Hagamos la diferencia

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Introduccion

Un consejo popular dice: «Nunca dejes de escuchar a tu corazón. Cuanto más lo escuches, mejores decisiones tomarás. El corazón irá sembrando en ti las semillas del crecimiento personal».
¿Seguirías este consejo? ¿Por qué?
Nuestro corazón siempre nos ofrecerá ir por una vía en que nos sintamos cómodos y gratificados. La Biblia, sin embargo, nos advierte cómo es el corazón humano

Desarrollo

cierta oportunidad un grupo de escribas y fariseos de Jerusalén se acercó para cuestionar a Jesús
Mateo 15:1–2 LBLA
1 Entonces se acercaron* a Jesús algunos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo: 2 ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Pues no se lavan las manos cuando comen pan.
la objeción como en tantas otras ocasiones le dio pie al señor para proveer una importante enseñanza a la gente a su alrededor.
Llamando entonces jesus a la multitud les dice:
Mateo 15:10–11 LBLA
10 Y llamando junto a sí a la multitud, les dijo: Oíd y entended: 11 no es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre.
Esta declaración generó una indignada protesta por parte de los líderes religiosos que no podían creer que alguien cuestionara los elaborados rituales que según entendían garantizaba la pureza que constituía una condición esencial para poder agradar a Dios
Estos rituales no solamente resultaban vitales para ellos sino que también estaban instaladas en el concepto popular de los judíos, por esto los discípulos tampoco entendieron bien a que se refería Jesús
Pedro cuando tuvo oportunidad le pidió que les proveyera de una explicación Jesús sorprendido respondió en Mateo
Mateo 15:16–20 LBLA
16 Y Él dijo: ¿También vosotros estáis aún faltos de entendimiento? 17 ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al estómago y luego se elimina? 18 Pero lo que sale de la boca proviene del corazón, y eso es lo que contamina al hombre. 19 Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias. 20 Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero comer sin lavarse las manos no contamina al hombre.
la enseñanza del señor sobre este tema es importante porque solemos creer que la propuesta que trae es la de efectuar una modesta reforma en nuestras vidas para producir una versión mejorada de nosotros mismos por esto solemos concentrar nuestros esfuerzos en cambios que son externos que son cosméticos que afectan nuestra imagen pública y dejamos de trabajar sin embargo en el ámbito escondido en nuestras vidas ese espacio en el que se deciden las cuestiones que afectaran profundamente la forma en que vivimos
El resultado de esto es que acabamos siendo iguales a nuestros vecinos y compañeros de trabajo viviendo con los mismos principios que ellos y abrazándonos a los mismos valores que poseen, sí nos quitará la posibilidad de testificar que somos cristianos, les resultaria dificil a ellos creer que lo somos incluso porque con nuestras vidas no exponemos a Cristo, no exponemos que vivimos lo que creemos y predicamos.
Por ello jesus queria afirmar en el corazón de sus discípulos asi como en los nuestros que los cambios externos carecen de valor alguno en contra de los apetitos de la carne porque la contaminación que debemos combatir no esta fuera de nosotros en el mundo que nos rodea sino dentro de nosotros en nuestros propios corazones
Si tuviéramos la oportunidad de vivir solos en una isla aislados de todo contacto con otros seres humanos igual batallaríamos con la corrupción de la carne pues nuestros corazones seguirían inclinando nuestra vida hacia la maldad
La transformación que desea obrar en nosotros El Señor es otra tal como declara el profeta en Ezequiel
Ezequiel 11:19 LBLA
19 Yo les daré un solo corazón y pondré un espíritu nuevo dentro de ellos. Y quitaré de su carne el corazón de piedra y les daré un corazón de carne,
El compromiso de nuestro Dios es un cambio radical desde nuestro interior
“les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes quitaré de su carne el corazón de piedra y les daré un corazón de carne”
Nuestro Dios anhela producir en nosotros esa purificación que acaba con la influencia del pecado que han contaminado literalmente cada aspecto de nuestras vidas, impactado nuestros pensamientos, nuestro lenguaje, nuestra mirada, nuestras actitudes, nuestros valores, y aún nuestra forma de vestir.
