Un canto de confianza para los temerosos - Salmo 23
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Introducción
Introducción
Buenos días amados hermanos, que gozo poder juntarnos esta mañana para contemplar la gloria del Señor después de una semana de trabajo, llena de tantas malas noticias:
Una guerra en Europa.
La aprobación la ley del aborto en nuestro país
Una canasta familiar que no deja de subir.
Pronto habrán elecciones presidenciales y el panorama político parece sombrío.
Y para completar leo en nuestras listas de oración a muchos atravesando por momentos de aflicción.
Con todo lo que está pasando, es muy natural que nos llenemos de incertidumbre y temor, así que decidí hacer un alto en nuestra exposición del libro Exodo para traer delante de ustedes un glorioso y conocido himno de David, el Salmo 23.
Este sin duda es un cántico de confianza para los temerosos, este es el titulo de mi sermón: “Un canto de confianza para los temerosos”.
Oremos y leamos juntos la palabra de Dios.
Salmo de David. Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Jhon Bunyan en su libro el progreso del peregrino, ilustro muy bien la vida cristiana, comparándola con un peregrinaje lleno de dificultades y desafíos antes de poder disfrutar del gozo final en la ciudad celestial.
Bunyan relata como el protagonista se su novela, Cristiano, atraviesa por el fango de la desesperación, tiene que enfrentarse con su corazón legalista que le desvía de la cruz, luego se encuentras con apolión el enemigo de su alama que intenta destruirle, pasa por un el valle de la humillación, es desviado del camino por la seducción del mundo, pasa por momentos de desaliento, enfrenta el gigante de la duda hasta que continuando por el camino estrecho es llevado a la ciudad celestial. Su peregrinaje no sería posible si Dios en su gracia no le hubiera mandado: un evangelista, un amigo creyente, un pastor fiel que le recordara las promesas de Dios y si no hubiera meditado en la palabra.
La vida Cristiana es así, un viaje largo, lleno de dificultades y tentaciones, un viaje donde como nos ha pasado estos últimos dos años nos llena de temor. Pero es un viaje en el cual estamos siendo ayudados por el ministerio fiel de Jehová, que es presentado por el salmista con dos poderosas ilustraciones: Un pastor y un buen anfitrión real.
Esto es lo que veremos hoy, dos ministerios del señor que harán que nuestra confianza permanezca firme en medio del temor. Dividiré este salmo en dos partes, el ministerio de Jehová como buen pastor del Vs. 1–4 y el ministerio de Jehová como buen anfitrión real - Vs. 5–6.
Primero déjenme darles algo de contexto…
Es probable que David haya escrito este salmo casi al final de su vida, cuando estaba huyendo de Jerusalem el día que su hijo Absalón le dio golpe de estado - el salmo no presenta la ocasión pero podemos inferirla por el parecido que tiene este salmo con el Salmo 3, su titulo dice: Salmo de David, cuando huía de delante de Absalón su hijo
David estaba enfrentando a una circunstancia muy dolorosa y desesperanzadora, él pudo sentir pesar de sí mismo por que sabía que las consecuencias de su pecado le habían alcanzado. El estaba atravesando por un valle de sombra de muerte.
Fue en esta circunstancia que le recordó a su alma y nos recuerda a nosotros como Dios en su palabra se había revelado como un buen pastor y un rey anfitrión.
Hermanos, si Dios no se hubiese dado a conocer de esta manera a su pueblo, ni David, ni nosotros tendríamos ninguna razón para tener confianza en medio de la incertidumbre y el temor. Pero Dios se ha revelado a nosotros, en su palabra, por medio de los tratos que él ha tenido con su pueblo amado.
David conocía la ley de Moisés, sus salmos están saturados de la ley de Dios y este salmo no es la excepción. David conocía que Dios tiene estos ministerios por su revelación especial.
La primera persona que en la ley habló de Dios como un buen pastor fue Jacob. Mientras extendía su mano para bendecir a los hijos de José proclamo esto en
Israel bendijo a José, y dijo: «El Dios delante de quien anduvieron mis padres Abraham e Isaac, El Dios que ha sido mi pastor toda mi vida hasta este día, El ángel que me ha rescatado de todo mal, Bendiga a estos muchachos; Y viva en ellos mi nombre, Y el nombre de mis padres Abraham e Isaac; Y crezcan para ser multitud en medio de la tierra».
