Víctimas del desánimo.
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· 148 viewsSi el desánimo espiritual no viene de Dios, ¿Por qué muchos creyentes se desaniman?
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Leer Num 13:1-14:9
Una de las maneras que el diablo usa para destruir o debilitar a la iglesia o la vida espiritual del creyente es el desánimo.
Es común que los pastores vean a algunos creyentes decaer espiritualmente: dejan de servir, dejan de asistir regularmente, y tantas otras cosas más. Si se les pregunta que les pasa, una de las respuestas más comunes es “¡Estoy desanimado!”
En este pasaje que leímos, encontramos a un pueblo desanimado.
Durante más de un año y dos meses, los israelitas habían sido testigos del poder de Dios. Aunque no sabemos exactamente cuántos días duró la resistencia de Faraón en dejarlos ir a adorar a Dios, el cap. 10 nos da una referencia de tiempo:
En el año segundo, en el mes segundo, el día veinte del mes, la nube se levantó de sobre el tabernáculo del testimonio;
Durante esos 415 días, habían visto:
Las plagas en Egipto, el partimiento del mar, el agua vertir de la roca, el pan del cielo, la nube y la columna de fuego, y las codornices cuando pidieron carne.
¡Eso era suficiente para confiar en el poder y las promesas de Dios!
Pero vemos a un pueblo duro de cerviz: siempre renegando y murmurando; un pueblo falto de fe: siempre dudando del poder y de las promesas.
La promesa que Dios les hizo, llevarles a una tierra que mana leche y miel, estaba a la puerta.
Cómo todo buen líder, Moisés envió doce hombres, uno de cada tribu, en una misión de reconocimiento: observen los habitantes, las ciudades, el terreno, etc.
Fueron y se dieron cuenta que sí, manaba leche y miel, o sea era muy fertil. Como muestra, trajeron un racimo de uvas, tan grande que tuvieron que cargarlo entre dos.
Desafortunadamente, fueron víctimas del desánimo; un desánimo que resultaría en 40 años de sufrimiento en el desierto.
¿Cuando viene el desánimo?
¿Cuando viene el desánimo?
Cuando nos olvidamos de las promesas de Dios.
Cuando nos olvidamos de las promesas de Dios.
«Tú mismo envía hombres a fin de que reconozcan la tierra de Canaán, que voy a dar a los israelitas. Enviarás un hombre de cada una de las tribus de sus padres, cada uno de ellos jefe entre ellos».
Les vuelve a confirmar la promesa: "vayan y conozcan la tierra que yo les doy".
Cada promesa que Dios hace, Él la cumplira; no importa que tan imposible parezca.
Como dijo Balaam, unos capítulos más adelante, en Num 23 19 “Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho Él, y no lo hará? ¿Ha hablado, y no lo cumplirá?”
Cuando no estamos dispuestos a esforzarnos.
Cuando no estamos dispuestos a esforzarnos.
v.17-20
Las Instrucciones de Moisés fueron precisas: les dijo dónde ir, qué observar, y qué traer.
La exhortación de Josué era básicamente a esforzarse: Dios quiere bendecirnos, pero quiere que nos esforzemos; que seamos responsables.
El problema es que queremos todo fácil, sin esfuerzo.
Cuando vemos que no es así de fácil, que tenemos que poner de nuestra parte, nos desanimamos:
"¡Yo creí que iba a ser más fácil!”
Dios nos da la bendición en bandeja de plata, pero es es necesario que por lo menos nos llevemos la cuchara a la boca.
Lo irónico es que para las cosas que no son espirituales..., allí sí nos esforzamos. Ah, pero para obedecer a Dios, no.
Cuando el negativismo encuentra lugar en nosotros.
Cuando el negativismo encuentra lugar en nosotros.
»Solo que es fuerte el pueblo que habita en la tierra, y las ciudades, fortificadas y muy grandes; y además vimos allí a los descendientes de Anac.
El negativismo siempre no lleva a encontrar un "pero"... (ve el pelo en la sopa y ya no se la toma):
"todo esta bien pero..." "En el valle estan los gigantes y Amalec”. En el monte están “heteos, jebuseos, amorreos”, En la costa " los cananeos".
"Nosotros creímos que solo era de poseer, sin hacer nada."
¿Por qué somos víctimas del desánimo?
¿Por qué somos víctimas del desánimo?
Por adoptar una actitud pesimista.
Por adoptar una actitud pesimista.
Pero los hombres que habían subido con él dijeron: «No podemos subir contra ese pueblo, porque es más fuerte que nosotros».
El pesimismo es el hermano gemelo del negativismo. Siempre van de la mano.
El pesimismo es la actitud del "¡No se puede!"...