Esta es la razón por la que Jesús en esa gran enseñanza que conocemos como el sermón del monte, en Mateo capítulo 5 al 7 Jesus continuamente lleva a sus discípulos a pensar en lo que ocurre en el ámbito del corazón, no es que se deba llegar a el acto fisico del adultero el que nos debe preocupar sino desde los pensamientos de lujuria que lo genera,
Mateo 5:27–30 LBLA
27 Habéis oído que se dijo: «No cometerás adulterio». 28 Pero yo os digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón. 29 Y si tu ojo derecho te es ocasión de pecar, arráncalo y échalo de ti; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. 30 Y si tu mano derecha te es ocasión de pecar, córtala y échala de ti; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo vaya al infierno.
No es el llegar al acto de asesinato el que debe de inquietarnos, sino
Mateo 5:21–22 LBLA
21 Habéis oído que se dijo a los antepasados: «No matarás» y: «Cualquiera que cometa homicidio será culpable ante la corte». 22 Pero yo os digo que todo aquel que esté enojado con su hermano será culpable ante la corte; y cualquiera que diga: «Raca» a su hermano, será culpable delante de la corte suprema; y cualquiera que diga: «Idiota», será reo del infierno de fuego.
Vemos como lo que debe inquietarnos es la ira y el rencor escondido en nuestro corazón que lo produce.
No son las opiniones vanas de los hombres como señala el versículo
Mateo 6:1 LBLA
1 Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.
Debemos buscar la aprobación del que ve nuestra vida en secreto que es Dios y esta mirada distinta nos ayudara a entender que las batallas más importantes no se pelean en el ámbito de nuestra vida pública sino que se libran en los secreto de nuestro corazón y esto nos permite comprender por que el profeta jeremías se atrevió a afirmar en
Jeremías 17:9 LBLA
9 Más engañoso que todo, es el corazón, y sin remedio; ¿quién lo comprenderá?
Cuando examinamos nuestra vida nuestro corazón nos ofrece un diagnóstico acerca del Estado de nuestras vidas haciéndonos creer que todo esta bien porque nuestro corazón engañoso busca que nos sintamos tranquilos y a gusto con nosotros mismos; nuestro corazón no nos acusa de nada,
Jesús sin embargo nos muestra que el corazón nos miente porque la imagen que nos presenta es falsa porque es de nuestros corazones donde salen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias.
Nadie la puso allí dentro sino que son el resultado de vivir en una cultura caída en la cual la maldad tiene rienda libre, les por eso que Jesús observaba con inquietud a muchos que confiaban en sí mismos y se veían como justos y despreciaban a los demás con todo en lucas 16 Jesus dio una parabola para corregir este error
Lucas 18:6–11 RVR60
6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. 7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? 8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? 9 A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola:10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
En esta parabola contada por Jesus, un fariseo subió al templo a orar yJesús señaló que no hablaba realmente con Dios sino que oraba para sí mismo es decir sus palabras tenían como destino impresionarse a sí mismo y a los demás que lo escuchaban, “el decía te doy gracias porque no soy como los demás hombres estafadores injustos adúlteros ni aún como este recaudador de impuestos yo ayuno dos veces por semana doy el diezmo de todo lo que gano.
Todas las veces que nuestro punto de referencia en la vida son los demás estamos en problemas la comparación que es odiosa siempre sufre las limitaciones de nuestra propia subjetividad solemos inclinarnos por las comparaciones que nos dejarán favorablemente bien parados buscamos a nuestro alrededor a aquellos que pueden confirmar nuestra convicción de que no somos tan malas personas como algunos otros.
Esto sin embargo esto lo unico que logra es aplacar nuestra propia conciencia y no posee valor alguno delante de Dios que es quien nos juzgara sin referencia alguna comparándonos a los que han compartido la vida con nosotros por ello debemos de enfocarnos en mantenernos constantemente pidiéndole a Dios que nos examine y trabajar en las areas que nos muestre que debemos trabajar.
