Orando por nuestro Adversario

Reflexiones sobre la Oración  •  Sermon  •  Submitted
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Números 16:1–4 NBLA
1 Y se rebeló Coré, hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, con Datán y Abiram, hijos de Eliab, y On, hijo de Pelet, hijos de Rubén, 2 y se alzaron contra Moisés, junto con algunos de los israelitas, 250 jefes de la congregación, escogidos en la asamblea, hombres de renombre. 3 Y se juntaron contra Moisés y Aarón, y les dijeron: «¡Basta ya de ustedes! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y el Señor está en medio de ellos. ¿Por qué, entonces, ustedes se levantan por encima de la asamblea del Señor?». 4 Cuando Moisés escuchó esto, cayó sobre su rostro;

1. La rebelión de Coré

Coré, siendo de los levitas, (primo hermano de Moisés y Aarón) y teniendo a su cargo parte de la función sacerdotal, no estaba contento con que Moisés y Aarón ministraran de cierta manera y él no.

2. La respuesta de Moisés

Moisés escucha su queja y la reacción inmediata de este siervo de Dios es “cayó sobre su rostro”.

Esta actitud de postración indicaba no sólo su deseo humilde y ardiente de que se interpusiera Dios para librarle de las imputaciones falsas y odiosas, sino su fuerte sentido del pecado atrevido, envuelto en este proceder.

Se dirigió a Dios en oración, para que le manifestase qué es lo que debía decir y hacer en esta triste ocasión.

Moisés no se defiende, sino espera que Dios lo reivindique, y muestre al pueblo y a sus acusadores que él mismo no se puso en el ministerio, sino que fue Dios.

3. Juicio de Dios

Números 16:20–21 NBLA
20 Entonces el Señor habló a Moisés y a Aarón: 21 «Apártense de entre esta congregación, para que Yo la destruya en un instante».
Dios les dice que se acerquen con incensarios para demostrar quién ha escogido para servirle y quien no. Pero al mismo tiempo les pide a moisés y Aarón que se “hagan a un lado” para destruir al pueblo entero.

4. Intercesión de Moisés

Números 16:22 NBLA
22 Pero ellos cayeron sobre sus rostros, y dijeron: «Oh Dios, Dios de los espíritus de toda carne, cuando un hombre peque, ¿te enojarás con toda la congregación?».
Moisés y Aarón vuelven a “caer sobre sus rostros”

se postraron delante de Dios, suplicando ansiosamente que Dios manifestase su misericordia. Aunque el pueblo les había abandonado traicioneramente y había hecho causa común con quienes se habían levantado en armas contra ellos, ellos sin embargo se mostraron dignos de la confianza que se había depositado en ellos como pastores de Israel, dispuestos a estar en la brecha cuando vieron que el rebaño estaba en peligro.

Conclusión:

No porque alguien nos provoque el mal, se lo vamos a devolver. (1 Tes 5.15)
1 Tesalonicenses 5:15 NBLA
15 Miren que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino que procuren siempre lo bueno los unos para con los otros, y para con todos.
Y oremos sin cesar (1 Tes. 5.17)
1 Tesalonicenses 5:17 NBLA
17 Oren sin cesar.
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