LLAMADOS A UN ENCUENTRO
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Introducción
Introducción
Llamamiento, encuentro y propósito”.
A lo largo de la Escritura en el A.T vemos cómo Dios llama a diferentes hombres a tener un encuentro con Él y luego el propósito con el cual fueron llamados. Personajes como Abraham que salió de su parentela a tener un encuentro con Dios con el propósito de establecer el pueblo de Israel. Moisés que lo llamo a tener un encuentro con Él en la Zarza ardiente con el propósito de liberar a su pueblo de la esclavitud. David, un pastor menospreciado por su padre que lo llamo a un encuentro a gobernar a su pueblo y que decir de los profetas a los cuales Dios llamo a traer palabra a su pueblo. La lista es larga y pasaríamos todo el día de la misma forma.
El N.T se repite el mismo patrón, vemos ahora al verbo encarnado llamando a 12 discípulos a tener un encuentro con Él y el propósito, fundar su Iglesia, de la cual hoy somos parte.
En esta línea le preguntaba al Señor, que quieres que comparta en este tiempo, porque déjame decirte una cosa, este tiempo también es un tiempo de llamamiento, de encuentro y de propósito. Es un tiempo histórico y estoy convencido que el Espíritu Santo nos esta llamando, te esta llamando a un encuentro con Dios a puertas cerradas con un propósito claro.
Porque al Señor seguramente no lo vas encontrar en los grandes templos ni monumentos, inclusive me atrevería a decir que el ruido de algunos eventos evangélicos han distorsionado el que podamos escuchar con claridad un llamamiento que se hace a puertas cerradas en la intimidad de una habitación.
De esta manera quiero que juntos reflexionemos en el llamamiento que tuvo Jesús con uno de sus discípulos, probablemente el que hoy más se asemeja al contraste de nuestra vida. Básicamente porque a lo mejor tu también estas siendo llamado por Jesús y si no lo eres te mostrare a un gran Maestro que no solo se Queda con ese título sino que también quiere ser tu Salvador.
Al irse de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a la mesa de recaudación de impuestos. «Sígueme», le dijo. Mateo se levantó y lo siguió. Mientras Jesús estaba comiendo en casa de Mateo, muchos recaudadores de impuestos y pecadores llegaron y comieron con él y sus discípulos. Cuando los fariseos vieron esto, les preguntaron a sus discípulos: —¿Por qué come su maestro con recaudadores de impuestos y con pecadores? Al oír esto, Jesús les contestó: —No son los sanos los que necesitan médico sino los enfermos. Pero vayan y aprendan qué significa esto: “Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios.” Porque no he venido a llamar a justos sino a pecadores.
1. Encuentro (Vio).
1. Encuentro (Vio).
¿Quién es Jesús? ¿Quién es Mateo?
a) Jesús un reconocido Rabi, por las multitudes.
b) Mateo, es un hombre despreciado por la sociedad. Es Publicado, al pasar tiempo con el dinero le ha llevado a la avaricia.
C) Jesús, vio a Mateo y lo que podía ser realmente si seguía a la persona correcta.
b) De la misma forma Dios ha visto la condición del ser humano. Una condición donde el alejamiento a causa del pecado lo acerca solo a un camino que lleva a la destrucción.
Ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que aunque era rico, por causa de ustedes se hizo pobre, para que mediante su pobreza ustedes llegaran a ser ricos.
2. Un llamamiento a ser seguidor de Jesús.
2. Un llamamiento a ser seguidor de Jesús.
SIGUEME (AKOLUSEi) Dejarse llevar por alguién. Una palabra solo reservada para por Rabios judíos.
Bet Sefer = Casa del libro, aprendían a leer, escribir, hacer cuentas y hablar en publico. Pero, sobre todo a la memorización de la Torah, el libro de la ley y su periodo era de los 5 a los 12 años. Por las tardes aprendían el oficio familiar que a más tarde harían el suyo.
Bet Midrash= Casa de interpretación. Esto era el privilegio de muy pocos que pudieron terminar el primer nivel el bet Sefer, a este nivel el joven de 13 - 15 años debía saberse de memoria los libros históricos, Salmos, Proverbios y Profetas.
Es en ese momento donde el estudiante salía de su sinagoga local e iba a aprender de un Rabí, Es decir el joven aprendiz escogía un Rabí para seguir su instrucción y posteriormente llegar a ser como el maestro que el mismo elegía. Para ello tenía que ser de prestigio y el Rabí lo sometía a pruebas muy avanzadas sobre la Torah y otros elementos y al final tenía que dar un veredicto, o le decía no estas apto, vuelve con tu familia y aprende el oficio de tu Padre o SIGUEME.
Ahora, podemos comprender un poco más lo que significa esta Palabra para Mateo, SIGUEME quiere decir que tu vida cambiaría de manera RADICAL.
No sabemos en realidad que llevo a Mateo a esas circunstancias de ser recaudador de impuestos, a lo mejor el ritmo de la vida lo fue convirtiendo en una persona que amaba el dinero sin importarle nadie más que él, Pero ese llamamiento lo llevo a un encuentro que transformo su vida.
Pero, algo si es cierto me atrevería a Decir que ningún Rabino le diría SIGUEME a Mateo, Pero este Rabino no es cualquiera, este Rabi ve más allá de de la fachada.
Este Rabí vio la condición de Mateo, vio nuestra condición y nos dice hoy a nosotros SIGUEME, con todo lo que eso implica. SIGUEME porque quiero ser tu Salvador, SiGUEME porque quiero darte un propósito, SIGUEME porque quiero transformar tu vida. SIGUEME porque yo si te amo de verdad, incondicionalmente y quiero hacer algo nuevo en ti.
Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.
3. Propósito.
3. Propósito.
A Mateo Jesús le cambio la vida y lo convirtió en un discípulo con propósito, quien diría que aquel recaudador de impuestos, escribiría una biografía autorizada de aquel que un día lo llamo.
Y que muchas personas al al leer lo que aquel recaudador de impuestos escribiría inspirado por el E.S llegarían a los pies de la Cruz. A un encuentro con el Salvador.
La iglesia tiene un propósito y es la misión que Jesús le encomendo. Una iglesia que no esta centrada en su propósito es una iglesia que perdió en enfoque.
A lo mejor, Dios desde hace tiempo te esta llamando. Y te dice SIGUEME, Seguir implica dejarte llevar por Él , por su Palabra.
SIGUEME y deja de poner excusas, SIgueme que yo quiero hacer algo nuevo, SIGUEME y no mires atrás.
Jesús le respondió: —Nadie que mire atrás después de poner la mano en el arado es apto para el reino de Dios.
Quien quiera servirme, debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo. A quien me sirva, mi Padre lo honrará.