LA PRESENCIA DEL HIJO
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
En el último mensaje, aprendimos sobre el Paracletos, el Espíritu Santo, que es una persona de la Trinidad, que es Dios. Jesús promete al Espíritu Santo a los apóstoles y a todos los creyentes que al momento que sean salvos.
Ahora, continua la narración:
Texto Exposositivo Principal: Juan 14: 18 al 20
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Los creyentes nunca están solos.
Juan 14.18 “No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.”
“huérfanos” La palabra en griego es órfanos, de la que viene la española con el mismo sentido: literalmente sin padre; pero también se aplicaba a situaciones de desamparo y falta de protección
Como cuando dos amigos íntimos o dos familiares tienen que despedirse el uno del otro, suelen dirigirse mutuamente la siguiente petición: “Por favor, no dejes de escribirme o telefonearme siempre que puedas”. Algo similar es lo que Jesús les dice a sus discípulos en esta porción, pero más profundo, pues se dirige a ellos como “huérfanos”.Como un padre moribundo preocupado por sus hijos.
La figura del huérfano aparece nuevamente en estas palabras de Jesús. En el entorno social de entonces, un huérfano, lo mismo que una viuda, era una situación con muchos problemas. Vivían en la pobreza y eran fáciles presas para ser despojados de sus propiedades. Jesús no va a dejar a los discípulos solos ante los peligros de este mundo.
Jesús estaba a pocas horas de morir en la cruz. Esa separación del Maestro con los apóstoles era temporal, así lo indica la promesa del Señor: “Vendré a vosotros”:
Jesús se refería a su resurrección, después de la cual lo volverían a ver sus discípulos:
Algunas de sus apariciones:
a. Jesús entró de manera sobrenatural a un recinto cerrado:
Juan 20.19 “Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.”
Jesús les mostró sus heridas de la crucifixión:
Lucas 24.39 “Mirad mis manos y mis pies”
Jesús comió y bebió con los discípulos:
Lucas 24.41-43 “...¿Tenéis aquí algo de comer? Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel. Y él lo tomó, y comió delante de ellos.”
He de aclarar, que durante cuarenta días después de su resurrección, Jesús solo se le apareció SOLO A CREYENTES:
1 Corintios 15.5-8 “y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.”
“apareció” Es significativo que Pablo dice que Jesús apareció a los que le vieron después de la resurrección. Hasta que Él no les reveló su identidad, ni siquiera María Magdalena:
Juan 20.14-16 “Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús. Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré. Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro).”
Los dos discípulos del camino de Emaús:
Lucas 24.15,31“Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos...Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista.”
Jesús fue reconocido solo por aquellos a los que Él decidió revelarse, y no hay constancia de que se manifestara a otros que no fueran sus discípulos.
Juan 6.44 “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere”
Isaías 44.18 “No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender.”
Todos los caminos que ha procurado para su andar diario, no le conducen a Dios, sino todo lo contrario, los desvinculan y alejan de Él.
Juan 14.18 “No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.”
Los creyentes, nunca estamos solos, aunque a veces sientas que estás solo. La Biblia dice:
Salmo 68.5 “Padre de huérfanos y defensor de viudas Es Dios en su santa morada.”
Salmo 146.9 “Jehová guarda a los extranjeros; Al huérfano y a la viuda sostiene”
Juan 14.19 “Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.”
Cuando Jesús expresa: “Todavía un poco” se refiere a las pocas horas quedaban hasta la crucifixión, Jesús moriría, luego el mundo no lo vería más. El mundo no lo vería físicamente después de su resurrección, pues como leímos, solo se apareció a sus discípulos.(1 Co. 15)
Las personas mundanas no pueden conocer a Cristo por medio del Espíritu Santo que habita en los creyentes, pues en el mundo están muertos espiritualmente:
Efesios 2.1 “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,”
Los impíos no tiene el Espíritu de Dios:
Judas 19 “Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu.”
En contraste con el mundo incrédulo, el Señor prometió a sus discípulos: “Vosotros me veréis; porque yo vivo”:
Juan 3.36 “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.”
La verdad bendita de la salvación es que el que cree en el Hijo tiene vida eterna como una posesión presente, no solo como una esperanza futura. Los creyentes se les reconoce por OBEDECER a Dios:
Romanos 1:5 “y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre;”
Pero, por otra parte:
Juan 3:36 “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.”
La aterradora realidad es que la ira de Dios (su desagrado establecido por el pecado) está sobre los pecadores desobedientes que se niegan a creer en Jesucristo. Tal como la vida eterna es la posesión presente de los creyentes, la condenación es la condición presente de los incrédulos. Aquí la idea no es que Dios condenará un día a los pecadores por su incredulidad desobediente; ellos ya están en estado de condenación y solo la fe en Jesucristo los puede librar de ella. La consecuencia final por negarse a creer será experimentar la ira de Dios por la eternidad en el lago de fuego:
Apocalipsis 20.10 “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.”
