Metas Divinas del Matrimonio

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Introducción:
Ilustración: Dos bueyes tirando el arado en diferentes direcciones.
Aplicación: El matrimonio dividido en sus metas: El esposo tiene la meta de proveer para todos los deseos su familia, todo lo que él no tuvo de niño. Quiere un día jubilarse para poder relajar y pasar tiempo disfrutando con sus hijos y nietos; por lo tanto, trabaja todo lo que puede, a veces sin aun tomar un día franco para estar con su familia, o cuando lo toma, está tan exhausto que ni siquiera se involucra en las actividades de la familia pero se queda en su sillón mirando la televisión. La esposa, cuya meta es criar hijos responsables en la sociedad y proveer un hogar para ellos, agradece las cosas que tiene por el trabajo de su esposo, pero precisa ayuda de él para criar los niños, ayudar con los quehaceres de la casa, y empieza a resentir que él no esté presente tanto como ella lo precisa, y empieza a extrañar la relación que solían tener. Esta diferencia de metas crea discusiones y conflictos y dirige el matrimonio en direcciones opuestas.
Metas buenas: Compañerismo, crianza de los niños, conveniencia, contentamiento, carrera, etc.
Tarea: Pónganse a pensar ¿Cuáles son las metas para nuestro matrimonio, nuestro hogar, nuestra familia?
Cada matirimonio cristiano puede encontrar propósito para su matrimonio al extenderse a alcanzar las metas bíblicas para su unión:

Ser UNO.

Dios creó el matrimonio para que dos individuos, hombre y mujer, fueran una sola carne, Mat. 19:4-6.
Mateo 19:4–6 RVR60
Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
Provee unidad de propósito, Am. 3:3.
Amós 3:3 RVR60
¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?
Esto refleja la unión de la misma Trinidad divina, Jn. 17:21-23.
Juan 17:21–23 RVR60
para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.
Es por eso que la Biblia enseña que no es bueno que un creyente se case con alguien quién no es creyente, por las diferencias en prioridades, metas, y prácticas, 2 Cor. 6:14.
2 Corintios 6:14 RVR60
No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?
Ilustración: Auto con dos motores está altamente sincronizado. Si no lo fuera, crea conflictos increíbles en como marcha el auto. El matrimonio es como un vehículo con dos motores, no uno sólo, debe estar altamente sincronizado para ir hacia adelante sin problemas.
Aplicación:
El fundamento más básico de la unidad en el matrimonio es la unidad con Cristo.
Al cada uno acercarnos al Señor, nos acercamos el uno al otro también.
Al alejarnos de Dios, nos alejamos también el uno del otro. Esto es cierto sea que ambos se alejan del Señor, o uno sólo. Se siente esa lucha y distancia en el matrimonio.
Hay aquellos que piensan que para tener un buen matrimonio, el cónyuge debe tener primer lugar en nuestras vidas. Primero, felicidades por poner alguien más adelante de tus propias prioridades y deseos, pero la persona que realmente merece estar en primer lugar es Dios, luego tu cónyuge, luego los demás, finalmente, tú. El mundo nos hace poner eso de cabeza y causa desastres.
Segundo, el hecho de tener a Dios en primer lugar, nos capacita y permite que nuestra relación con los demás, especialmente nuestro cónyuge, sea lo mejor que pueda ser. Por ejemplo, no podemos dar un verdadero amor sin antes poder experimentar el amor de Dios en nuestras vidas. El amar más a Dios nos capacita en poder amar más a los demás.
Una forma de fomentar la unidad del Señor en el matrimonio es mantener una conversación abierta y regular de lo espiritual y como está impactando tu vida.
Leyendo la Biblia juntos.
Hablando de lo que cada uno está aprendiendo en la Palabra.
Orando juntos.
Compartiendo las luchas espirituales que tenemos, y animando, exhortando o amonestando cuando sea necesario en amor y gracia basado en la verdad de la Palabra de Dios.
Debes buscar ser el alentador espiritual más confiable en la vida de tu cónyuge.

Ser LUZ.

