¡Sean hombres!

Hoy en día se habla mucho acerca de la “masculinidad tóxica” y de dejar de lado “los roles tradicionales de los sexos”.

Parte de esto es verdad, el machismo tradicional y la ignorancia han hecho una caricatura de lo que en realidad debería ser un hombre. Por otro lado, el extremo de la cultura post-modernista actual, corre el riesgo de eliminar la figura varonil y con ello traer consecuencias inesperadas para la familia y la sociedad.

El dilema actual

Stu Weber explica que:

Quizás nadie ha documentado con más asiduidad y alegría la desaparición de hombres que Hanna Rosin. En su libro de 2010, El fin de los hombres, y en artículos posteriores, Rosin ha rastreado la desaparición de los hombres, tal como los definen los roles y las responsabilidades tradicionales. Y ella argumenta que es algo bueno. Los datos que reúne son alarmantes, si no del todo deprimentes. De hecho, ha argumentado que los hombres son obsoletos y que debemos darnos cuenta de que esta obsolescencia es una condición establecida. Entre los datos que cita: En los EE. UU., 1/5 de los hombres sanos no están trabajando. En Occidente, incluidos los EE. UU., aproximadamente el 60 % de los graduados universitarios son mujeres. Las mujeres también obtienen el 60% de todos los títulos de maestría. Desde el punto de vista educativo, los niños estan por detras de las niñas esencialmente desde la cuna en adelante. En 2009, la fuerza laboral de los EE. UU. pasó a ser mayoritariamente femenina. De las 15 categorías laborales marcadas para el crecimiento en la próxima década, los hombres dominarán solo dos: el trabajo de conserjería y la ingeniería informática. Rosin tiene un punto, y es alarmante. Si bien reconocemos los desafíos que tales estadísticas indican para una sociedad, como cristianos, nuestra principal preocupación no es el país o la cultura, sino el hogar y la iglesia. Si estos últimos son saludables, los primeros serán más saludables. Muchas iglesias están desprovistas de liderazgo masculino, y muchas congregaciones existen en una niebla asentada sobre cómo debería ser la masculinidad bíblica. El evangelicalismo popular no ha ofrecido mucho correctivo. Incluso dentro de la iglesia, gran parte de la enseñanza sobre la masculinidad nos ha enviado hacia dos polos diferentes e inútiles. Un polo, en esencia, ha dicho que para ser un mejor hombre, los hombres deben ser más como las mujeres: más considerados, más afectuosos, más románticos; siempre conscientes de las expresiones de romance, llevandolas a cabo obedientemente. Alternativamente, el otro polo a veces suena más como un comercial de cerveza que como una masculinidad bíblica. Glorifica el machismo, celebra la brusquedad y honra la agresividad. En medio de esto, la iglesia necesita recuperar la masculinidad bíblica, la masculinidad cristiana, lo que podríamos considerar como testosterona santificada.

Donde hay escasez de hombres, hombres maduros y piadosos, la iglesia invariablemente sufrirá. La iglesia que carece de servicio y liderazgo bíblico masculino es una iglesia anémica.

1 Corintios 16:13-14, un desafío a los varones

Nueva Versión Internacional Capítulo 16

13 Manténganse alerta; permanezcan firmes en la fe; sean valientes y fuertes. 14 Hagan todo con amor

¿Qué significa “sean valientes”?

ἀνδρίζεσθε = ¡Sean hombres!

Este es un verbo griego que viene de la raiz ανδερ, ανδρος que significa “hombre”

Aqui Pablo usa un verbo imperativo para ordenar a los varones que “sean hombres”

Pero, ¿qué quiere decir que “sean hombres”?

Pablo esta diciendo que deben “actuar como hombres”

El mismo pasaje, define algunas caracterísiticas de la masculinidad a la cual Pablo se refiere.

La misma expresión andrizomai hace referencia a que deben ser valientes, actuar con coraje.

Pero, además de esta expresión, Pablo utiliza otra serie de verbos imperativos enmarcando las caracterísicas de un varón de Dios.

Vamos a analizarlos:

1. Manténganse alerta

Esta es una expresión típica en la Biblia que hace referencia a estar atentos a los tiempos de Dios, particularmente al regreso de Cristo.

En otras palabras, Pablo advierte que un varón de Dios está siempre vigilante a discernir la voluntad de Dios, viviendo una vida que le agrade a Él.

2. Permanezcan firmes en la fe

Aquí Pablo se refiere a la seguridad, madurez y constancia que debe ser parte del carácter de un varón de Dios.

3. Sean fuertes

He aquí otra frase políticamente incorrecta. Pablo advierte a los hermanos en Corinto que deben “ser fuertes”.

La expresión griega aquí utilizada, hace referencia a hacerse fuertes, tanto a novel físico como espiritual. Es decir, Pablo está motivando a los hermanos en la iglesia a no ser débiles ni cobardes, sino fuertes, valientes, vigilantes y firmes.

4. Hagan todo con amor.

Depués de ordenar a los cristianos en Corinto a estar vigilantes, permanecer en la fe, actuar varonílmente, y ser fuertes, el apóstol concluye por recordarles que hagan todo en amor.

Como explica León Morris

En la masculinidad, Pablo no está recetando agresividad o envanecimiento, sino más bien la fortaleza que se demuestra en el amor.

En otras palabras, el apóstol Pablo no está abogando por una especie de Rambos o Terminators espirituales. Tampoco por una masculinidad machista.

Lo que el apóstol está haciendo es hablar de MASCULINIDAD BIBLICA

Este es el tipo de masculinidad para la cual Dios a creado a los varones, y es lo que Dios espera de nosotros en nuestros hogares y en nuestra vida diaria.

Obviamente, en estre breve mensaje no hemos llegado a cubrir todos los detalles de lo que un hombre DEBE ser. Pero, al menos hemos visto

4 ASPECTOS FUNDAMENTALES DE LA MASCULINIDAD BIBLICA

Se mantiene alerta

Permanece en la fe

Es valiente y varonil

Es fuerte

Es dirigido por el amor