El peregrinaje de Jacob estuvo rodeado de innumerables desafíos:
Pecó contra Dios al engañar a su Padre y robándole la primogenitura a su hermano mayor, no confió en la providencia de Dios.
Su pecado le alcanzó y le toco huir de la tierra de la promesa a la tierra de Harán, donde le todo trabajar por 14 años para su suegro que le engaño al no darle en matrimonio a Raquel su hija.
Jacob estuvo lleno de temores. Su hermano quiere matarlo y su suegro se convierte en su enemigo, casi que lo secuestro 14 años. Cuando por fin sale libre de casa de Labán,
Lucha con Dios por el temor que tenía al encontrarse con su hermano. Y en esta lucha su muslo es descoyuntado. Fisicamente Jacob quedó limitado.
Luego de que Dios lo había bendecido con hijos. Los conflictos familiares aparecen por qué el muestra favoritismo hacia José. Sus hijos pecaminosamente venden a su hijo amado a los egipcios, él lo cree muerto y hace duelo por él.
Finalmente en su vejez, aunque Dios le había hecho prospero, su prosperidad no le alcanzo para soportar el hambre que vino sobre toda la tierra, entonces es llevado nuevamente lejos de la tierra de la promesa y termina su vida en Egipto.
Jacob resumió su vida así:
Y Jacob respondió a Faraón: Los días de los años de mi peregrinación son ciento treinta años; pocos y malos han sido los días de los años de mi vida, y no han llegado a los días de los años de la vida de mis padres en los días de su peregrinación.
Vivió llenos de temor, de incertidumbre, perseguido y en su vejez lleno de incertidumbre, lejos de la tierra de la promesa temiendo por la provisión de su familia. Sus temores fueron reales, él estuvo rodeado de enemigos reales.
Pero al final, él vio su vida en retrospectiva y declaro proféticamente que Dios había sido su pastor. Dios en su gracia lo persiguió durante toda su vida con su bien y su misericordia. Dios nunca se apartó de él, aun cuando él huía, Dios le salió al encuentro y lo restauró, finalmente lo convirtió en un príncipe. Y en tierra de enemigos lo bendijo en abundancia, lo protegió preparando mesa para él delante de sus enemigos. Dios estaba guiando los hilos de la historia para su gloria y para el beneficio de su pueblo, aunque para Jacob la bondad de Dios haya sido eclipsada por las circusntancias.
David hace ahora eco a estas palabras de Jacob y afirma que él también ha experimentado este dulce trato del Señor para con él.
David ha sido un hombre pecador al igual que Jacob, el ha pasado por valles oscuros, ha corrido tras el pecado, ha sido perseguido por enemigos y ahora esta perdiendo su reino… Pero algo sabe David al recordar a la palabra y al mirar su vida en retrospectiva, él sabe en primer lugar que:
1. Jehová es un buen pastor.
1. Jehová es un buen pastor.
Para David, esto significaba que él podía estar confiado en medio del temor, como dijo en otro de sus salmos.
El día en que temo, Yo en Ti confío.
No importan las circusntancias, David puede confiar en el Señor. Y podía hacerlo, porque el sabía que:
Su pastor es el Señor.
Recordemos que nuestra traducción del griego usa esta palabra para referirse al nombre con el que Dios se revelo a Israel por medio de Moisés en la zarza ardiente: Jehová. Es el gran yo soy. Él es el Dios santo, auto-existente, fiel a su pacto, el todopoderoso, sabio, e inmutable Dios. Tal es el pastor que tenemos.
David sabía además que....
El señor era su pastor.
James Montgomery Boice, nos recuerda en su comentario como en Israel el trabajo de un pastor se consideraba el más bajo de todos los trabajos. Si una familia necesitaba un pastor, siempre era el hijo menor, como David por ejemplo, a quien le tocaba esta desagradable tarea. Esta tarea le requería a un hombre convivir con ovejas las veinticuatro horas del día, en cualquier temporada del año, este era un trabajo agotador e interminable. Ellos debían alimentar, guiar y proteger a las ovejas todo el tiempo, dice él: “¿Quién en su sano juicio elegiría ser pastor?”