Reflejar la relación de Cristo y Su Iglesia, Ef. 5:24-25, 31-32.
Efesios 5:24–25 (RVR60)
Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
Efesios 5:31–32 (RVR60)
Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.
La manera que caminamos juntos debe ser diferente al mundo:
El matrimonio en equipo, especialmente cuando están de acuerdo en su meta, vive diferente a los demás, Mat. 5:16.
Mateo 5:16 RVR60
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Diferente en el trato público:
En el mundo, vemos un trato despreciativo del cónyuge (en público, en grupos de amigos, etc.).
En contraste, la crítica del cónyuge no debe ser algo público, porque la crítica constructiva se hace en privado con el motivo de ayudar al cónyuge en sus faltas, no resaltarlos para que los vean los demás.
Diferente en los conflictos:
En el mundo, vemos un trato feo en peleas (griterío, insultos, tirando cosas, golpes, etc.).
En constraste, las discusiones, o “peleas” cuando las hay, son limpias, con el motivo de llegar a una resolución, reestableciendor y reafirmando la relación aún cuando se está en desacuerdo.
Diferente en las relaciones:
En el mundo, vemos un trato inapropiado con el sexo opuesto (coqueteo, miradas, engaños, etc.).
En contraste, la fidelidad en la relación se busca en acción, deseo, y pensamiento, controlando los impulsos contrarias a la voluntad de Dios, y reflejando la fidelidad de Dios en el mismo matrimonio.
Diferente en la perspectiva:
En el mundo, vemos la actitud que que el matrimonio es descartable, que dice, “El matrimonio no dura mucho, sácale el provecho que puedas y ¡salí del barco en cuanto puedas!”
En contraste, la dinámica de una relación cambia dramáticamente cuando el matrimonio es un equipo, y puede tener una vida larga y saludable, que disfruta de un hermoso compañerismo aún después de tantos años.
El matrimonio es un pacto entre el hombre y la mujer y Dios de por vida, Mal. 2:14.
Malaquías 2:14 RVR60
Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto.
No obstante, parejas usan la amenaza contante de separación y divorcio en el medio de peleas. No debe ser una opción.
Si realmente tomaste en serio el pacto matrimonial, debes saber que el divorcio solo fue permitido por la dureza del corazón del ser humano, no fue el diseño original de Dios, Mat. 19:8.
Mateo 19:8 RVR60
El les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así.
El compromiso de un matrimonio a buscar restaurar su relación cuando ha sido despedazado por el pecado, es un increíble testimonio del poder de Dios para transformar una vida.
Ilustración: Auto con dos motores está altamente sincronizado. Este alto nivel de sincronización no sólo ayuda evitar los problemas mayores (el mantenimiento ayuda también), pero además, resalta la grandeza del mecánico que lo diseñó.
Aplicación:
No caer en la trampa de hablar críticamente del matrimonio a los demás. Las constantes quejas acerca de tu matrimonio rebaja el propósito y valor del matrimonio del diseño maravilloso de Dios. Además, empiezas a creer lo que dices. Al creerlo, empiezas a buscarlo para confirmarlo, y al buscarlo, lo encuentras, porque lo quieres encontrar. Al buscarlo, lo encuentras porque lo proyectas a tu cónyuge.
Si tienes que hablar negativamente de tu matrimonio, asegúrate que primero has hablado con tu cónyuge del problema, luego, si hace falta, busca ayuda de tu pastor o amigos espirituales que les ayudarán a resolver los conflictos de una forma que agrada a Dios y ayuda a su relación.
Pongan reglas para peleas limpias. Los insultos, desprecios, golpes no pertenecen en el campo de batalla.
Comprométanse el uno al otro en pensamiento, emociones, y acciones. Es decir, “mis ojos y mi corazón son de mi cónyuge, no solamente mis órganos reproductivos” (1 Cor. 7:2-5).
Hagan el compromiso de por vida, un pacto entre cada cónyuge y Dios.

Ser INFLUENCIA.

