¿La ley o la Persona?
Notes
Transcript
Handout
Handout
HABLEMOS DE LA VIDA
HABLEMOS DE LA VIDA
Exigir el cumplimiento literal de la ley, puede convertirse en la mayor de las injusticias. El punto importante acerca de las leyes, es de mantenernos lejos del legalismo rígido e intolerante, que defiende el cumplimiento estricto de la ley, y alejados también del libertinaje permisivo, que acepta cualquier excusa para justificar los propios caprichos. Ejemplo: El ministerio dirigido al deporte.
Pensemos un momento:
¿Conocemos algún caso concreto en que se haya aplicado el legalismo o el libertinaje, en el cumplimiento de leyes civiles o de preceptos religiosos? (Por ejemplo, ir a al templo los domingos, no comer carne algunos días del año, etc).
ESCUCHEMOS A DIOS
ESCUCHEMOS A DIOS
SITUACIÓN INICIAL:
23 Aconteció que al pasar él por los sembrados un día de reposo, sus discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas.
Se trata, posiblemente, de un encuadre ideal, de una escena que ha sido creada en la disputa de los cristianos con otros grupos judíos. El caso no es imposible, pero resulta poco verosímil: Un día de sábado el «paseo» por el sembrado debía ser muy corto, pues no se podía andar mucho más de un kilómetro fuera del poblado. Por eso no es verosímil que los discípulos tuvieran mucha hambre (además podían volver en poco tiempo al poblado).
En la raíz del pasaje (desgranar y comer las espigas del campo, en caso de hambre) hay un problema social (universal) de participación económica, pues el texto supone que en caso de necesidad todos los bienes son comunes, pues el hambre es la ley suprema de la vida. Conforme a una visión extendida también en otros pueblos, la Biblia israelita permitía que el hambriento comiera, para saciar su necesidad, de la viña o trigal a la vera del camino (Dt 23:25). Por eso comen trigo los discípulos hambrientos pasando junto a la finca, pues los bienes de la tierra son comunes ante el hambre. Para el Jesús judío queda claro que los pobres pueden «tomar» para comer las cosas que están a la vera del camino de la vida, aquello que necesitan para sobrevivir, saciando su necesidad. Ésta es a mi juicio la enseñanza de fondo permanente (judío y cristiano) de la escena, su actualidad revolucionaria que fariseos antiguos y muchos exegetas modernos no advierten: la comunión con los necesitados y el derecho a la comida es anterior a toda disputa sobre el sábado.
2. EL PROBLEMA:
24 Entonces los fariseos le dijeron: Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo lo que no es lícito?
Los fariseos atacan a Jesús, condenando a sus discípulos (Iglesia), iniciando así un proceso judicial que está al fondo de todo Marcos. No les acusan de comer, ni de comer espigas del campo ajeno, cosa permitida, tanto en sábado como en no-sábado. Les acusan de arrancar/frotar las espigas para extraer el grano, cosa que está prohibida en sábado.
Lo que preocupa a los fariseos no es que los discípulos coman (o roben), sino que lo hagan en sábado, teniendo que arrancar para ello las espigas, frotándolas a mano para desgranarlas, haciendo así un trabajo que va en contra de lo que establece la Escritura (cf. Ex 31:12–18), como han destacado los escritos rabínicos. Leído así, el texto ofrece una profunda disonancia, un cambio de nivel muy brusco: frente al hambre de los discípulos se eleva una ley ritual (¡prohibido desgranar en sábado!). Los fariseos han situado un pretendido principio religioso por encima de la necesidad humana (compartir o no compartir, comer o no comer). Llevando esa disonancia hasta el ridículo, alguien diría que se puede tomar comida ajena (robar) los días de semana, pero no el sábado. Es evidente que el dueño de la finca o viñedo pensará más en la falta (robo) que en el día en que suceda; es evidente que el hambriento pone su necesidad (su vida) por encima del sábado.
3. RESPUESTA DE JESÚS
25 Pero él les dijo: ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre, él y los que con él estaban;
26 cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban?
Jesús actúa, al mismo tiempo, como protector de sus discípulos (de la Iglesia) y como revelador de la voluntad mesiánica de Dios. Su respuesta ha de entenderse como una justificación hermenéutica (2:25–26), que se funda en una tradición bíblica: Jesús apela al testimonio de David y de sus compañeros hambrientos que, en contra de la ley, comieron los panes consagrados del templo (cf. 1 Sm 21:1–6), aunque la cita parece equivocada, como veremos. Sea como fuere, Jesús vincula la ley del sábado y la del templo.
El texto ha comparado el sábado y el templo, desde la perspectiva de la comida, citando a 1 Sm 21:1–6, donde se afirma que un sacerdote del santuario yahvista de Nob dio los panes «sagrados» a David y compañeros, en tiempo de dificultad (iban hambrientos). Del día (sábado) pasamos al lugar sagrado por excelencia (templo), descubriendo en ambos casos un mismo valor de humanidad: según Jesús, los bienes del templo (panes) están destinados al servicio del ser humano; por otra parte, él y sus discípulos tienen la misma dignidad que David. Si en caso de necesidad se pueden comer los panes del templo también se podrán desgranar espigas en sábado. Por encima de toda sacralidad (templo, sábado) está el hambre de los necesitados.
4. DECLARACIÓN FUNDAMENTAL
27 También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo.
Es la segunda parte de la defensa de Jesús. Conforme a un modelo ya visto en 2:17, el Jesús de Marcos empieza citando un principio de sabiduría (¡el sábado se ha hecho para el ser humano!: 2:27) y culmina con una declaración cristológica (¡el Hijo del Hombre es señor del sábado!: 2:28). Es evidente que estamos en el centro de una disputa entre discípulos de Jesús y otros grupos judíos.
RESPONDAMOS A DIOS
RESPONDAMOS A DIOS
Pensemos:
¿Qué o quiénes son e/ centro de atención en mi vida? ¿Coincide con los intereses de Jesús? ¿A que me invita este texto del evangelio?
¿Vivo el cristianismo como un don que me ayuda a madurar, a ser mas persona? ¿Considero que existe algun precepto o norma que debe ser mejor comprendida por los creyentes? ¿Qué puedo hacer para no caer en atrofiar la vida?
¿Qué obstáculos encuentro para vivir con la libertad de la que habla Jesus? ¿Somos testimonios de esa libertad para el resto de la sociedad? ¿Cómo podemos hacer oír nuestra voz contra las normas (sociales, políticas, religiosas, etc.) que no están al servicio de las personas?
Frase:
La posición de Jesús es clara. «El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado». Las leyes que proceden de Dios y son rectamente aplicadas están siempre al servicio del bien del ser humano, no de su destrucción.