Estos personas que decidieron no creer, mientras estuvieron en la tierra. Me pregunto: ?Serán muchos? Juan no lo cuenta 2 versículos antes:
Apocalipsis 20.8 “y saldrá a engañar a las naciones... el número de los cuales es como la arena del mar.”
“como la arena del mar” Es una frase que se emplea en las Escrituras para describir una enorme e incontable multitud:
Génesis 22.17 “de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar”
Josué 11.4 “Estos salieron, y con ellos todos sus ejércitos, mucha gente, como la arena que está a la orilla del mar en multitud, con muchísimos caballos y carros de guerra.”
Apocalipsis 20.10 “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.”
Esas cantidad de personas como la arena del mar, serán sentenciados a ese terrible lugar,serán atormentados día y noche. No habrá un momento de alivio por los siglos de los siglos. La Biblia de modo explícito enseña que el infierno es eterno. En cambio, un grupo llamado “vosotros”, no están huérfanos, tiene un Padre celestial:
Juan 14.19 “Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.”
Estas personas al pertenecer a la familia de Dios, están vivos espiritualmente por la resurrección de Cristo y porque el Espíritu Santo habita en ellos. Los creyentes pueden percibir la presencia de Jesús en sus vidas
Juan 14.20 “En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.”
El Hijo no solo está en unidad con el Espíritu, también con el Padre. Jesús dijo: “En aquel día ?De qué día está hablando Jesús?(después de la resurrección y la venida del Espíritu) vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre”. Aunque ninguna mente humana puede entender por completo esa unión de la Trinidad,los discípulos y todos los creyentes han reconocido esta realidad. Pronto entenderían la verdad que los desconcertaba en el presente:
Juan 14.8-9 “Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre”
Jesús les hizo una promesa profunda:
Juan 14.20 “En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.”
Los discípulos no solo conocerían que Él está en el Padre, también entenderían, que ellos estaban en Él y Él en ellos. Los creyentes están unidos con Jesús por medio del Espíritu que habita en ellos. (Por supuesto, esa unión no es de esencia; los creyentes no se hacen parte de la Divinidad). Jesús dijo: “Sed santos” , no dijo: “Sed omnicientes” Eso es un atributo que solo pertenece a Dios. Varias metáforas del Nuevo Testamento describen la naturaleza de esa unión. Por ejemplo: Jesús es la vid y los creyentes son las ramas:
Juan 15.5 “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos”
Nosotros somos el cuerpo del cual Él es cabeza:
Efesios 5.23 “porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia”
Somos las piedras en la casa espiritual de la cual Él es cabeza del ángulo:
Somos la esposa y Él es el esposo:
2 Corintios 11.2 “Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo.”
Juan 14.20 “En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.”
Para expresar más esa unión, la Biblia enseña que los creyentes están “en Cristo”. En Romanos 8:1 Pablo declaró:
Romanos 8:1 “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús”.
A los corintios escribió:
1 Corintios 1:30 “Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús”
2 Corintios 5:17“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”
Filipenses 4.21 “Saludad a todos los santos en Cristo Jesús. Los hermanos que están conmigo os saludan.”
Pablo escribió:
Romanos 8:10 “Si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado”
El apóstol retó así a los creyentes:
2 Corintios 13:5 “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?”
Comentario: A los corintios se les pidió que se examinaran y probaran a sí mismos. Así como nos sometemos a un control médico, Pablo nos urge a que nos sometamos a un control espiritual. Debemos velar por un crecimiento en la presencia y el poder de Cristo en nuestras vidas. Sólo así podremos deducir si somos cristianos verdaderos o impostores. Si no estamos dando pasos concretos para crecer más cerca de Dios, estamos alejándonos de Él.
En Gálatas 2:20 confirmó:
Gálatas 2:20 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”.
Entonces Jesús informó a los discípulos preocupados que su muerte no terminaría la relación con Él. La unión de ellos con Él era indisoluble, como lo es para todos los creyentes. Nada puede separar a los suyos de su presencia o de su amor:
Romanos 8.38-39 “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”
Pablo le estaba diciendo a los creyentes en Roma lo mismo que diría años más tarde a Timoteo:
2 Timoteo 1:12 “Por lo cual asimismo padezco esto: pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día”
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
Texto Expositivo Principal:
Juan 14.18-20 “No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.”
Cuando Jesús dijo: “vendré a vosotros”, lo decía de verdad. Aunque Jesús ascendió al cielo, envió al Espíritu Santo a vivir en los creyentes, y tener al Espíritu Santo equivale a tener a Jesús mismo.