Jehová eligió ser nuestro pastor. El gran yo soy, condescendió, se humillo así mismo, para cuidar del pueblo que el escogió para sí.
De este lado de la historia ustedes y yo podemos ver una revelación más completa de este ministerio de Dios en la persona de Jesucristo. Jehová el hijo eterno de Dios, siendo Dios se humillo a sí mismo y se hizo hombre para estar con su pueblo. Dejo su trono de gloria para alimentar, consolar, restaurar y pastorear nuestras vidas.
El Señor hablo de su ministerio entre nosotros cuando afirmo:
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
Ahora podemos regocijarnos que el Dios que se hizo hombre, aquel que murió por nuestros pecados, que resucito y venció la muerte por nosotros y nos dio aseso a la casa del Padre por la eternidad y que ascendió a los cielos para prepararnos una morada celestial. El envió su Santo Espiritu para estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo, El es el gran pastor de las ovejas de Jehová:
Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Dios ha sido fiel a su pacto, todas las promesas de Él son en Cristo sí y amen. Si David pudo confiar en Jehová como su pastor, ahora que nosotros conocemos una revelación mas completa de su ministerio, ¿No tenemos mas razones para confiar?
Creo que si, podemos decir con Pablo: Ro. 8:31-39
¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Nuestro pastor es Jehová, Jehová es nuestro pastor, y la revelación más grande de este ministerio la tenemos en Jesucristo, quien nos conoce íntimamente, a cada oveja llama por su nombre, él sabe de que tenemos necesidad, de manera que siguiendo el hilo del salmo:
Nuestro pastor suplirá todas tus necesidades (Vs. 1-2)
Nada me faltará, dice David. Esto abarca muchas cosas, no faltara ningún consuelo, ni fuerzas para soportar el peregrinaje, ni sabiduría para transitar por el camino.
Nuestro pastor nos es suficiente. Dios le recuerda esto a Israel en:
pues Jehová tu Dios te ha bendecido en toda obra de tus manos; él sabe que andas por este gran desierto; estos cuarenta años Jehová tu Dios ha estado contigo, y nada te ha faltado.
Si Dios suplió para las necesidades de un pueblo tan numeroso en el desierto, ¿no lo hará contigo hoy?.
Un Pastor cuidadoso proveerá alimento oportuno a sus ovejas. El pueblo que confía en el Señor, será alimentado con verdes pastos y podrá abrevar en aguas tranquilas, no turbulentas. Las aguas tranquilas permiten que las ovejas se refresquen y sean limpiadas por su pastor.
El señor dijo en Mateo 24:45
¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?
Esta metáfora del pastor dando pasto y agua, nos recuerda que el Señor nos ha dado su palabra como alimento y refrigerio y lo hace por medio de hombres fieles que él inspiró y que ilumina hoy para nutrir nuestras almas.
Porque Él es nuestro Dios, Y nosotros el pueblo de Su prado y las ovejas de Su mano. Si ustedes oyen hoy Su voz,
Dios nos ha hablado y nos ha dado en su palabra el alimento necesario para crecer y ser fortalecidos en medio de nuestro peregrinaje. Es nuestro deber meditar en las escrituras, atesorar el ministerio de nuestros ancianos que por amor al Señor nos dan el alimento que necesitamos a su tiempo.
Debemos además estar agradecidos con el Señor por su Santo Espiritu, que usa la palabra para limpiar y traer refrigerio a nuestras vidas.
Que bueno es nuestro pastor, que además de conocerte, suple tus necesidades, pero ademas....
Restaura tu alma (Vs. 2a)
El sentido de esta palabra tiene que ver con regresar a una persona a su función o posición original. Esta palabra la usa el salmista en el Salmo 60:3 para rogar que Dios se vuelva a ellos luego de que han pecado, cuando merecían su ira y su indignación. Dios como pastor regresa al redil la oveja extraída, perdonando y renovando su comunión con ellas.
David aquí podría estar recordando como el Señor fue a rescatarlo por medio del profeta Natán cuando se había endurecido a causa de su adulterio. Dios restauró su alma, le devolvió el gozo de la salvación.
El Señor mientras nos alimenta de su palabra, por su Santo Espiritu nos convence de pecado y nos guía al arrepentimiento. Luego nos libra de toda culpa y temor. Renueva nuestra comunión con Él cuando confesando nuestros pecados venimos arrepentidos delante de Él.