Levantar la próxima generación de cristianos.
Criar (para los que tengan hijos) cristianos fieles, Ef. 6:4.
Efesios 6:4 RVR60
Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
Influenciar (para los que no tengan hijos) cristianos fieles.
Ancianas enseñando a las jóvenes, Ti. 2:3-5.
Tito 2:3–5 RVR60
Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
Líderes exhortando a jóvenes con un buen ejemplo, Ti. 2:6-8.
Tito 2:6–8 RVR60
Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros.
En un mundo de auto-proclamados “influencers”, el hecho es que no hay mejor influenciadores para el Señor que un matrimonio que demuestra Su amor y gracia en todo aspecto de la vida.
De forma positiva, hay personas que han decidido el curso de sus vidas basados en el andar que han experimentado a través la vida de sus padres.
De forma negativa, hay personas que han decidido el curso de sus vidas basado en la maldad o hipocresía de sus padres.
De forma redentora, hay personas que han decidido el curso de sus vidas a pesar de la vida de sus padres, porque Dios usó otras personas en sus vida para impactarlos por su influencia.
Ilustración:
Aplicación:
Los que no tienen hijos, “adopten” algunos que no tengan una familia cristiana a quién imitar. Pueden estar involucrados en sus vidas al:
Orar por ellos.
Interesarse en conversación regular y espiritual con ellos.
Ser parte de sus días especiales (regalo de cumpleaños, egresado, etc).
Con el permiso adecuado, asegurarse que lleguen al campamento, a eventos de la iglesia para su edad, etc.
Dejar que te ayuden sirviendo en la iglesia.
Los que tengan hijos, todo lo previamente mencionado debe ser parte de la vida con tus propios hijos, pero además:
Orar con ellos regularmente, además de orar por ellos.
Tomar tiempo estructurado y también flexible en enseñar las verdad de la Palabra de Dios (lectura bíblica, devocionales, discipulados, conversaciones, etc).
Vivir en la casa lo que se enseña en la iglesia. La versión de la Biblia que más van a leer tus hijos en el hogar eres tú.
Criar en equipo con tu cónyuge.
Uno de los areas de conflicto en un hogar es la crianza de los hijos. Hay diferentes perspectivas, posturas y prácticas.
Poner a tu cónyuge como prioridad antes de los hijos.
Esto es contracultural, pero desarrolla una seguridad en la vida de tus hijos que les sirve para toda la vida.
Obvio que los niños necesitan de sus padres, no es recomendar ignorarlos, sino es enseñarles que el universo no revuelve alrededor de ellos.
Al mismo tiempo, les enseña como debe ser un matrimonio piadoso y amoroso. Ellos ven un compromiso fuera de lo normal que eleva el diseño de Dios en el matrimonio y la familia.
Recuerda, tus hijos un día se irán de la casa, es lo natural que vayan y formen su propia familia, Gén. 2:24.
Génesis 2:24 RVR60
Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
Tu cónyuge estará cuando los hijos ya no estén, prioriza esa relación.
Deben tomar el tiempo de ponerse de acuerdo en ciertas prioridades y reglas de la casa, respaldándose en principios bíblicos:
No dejar que alguna pantalla críe a los niños.
El tiempo se debe limitar razonablemente.
Deben haber ciertos lugares y tiempos dónde no se permiten celulares/pantallas para ayudar a desenchufar y enfocarse en cosas más importantes.
El ejemplo de los padres es primordial.
Siempre recalcar y reafirmar los valores que quieren que desarrollen (respeto en hablar, la honestidad, la responsabilidad, el perdón y la reconciliación, etc.), siendo ejemplo de las mismas.
Estar consciente de lo que tu cónyuge ha dicho a los niños para no contradecir.
Evita mucho conflicto cuando uno de los niños pide hacer tal cosa, si la respuesta es “¿Qué te dijo tu mamá/papá?”
Los niños también son pequeños pecadores, y grandes manipuladores. Saben que pueden ir de uno al otro si no les gusta la respuesta de uno de sus padres.
Esa pregunta en respuesta declara, “No vas a dividir a tu madre y a mi, somos un equipo”.
Aparte de ir anulando su lado manipulativo, va desarrollando en ellos una seguridad emocional que les servirá en el futuro.
Ponerse de acuerdo en áreas domésticas.
Tipos y tiempos apropiados de disciplina (puede ser diferente para cada niño, porque cada niño es diferente). Intenten que la disciplina se relacione con la desobediencia/pecado.
Horario de ir a dormir/calendario de las actividades y eventos de la casa:
Por ej: algunas noches vemos algún programa juntos, otras noches son noche de juegos.
Cuando hay competencia de otros eventos con la iglesia, siempre gana la iglesia. Emergencias médicas y enfermedad son la única excepción.
Ni las vacaciones se salvan, pero se modifican para asistir a la iglesia (aún otra iglesia dónde estamos vacacionando).
Responsabilidades y quehaceres.
Los niños nunca son demasiados chiquitos para ayudar con las cosas de la casa, busca quehaceres apropiados a su edad. Obviamente podrás hacerlo mejor sin su ayuda, pero si no te ayudan, nunca aprenden, y te terminas quejando que nunca tienes ayuda con los quehaceres de la casa. Por un tiempo, puede parecer doble trabajo, pero luego es un alivio y una ayuda.
No hay ningún precedente bíblico para alguna tarea de la casa masculina/femenina. No hay un contrato escrito que diga que las nenas tienen que hacer la limpieza y los varones tienen que mirar el partido.
Cuando un marido da el ejemplo de ayudar y servir a su esposa con los quehaceres de la casa, está enseñando a sus propios hijos como servir a su futuro cónyuge, y está siguiendo el mismo ejemplo de Cristo entregandosé sacrificialmente por Su iglesia.
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