la segunda persona en esta parábola era un publicano un hombre considerado por la mayoría de los judíos un grosero pecador éste nos dice Jesús sentía tanta congoja por su propia inmundicia que se mantenía a cierta distancia y no se atrevía siquiera a levantar los ojos al cielo golpeaba una y otra vez su pecho y exclamaba Dios ten piedad de mí pecador la actitud del publicano nos ofrece una importante pista sobre la transformación que produce Dios a travez de nuestras vidas
todas las veces que nuestro propio pecado nos duela más que el pecado que vemos a nuestro al rededor podemos saber que vamos por buen camino, cuando nuestras propias limitaciones nos escandalizan más que las de nuestros prójimos tendremos la certeza de que hemos logrado conectarnos con el Señor.
Su presencia siempre nos lleva a que veamos con mayor nitidez nuestra propia inmundicia así lo observamos en el relato de la visión que tuvo el profeta Isaías al inicio de su Ministerio
Isaías 6:5 LBLA
5 Entonces dije: ¡Ay de mí! Porque perdido estoy, pues soy hombre de labios inmundos y en medio de un pueblo de labios inmundos habito, porque han visto mis ojos al Rey, el Señor de los ejércitos.
Así también le sucedió a Pedro cuando comprendió que Jesús era más que un maestro
Lucas 5:8 LBLA
8 Al ver esto, Simón Pedro cayó a los pies de Jesús, diciendo: ¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador!
Esto que le dice Pedro a Jesus delata la convicción de que las personas santas no deben mezclarse con personas pecadoras es una creencia que está firmemente instalada también en la Iglesia
Sin embargo Jesús nos muestra que el no vino a este mundo para mantenerse aislado de los pecadores sino para encontrarse con ellos porque deseaba ofrecerles una salida de la esclavitud del pecado en que vivían por eso en dijo:
Marcos 2:17 LBLA
17 Al oír esto, Jesús les dijo*: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.
no he venido a llamar a justos sino a pecadores al arrepentimiento Dice jesus
Nuestro Señor Jesus nos insta a ser parte de un pueblo profundamente transformado para que este pueblo sea el instrumento por medio del cual continúe llegando a la vida de quienes requieren de su salvación
sus discípulos transformados por su poder no han sido llamados a mantenerse aislados de los demás con la falsa expectativa de que así podrán asegurar la santidad, más bien no deben de aislarse de los pecadores sino que busquemos contagiarlos a ellos de santidad
y por esta razón es que El Señor comparó a sus discípulos con sal y luz
Mateo 5:13–16 LBLA
13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres. 14 Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; 15 ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. 16 Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
la consigna para aquellos discípulos que han vivido esa profunda transformación es que el Señor obre en su corazones y así brille la luz de ustedes delante de los hombres para que vean sus buenas acciones y glorifiquen a su Padre que está en los cielos El Señor nos envía en medio de otros para que seamos también instrumentos para que la salvación que ansía derramar sobre toda criatura los alcance también a ellos.
Todo creyente que transita el proceso continuo de transformación por el Espíritu buscara a los pecadores para anunciarles la salvación. Asimismo, reflejará la luz de Cristo, para que los demás vean sus buenas acciones y glorifiquen por eso a Dios.

Conclusion

Examina tus pensamientos, tu lenguaje, tus miradas, tus actitudes, tus valores, aun, tu forma de vestir y de moverte. ¿Estás siendo purificado por el Espíritu de la influencia del pecado? Aparta tiempo diariamente para ser confrontado a través de la Biblia, para dar gracias a Dios, para confesar tus pecados.
— Enfócate cada día en ser «sal de la tierra» (Mateo 5.13). Contagia a tus amigos un estilo de vida santo, en lugar de contagiarte tú del «sabor» del mundo. «Sala» en la medida justa, predicando a Cristo de manera natural y espontánea como parte de tu experiencia cotidiana.
— Reconoce delante de Dios la lucha más frecuente contra el pecado que se produce en lo secreto de tu corazón. Apóyate en las fuerzas del Espíritu Santo para combatir toda inclinación hacia el mal. Haz pausas durante el día para orar específicamente por ello. Si lo deseas, compártelo con un compañero de oración
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