Tal es el resultado del perdón y la gracia abundante del Señor para nosotros cuando pecamos.
Cuando pecamos naturalmente queremos alejarnos de Dios y del rebaño por causa de la culpa y nuestro corazón tiende a endurecerse por el engaño del pecado.
Aquí David quiere que recordemos que uno de los ministerios de Jehová es restaurar al pecador a la comunión con Él. Recordemos las palabras de nuestro buen pastor para aquellos que le criticaban por recibir pecadores en
¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido.
El Señor se goza en buscar y restaurar pecadores. Ven a Cristo hoy si este es tu caso. El Señor nos solo nos conoce, no solo suple todas nuestras necesidades y nos restaura, el también...
Nos guía por un camino recto
El Señor luego de restaurar nuestra vidas, no nos dejará como estamos, Él también nos santifica, nos conduce por sendas justas y lo hace por amor de su nombre.
Un comentarista firma que en el mundo antiguo, la reputación de un pastor dependía de su habilidad para guiar a las ovejas en la dirección correcta. Si un pastor perdía una oveja, o perdía el camino a casa, ganaría una mala reputación y sería un pastor sin valor, con mala reputación. La reputación del Señor depende de su capacidad para guiar a las ovejas a salvo a casa, esto implica que ellas andarán por los caminos justos que él ha preparado para ellas.
El Señor no solo nos restaura, sino que nos trasforma a su imagen, nos hace andar en justicia, nos hace entender y nos señala el camino por el cual debemos andar y lo hace para su gloria. Dios se comprometió a esto en Cristo cuando prometio un nuevo pacto:
Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
Porque él nos hace andar en justicia, es que podemos perseverar hasta el fin. Este es el ministerio de nuestro buen pastor.
Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.
Por esta razón ninguno de aquellos que el pastorea se perderá. Si esto ocurre Dios perdería su reputación de ser un salvador para los suyos. Y él no permite que su honor se vea manchado, él no perderá a sus ovejas, mas bien las conducirá seguras a casa.
Las conducirá aún en medio de valles oscuros o de sombras de muerte (Vs. 4). Estos eran Waddys rodeados de montañas, daban temor.
El pastor sabe cuál es el camino más seguro para ti y para mi. Por lo tanto, no hay cosa en nuestra vida que no nos ayude a bien.
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
El esta presente en cada circunstancia de nuestra vida. Por muy difícil que nos parezcan, él nos esta conduciendo seguros, y no debemos temer, porque él esta con nosotros siempre. Y la revelación más gloriosa de su ministerio la tenemos enEmanuel, que es Dios con nosotros....
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Como resume el salmista, su vara y cayado nos infundirán aliento. La vara del pastor servía para defender a su rebaño de los depredadores y su cayado para sacarlas de los apriscos o del peligro.
Nuestro buen pastor usa su palabra como una espada en contra de nuestros enemigos
De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.
Y también la usa para rescatarnos de todo peligro.
Ferguson dice que para nosotros la muerte de Cristo llega a ser la vara, o el garrote, que les rompe el cuello a los temores que son los enemigos de mi paz; y su Palabra se convierte en el cayado por medio del cual me sujeta y me rescata del peligro.
Que hermosa figura. Este es el ministerio del Jehová como nuestro pastor mis amados hermanos: El nos alimenta con su palabra, la usa para restaurar nuestras vidas por el poder de su santo espíritu, la pone delante de nosotros como norma de vida para guiarnos por sendas derechas y como un faro de luz para darnos esperanza en medio de valles oscuros.
Amado, hoy puedes levantar tu mirada al cielo y contemplar a este glorioso y buen pastor, para que tu confianza se afirme en él en medio del temor por las circusntancias que estamos atravesando. Dios esta con nosotros.
Ahora veamos el ministerio del Señor como Rey - Anfitrión
2. Jehová es nuestro rey anfitrión
2. Jehová es nuestro rey anfitrión
Leí que según la costumbre oriental de estos tiempos, el invitado de honor de un poderoso rey estaba a salvo en su casa, porque este rey que le invitaba, estaba obligado a protegerlo a toda costa. De manera que el invitado podía sentarse a comer y beber en medio del peligro de los enemigos y sabía que podía estar seguro y protegido.
