnisciente (1 Co.2:10)
· Verdad (Jn.14:17)