El pesimismo viene cuando quitamos los ojos del poder y la voluntad de Dios, y los ponemos en el Yo, en nuestra capacidad.
Es interesante que el el v. 22 mencionaron solamente a tres descendientes de Anac (Ahimán, Sesai, y Talmai), pero en el v. 32 dicen que “toda la gente que vimos en ella son hombres de gran estatura”.
Por escuchar a los desanimados.
Por escuchar a los desanimados.
Y dieron un mal informe a los israelitas de la tierra que habían reconocido, diciendo: «La tierra por la que hemos ido para reconocerla es una tierra que devora a sus habitantes, y toda la gente que vimos en ella son hombres de gran estatura. »Vimos allí también a los gigantes (los hijos de Anac son parte de la raza de los gigantes); y a nosotros nos pareció que éramos como langostas; y así parecíamos ante sus ojos».
Es un grave error escuchar a aquellos que no quieren estar desanimados ellos solos.
“Misery loves company”, dice el dicho en inglés.
Estuvieron dispuestos hasta a mentir, porque realmente el que quiere desanimarte es Satán, padre de toda mentira.
El pesimismo los hizo mentir. O mintieron al decir que eran tres o al decir que todos eran grandes.
Escucharon la exageración (otra manera de mentir). Ni siquiera pensaron “¿Todos son gigantes?”
¿Me creerías si te digo que todos los norteamericanas son altas? ¿Nunca has conocido una que sea pequeña?
¿Cuáles son las consecuencias del desánimo?
¿Cuáles son las consecuencias del desánimo?
El desánimo de la mayoría.
El desánimo de la mayoría.
Entonces toda la congregación levantó la voz y clamó, y el pueblo lloró aquella noche.
El arma de Satanás fue efectiva, logró su objetivo.
El desánimo es contagioso; es como un virus que se transmite por contacto o por cercanía.
Aplicación: ¿Con quienes te juntas? Te garantizo que si te juntas con los desanimados, tarde o temprano, te contagiarás. De repente, empezarás a poner tus ojos en lo negativo.
La murmuración contra los líderes.
La murmuración contra los líderes.
Todos los israelitas murmuraron contra Moisés y Aarón, y toda la congregación les dijo: «¡Ojalá hubiéramos muerto en la tierra de Egipto! ¡Ojalá hubiéramos muerto en este desierto!
Culpar a los líderes siempre ha sido más fácil que aceptar nuestra responsabilidad.
Culpas a los líderes porque tenemos calles sucias, pero eres quien las ensucia.
Culpas al gobierno por la delincuencia, pero no educas a tus hijos.
Culpas al pastor porque la iglesia no crece, pero no compartes el evangelio.
El pueblo dijo “Estabamos mejor como estabamos”: Sin bendición, sin responsabilidad, y sin esfuerzo.
División en el Cuerpo.
División en el Cuerpo.
Y se decían unos a otros: «Nombremos un jefe y volvamos a Egipto».
La mayoría se rebeló y quería regresarse. Una minoría quería seguir adelante y confiar en la promesa y el poder de Dios.
Y Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rasgaron sus vestidos; y hablaron a toda la congregación de los israelitas y dijeron: «La tierra por la que pasamos para reconocerla es una tierra buena en gran manera. »Si el Señor se agrada de nosotros, nos llevará a esa tierra y nos la dará; es una tierra que mana leche y miel.
Siempre es una minoría la que no se desanima: diez de los exploradores dijeron “¡no se puede! y solamente dos dijeron, “El Señor nos llevará a esa tierra y nos la dará”. (14:8)
Produce la ira divina.
Produce la ira divina.
El pueblo despreció la bendicion de Dios.
Numbers 14:10–12 (NBLA)
... Entonces la gloria del Señor apareció en la tienda de reunión a todos los israelitas. Y el Señor dijo a Moisés: «¿Hasta cuándo me desdeñará este pueblo? ¿Y hasta cuándo no creerán en Mí a pesar de todas las señales que he hecho en medio de ellos? »Los heriré con pestilencia y los desalojaré, y a ti te haré una nación más grande y poderosa que ellos».
”En este desierto caerán los cadáveres de ustedes, todos sus enumerados de todos los contados de veinte años arriba, que han murmurado contra Mí. ”De cierto que ustedes no entrarán en la tierra en la cual juré establecerlos, excepto Caleb, hijo de Jefone, y Josué, hijo de Nun.
”Según el número de los días que ustedes reconocieron la tierra, cuarenta días, por cada día llevarán su culpa un año, hasta cuarenta años, y conocerán Mi enemistad.
Estoy seguro que ncontraremos gigantes en el camino, pero también que el Senor proveerá "las piedras lisas del arroyo" para que los derribemos.
Es hora de que pongas tu confianza en el Señor y te sacudas el desánimo que se te ha pegado.