Tal era la seguridad de David en el Dios todopoderoso que estaba de su lado siempre, el glorioso rey del cielo aun estaba en su trono gobernando. Dios lo estaba consolando en presencia de sus enemigos que pensaban salirse con la suya en Jerusalén. Ellos no tenían la ultima palabra. Dios la tenía.
Dios estaba poniendo delante de David una mesa, David podía disfrutar de comunión intima con el Señor de toda gloria y de todo poder, que seguía gobernando en medio de sus circusntancias.
Era además el deber y el deleite del rey anfitrión dar al huésped aceite perfumado para refrescarse, la copa siempre estaba rebosando para decirle a su invitado que podía estar a gusto en casa, era una manera de decirle “eres bienvenido”, si la copa se agotaba, era señal que debías irte de la casa del anfitrión protector.
La copa que Jehová puso delante de David esta rebosando. El puede disfrutar de una comunión ininterrumpida con el glorioso rey del cielo. Él lo quiere en su casa. Por esto la seguridad del salmista, morare en la casa de Jehová siempre.
Podemos estar rodeados de enemigos en nuestro peregrinaje como lo estaba el rey David. Pero podemos venir al Señor y echar toda nuestra ansiedad sobre él y gozar de una comunión ininterrumpida con él y ser consolados con la promesa de que nada nos podrá apartar de su amor. El mismo nos guardará seguros hasta llegara casa.
David podía tener la seguridad de que Dios le haría regresar a Jerusalem, él se volvería a deleitar en la casa de Jehová, en aquel tabernáculo donde él había puesto su nombre.
Nosotros hoy encontramos refrigerio en la iglesia, donde se nos recuerda por medio de la mesa que el Señor sirve para nosotros hoy, que el Señor estará con nosotros hasta llevarnos seguros a casa.
Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.
Estas palabras son una garantía de que ninguna de sus ovejas se extraviará. Y que cada uno de nosotros puede tener la certeza de que por el ministerio de nuestro Poderoso Rey, llegaremos a casa seguros, en este glorioso día nos sentaremos a la mesa y nuestro anfitrión se ceñirá y nos servirá:
Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles.
En este glorioso día dice la palabra....
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
David al considerar el ministerio de Jehová en su vida, concluyó que el bien y la misericordia lo seguirán todos los días de su vida.
Dios será fiel a su pacto y ha unido su la búsqueda de su gloria a nuestro beneficio. En cada paso de nuestro peregrinar, el Señor cuidará fielmente de los suyos hasta que entremos a nuestro reposo eterno en la casa del Padre.
Entonces estaremos seguros, en aquellas mansiones de gloria que él ha preparado para nosotros en Sión, por el amor fiel y perseverante de Dios en nuestras vidas. Y tendremos comunión plena y eterna con Él. Mientras que todos nuestros enemigos son puestos debajo de nuestros pies.
En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
Conclusión (Vs. 6):
David sintió temor, como seguramente lo estamos sintiendo hoy, pero fue consolado recordando el ministerio de Jehová en su vida y se escondió bajo protección del Dios fiel y misericordioso.
Amados, al igual que David, hemos considerado al Señor en su ministerio de Pastor y rey anfitrión esta mañana. Como buen pastor, Él nos conoce y suple toda nuestras necesidades, nos restaura, nos guía por sendas de justicia por amor de su nombre. Como rey anfitrión, el nos recibe como invitados de honor y se deleita en tener comunión con nosotros y hoy ha puesto delante de nosotros una mesa en medio de tanta incertidumbre que estamos viviendo, para recordarnos que él nos llevará seguros a casa, dice la palabra de Dios en:
porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.
Tengan pues la certeza de que el bien y la misericordia es la que nos sigue todos los días de nuestar vida.
Amado hermano, aférrate a esta verdad como lo hizo David, tú tienes la revelación completa de estos ministerios en la persona de Jesucristo. De manera que si dos pecadores como Jacob y David pudieron conocer y experimentar esta realidad, tú también puedes hacerlo hoy, él es el Dios que no cambia, su ministerio es para cada uno de ustedes que a puesto su confianza en Jesucristo. Que el Señor bendiga su palabra en vuestras vidas, para que no olviden todo lo que el Señor hace por aquellos que confían en él. Espero